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El genio -2

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Daniel despertó a mediodía, lentamente se fue desperezando, tomo un control que estaba en su mesa de noche y presiono el botón, algunos instantes después apareció su antigua madrastra, la sensual Sherezade; estaba ataviada solamente con un collar de picos, unos piercings en sus pezones y en su clítoris Unidos por una cadenita de plata y unos zapatos de plataforma blancos.

-A sus órdenes mi amo- dijo ella dulcemente- ¿como puedo complacerlo?

-Bien mi putita- quiero que me prepares el desayuno y que me lo sirvas en la cama, mientras estoy comiendo quiero que llames a cualquiera de tus amigas, porque creo que necesito a otra esclava para este lugar.

Como órdenes amo- dijo dócilmente la esclava.

Sherezade bajo a la cocina y comenzó a preparar el desayuno pensando detenidamente cuál de sus amigas era la que más le gustaba a su amo, cuando lo recordó dio un pequeño saltito, la comida se le estaba comenzando a quemar.

Mientras su amo comía, llamó por teléfono a Viridiana, una amiga de origen colombiano, que conoció cuando estaba trabajando como modelo de revistas eróticas, su hermosa y tersa piel color chocolate, unas tetas medianas y un culito grande, además de sus carnosos labios siempre habían encantado a su amo.

Alo- se escuchó una voz sensual de mujer tratando de no bostezar.

-Soy yo, Marisabel, quería invitarte a pasar el fin de semana en la mansión dónde vivo, mi molesto hijastro está en la ciudad por motivos laborales y no regresará en una semana, que tal si vienes a pasarla bien amiga mía.

Mmmm no se- dijo la colombiana- ¿segura que solo seremos las dos?

-¡Claro! solo nosotras y a alguien que consigamos para pasar el rato.

-Pues ya que insistes, llegó a tu casa a las tres.

Sherezade colgó el teléfono, su amo que había escuchado todo sonreía complacido.

Muy bien, haz hecho tu trabajo tal y como te lo pedí, Viridiana será una buena adquisición a mi harem personal.

Cariño, prepárate para recibir tu recompensa.

Los ojos de Sherezade se iluminaron de emoción mientras Daniel colocaba la mesa de cama con los trastes sobre su mesa de noche, su chochito se estaba humedecido, sus pezones se ponían duros y su respiración comenzaba a agitarse.

Eran más de las tres y media cuando el interfono sonó, Viridiana fiel a su costumbre, llegaba tarde a la cita, pese a que era quien había puesto la hora.

-Lamento la demora amiga, es que me tarde preparando el equipaje- se disculpó la morena señalando la pila de maletas que el taxista había bajado.

-No te preocupes, te conozco y sabía que no llegarías temprano- Sherezade se dirigió al chófer- mi servidumbre llega de sus vacaciones a las 7, le pagaré una generosa propina si me hace el gran favor de subir las maletas de mi amiga hasta la estancia.

El chófer accedió gustosamente, como no hacerlo ante la hermosa y atenta mujer rica que le pedía tan cortésmente un favor.

Viridiana se había impactado ante la escultural figura de su amiga, antes, Marisabel tenía el cabello corto, unos senos ligeramente grandes y un culo de campeonato, pero ahora parecía una modelo de revistas fitness, además no recordaba una sola vez que fuera atenta con alguien a menos que quisiera algo.

Pasaron a la sala y se sentaron a charlar, en la mesa de centro había unos canapés de queso crema con zanahoria y un par de té helados.

Muy raro, penso Viridiana, la Marisabel que conozco odia cocinar- sacudió la cabeza rechazado ese pensamiento- Seguramente compro estos bocadillos en algún lado.

-¿Y tú servidumbre?

-Ya sabes cómo son las cosas hoy en día, si no les das quince días de vacaciones al año te demandan, así que me vi forzada a hacerlo.

-Y los bocadillos?

-Supermercado.

Estuvieron charlando un rato sobre cosas irrelevantes, pasadas dos horas sonó el teléfono.

-Disculpa, es el idiota de Daniel, iré a contestar a la cocina, no quiero que sepa que tengo invitados.

-Ve te espero aquí amiga.

Mientras Sherezade iba a la cocina, Viridiana clavo su mirada en el patio

Mañana temprano tomaré el sol- pensó la morena- aunque no se me noté es uno de mis mayores placeres y si lo hago en una lujosa mansión es mejor.

-Hola Viridiana- Daniel venía acercándose desde el lado de la casa donde estaba su laboratorio.

-¿Qué haces aquí renacuajo?- espetó secamente la mujer.

-Aquí, simplemente estaba despidiendo al personal, recientemente contrate a una nueva persona para atender la casa, y en este momento una nueva acaba de ser contratada.

-Jumm- la morena puso cara de enojo al ver frustrados sus planes, sin embargo al ver a su amiga salir de la cocina, sus ojos se abrieron como enormes platos de la impresión.

Sherezade traía puestos unos zapatos de plataforma transparentes, unas medias de red blancas y un albornoz negro desatado, en el cuello lucía un encantador listón blanco, y unos piercings en los pezones eran todo lo que se encontraba usando como ropa en ese momento.

-¿Pero qué está pasando aquí? ¿Por qué estás vestida así Marisabel frente al idiota de tu hijastro?

-Jiiji- río juguetonamente Sherezade- el amo me ordenó que cuando mi trabajo estuviera hecho usará esta ropa y no he hecho otra cosa más que obedecer tontita.

-Bueno Viridiana te ordeno que te quedes en ese lugar y no trates de escapar.

-Tù dándome órdenes, no se que broma me tratan de hacer pero yo me voy- dijo la colombiana bastante cabreada.

Ella se levantó y se giró en torno a la puerta, trató de dar un paso en aquella dirección pero no pudo.

-¿Que rayos ocurre?- gritó aterrada la mujer- ¿Porque no puedo moverme?

-Te lo dije, no puedes huir, ahora cariño quítate la ropa y cuando termines se la das a Sherezade.

La mujer comenzó a quitarse lentamente la ropa, luchando consigo misma para no hacerlo pero fue inútil, cuando quedó totalmente desnuda recogió su ropa y se la acomodo en el brazo izquierdo buscando a la persona a quién tenía que entregarla.

-Mil disculpas- dijo Daniel avergonzado- Sherezade te presento a… es verdad ¿Cariño hay algún nombre que te guste mucho?

Una imagen se fue materializando en la mente de la morena, sin lugar a dudas ese nombre le gustaba mucho más que el suyo, de hecho era el mejor que su nombre y de poder cambiarlo, hubiera escogido ese.

Zafiro- dijo débilmente la mujer.

Bien- Dijo Daniel dando unos cuantos aplausos- reiniciemos las presentaciones, Sherezade ella es Zafiro, Zafiro ella es Sherezade, a ella es a quién debes entregarle tu ropa.

Sabía que su amiga no se llamaba así, sin embargo la orden era que le debía entregarle las prendas a ella, por alguna razón se dio cuenta de que si su amiga respondía a ese nombre, era su nombre real.

Encantada de conocerte Zafiro- sonrió Sherezade- ya verás que el amo es la persona más maravillosa del mundo y será un placer tenerte en casa.

-Ahora primor quédate quieta mientras inyecto esto- Daniel mostraba dos jeringas a la morena- esto te va a encantar, vas a comenzar a sentirte cachonda y esa sensación irá en aumento tan rápido y con tanta fuerza que terminarás suplicandonos para que te follemos, sin embargo no serás capaz de moverte de tu sitio- ordenó firmemente Daniel.

Lentamente las inyecciones y la orden comenzaron a trabajar lentamente en Zafiro, la pobre se sentía cada vez más caliente, mientras un hormigueo recorría su cuerpo.

Sherezade noto al igual que su amo como la cintura de la colombiana se iba adelgazando, sus caderas ensancharon, su culo comenzó a crecer hasta doblar su tamaño, su busto también creció al doble de su talla, su cabello comenzó a rodarse ligeramente, y sus labios carnosos se adelgazaron levemente.

Esa sensación placentera no hizo más que avivar el calor de la mujer, su respiración se comenzó a agitar.

Por favor- balbuceó apenas- ayudenme a calmar mi chochito- dijo la mujer.

-Claro que si cariño, solo si prometes ser mi esclava personal, de lo contrario quédate sufriendo- amago fríamente Daniel.

-Lo prometo papi, pero ven y follame.

-OK- el chico se le acercó mientras se desabrochaba el pantalón aquí tienes mi polla y ya puedes moverte libremente.

La morena se abalanzó a él y comenzó a devorar su miembro, Daniel la estaba pasando en grande mientras su otra esclava miraba la escena.

-Bueno ya- dijo el a Sherezade- se que quieres darle la bienvenida, ya que te portaste muy bien y ya que cumpliste tu papel puedes unirtenos a la fiesta.

Sherezade se dirigió al culo de Zafiro y comenzó a comerle el chocho y a acariciarle sus tetas.

La morena se sentía en el paraíso, no recordaba haber tenido sexo con una mujer pero eso no importa se sentía tan bien, mientras degustaba una exquisita polla una mujer le estaba dando la mejor sesión de sexo oral que jamás había tenido.

A los tres les llegó el orgasmo al mismo tiempo, Zafiro sintió fuegos artificiales en la cabeza y sonrió encantada al ver al hombre y su compañera cambiando de lugar.

-Ahora comete la rajita de Sherezade y disfrútalo Zafiro- dijo Daniel.

De alguna manera aunque la mujer jamás gozó del sexo lésbico la idea la prendió bastante, claro que le comería el chocho a la mujer, Le haría gozar como ella había gozado!

Daniel se colocó tras la morena y comenzó a masajear su culo para relajarlo, de golpe le introdujo un dildo en el y la penetró lenta y pausadamente hasta que la morena tuvo un orgasmo doble.

Zafiro presa del gozo comenzo a convulsionar de placer, Sherezade y Daniel veian encantados como se revolvía y contorsionaba la joven, mientras él la acomodaba para penetrarla de pie.

Una tercera ronda comenzó con Daniel atrás de Zafiro penetrandola salvajemente y con Sherezade dandole mosdisquitos y caricias a las nuevas y muy sensibles tetas de la morena.

-Lindura te fascina esto, lo veo en tú rostro, dime ¿Te gustaría ser mi esclava y recibir este placer?

-Claro que si amo- dijo la colombiana presa del gozo- hare lo que sea pero no pares.

Nuevamente el orgasmo les llegó a los tres al mismo tiempo, Zafiro sentía verdaderos fuegos artificiales en su cabeza apenas oyó a su nuevo amo ordenarle usar un casco que estaría en su nueva habitación, se desmayó con una cara de satisfacción en el rostro antes de que el joven terminara de darle las instrucciones.

Entre Daniel y Sherezade la llevaron a una habitación que la esclava había preparado de antemano.

Daniel estaba contento, su fórmula daba fantásticos resultados, con una mueca irónica recordó cuando le decían que con ciencia no levantaría una mina realmente hermosa, ahora tenía a dos dispuestas a complacerle en todo lo que desease.

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