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Sexo en baño prohibido

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Somos una pareja joven que paseaba en un parque abierto (montaña), con entusiasmo de ejercitarnos nos animamos a subir una tarde nublada por aquellos montañosos caminos de grandes árboles y particulares atajos que resultan muy tentadores de explorar para cualquier pareja que como nosotros estuviera ansiosa de probar nuevas aventuras.

A medida que íbamos subiendo, el calor se adueñaba de nuestros cuerpos y el sudor se comenzaba a disipar, podía notar los pezones de mi pareja a través de la blusa y podía sentir como mi pene entraba en erección y sus venas comenzaban a palpitar mientras la veía sudar y gemir del cansancio de la caminata. Ella tenía ganas de orinar, y justo en la cima de la subida vimos una cabaña, claramente se trataba de la cabaña del guardabosque; al verla ella corrió en busca de un baño, mientras yo trataba de alcanzarla. Note cómo entró con rapidez al cubículo, tal como la rapidez con la que palpitaba mi pene que cada vez se excitaba más.

No me pude aguantar, y entré al baño donde ella estaba, note cómo disfrutaba orinar mientras bajaba mi pantalón y sin pensarlo dos veces, se lo llevé a la boca, tomándola del pelo y llevando sus labios hasta mis bolas sentía como mi glande frotaba en su garganta, ahogada escupió sobre la cabeza de mi pene dejándolo totalmente mojado. Al terminar de orinar, la levanté y la puse en cuatro y, sin un segundo más de espera, la penetré hasta el fondo provocando un gran gemido.

Escuchar como gemía me excitaba demasiado, su culo comenzaba a sudar mientras chocaba con mi cuerpo, le di una nalgada junto a una penetración profunda que podía notar como su vagina palpitaba de placer y se mojaba cada vez más humedeciendo mis bolas; al verla desesperada de placer comencé a darle más duro sin contemplación, sus gritos eran más y más fuertes, podía sentir como mi pene entraba con más facilidad ya que estaba totalmente lubricada, mi excitación llegó al máximo, y tomándola de la cintura, saqué mi pene dejándolo en la entrada de su ano donde logré acabar y bañarla completamente de leche.

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