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Añoranzas

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Aburrida... hastiada. se sentía mayor..y los piropos del joven pescadero la hacían sentirse deseada..

Cuando volvía la vista atrás, recordaba lo feliz que había sido en mi matrimonio, y no podía decirse que ahora tampoco lo fuera, por que a mis 44 años y los 52 de mi marido, nos llevábamos estupendamente y disfrutábamos de la vida, prácticamente de todo, salvo del sexo... no comprendía lo que me decían mis amigas, que sus maridos, a pesar de la edad, les seguían haciendo el amor, aunque no tan intensamente... sin embargo, el mío se había quedado "para el arrastre", prácticamente, una vez al mes y poco más daba, y eso, sin demasiados miramientos... intentaba compensarme con las manos y la boca, me daba unos buenos masajes de tetas y unas buenas mamadas de clítoris y vagina, pero yo echaba en falta lo de años anteriores.. lo recordaba... las cogidas que me daba mi marido.

Mi marido hasta no hacía demasiado podía considerarse como un amante excepcional... recordaba que solíamos hacer el amor casi a diario, y como a él le gustaba masturbarse entre mis grandes pechos...

Físicamente, podía decirse que no había perdido bastante de mi belleza, ya que había tenido cuatro hijos y mi cuerpo lo había notado, pero podía considerarme afortunada, era poco alta, mis pechos voluminosos y todavía duros, un grueso culo y las piernas bien torneadas... a veces incluso me piropeaban... y más de uno me propuso culiarme, solía madrugar para ir a la plaza y poder comprar sin multitudes, y sobre todo elegir el pescado sin problemas... la pescadería era regentada por un matrimonio joven, aunque casi siempre a las horas que yo iba sólo estaba el marido, un joven de unos 25 años que no hacía más que decirme piropos e insinuaciones...lo guapa que era, lo atractiva y sensual que era, lo bien que mi marido lo debía de pasar con una mujer así a la hora de hacerme el amor, el se imaginaba como lo hacía... pero pensaba que eran las típicas bromas de los jóvenes... sin embargo, a veces... pensaba en él... me excitaban sus halagos... a veces... cuando me masturbaba... soñaba que aquel joven me cogía sin descanso, haciéndome olvidar los años de desidia... todo esto me llevaba a andar cada día más excitada...

Coincidió que un fin de semana contaba con invitados a comer, y decidí preparar un pescado especial para la ocasión, así que se lo encargué a José, el pescadero; éste me mandó recogerlo el viernes por la tarde, a última hora, cuando él fuera a cerrar, me extrañó la hora en que me mandaba ir a recoger, pero supuse que sería para conservarlo más fresco en la cámara frigorífica, aunque deseaba que estuviera solo para que me pudiera culiar, yo deseaba que me metiera su verga en mi vagina y me hiciera sentir mujer, mi marido tenía ya varias semanas que no me cogía ni me acariciaba a pesar de que yo me ponía hilo dental para que me viera y se le parara su verga, estaba deseosa de culiar.

El viernes, tal como había quedado, sobre las ocho me presenté sola en la pescadería, tenía puesto un vestido con la falda muy holgada y me puse una tanga hilo dental que apenas me tapaba la parte delantera con su pequeño triángulo y dejando libre mis hermosas nalgas para ser acariciadas, él estaba sólo, y me dijo que iba a cerrar y saldríamos por la puerta trasera y cogeríamos el pescado de la cámara. Entró en la cámara frigorífica y me entregó una bolsa con las cosas, como era bastante grande, yo tuve que emplear las dos manos... nos dirigimos hacia la trastienda, yo delante, con las manos ocupadas... cuando de repente noté las manos de José cogiéndome la cintura y apretándose contra mi culo mientras me rozaba el cuello con los labios, al tiempo que restregaba su "paquete" sobre mi culo... me quedé paralizada, sin reaccionar, entonces él subió una de las manos hasta mis pechos y lo masajeó y acarició haciendo que mis pezones reaccionaran a las caricias... no podía soltar la bolsa, pero me giré y me quedé mirándolo turbada... él aprovechó mi reacción para acercar su boca a mis labios y besarme apasionadamente... estaba aturdida... por mi mente pasaban los piropos que él me decía todos los días... los sueños en los que lo veía... dejé la bolsa encima de una mesa y lo empujé...

"...¡estás loco !...¿que te pasa...no sabes que soy una mujer casada... y tú también lo estás ...?..."...

"... si... lo sé...pero me gustas... siempre me has gustado a pesar de tu edad... tus hermosas tetas.... tu culo... tus piernas... me atraes toda... te deseo tanto, eres muy hermosa... me excitas.. mira como estoy..."...al tiempo que se bajaba los pantalones y los calzoncillos mostrando una enorme verga, dura... nunca había visto nada igual... conocía la de mi marido y otras que me habían cogido, por ejemplo el camionero, la de mi yerno, cuando me culiaron en el patio de la escuela una noche o el chofer de mi marido, pero aquello me dejó helada... gorda.. larga... con una enorme bellota morada en la punta... no podía apartar la vista de ella...deseaba tenerla metida toda en mi vagina

"...estás loco...vístete.."...

"...por favor... por favor.. te deseo tanto... déjame culiarte... estamos solos... nadie lo sabrá... déjame..."... mientras se iba acercando hacia mí... y yo me iba apartando hasta quedar arrinconada en una esquina, viendo como él se aproximaba, como aquella enorme verga rozaba ahora mi vagina.. no podía evitar mirarla... le dije

"..Te la acaricio un poco y basta... vale ..?.."... tenía ganas de tocarla... de sentirla en mis manos... nada más cogerla en mis manos noté como la verga palpitaba y como yo me sentía mojada, húmeda... hacía tanto tiempo que no me encontraba tan excitada... empecé a mover la mano suavemente observando el morado capullo, me gustaba sentir la sensación de aquella enorme verga en mi mano, caliente, como crecía mientras yo la masturbaba lentamente... estaba tan caliente... tan mojada.. tan excitada... que no protesté cuando José aproximó su boca... yo misma acepté la lengua que recorría mi paladar, que jugueteaba con la mía... apuré los movimientos sobre la verga... acepté la caricia en mis pechos, sobre el vestido, y no protesté cuando me lo desabrochó y me sacó el sujetador para dejarlos libres, los pezones estaban erguidos, duros... me los pellizcó y apretó, igual que las tetas que fueron acariciadas y apretujadas... estaba sintiendo tanto placer... mi mano oscilaba sobre la verga... rocé los huevos... enormes peludos.. y los acaricié con la otra mano, mientras notaba como él me subía la falda y me rozaba el coño sobre la braga..."..Haydee estás mojada... muy mojada... seguro que tan caliente como yo... te necesito... quiero culiarte..."... sin dejar de apretar con la mano sobre mi coño, presionando sobre los abultados labios de la raja...

"..si...siiiii... culiemos... culiemos... dame placer... méteme ese pedazo de verga que tienes..."...me acarició las nalgas que estaban desnudas por el hilo dental y me las apretaba con fuerza, me arrancó las bragas de un tirón y me hizo apoyar de bruces sobre la mesa, dejando mi culo en pompa... acarició mis hermosas nalgas y descendió su mano hasta el coño, separando los labios acarició suavemente el interior...

"...tienes un culo hermoso... como me gusta.. y tu coño... jugoso... de anchos labios... veras como le gusta mi verga..."...no tardé en notar el grueso capullo apuntando sobre la entrada de mi coño... como él empujaba lentamente y las paredes de mi coño notaban el roce de la verga que las distendía, que me abría centímetro a centímetro, dándome en cada embestida más placer si ello era posible... nunca me había follado mi marido desde atrás... y aquello me proporcionaba un placer desconocido... notaba como aquel pollón llenaba mi coño y como la gorda bellota rozaba mi clítoris cuando me la sacaba... José se aferraba a mis nalgas y empujaba sin parar... la verga entraba y salía rápidamente, me abría más de piernas para facilitar la penetración de su hermosa verga en mi vagina, apresura el paso y estoy sintiendo como me llegaba un segundo orgasmo, en ese momento siento que el aprieta más mis nalgas y me hunde su verga con más fuerza y me dispara su semen en lo más profundo de mis entrañas, siento ese líquido caliente que me inunda toda mi vagina ...

"...ahggggg José... que verga más hermosa tiene.."...

"... Haydee eres preciosa... tienes un coño hermoso... eres la hembra más ardiente que he conocido... si quieres... ahora podemos gozar...".... claro que quería... lo deseaba... a partir de aquel día...

"... claro que sí José... quiero aprender a chuparla... que me comas el coño... y entregarte mi culo..."...............Me siguió bombeando la vagina y esta se resbalaba de los restos de sus jugos y semen que la tenían inundada, me comenzó a masajear mis hermosas tetas y me las apretaba como para penetrarme más con su verga con cada embestida que me daba, me acostó sobre la mesa y me subió las piernas a la altura de sus hombros dejando mi vagina a su entera disposición, me acomodó la verga a la entrada de esta y de un solo envión me la metió toda llenándomela completamente, a pesar de la eyaculación su verga no había perdido la erección, yo lo tenía bien excitado y quería aprovechar para dejarme bien culiada, me bombea rápidamente y estamos en nuestros suspiros cuando siento que el está llegando a su orgasmo y me dispara su semen en mis entrañas apretando su verga sobre mi vagina sin dejarme nada afuera. Me tiene conectada hasta que su verga se sale sola de mi vagina y me sale un hilo de su semen de mi vagina dejando sobre la mesa los restos de nuestra buena culiada. Me levanto de la mesa y él me toma por la cintura y me da una buena mamada de tetas, cuando me doy cuenta ya eran cerca de las diez de la noche y yo no había llegado a mi casa, estaba todavía desnuda en la parte trasera de la pescadería, él intenta meterme de nuevo su verga y yo no lo dejo por la hora que es y no he llegado a mi casa:

¨...no, ya es tarde, mi marido puede sospechar que me quedé culiando y después sale a la pescadería a buscarme y me encuentre desnuda conectada por tu hermosa verga...¨ Para que no me vaya sola él decide acompañarme a mi casa, nos vestimos rápidamente y salimos rumbo a mi casa, cuando llegamos ya mi marido y mis hijos están dormidos, entramos sin hacer ruido hasta la cocina, estaba acomodando las bolsas cuando ya el pescadero me tenía su mano sobre mi vagina acariciándomela.

-No, aquí no, puede venir uno de mis hijos o mi marido y nos pueden ver en esto, mejor salimos a la bodega del patio y ahí volvemos a culiar. Salimos al patio y el perro no hace ruido al verme y así logro meter a mi amante a la bodega. Tengo un sofá para situaciones como esta. Él me mete la mano y me quita mi tanga, me da una mamada de vagina acostada en mi sofá, se saca su verga y se acuesta sobre mí presionándome con su hermoso cuerpo, yo me acomodo su verga en la entrada de mi vagina y él comienza a metérmela suavemente ocupándomela completamente, comienza a bombearme ricamente y me da una buena mamada de tetas, me las suelta y sigue culiándome ricamente, apura el paso después de más de media hora de estar culiándome y me da mi ración de semen haciéndome gemir y suspirar de la sensación del calor en mis entrañas, me desocupa mi vagina satisfecha de todas las cogidas que me dio en la noche un solo hombre como hacia tiempo no me lo hacían, nos vestimos y quedamos de acuerdo para repetir estos encuentros sin que se diera cuenta su esposa ni mi marido, le doy de recuerdo mi tanga, cuando él iba a salir por la cocina escucho que mi marido sale de nuestra habitación y lo escondo al fondo en la cocina, llega mi marido y se sorprende de verme levantada a esa hora, me abraza y me mete la mano para tocarme sintiendo que no llevo nada por dentro y me comienza a acariciar, le digo que se vaya para la cama que ya llego para que culiemos, como ya la tiene erecta la verga ahí mismo me conecta

-Haydee, ya estás mojada, siente como se resbala mi verga, es que estabas esperando que te culiara, hace días que no te lo hago.

-Si, Gerardo, estaba esperando que me culiaras hoy.

Me sigue culiando en la cocina y me da su semen y como estamos de pié cuando me saca su verga se me riega sobre las piernas. Me limpio con el vestido, me lo quito quedando desnuda. Mi amante observó mi cogida con mi marido. Mi marido sale a nuestra habitación y yo saco a mi amante de la cocina, estaba tan excitado de ver lo que me hizo mi marido que me da otra culiada en la sala de mi casa, me cogió por media hora, estuvimos en el sofá y después en el piso dejando rastros de semen y mis jugos en el, yo estaba completamente desnuda culiando en mi casa con otro hombre, me deja de coger al echarme lo último de su semen, que buenas cogidas que me di esta noche, como estaba tan excitada culiando no medí la situación de riesgo de ser descubierta por mi marido o uno de mis hijos y ser vista como me penetraba mi amante, se marcha, yo salgo desnuda a cerrar el portón de mi casa, a esa hora no pasa nadie por la calle, él al marcharse me mama las tetas y me acaricia mi vagina, nuevamente se le para la verga y me conecta mi vagina en la entrada de mi casa, estamos culiando de pié, el por su edad es una verdadera máquina de culiar, sabe satisfacer a una mujer veterana como yo, después de más de quince minutos culiando recostada contra la pared de mi casa el me dispara lo poco que le queda de su semen., me saca la verga de mi vagina y pequeños rastros de semen salen de mi vagina recorriendo mis piernas, quedamos esperando vernos de nuevo para otras buenas cogidas, le doy un beso y le doy las gracias por las buenas cogidas que me dio, hacía mucho tiempo que no me sucedía esto, me hizo sentir mujer de nuevo a pesar de mis 45 años.

Haydee

(9,80)