Nuevos relatos publicados: 13

El espejo

  • 3
  • 7.317
  • 9,32 (31 Val.)
  • 2

Veo cómo te vistes. Como te subes tu tanga. Como te ajustas tu sostén negro y luego las medias al liguero que te regalé. Contemplo como te queda al final tu vestido negro ceñido y marcando tus curvas, tus caderas y tu delicioso culito. Observo desde la cama, aun desnudo, como te retocas el maquillaje frente al espejo. Los pómulos y los labios con ese pintalabios rojo brillante que me seduce. Un toque de colonia. Me levanto y te abrazo desde atrás. Atrapándote. Beso tu cuello. Tu nuca. Acaricio tus caderas. Beso tus hombros. Atraigo tu cintura contra mí. Nos vemos en el espejo. Nuestras intensas miradas se entienden. Deslizo la cremallera del vestido cayendo al suelo. Quedas en ropa interior y con las medias.

Al besarte la nuca se te eriza la piel. Lo noto. Conozco tu punto sensible, y me aprovecho. Tu imagen en el espejo es seductora. Te acaricio. Suspiras. Cae tu sujetador también. Acaricio tus pechos. Tus pezones se endurecen. Tiro de ellos con suavidad. Notas mi erección contra tu culito. La buscas con una mano hacia atrás. La atrapas y juegas con ella. Te acaricio por encima de la tela de tu tanga. La voy apartando a un lado y llego a tu cálida cueva. Hago círculos sobre ella. Tiro del hilo del tanga y te lo arranco. Abres tus piernas. Quedas expuesta para mí. Mi mano avanza de nuevo hacia tu ingle y se aloja en ella. Te abre ahora con suavidad tus labios. Busco tu clítoris y lo localizo presionándolo. Suspiras. Hago círculos sobre él. Mis dedos se sumergen en tu gruta y noto tu humedad. Tu excitación. Me miras a través del espejo. Leo en tus ojos que quieres más.

Me siento sobre el borde de la cama y te atraigo conmigo, haciéndote sentar sobre mi dándome la espalda. Nos seguimos mirando a través del espejo. Sigo acariciando tu botón del placer. Gimes cuando contemplo tus ojos cerrados por un momento. Te aúpas un poco y cogiendo mi miembro con una mano te lo vas metiendo en tu vagina. Noto tu deliciosa calidez según te vas clavando en mí. Empiezas a moverte rítmicamente. Veo como rebotan tus pechos con tus movimientos. Echas tu cabeza hacia atrás contra mi hombro. Aprovecho y muerdo tu cuello. Te vuelvo a tocar y acariciar tu clítoris. Te vuelves loca montándome y notando mis caricias a la vez. Jadeas. Gozas. Cruzas la mirada con la mía en el espejo. No dejas de mirarme mientras subes y bajas. Clavas tus ojos en mí. Disfrutas. Sigue. Más. Me pides. Aprieto mis dedos sobre tu botoncito. Te vas moviendo con rapidez. Acaricio tus pechos. Los amaso. Juego con tus pezones. Estiro de ellos. Aceleras tus movimientos. Jadeas. Mmmmm… gimes.

Hasta que te tensas y chillas disfrutando de un intenso orgasmo, ofreciéndome un precioso espectáculo que puedo contemplar a través del espejo...

(9,32)