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El voluptuoso cuerpo de mamá I

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Lo primero que quisiera contarles es de cómo está compuesta mi familia, mi nombre es Alex, tengo 18 años, se podría decir que soy dotado porque hago diferentes deportes, pero especialmente es gracias a mi madre, que exigió tanto a mi padre en comprar un mini gimnasio en el galpón de casa para ella y para mí, ya que él no hace ejercicios. Se podría decir que estamos muy bien económicamente gracias a mi padre, él se llama Manuel, tiene 48 años, es calvo y delgado, no es de hacer ejercicios por causa del trabajo porque se pasa casi todo el día afuera, se va a las 6 de la mañana, viene a las 15:00 a descansar 1 hora y luego se va de regreso hasta la hora de la cena, si bien no paso tanto tiempo con él, pero aprecio mucho el esfuerzo que hace para darnos los gustos. Y por último tenemos a mi madre, Elizabeth, el tesoro de la casa, por como la llama mí padre, tiene 38 años, tiene un cabello muy largo de color negro, si bien tiene una belleza particular que atrae a cualquier hombre, pero a mí me molestaba a veces, luego sabrán el porqué, además de su belleza, tiene un cuerpo esplendido, unos pechos grandes, no son caídos sino bien redondos y firmes que no te abarcan en la mano, aun si tienes la palma abierta a mas no poder no cabe bastante carne, con unos pezones que te incitan a comerlos, una panza plana bastante sexy con unas cinturas de infarto, pero lo más asombroso es su cola, es como si fueran de otro planeta, me quedaría todo un día admirando a su redondo trasero, cada vez que camina pareciera que aplauden, a veces cuando lleva jeans te da la impresión de que se fueran a romper y cuando lleva ropa interior, mi boca instantáneamente empieza a babear y me hace querer clavar mi cara profundamente en sus nalgas, gran parte de su cuerpo lo ha logrado gracias al gimnasio que tenemos en casa.

Un día como cualquier otro, estaba estudiando en mi habitación cuando escuché gritos de mi madre, me preocupé demasiado entonces me levanté de mi asiento y salí corriendo al living de casa, vi a mi madre abrazando a mi padre tras su llegada acompañado por unas máquinas de ejercicios, me tranquilice al saber que sus gritos era de felicidad.

-Graciaaas cariño, no lo hubieras hecho por mi

-Como que no? Siempre deseaste con querer hacer gimnasia y nada mejor que hacerlo en casa no?

-Sí, pero no tengo ropa para hacer ejercicios amor, no puedo hacer con esta ropa.

-No te preocupes por eso Eli (la dice así por su nombre Elizabeth) que más tarde te doy plata para que mañana vayas a comprar ropa cómoda y te puede acompañar Alex si es que quiere.

Mientras tanto yo me había sentado en un sillón al lado de ellos mirando tv, ya me lo tomaba con normalidad de que mi padre le traiga regalos así que no le di tanta importancia.

- De verdad Ale? Me acompañarías? No quiero ir sola al shopping

- Si si, como vos quieras ma

-Gracias cielo

Se me acerca para darme un beso en la mejilla y al estar demasiado cerca me roza el hombro con uno de sus pechos. Hice como si nada pasara y seguí mirando tv.

Al día siguiente estaba durmiendo y siento una mano moviéndome el brazo.

-Ale, despertate, tenemos que irnos al shopping, ya está el desayuno, baja a comer

Abro despacio los ojos y la primera cosa que veo es el grandioso escote que tiene mi madre de sus grandes pechos, que agradable vista para arrancar el día pensé, “NO! pero que estás pensando Ale, es tu madre”. Me puse nervioso al instante.

-Emm s… si ma, ahora me levanto

Ella se levanta de la cama y empieza a caminar hacia la puerta, al hacerlo me deja la visión más agradable del mundo, sus dos enormes cachetes moviéndose a cada paso que da, no podía despegar la vista de esa hermosa vista, no entiendo lo que me estaba pasando, sí ella se diera vuelta a verme en ese momento, me hubiera visto la cara de bobo que tendría, me imaginé tal escena en ese momento, una vez que atravesó esa puerta miré hacia abajo y vi mi polla erecta, me dije a mi mismo “será mejor que deje de pensar en esto”, inmediatamente empecé a hacer otras cosas para que se me bajara la maldita erección.

Una vez que terminé de desayunar me fui a mi cuarto a cambiarme de ropa, lo mismo hizo mi mama, me vestí lo más rápido posible y me conduje hacia el comedor de casa. Mientras la estaba esperando encendí mi laptop para hablar por micrófono con mi mejor amigo Max, después de 5 minutos escuché ruidos de pasos en la escalera, definitivamente era ella, entonces le avisé rápido a mi amigo

-Max me tengo que ir, que ya llegó mi mama

-Bueno mandale saludos, me imagino que sigue estando tan buena como siempre, con esa gran cola que tiene, yo si la tendría en mi casa todos los días no dejaría ni un día en follarmela

-Bastaaa! ¡Que es mi madre! Si vivieras cerca voy a tu casa y te cago a piñas, bueno me vo….

Escuche ruidos provenientes de la escalera, miré hacía esa dirección y lo que vi me dejó con la boca abierta, mi mente se nubló, mi madre estaba con su pelo negro recogido, se había maquillado dejando su cara más bonita de lo que ya era, se puso una remera cortita, que algunos le dicen top, dejando al descubierto su ombligo plano sin ningún rastro de grasa, vestida así parecía una adolecente y finalizando con un jean bastante adherido a su cuerpo qué hacía parecer su segunda piel. Ella vio mi cara de asombro e inmediatamente, al parecer le ha gustado ver que todavía puede provocar algo a chicos de mi edad, dio un giro haciendo una especie de desfile y al momento en que ella giró, mi vista se perdió en su impresionante cola, parecía que le iba a reventar de tan apretado que le quedaba el jean, era suficiente carne para retenerla con esa prenda, era cosa de otro mundo.

-Alex, me escuchas?? Aleeex! ¿Estás ahí?

Di un salto de la silla, era mi amigo al otro lado de la pantalla en Skype que me estaba llamando, recordé que aún seguía la llamada en línea, en ese momento me di cuenta que mi madre ya había acabado de darse la vuelta y me estaba mirando cara de bobo que puse mientras ella se reía.

-Hijo te está llamando tu amigo, jajaja

Volví a la realidad, no supe que hacer, que vergüenza que me dio!! Tenía que salir de esta situación lo más rápido posible, con mi madre riéndose de mí y Max llamándome como loco. Miré hacia la laptop y le dije a mi amigo.

-Me tengo que ir, disculpa, hablamos otro día

Corté la llamada y cerré la tapa de la notbook, mi madre se puso su camperita y me dijo

-Ya estás? Vamos? Y antes de irnos límpiate la baba que tenes tonti

Si antes estaba nervioso, ni se imaginan ahora, me puse colorado enseguida, se ve que a mi mama le estaba empezando a gustar hacerme sentir así. Me levanté de la silla y me conduje hacia la puerta de casa. Nos subimos al auto y empecé a manejar, mi madre en el asiento del acompañante, en el transcurso del viaje se me hizo interminable, varias veces mi vista se desviaban hacia los grandes muslos de mama, los cuales estaban cruzados, haciendo mas apetecible a la vista, daban ganas tocarlos y poseerlos, estiré mi mano hasta su muslo y mi madre no hizo nada, empecé acariciarlo despacio, sentir esa calidez era como estar en el cielo, moví mi mano más para arriba a punto de llegar a su entrepierna, estaba disfrutando cada movimiento que hacia en ese maravilloso cuerpo, llegué a mi objetivo y sentí el calor que desprendía de su entrepierna, la respiración de mi madre empezó a agitarse, echó su cabeza hacia atrás cerrando los ojos, ya me estaba empalmando otra vez, ver a mi madre en ese estado la hace mas hermosa. Sus grandes muslos me apretaban la mano, le hice un gesto de que abra las piernas, pensé que no iba a acceder a tal petición, pero por mi sorpresa fue mucho mayor, empezó a abrirlas, ya estaba tocando el cielo, fui subiendo un poco mas en su concha y llegué a tocar el botón de su jean, mis dedos actuaban por si solos, despacio hice fuerza para desabrochar el botón, se me hacia agua en la boca, ya no podía resistir tanta presión, una vez que el botón accedió, vi su tanga negra, estiré mi mano para tocarlo y…

-Hijo mira hacia la calle que vamos a chocar!! Y saca esa cara de bobo otra vez mirando mis piernas jajaja

Escuché la voz de mi madre y fue como volver a la tierra, claro, fue todo mi imaginación, nunca había tocado a mi madre, nunca desabroche el botón de mi madre, me empecé a imaginar todo desde que vi las piernas de mama, sucedió todo eso en 3 segundos, para mi fue una eternidad, ya era la segunda vez que me atrapa viéndola con esta cara de embobado. Puse mi vista en la carretera y en 10 minutos mas llegamos al shopping.

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