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Una vieja amiga (Primera parte)

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Hace poco me contacto una amiga de la adolescencia que por cierto siempre me gusto, me platico que tenía cierto problema que le costaría mucho dinero y sabía que yo podía ayudarla, no dude en ofrecerme para apoyarla y entonces pactamos una cita en mi oficina para el día siguiente.

Acudió puntual y yo la atendí gustoso, me di cuenta que aunque siempre supe que ella no era una mujer que llamara la atención me gustaba aun después de varios años sin vernos, ella es de piel morena, senos y nalgas pequeñas, tal vez 1.60 de estatura, cabello lacio color castaño rojizo, ojos cafés y complexión delgada, sin embargo hay algo en ella que excita sobre manera, tal vez su manera de vestir, tal vez simplemente porque no pude tenerla en la años atrás o simplemente me gusta así tal cual.

Luego de escuchar su problema y comentarle la soluciones rápidamente me dejo claro que no podría pagar el costo a lo que yo respondí que desafortunadamente no habría otra solución, ella comenzó a platicarme que su esposo y ella estaban teniendo una mala racha financiera y debido a ello también habían surgido problemas maritales, una plática llevo a la otra y al final terminamos platicando acerca de lo mucho que me gustaba aun después de tantos años, aproveche la situación para proponerle una relación de amantes sin embargo su respuesta fue que no se atrevería a hacerle eso a su familia, al final le dije que pensara las soluciones a su problema y que regresara a la semana siguiente para ver que había decidido.

Nuevamente llego a la cita, sin embargo en esta ocasión llamo mucho mi atención ya que usaba una falda de mezclilla relativamente corta y zapatos de tacón, lo que sin duda hacia resaltar sus piernas largas, decidí no perder más el tiempo así que cuando ella me reitero que no podía pagarme para resolver su problema la tome de la mano y la lleve hacia el escritorio, me acerque hacia ella lo más que pude mientras la tomaba de la cintura con una mano y le dije que ella sabía que la única manera de ayudarla sin dinero era con sexo, al principio se sorprendió un poco aunque estoy seguro que ella sabía perfectamente lo que le pediría.

Yo estaba ahí frente a esa mujer que deseaba tanto, con su boca tan cerca de la mía y no pude evitar una tremenda erección, sin embargo me di cuenta que era el momento de intentar todo, así que comencé a besarla y la apreté hacia mi cuerpo, rápidamente sintió mi erección contra su pelvis y quiso apartarme de ella, pero ya era tarde, ambos sabíamos lo que pasaría, seguimos besándonos por no sé cuánto tiempo, lo que me excitaba cada vez más, pase de besar su boca a su cuello y a acariciar sus piernas, yo podía sentir como mi verga palpitaba dentro de mi pantalón, no pude más y comencé a meter mis manos bajo su falda para acariciar sus nalgas y me di cuenta que usaba tanga lo que hizo explotar mis deseos fetichistas y la necesidad de saber de qué tipo, de qué color, su textura, su aroma y tal vez su sabor.

La tome de la cintura y la senté en el escritorio, subí su falda hasta que pudiera abrir por completo sus pierdas y me coloque frente a ella mientras nos besamos, fui bajando lentamente hacia su cuello y poco a poco desabotonando su blusa para finalmente abrir su brasiere  color gris, dejando al descubiertos sus senos, que aunque pequeños me hicieron desearla con más fuerza aun, tal vez por el aroma de su perfume,  así que me concentre en sus pezones, a lamerlos, besarlos y chuparlos hasta que estuvieron erectos, pero yo quería mas, volví a recordar esa tanga y con ansias me arrodille, estaba ahí, con sus piernas abiertas justo frente a mi cara dejándome esa hermosa vista de una tanga  color gris, y la pelvis depilada, aunque estaba tremendamente excitado, y sentía que mi verga quería salir y penetrarla para terminar dentro de ella me contuve, hice a un lado su tanga y con mucho cuidado abrí un poco sus labios vaginales, al instante pude ver que ya estaba lubricada y  me abalance  para dar un lengüetazo profundo por toda su vagina queriendo absorber todos sus jugos vaginales, su sabor me encanto y pude escuchar sus pequeños gemidos lo que me hizo saber que lo disfrutaba.

Seguí con lamidas, por sus labios, el clítoris, y ese pequeño espacio que esta entre el ano y la vagina (perineo) que tanto placer les da, podía ver claramente los espasmos de su vagina a cada lengüetazo que junto con sus gemidos y su lubricación me hacían querer meter mi lengua cada vez más profundo dentro de su orificio vaginal, incluso estoy seguro que algunas veces me deje llevar y pase mi lengua por su ano, pero ya no me importaba, solo quería mas de esa mezcla de su lubricación, sus jugos y mi saliva que escurría hasta caer en el escritorio, finalmente comencé a sentir su respiración cada vez más agitada, sus espasmos cada vez más rápidos, su piernas se contraían, y su mano sobre mi cabeza empujándola fuerte entre sus piernas, hasta que con un pequeño grito ahogada de placer termino justo en mi boca.

No le dé tiempo a reaccionar y de un tirón le quite la tanga que ya estaba empapada, con ansiedad saque mi pene escurriendo y palpitando y la penetre, el primer embate fue el más fuerte y profundo, por fin pude sentirme dentro de ella, sentí lo caliente de su vagina, sus jugos vaginales escurriendo por mis testículos, gemíamos cada vez más, un par de veces sentí ganas de terminar pero quería disfrutarla más, así que disminuí la velocidad de las penetraciones hasta que supe que terminaría, pero no, aun no era tiempo, quería más de ella, más de su intimidad, más de su vagina en mi boca, así que la subí al escritorio esta vez en de perrito dándome la espalda, por lo que tuve frente a mi ese hermoso culo, totalmente abierto a mis perversiones, abrí sus nalgas y pude ver como sus labios vaginales seguían hinchados, completamente abiertos y escurriendo, comencé a lamer nuevamente todo lo que estaba frente a mí, ella gemía cada vez más quería que terminara nuevamente, así que comencé a penetrarla con los dedos mientras lamia su perineo, su clítoris e incluso su ano, cuando note que estaba a punto de terminar la baje del escritorio para colocarla de pie y dándome la espalda la tome de la cintura y comencé a penetrarla por atrás y en poco tiempo eyacule chorros y chorros dentro de ella.

Mis piernas aun temblaban de toda aquella excitación…

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