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El genio -3

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Como nota aclaratoria ya que es un Flash back y que la protagonista no toma parte directamente de las acciones no se viola regla alguna sobre la mayoría de edad de los personajes.

Sherezade se encontraba en el amplio jardín trasero de la casa ayudando a Zafiro a armar un bastidor para secar unas hierbas exóticas que su amo había recibido por paquetería en la mañana, las hierbas enviadas por un laboratorio alemán serían procesadas por el genio para tratar de aislar cierto químico que podría salvar muchas vidas pues sería el primer suplemento que evitaría infartos de manera contundente, la cuestión era extraer de manera rentable y con un gran índice de pureza el compuesto, la cual era una de sus especialidades.

El muchacho leí en el comedor mientras desayunaba una revista médica, hacia dos meses que Zafiro y Sherezade estaban trabajando para él, ciertamente el proceso para que las jóvenes “accedieran” a prestar sus servicios era por demás eficiente pero no había sido suya la idea o la investigación básica.

En ese entonces el muchacho no tendría más de 15 años de edad cuando ya daba simposios en congresos científicos, la ocasión en la que aprendió tanto del método de doblegación de voluntad como el de transformación física fue por demás accidentado.

Se encontraba en Praga en un congreso médico, Daniel iba a dar una conferencia sobre bioquímica cerebral, en el hotel se registró en su habitación y su amigo el doctor Henderson quien en estas situaciones fungía como su tutor estaba llamando para avisar de llegaron con bien cuando un grupo fuertemente armado entró al hotel exigiendo saber en qué habitación se hospedaba Daniel Ocampo, el neuroquímico.

El personal no tuvo mas remedio que darle su habitación, Henderson vio impotente cómo el comando sacaba con el rostro cubierto a su amigo y se lo llevaba rápidamente.

Daniel estaba asustado, pero intrigado, el comando lo sacó violentamente si, pero sin lastimarlo realmente, quien era el jefe del grupo se disculpó por la rudeza utilizada, le explicó que él era la última esperanza para ayudar a su hija la cual sufría de “algo” que no podría explicar con claridad.

Tras un rato de viaje a Daniel se le quitó la capucha en el interior de una instalación, contenedores, sillas exploratorias y máquinas cuyo fin le era desconocido se encontraban frente a él; eso y una joven rubia con una expresión ida que no denotaba inteligencia alguna.

La muchacha vestía un top muy ajustado y unos pantalones vaqueros pegados a la cadera que apenas podían contener su muy generoso culo, unas piernas largas y esbeltas, zapatos de plataforma blancos, un cabello largo, crespo y platinado, labios sensuales y gruesos que en conjunto a su maquillaje y comportamiento fugazmente le dieron a Daniel la impresión de estar en una escena de película porno.

El hombre llamó a la joven- Tamie, el es Daniel y ha venido a ayudarte.

Jijiji- rio alegremente Tamie mientras se desabrochaba el top- me alegra, estoy tan caliente ;he estado pidiéndole las pollas a todos los chicos que hay y ninguno accedido- mencionó la joven con un encantador acento ruso, se acercó al muchacho y le susurró al oido- supongo que todos aqui deben amar las pollas como yo.

El hombre se sintió aliviado y complacido de saber que su orden se acato a cabalidad, en su actual estado, su hija le habría dicho si alguno de ellos se aprovechó de la situación, aún se arrepentía de ceder a la petición de su hija de ir a estudiar a los Estados Unidos pero no valía la pena lamentarse en esos momentos.

-¿Para que me trajo- interrogó Daniel- no veo nada anormal en la muchacha.

-Juzgue usted doctor- dijo el hombre extendiéndole una foto y dos documentos- y dígame si no hay problema.

La foto mostraba a una joven muy diferente a la que estaba junto a él, una muchacha con un busto promedio cabello castaño corto, maquillaje discreto y que vestía una blusa y un pantalón vaquero y unas zapatillas negras de tacón bajo.

Además los papeles, reportes escolares daban cuenta que de repente una joven que demostraba excelencia en el MIT de un semestre al otro había reprobado todas las asignaturas.

-¿Que le sucedió a su hija?

-Según he entendido una muchacha le dio un panfleto que le pareció ofensivo, de una empresa llamada Bimbotech, ella fue a reclamarles y en ese lugar le hicieron los cambios que ve; cuando preocupado por sus calificaciones fui a verla, la había echado la universidad y estaba ella trabajando en un bar como camarera, cuando fuimos mis muchachos y yo a ver que pasaba a esa empresa un tal Frink nos dijo que los cambios eran irreversibles. Mande traer todo el equipo y al único miembro del Staff que no matamos, un portugués, Ruiz, pero sus esfuerzos por revertir el proceso pese a mi amenaza de matarlo fue infructuosa.

-Y supongo que por eso estoy aquí- dijo Daniel sonriendo ante la idea de tener un reto intelectual- ¿Ese Ruiz dejó notas o algo que pueda analizar?

El hombre le señaló un ordenador, Daniel sin recibir orden alguna comenzó a estudiar toda la información que en él había.

Pasadas doce horas pidió algo de desayunar, los hombres le trajeron un copioso desayuno el cual consumió mientras seguía estudiando los metódicos datos de Bimbotech que los mafiosos extrajeron de la empresa.

Pasadas dos horas más le anunció al ruso que efectivamente lo que le habían hecho a su hija era irreversible, pero que con las pruebas adecuadas y con las sujetos de prueba idóneas él podía rehabilitar a su hija.

El ruso accedió a su petición y le fueron llevadas cinco jóvenes y Daniel comenzó a trabajar en ello.

Daniel y uno de sus improvisados ayudantes de laboratorio le inyectaron en el brazo derecho una droga a u a muchacha que en un inteligible inglés debido al pánico les rogaba que la dejaran ir, su ingles se mezclaba con el italiano y entre gemidos y sollozos pedía misericordia.

En cualquier caso a los pocos segundos la droga comenzó a surtir efecto, la chica sonreía tímidamente mientras el hombre la desnudaba, con órdenes simples pero firmes la chica ayudo a la labor y fue escoltada a un tanque con un burbujeante líquido verde en el que se le sumergió.

Daniel comenzó a manipular una consola y el fluido verde burbujeante se oscureció un poco, en su interior la chica era capaz de respirar y podía sentir un agradable hormigueo en su busto, culo y clítoris, era una relajante y deliciosa sensación; como si un diestro masajista trabajara en su cuerpo.

Pasados diez minutos el líquido se comenzó a drenar y la chica fue sacada del contenedor y colocada en un sillón negro con descansa pies.

La sensación agradable se fue disipando y la joven recuperó un poco la conciencia, al hacerlo se dio cuenta de que su cuerpo había cambiado, ahora poseía unas tetas enormes de mas del doble del tamaño que recordaba tener, unos pezones grandes y rosaditos, al incorporarse un poco, noto que también sus uñas doblan su tamaño y que si culo duplicó su tamaño y se había redondeado y vuelto respingón.

La joven tocó uno de sus pezones y una ola de calor y placer le recorrió el cuerpo, ella recordaba tener sus pechos sensibles pero no a ese punto, volvió a tocarse, ahora con ambas manos su delantera nueva, la sensación que le dio la hizo arquearse y dar un languido gemido de placer entre más se acariciaba, podia sentir luces artificiales estallando en su mente, no tenia el menor recuerdo de como llegó ahi, el placer que gozaba le nublaba el juicio y la percepción pues no se dio cuenta cuando un hombre que usaba un auricular bluetooth se colocó a su lado en una consola similar a la que Daniel estuvo manipulando.

Ejem- carraspeó el hombre- ¿Interrumpo algo jovencita?- preguntó en italiano lenta y pausadamente repitiendo lo mejor que pudo las palabras que Daniel le pidió repetir.

-No he hecho nada- recordo la italiana su situación y se hecho a llorar nuevamente- Les dare lo que sea, pero por favor no me lastimen.

-Quien habló de hacerte daño dulzura- Daniel hablaba a travez de su “ayudante”-

Verás que aquí nadie te hara daño- el hombre presionó un boton de la consola y unas ligaduras de pies y manos aseguraron firmemente a la chica.

Un segundo boton fue presionado y la joven sintio una ligera presión en la cabeza asi como un ligero pinchazo en el pie; el ruso giro un control y la mujer sintió una ligera vibración en la base del cráneo.

Verás estas aqui porque una linda y agradable jovencita ha enfermado y debemos ayudarla- pronuncio el hombre con el tono más conciliador que pudo usar en un idioma que desconocía- y para ayudarla debemos replicar exactamente su condición, ya veras que no es tan malo como crees esto.

-No por favor no quiero enfermarme- gimió ella- seguro puedo ayudar de otra forma y lo haré con gusto peroooooo- en hombre presionó un boton y un falo lubricado salio de debajo del sillon y se metio en el coño de la chica.

-No es una palabra muy fea ¿no crees?, A ti te gusta complacer y por eso vas a ayudar ¿Verdad?

El hiper sensible clítoris de la joven le daba oleadas de placer, pese a estar atada la sensación la hizo arquearse y revólverse en el asiento, la agradable ola de placer le hacia difícil pensar y negarse a lo que el amable hombre lw pedía.

-Claro que si haré lo que me pidas- el hombre presionó el mismo botón y un choqué eléctrico de éxtasis recorrió a la mujer de pies a cabeza.

-Sabia que aceptarías muchacha- el hombre acciono el control y el dildo aumento la fuerza y velocidad de su embestida, la joven casi se desmayó por el orgasmo tan intenso que sintió.

-Bien Lorena, quiero que te relajes y…

-Constanza, me llamo Constanza...

-¿Como dices Lorena?- el hombre vuelve a presionar el botón y las luces se encienden y apagan en la cabeza de la joven, se sentía tan bien darle la razón al hombre, después de todo ella se llamaba Lorena, Constanza eea un nombre feo después de todo

-Lorena; me llamo Lorena-

-Asi es y lo que más te gusta en este mundo es follar, follar y darle rienda suelta al placer que tu bien formado u tentador cuerpo puede darte, después de todo es lo unico que una chica tonta y torpe como tu sabe hacer.

-Yo soy muy inteligente y habil- gritó en un fugaz momento de lucidez- suelteme por favor.

El mismo botón y la joven se revolcó en su asiento sintiendo un orgasmo tras otro.

-¿A si? Si eres tan lista, ¿ por que estas en esta situación ?

Ante ese razonamiento ella no tenía argumento alguno y después de todp el hombre tenia razón era tonta y torpe, y ser asi le gustaba, el placer que sentía cada que el hombre le recordaba lo mucho que le gustaba follar, que le dieran por el culo, el sexo lesbico y otras cuestiones que ella sabía que le agradaban le hizo pensar que se encontraba en el más maravilloso lugar del mundo.

Cuando el hombre acabó con la chica, entre el comportamiento de Tamie y ella no había diferencia alguna.

Muy bien- penso el científico- ya que replicamos el proceso, hagamos unas cuantas variables en él y después veré si soy capaz de rehabilitar a mis sujetos de prueba.

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