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Chica encremadita y superviolada

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Una minita de unos 18, que no supe cómo se llama, la pasó bárbaro con un amigo de Ernesto, que fue a la casa de Estela un sábado a la noche. El hombre, muy bien vestido con saco, pantalón, zapatos y muy perfumado, comió sandwiches de miga y una picada con el matrimonio y con la chica, que se quedaba a dormir. La adolescente, castaña, linda y delgada, estaba muy fina de blazer y pollera pantalón, botas con taco, cartera y maquillada, en realidad pintarrajeada. Por eso el tipo quedó deslumbrado con ella y no dejó de mirarla toda la noche. Y tras unas masas con crema, café y más, se hicieron las tres de la mañana y todos se fueron a acostar, incluida la chica. El hombre, excitado con ella, hizo que se iba pero la siguió.

Ella entró a la pieza de invitados, se desvistió y se quedó en corpiño y bombacha, agarró la crema de su cartera, un algodoncito y se pasó cremita por las manos y el cuerpo. Una adolescente sexy, en bombacha, cremita, aroma fuerte, cama, cena, picada, perfume, camisón. Mucho para el tipo, que no le importó nada, entró de una a la pieza y, pese a que la mina intentó que no entrara, se mandó, se le sentó al lado, la acosó, la puteó, la agarró, ni la dejó siquiera buscar el camisón para acostarse, le arrancó el corpiño, le sacó la bombacha, se le metió en la cama, se sacó el calzón y con tremendo pene, la puso boca arriba, se le subió y la penetró por la vagina, dándole con placer y furia a pesar de los gritos de la flaca, mientras Estela y Ernesto se regodeaban y se toqueteaban en su cama escuchando todo. La chica fue súper cepillada por el hombrazo por vagina, cola, recibió semen, tragó semen, lamió semen, de todo. Y eso que no quería, pero bueno, cuando el pene llama, cómo decir que no. Excitadísimo por el aroma a cremita, el hombre se la dio y se la recontradio varias veces violándola casi cuatro horas, dejándola a la miseria y yéndose chocho de la vida, tanto que hasta se llevó la ropa interior de la joven para darse en la casa. Potrazo, semental, un divino.

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