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Noelia me invitó a su casa para ser cogida por su familia (La boda)

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Estaba aburrida en casa, mirando algunas fotos que había sacado con el celular, en la boda de mi hija y veo a la mesera que tanto me miró toda la noche, y que entre copas le había pedido su celular antes de retirarme a mi habitación.

Busque en mi celular y lo tenía registrado como "Noelia la meserita", entonces me entró el ratoneo de enviarle un mensajito a ver qué onda.

Por wassap le mando:

Yo

Hola linda te escribo porque guarde tu número y entre copas en la boda no recuerdo el motivo.

Noelia

Ya estaba resignada desde que te vi irte con tu vestido sexy color salmón, no he dejado se esperar este mensaje

Yo

Ay!! Veo que me tienes muy presenté, eso debería preocuparme o gustarme?

Noelia

Ay no! Quiero que te guste tanta como a mí. Si te animas y te gustan las sorpresas, como me imagino que sí, te invitó a que te vengas linda y bien sexy a mi casa. Cuando llegues te cuento...

Yo

Pero que es este tipo de propuesta? Que me vas a hacer?

Noelia

Creo que la que va a hacer mucho vas a tu y yo voy a disfrutar de tu placer. No lo pienses vente en una hora.

Me envío la dirección y ubicación

No le respondí, me comencé a imaginar que seria, sentía miedo pero me excitaba la propuesta, yo sólo la vi esa noche ella vestida de mesera... no lucía mucho. Tenía unos ojos azules imponentes y su cabello negro intenso otro atributo que recordaba, no tendría más de 25 años.

Sin haberle respondido, a la hora estaba tocando su timbre en la dirección indicada, me haber la puerta un hombre enorme grandote más de 1.90 de unos 40 y pico con cuerpo en condiciones, y con unos ojos azules como los de Noelia.

Pregunte por ella, y me responde que me estaban esperando que pasará a la sala que la iría a llamar y al irse me dice

-Espero verte de nuevo en minutos.-

No entendí la situación y por qué quería verme no me cerró, entonces llegó Noelia con un camisón blanco traducido parecía un angelito, no llevaba sostén sus pezones se marcan en sus senos que eran medianos pero bien parados. Yo me había ido con una minifalda rosa, una blusa violeta y plataformas, estaba como para ir a un boliche pero que eran las 3 de la tarde.

Me toma el brazo me mira a los ojos y dice:

- Si quieres te puedes ir y haremos que nada paso. Pero quiero que te quedes.

Soy la única mujer de la casa y me encargó de que mis hermanos y mi padre siempre tengan lo mejor y lo que necesitan. Cuando te vi sentí que eras un hermoso presente que yo podría darle a ellos y compartir tu su placer.- me dijo año su dulce mirada en esos ojos azules.

Mi cara era de desconcierto y pánico al tiempo que me intrigaba donde terminaría.

-Quiero verte en la cama con ellos y que seas su juguete y les des satisfacción que sólo con verte así vestida ya me tienes mojada de imaginar a mi padre con esas tetas.

-No puedo perdón- y gire hacia la puerta.

-Espera! Debe verdad no te vas a permitir gozar del sexo que viniste buscar?-

Me detuve y pensé ya que viene hasta aquí y con la intriga de saber hasta dónde llegaría esta locura, la mire y con mi cara le dije sí.

Ella desató un pañuelo, de su muñeca, me vendo los ojos y al oído me susurró solo relájate te llevaré a un lugar especial, caminamos unos metros y luego bajamos unas escaleras.

- Hemos llegado. Chicos vengan!! Tienen a su conejita en la cueva.

Me quita el pañuelo y estaba en una especie de sótano lleno de espejos en techo, en las paredes, en el piso, decorado con luces rojas tenues y una cama redonda blanca en el centro, un diván también blanco y un aroma exquisito.

Tres hombres a cuál más alto, se hacían completamente desnudos frente a mí.

Quien me abrió la puerta que seguro era su padre, estaba rico rico tenía unos brazos y manos particularmente grandes. Los dos hermanos eran gemelos desnudos completamente eran portadores de cuerpos hermosos no tendrían más de 20 años, sus entrepiernas eran excitantes, avanzaron suavemente sobre mí, mientras Noelia se hacía a un lado sentándose en el diván.

Respire profundo y me quede quieta, aquéllas hermosura de chicos eran increíblemente idénticos comenzaron desvestirme acariciándome, mi corazón comenzaba a latir rápidamente, y me comenzaba a mojar.

Tomaron mis senos uno atrás y otro delante, suavemente me comenzaron a besar el cuello y rozarme con sus erectos miembros, de enfrente él padre los miraba jalándose, Noelia en el diván parecía que miraba una película mordiéndose los labios, con sus manos acariciaba tímidamente por encima de su camisón.

Mis manos no soportaban más contenerse y tome el miembro largo y venoso de glande descubierto del gemelo que tenía por delante, al tiempo que apreté bien mi cola sobre el que tenía por detrás, que me besaba cuello y hacia que me contorneara toda.

El fuego se estaba apoderando de la habitación para donde mirara los espejos hacían que viera sexo y piel por doquier las nalgas de aquellos jóvenes eran redondas perfectas, ay!!! Que divinos y tiernos.

De la mano me llevaron frente al padre, poniéndome de rodillas frente a su pene que erecto, excitada comienzo a chupárselo con fuerza, con mis manos me cuelgo literalmente de las porongas de mis gemelos y a masturbarlos.

Comienzo a intercambiar chupo a uno chupo a otro con desesperación, mi concha empapada. El placer estaba en esos penes... y mi boca.

Deseaba ser penetrada por esas vergas, me abrí paso empuje a papá en la cama y sin pensarlo me lo monte toda a dentro rabiosa de deseo lo cabalgue intensamente, con sus manos contenía y manipulaba mis senos y pezones a su antojo.

Yo veía por los espejos que en el diván Noelia, se masturbaba intensamente por debajo de su camisón. Uno de los gemelos se paró en la cama poniendo su vergota a mi servicio yo podía tomarla con mi boca pero era excitante sentir como me la golpeaba mi cara.

Un frío comenzó a llegar desde mi cola el otro gemelo con su boca me besaba y me pegaba pequeños mordiscos al tiempo que con un gel me lubricaba cariñosamente mi ano. Estaba recibiendo ternura por detrás, violencia en mi cara y llenando de fluidos la porongasa de papi, mis gemidos eran intensos y gritos de places parecían amplificarse en la habitación.

Un con su pene comenzó a buscar mi culo para penetrarme... hasta que lo introdujo hasta el donde... y con mis agujeros llenos me miraba y tenía hombres por todos lados, me comencé a comer el pedazo despelote todo en mi boca, ahora papi marcaba el ritmo y me mantenía insertada.

El olor a sexo el lugar aquellos cuerpos mojados de sudor, me regalaron una catarata de orgasmos, cuando papi estalló dentro de mí.

Los gemelos insaciables, me quitaron de arriba de su padre, me tumbaron en la cama alzaron mis piedras y ahora el otro género me rompió el orto entrenó todo adentro sentía la poronga bien adentro su ritmo fue descomunal no podía dejar de gritar el dolor y placer eran intensos, mientras el otro ahora se masturbaba sobre mi cara.

Gemidos que no eran los míos se comienzan a sentir con intensidad en cuatro patas ya papá le estaba dejando todo adentro a su hija, lo que menos había ese diván era ternura... sexo duro duro y así mi cara se llena de semen que trate de tragar todo.

Mientras mi culo y no podía más y los orgasmos ya no sé cuántos eran, hasta que brota leche en cantidad sorprendente en mis tetas y con el gemelo entre mis piernas y su pene fuera estallando.

Yo estaba sucia y llena de semen por todos lados ahí me dejaron tirada en la cama agotada satisfecha y con la locura de haber sido parte de algo fuerte...

Los gemelos pusieron sus penes en la cara de Noelia y pidieron que se los limpiara uno a uno con su boca, mientras papi le seguía dando matraca por detrás, hasta que también sacó su miembro y puso en la boca a Noelia para que esta se tragara todo, así se lo pedía.

Los gemelos salieron de las habitaciones, diciéndome:

- Que mujer perra que eres! ya puedes bañarte e irte.

Noelia sin semen en su cuerpo pero todo dentro, se me acerca y me dice al oído:

- fuiste un hermoso juguete para mi papi, gracias a gente como tu logró calentarlo para que me llené de sexo sin piedad por varios meses.

Me alcanzó una toallitas húmeda, me limpie me vestí y rengueando con dolorida me subía al coche y me fui.

Fue muy fuerte lo que viví e intenso que la perversión de aquello fue mucho para este cuerpo.

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