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Las cosas más importantes son las más ignoradas (1)

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Capítulo 1: Esa maldita computadora.

- Buenas días, sean bienvenidos a la clase de bioquímica uno, soy el Dr. Ramos.- me presenté frente a la clase. Así es, soy profesor de universidad, tengo un doctorado en bioquímica general, y este es mi segundo semestre impartiendo clases. Rara vez contratan a alguien recién graduado para dar clases, a no ser que sean unos genios y la universidad no quiera perderlos. Pero yo no soy ningún genio, ni nada de eso.

Cuando aún era un alumno, estaba trabajando en los laboratorios de la universidad, era muy tarde, las 2:00 am. No podía irme hasta no terminar con mi trabajo de investigación. Para quitarme el sueño fui a uno de los pasillos, cerca de la dirección, iba a comprarme un café de mierda de una máquina expendedora, para salir un poquito de la rutina, decidí caminar por otros pasillos. A lo lejos, frente a la puerta del director general, vi una billetera tirada, la recogí, y para mi sorpresa tenía la identificación del director. Por casualidad moví la manija de la puerta de la oficina del director y me percaté que no tenía el seguro puesto, así que la abrí. Quería dejar la billetera encima del escritorio, y seguir trabajando en el laboratorio. Para mi suerte, sufrí uno de los momentos más embarazosos, el director y una de las maestras más respetadas de la universidad estaban teniendo sexo bizarro sobre el escritorio.

Para no rodear más, me ofrecieron lo que yo quisiera a cambio de no hablar nada al respecto, y pedí que cuando salieran me contrataran como profesor. Así que nadie se explica cómo llegué a un puesto tan alto en la universidad, un tipo tan "x" como yo, solo juego video juegos y nunca he hecho nada realmente interesante.

-Profesor, me permite entrar. Disculpe la tardanza.- dijo la chica más preciosa que jamás había visto. Bueno, una que no fuera actriz porno. Ojos verdes, cabello rubio, tez blanca, un busto un tanto grande, pero definitivamente se veía firme, unas hermosas piernas que combinaban muy bien con una pequeña cintura, y sin duda tendría un grandioso trasero.- ¿Profesor? ¿Entonces si puedo pasar?

- Sí, adelante. Cuando lleguen tarde no es necesario que interrumpan la clase.- seguí hablando. El salón era uno de esos con capacidad para 70 personas, y estaba en forma de escaleras, como las salas de cine. Así que seguí con la mirada a aquella chica, mis ojos se centraban en su hermosa figura, y sobre todo en aquel perfecto trasero.

Usualmente no paso lista de asistencia, pero ese día debía conocer el nombre de la chica rubia, y pasé asistencia. Nicole, un hermoso nombre, perfecto para ella. Debía tener entre 18 y 20 años, y pues yo tengo 26 años, así que no veía nada de malo el verla lascivamente.

Durante el resto del día, quedé excitado gracias a Nicole, y no podía quitármela de la mente. Llegó la noche, y con ello, la hora de dormir, no sin antes una buena masturbación viendo porno de calidad en mi... estúpida laptop de mierda. La peor laptop que había comprado en mi vida, y realmente no la necesitaba, tengo mi propia computadora gamer en mi oficina. En fin, odio la publicidad en las páginas porno, por lo mismo prefería pagar membresías. Pero ese día, al entrar a la página se me olvidó iniciar cesión y me puse a navegar. De la nada se abrieron 4 páginas de publicidad, haciendo que se trabara mi laptop, y en mis intentos por cerrar las páginas, terminé comprando algo en una tienda online, una especia de certificado digital y... se fue la electricidad unos segundos, regresó.

¡500 dólares! Esa porquería de certificado digital en un idioma que no entendía que tampoco sé para qué sirve. En fin. Ya era de día y debía ir a la universidad, tendría que soportar a la recepcionista, siempre hablando de chismes en la televisión, y la verdad no me sentía de ánimos. Era una mujer muy parlanchina. Entré al edificio.

-Dr. Ramos, buen día, el director de finanzas mandó este comunicado que necesito firme, bla, bla, bla, bla... -seguía hablando la mujer. "Por favor cierra el hocico" pensé. Inmediatamente dejó de hablar. No le di importancia y seguí caminando.

Antes de mi clase, había un profesor que daba física, el Dr. Fuentes, y siempre dejaba el pizarrón lleno de apuntes. Personalmente lo considero una falta de respeto, pero ese día, llegué justo cuando él iba saliendo y yo entrando al salón. Vi el pizarrón y efectivamente estaba hasta la madre de fórmulas. "Ojalá limpiaras con la lengua el pizarrón". Me instalé en el escritorio, y cuando me di la vuelta, vi al Dr. Fuentes limpiando el pizarrón con la lengua. Me quedé en shock unos segundos, viendo como limpiaba el pizarrón a lengüetazos. Luego le ofrecí un borrador, y terminó de limpiar y se fue contento. Trataba de asimilar lo que había pasado.

5 minutos después el salón ya estaba lleno, y Nicole estaba entrando. Se sentó hasta atrás, y pensé "Cómo me gustaría que te sentaras adelante para verte mejor el escote". Así lo hizo, y hasta se desabotonó un poco la blusa. No sabía si eran puras coincidencias o me estaba volviendo loco, pero para probarlo, le dije mentalmente a Erick, otro alumno, que le diera un golpe en la cara a su compañero de enseguida. Lo golpeó.

Terminó la clase, y ya estaban saliendo los alumnos, antes de que saliera Nicole, le ordené mentalmente que a las 7:00 pm me buscara en mi oficina. Quería llevar mis pruebas a otro nivel, quería ver que tanto podía hacer con este nuevo poder, o si duraba muy poco, quería explotarlo en Nicole.

Llegó el momento, eran las 6:59 pm y alguien tocó la puerta de mi oficina. Abrí la puerta, era Nicole.

-Buenas tardes profesor, quizá suene un poco extraño pero, me vi a la necesidad de visitarlo.- dijo esa hermosa muchacha.

-Sí, no te preocupes, por favor pasa y toma asiento, vuelvo en un momento.- salí muy nervioso al pasillo, no sabía si aún tenía ese don o todo era una coincidencia. Necesitaba probarlo en algo fuerte antes de arriesgarme y pedirle algo estúpido a Nicole. Me acerqué a una ventana, y en el edificio de enfrente, por el tercer piso, iba caminando un alumno. "Acércate a la barandilla y salta del tercer piso". El muchacho inmediatamente lo hizo, se había suicidado sin dudarlo. Me sentí un poco mal por ello, pero luego lo recordé, Nicole estaba en mi despacho y yo podía hacerle lo que quisiera. Regresé con ella.

-Y dime Nicole ¿Tienes novio?

-Sí, estudia música.

-¿Y lo vas a ver hoy?

-No, lo veré hasta el fin de semana.

-Entonces debo suponer que no cargas contigo condones ¿Tomas anticonceptivos? ¿Has tenido sexo?

En su mirada veía como ella se sentía confusa, pero hacía todo lo que le pedía. Iba a ser mía esa misma noche.

-No señor, no traigo condones, ni tomo anticonceptivos, Las pocas veces que he tenido sexo ha sido con condón. Soy muy inexperta en estos temas.

-Desnúdate sensualmente mientras eres provocativa.

Su mirada se veía muy confusa. Tardó un segundo en moverse, dos segundos, tres... ¿A caso ya no tenía efecto? Se levantó. Comenzó a moverse sensualmente, mientras iba quitando su blusa, y enseñando cada vez más sus hermosos pechos. Ahora solo tenía un sostén y jeans. Le ordené que se acercara y le rompí el sostén en dos, dejando al descubierto esos hermosos pezones, tenía unos pechos muy firmes, redondos y naturales.

-¿Alguna vez se la has mamado a alguien?

-Nunca lo he hecho.

-Hazme una felación entonces.

Ella se hincó, y me sacó el pene. Ya lo tenía erecto. Con movimientos torpes, empezó a masturbarme, luego besó mi glande, y poco a poco fue metiendo mi pene en su boca. Yo comencé a acariciarle la cabeza y decirle "buena chica". La tomé de la nuca y la jale con todas mis fuerzas, hasta que la mayoría de mi pene quedó dentro de su boca, pero ella no podía soportarlo, no tenía experiencia y la solté, se puso rojiza, y le brotaban lágrimas. Se veía muy impactada. Le ordené que siguiera chupando.

-Levántate y date la vuelta.- le dije.- ¿Vas mucho al gimnasio?

-No realmente, práctico fútbol soccer.

Eso explicaba su buena forma, lindas piernas y un perfecto trasero. De espaldas contra mí, le bajé los jeans, y vi que traía una trusa rosa, no provocativa, solo una trusa normal, pero igualmente se veía sexy. Manoseé sus glúteos, y pase mis dedos por su entre pierna, luego le quité su ropa interior, dejándola al descubierto. Muy rara vez me siento cómodo dando sexo oral a las pocas chicas con las que he estado, pero con Nicole, fue tanto mi deseo al ver su hermoso trasero, que no dudé ni un segundo en sumergirme en él. Mi lengua jugaba con su vagina.

No lo soporté, y la puse contra el escritorio, quedando con el trasero hacia mí, y ella acostada boca abajo, una especie de doggystyle. Pasé mi pene por su vagina, haciéndola gemir un poco, y de un solo golpe inserté mi pene lo más profundo que pude. Ella se retorció al mismo tiempo que gritó y gimió. Le ordené que no hiciera tanto escándalo.

Seguí dándole de perrito por unos minutos, la verdad no pensaba cambiar de posición, ella se veía muy bien desde esa vista. Sonó el celular de ella, y como era su novio, la dejé contestar, solo le ordené que no lo alertara, que hablara como normalmente lo hace. Yo me la cogía mientras hablaba de a dónde iban a salir el fin de semana, al parecer ya llevaban dos años de noviazgo y quería festejarlo.

Pensaba cogérmela analmente, pero por curiosidad, le ordené que tuviera el orgasmo más intenso de su vida, y lo hizo. Su vagina se contraía tan fuerte que terminé eyaculando lo más dentro de su ser que pude. Eran las 8:20 pm, ya había pasado una hora y media.

-¿Por qué lo hiciste? ¡Podría quedarme embarazada! Estoy en mis días fértiles y te dije que no tomo anticonceptivos.

No dije nada, yo estaba muy fatigado, y no quería oírla hablar, le ordené que se vistiera, para luego retirarse. Ella comenzó a ponerse la ropa, pero cuando estaba por salir, se le cayó el celular, al agacharse a recogerlo, me volví a excitar. En fin, duramos otros 40 minutos más teniendo sexo, y sí, me volví a venir dentro de ella.

Cuando por fin terminamos, le dije que nadie más podía saber de esto, y le dije que me buscara mañana a la misma hora.

Ya en la noche, cuando estaba intentando dormir, tenía mucho que pensar. Un mundo de posibilidades se me había abierto, pero también tenía el problema de ¿Qué pasaría si Nicole quedaba embarazada? Digo, eyaculé dos veces lo más profundo que pude y ella en verdad estaba en sus días fértiles. Cierta parte de mí me decía que no debía preocuparme, gracias a mi nuevo poder, pero otra parte, me decía que esto debería tener un límite, una fecha de expiración, y no todo es gratis. La única explicación a esto, podría ser el certificado digital en otro idioma que había comprado, gracias a un anuncio de una página porno. Abrí mi laptop y lo leí, parecía ruso, como sea me dispuse a traducirlo en internet, algo importante debía de decir.

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