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Laura

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Cuando ingresé a esta página la idea era encontrar historias reales, no obstante, después de leer varias, me convencí que o bien la mayoría son producto de la fantasía de quien las escribe o bien mi sociedad, mejor dicho aquella en la que yo me he movido, aclaro esto porque hoy estoy fuera de training, era muy mojigata.

Yo hoy tengo 60 jóvenes años, y digo jóvenes porque sigo cogiendo mucho y sin viagra, jajaja, claro que con mujeres de mi edad y por ende con las mismas ideas que hace cuarenta años.

Comencé mi actividad sexual a los 20 años y a lo largo de los primeros 20, es decir hasta los 40 tuve sexo con mujeres que llegaban a tener desde 34 años más que yo hasta 21 años menos, era lo que se podía decir un depredador que no le hacía asco a nada, no importaba si era joven o vieja, soltera o casada, viuda o separada, gorda o flaca, linda o fea, alta o baja, lo que importaba era que me diese bolilla y tuviese ganas de coger, por lo que mantuve relaciones con blancas, negras, mestizas, coloradas, del color, proporción, y estado que se les ocurra, y al decir estado me refiero no solo al civil ya que también mantuve relaciones con tres embarazadas. En total, durante ese período he mantenido relaciones sexuales con 97 mujeres.

Después de los 40 mi vida tuvo un quiebre pues a partir de esa edad ya no era tener sexo con cualquiera sino que me volví más exquisito, por lo cual no solo tenía que ser mujer, sino que debía ser linda, culta, elegante y no tener compromiso, es decir ser similar a mí, por lo que desde ese momento y hasta hoy solo han pasado por mi cama o yo he pasado por la de ellas, 7 mujeres, y todas más o menos de mi edad. Por lo que creo que mi experiencia se refiere a lo que ocurría en mi país hasta hace 20 años, más o menos, esto lo aclaro porque tal vez este equivocado y hoy las mujeres, sobre todo jóvenes, no sean tan pacatas; lo cierto es que, leyendo muchas de las historias, me encuentro con que las mujeres practican el sexo anal como si tal cosa, y eso puedo afirmar que no es así, por lo menos no lo era en la sociedad en la que yo me desembolví, pues en ella solo el 10% de aquellas mujeres con las que me acosté lo practicaba y de ellas solo el 30% lo hizo por primera vez conmigo y solo el 20% me pidió hacerlo porque le gustaba. Distinto es el caso del sexo oral, hacerlo y/o recibirlo, ya que este el 98% lo practicaba.

Quiero aclarar que además ninguna que no practicaba sexo anal con su pareja lo hizo conmigo en el primer encuentro, desvirgue a tres por el culo, dos casadas y una separada, pero a todas les tuve que hacer varias veces el amor y pedírselos varias veces para que me lo entregasen; y con el sexo oral solo dos no lo quisieron hacer y, según me dijeron ni aun con sus maridos lo hacían.

De allí que diga que me parecen fantasías la mayoría de las historias que leí.

Aclarado esto les contaré una historia real que me pasó con una de esas mujeres que me pidieron hacerlo analmente.

Estábamos estudiando para dar un examen en la universidad, era el tercer año por lo que yo tenía 21 años, en el departamento que uno de mis compañeros alquilaba a 5 cuadras de la facultad; cuando se hizo el horario de clases, cursábamos a partir de las 1800 horas yo me voy a hacer firmar la libreta y llevo la de otro de los cuatro que estábamos estudiando, ya que al otro día dábamos el final que estábamos preparando y dos ya tenían la libreta firmada.

Cuando regreso de firmarla me cruzo con una chica de unos 25 años, después me enteré que tenía 27, que iba caminando comiendo un helado y le dije algo así como: ”Como vos podría comer un helado y no pasaría nada pero no te podría agarrar a vos porque con lo linda que sos me calentaría tanto que te derretirías”, esta estupidez, le causo gracia por lo que comenzó a reírse, risa que yo aproveché para comenzar a caminar a su lado y tratar de saber algo de ella para ver si podía mojar la chaucha, ya que era una de las cosas más importantes en mi vida. Cuando llegamos al edificio donde vivía mi amigo me dijo que hasta ahí me permitia que la acompañe pues ya llegó a su casa, yo le pregunte si me estaba jodiendo y cuando ella me repreguntó porque le dije que porque en ese edificio era donde vivía mi migo; ella riéndose me pregunto si no sería en el 3° porque en ese piso vivía ella, a lo que le respondí que no, que él vivía en el 7°. Riendo entramos y mientras esperábamos el ascensor le pregunté si nos podíamos ver mas tarde a lo que me dijo que bueno que nos viésemos a las 2200 horas. El ascensor llegó a su piso ella se bajo y yo seguí hasta el departamento de Jorge, asi se llamaba el compañero dueño del departamento; cuando llegué y les comenté lo que me habia pasado no me creyeron porque hacia menos de 1 hora que me habia ido a llevar las libretas para firmar y me estuvieron jodiendo hasta que a las 10 de la noche me levanté y les dije que iria a encontrarme con Laura, así se llamaba la chica, ellos me siguieron tomando de mentiroso hasta que yo me fui.

Llamé el ascensor y me fui directamente a su piso, pensaba que por como se habían dado las cosas me haría entrar a su departamento y cogeríamos como conejos, pero para mi sorpresa, no habia nadie, baje a la planta baja y ahí me estaba esperando ella, por lo que la saludé y la invite a caminar. Rumbié hasta un parque que estaba a dos cuaras y cuando llegamos a él y encontramos un banco nos sentamos y después de unas pocas palabras nos dimos un primer beso, beso que fue seguido de muchos otros estos acompañados cada vez de caricias mas osadas, de mi parte. Me permitió que acariciases sus pechos y sus piernas, pero no me dejo que tocase su concha, aunque ella si acaricio, por sobre mi pantalón, obvio, mi pija. Cuando le propuse ir a un hotel alojamiento me dijo que le gustaría porque estaba caliente y le gustaría sentir dentro de ella el pedazo de carne que había acariciado pero que no podía porque estaba indispuesta. Ahí entendí por qué no me había dejado que le acariciase la concha pero eso no fue suficiente como para que se me vayan los deseos de coger por lo que, con bronca, le dije que regresásemos que tenía que seguir estudiando.

Cuando llegamos al edificio y mientras esperábamos el ascensor le pregunte, sinceramente, no pensando en coger, si conocía la terraza del edificio, cuando me dijo que no le propuse ir a verla y hacia ella fuimos. Al llegar a ella, y después de verla y recorrerla, nos fuimos hacia la pared que daba a la avenida y nos pusimos a ver los pocos vehículos que ya a esa hora pasaban. Estando apoyados en la pared comienzo con mi mano izquierda a acariciar su espalda, pues ella estaba a mi izquierda, y viendo como se arqueaba me coloco detrás de ella y, corriéndome poca a poco llego a apoyar mi pija dura contra su culo; ella hizo fuerza hacia atrás con esa prominente parte de su anatomía y mientras arqueó su espalda giró su cara buscando con sus labios los míos. Nos fundimos en un largo beso y para poder sentirla mejor la gire hacia mi lado y comencé a acariciar su cuerpo, abrí su camisa y saque sus pechos los cuales empecé a chupar como un poseso. Mientras mis manos acariciaban su culo; la piel de su culo solo estaba separada de las de mis manos por la suave tela de su bombacha pues ya había subido hasta su cintura su pollera. Ella acarició mi verga por sobre mis pantalones pero como yo quería sentir sobre ella, aunque mas no fuese el calor de sus manos, la saque de su guarida a lo que ella correspondió agradecida comenzando a masturbarme, estábamos en eso, tan calientes que no recordamos, por lo menos yo no lo recordé pues toda mi sangre estaba en la cabeza de mi pija, que ella estaba menstruando por lo que corriendo su bombacha dirigí mi verga hacia su cueva y de una estocada se la clave hasta los huevos. Ella, no acordándose o no importándole su sangrado, supongo que caliente como yo, comenzó a mover en forma circular su pelvis mientras yo entraba y salía de su caverna. A los pocos minutos, de estar haciendo esto, siento como ella comienza a jadear y acelero mi ritmo para tratar de acabar junto a ella, lo cual ocurrió a los pocos momentos. Fue algo fantástico, haber tenido ese orgasmo, no solo porque lo logramos juntos sino por el hecho de estar haciéndolo en la terraza de un edificio viendo como a unos 40 metros más abajo circulaba uno que otro coche.

Nos quedamos un ratito así unidos, hasta que mi pija dormida salió de ella y después nos fuimos. Antes de que me bajase en el 7° piso me dijo que si me iba bien en el examen me daría un premio. Yo baje y entré al departamento de Jorge con una sonrisa de oreja a oreja y éste, dirigiéndose a los otros dos, les dijo algo así como que era cierto que me había enganchado una mina, entonces yo le pregunte si lo decía por el tiempo que había tardado y él me dijo, que no, y al tiempo que la señalaba me dijo que era por la mancha de sangre que tenía en mi bragueta. Me mire y me convencí que era cierto que estaba menstruando pues parte de la misma estaba en mi bragueta. Me bañe y lavé pantalón y calzoncillo y cuando salí tapándome con una toalla, Jorge me dio unos calzoncillos y un jogging suyo y les conté lo que había pasado. Después de lo cual continuamos estudiando un rato más y nos fuimos a dormir para levantarnos después de unas horas y seguir estudiando.

Me fue bien en el examen por lo cual fui a reclamar mi regalo pero ella no estaba por lo cual volví a mi casa, caliente, pero feliz de haber dado bien otro examen.

Como era época de firmas, recuperaciones y finales, y dado que el departamento de Jorge, por su cercanía a la facultad, era nuestro centro de comando, sabía que en cualquier momento la vería, no me hice mayor problema, además era la época en que yo estaba atento a cualquier mujer con la que me cruzase para poder coger, por lo cual me dije que si no la volvía a ver no importaba pues ya otra aparecería.

Dos días después volvimos a juntarnos en lo de Jorge y ellos empezaron a joderme para que la vaya a ver, un poco por eso y otro porque quería volverla a coger fui. Ella me atendió sin abrir la puerta y me dijo que estaba con el hermano que más tarde subiría. Yo volví, pensando que en realidad estaría cogiendo con otro por lo cual cuando al rato me vino a buscar le dije sin abrir la puerta que estaba estudiando y que más tarde pasaría por su departamento. Mis compañeros me jorobaban en que vaya a verla, pero yo que les había dicho que no la había encontrado, teniendo mucha bronca, no fui hasta la siguiente vez que nos juntamos a estudiar, tres días después; ahí si fui y cuando nos vimos nos fundimos en un abrazo que continúo con caricias, besos, ropa volando por los aires y sexo descontrolado ya que las ganas de coger eran muchas pues, por lo menos por mi parte puesto que después de haber cogido con ella solo había tenido sexo con “Manuela”.

Disculpen que no entre en detalles de cómo lo hicimos pero es que no quiero que sea muy largo porque quiero llegar al momento que me llevó a escribir esto. Después de hacerlo volví a estudiar a lo de Jorge, y si bien cada vez que nos reuníamos a estudiar yo iba a su departamento y cogíamos, cuando ella sabía que yo estaba estudiando a cada rato venía y me llamaba para coger, yo realmente si bien quería hacerlo tenía mi mente el que debía estudiar por lo cual no iba, y a pesar que mis amigos me decían que fuese que ella era una ninfómana, que no sea boludo que fuese, que ella estaba caliente, yo me mantenía en mis trece y solo de vez en cuando iba a coger.

Lo cierto es que un día voy a su departamento y comenzamos a besarnos, nuestras cuerpos al poco tiempo estaban piel contra piel, yo besaba sus pechos mientras ella hacía lo propio con mis cabellos; sus manos apretaban mi cabeza contra sus pechos mientras su concha jugaba alrededor de mi pija, en un dado momento me hace poner a mí espalda contra la cama y comienza a besarme la cara, la boca, los ojos, las oreja y el cuello mientas sus tetas se restregaban contra mi pecho y su concha daba círculos alrededor de mi verga. Luego comienza a bajar, besando mi pecho, hasta que se detiene en mi pene y lo comienza a besar; sus besos lo recorren todo y al llegar a mis huevos los comienza a succionar, primero uno y luego el otro; después de un rato vuele a subir besándome la pija hasta que llega al glande y lo encierra entre sus labios, comenzando a hacerme una paja con su boca, sin utilizar sus manos, las cuales emplea para acariciar mi pecho; yo acaricio su pelo y cada tanto aprieto su cabeza contra mi pija, al tiempo que tiro mi pelvis para arriba para hacerla llegar hasta su campanilla. Siento que estoy por acabar, y tengo ganas de hacerlo, tengo ganas de llenar su boca de semen, pues como ya muchas veces lo he hecho y ella gustosa no solo me la seguía chupando hasta dejármela totalmente limpia, sino que me mostraba como se tragaba toda mi leche, sabía que no le molestaría que lo hiciese una vez más, pero esta vez ella tenía planes deferentes, por lo cual sintiendo que yo ya estaba próximo dejó de sobarme la pija y subió e por mi pecho hasta mis labios y luego de besármelos, separando su cara de la mía me preguntó si había visto la película “el último tango en Paris” yo le contesté que no y ella me dijo ahora vamos a hacer una parte.

Me pidió que fuese a la heladera y trajese la manteca y una cucharita, yo sin saber lo que se proponía o hice y cuando llegue con lo pedido ella agarró la manteca y la cucharita y poniéndolas sobre la mesa de luz, me pidió que me acostase boca arriba en la cama. Lo hice y ella comenzó a besar mis ojos, mis labios y bajando por mi pecho llegó hasta mi verga. Pensé que me la chuparía pero no solo le dio un beso al glande y la recorrió con su lengua hasta llegar a mis huevos. Pensé que me los chuparía pero me volví a equivocar porque su lengua solo los rozo y llegó al perineo, zona que beso con fruición para luego de realizar el camino inverso y después de besar mi boca separando su cara de la mia preguntarme si alguna vez había tenido sexo anal. Yo lejos de mentirle le dije que no a lo que ella me dijo, como si fuese hoy lo recuerdo, “Bueno, hoy vas a enterrar tu pija en un culo y vas a saber lo que se siente al hacer sexo anal. Hoy vas a enterrar tu pija en la cuevita en la que nunca me da el sol”. Yo no podía creer lo que me estaba diciendo, por lo cual le pregunte si muchos ya habían visitado esa cueva, no bien termine de preguntárselo me puteé mentalmente arrepintiéndome de ello porque pensé que se enojaría y me quedaría con las ganas de enterrarla en mi primer culo, pero su respuesta lejos de mostrar su enojo hizo que mi verga creciese más, si ello era posible pues me dijo “Algunas vergas la visitaron pero ninguna tan grande como la tuya”. Yo no podía creer que eso me estuviese pasando, por lo que ella me dijo, “Tranquilízate y hace lo que yo te diga” y tomando cucharita con la que cortó un trozo de manteca y me la dio diciéndome que le enmanteque el orto para que entrase más fácil. Yo agarré la manteca y comencé a pasársela por la periferia de su agujero posterior, pero ella me dijo que se la pasase por dentro para que la pija resbalase mejor y para que el dedo le fuese dilatando el ano. Eso comencé a hacer mientras ella me chupaba la verga hasta que unos minutos después me dice que agarrase otro trozo y se lo pase con dos dedos, algo que obviamente hice, no se cuánto tiempo paso hasta que me dijo que su culo ya estaba listo y luego de ponerme un poco de manteca en la pija se puso en cuatro y me pidió que me ponga detrás de ella y siguiese sus indicaciones.

Me puse detrás de ella, que agarró mi pija y la llevo hasta su agujero posterior y una que la tuvo apoyada en él comenzó a presionar su culo contra mi pija, la que milímetro a milímetro comenzó a enterrarse en su negra cuevita. Recuerdo que cuando ya estaba todo el glande dentro de ella, me dijo “Ahora empuja vos con todo” y mientras yo empujé hacia su culo ella empujó hacia mi pija, con lo cual en un escaso tiempo sentí como mis huevos chocaron contra sus glúteos, entonces ella me dijo que la sacase lentamente y la metiese rápido que ella mientras yo la sacaba apretaría su culo y luego mientras la metía ella lo relajaría, por lo cual no me preocupase si cuando intentaba sacarla sentía que me la apretaba como para que eso no ocurriese. Yo empecé a hacerlo, pero se ve que la comencé a sacar muy rápido porque en dos ocasiones me dijo que lo hiciese más despacio. En un momento ella empezó a jadear y me pidió que le tocase el clítoris mientras continuaba entrando y saliendo. Eso hice, su clítoris parecía, de lo gordo y duro que estaba, un pezón. Ella me pidió que se lo apretase y no bien lo hice lanzando un grito, que me indicó que había tenido un orgasmo, se desplomo sobre la cama. Yo realmente no supe como continuar, pero como no quería dejar de estar en su culo, la seguí en su caída y quedamos unos instantes sobre la cama, pasados los cuales ella comenzó a hacer girar su pelvis y me pidió que entrase y saliese con fuerza, cosa que hice y en pocos momentos sentí como me vaciaba dentro suyo. Pasados unos momentos ella me pidió que saliese ella y me acueste boca arriba que quería dejarme la verga bien limpia, yo lo hice y ella comenzó a chuparme la pija sacando los últimos vestigios de leche que le quedaban, pero no sé si por la calentura o por qué mi verga nuevamente cobró vida y ella dándome la espalda se la volvió a clavar en el ano y subió y bajo por mi mástil hasta que nuevamente le llené el culo de leche.

Mi verga estaba dándole las últimas descargas de leche en el momento en que suena el timbre, ella saltó de la cama y fue a la puerta preguntando quien era y cuando le dicen “Daniel” ella le dice que en ese momento no podía atenderlo que fuese solo a la casa de los viejos, que a la noche ella iría a verlos y hablarían y luego volvió a la cama y diciéndome que era su hermano colocó su culo a escasos centímetro de mi cara y diciéndome que mirase como le había dejado abierto el orto me pidió que le dejase el culo limpio como ella me iba a dejar la pija. Realmente, en ese momento no me preocupe por si era el hermano o uno que se la movía, tenía interés en ver cómo le había quedado abierto el orto, por lo cual se lo miré, se lo toque y se lo chupe, total era mi semen. Fue así como mientras ella me chupó la pija yo le chupe el culo y cuando ambos quedaron limpios se dio vuelta, se apoyó en mi cuerpo y me agradeció por los orgasmos que le había hecho tener. Yo le pregunte “Cuántos” y ella mientras jugaba con mi pija me dijo que no sabría decirme cuanto porque perdió la cuenta pero que fueron muchos.

Ahí me dijo algo que me desconcertó, pues yo pensé que el sexo anal era algo que solo ocurría en las películas porno y fue que ella prefería hacerlo por atrás porque no se tenía que cuidar para no quedar embarazada ni se tenía que preocupar por estar menstruando, entones le pregunté por qué entonces la primera vez que lo hicimos no querías porque estabas menstruando si hubiésemos podido hacerlo por atrás, a lo que me contestó “porque era nuestra primera vez y no te iba a dejar cogerme por el culo de entrada porque si no que hubieses pensado de mí“.

Por eso, y porque solo con unas pocas lo he hecho por atrás, es que digo que “O muchas de las historias que he leído son inventadas o la sociedad en la que viví era muy pacata”.

Pero para terminar este relato les cuento que después de quedarnos un rato en la cama, nos fuimos a bañar porque yo debía seguir estudiando, y ahí mientras nos bañamos lo hicimos entrando mi pija alternativamente en su culo y en su concha, hasta que nuevamente me corrí, esta vez en su concha y que con ella lo continuamos haciendo durante el resto de ese mes de diciembre pues después empezó el receso de verano, en el cual no nos vimos, y cuando regresé en marzo ella ya no estaba viviendo allí.

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