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Sayumi, seducción china

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Sayumi

Conocí a Sayumi cuando tenía 21 años. En ese momento y por razones laborales tuve que viajar a un pequeño pueblo del norte de la Argentina, de no más de 2000 habitantes ; el pueblo era antiguo ,con gente de bajos recursos, pero de una enorme hospitalidad, dispuesto a dar todo, Yo me instalé y alquilé una habitación en una casa donde vivía Sayumi y su hijo Ariel. Sayumi era argentina pero su madre era china, su padre y argentino. Sayumi tenía rasgos orientales. Ella es madre soltera, tuvo a Ariel a los 16 años. Cuando los conocí Sayumi tenía 34 años y Ariel 18, él apenas presenta algunos tenues rasgos orientales.

Cuando llegué llevé a Ariel a trabajar conmigo, para que se ganase algún dinero, pero conseguí que le diesen trabajo en forma efectiva en la empresa que estaba a 30 km de su casa. En ese lugar estuve trabajando alrededor de 2 meses. Su madre estaba muy agradecida por lo que había hecho, con Ariel por razones laborales estuve comunicado al menos una vez por semana. Por lo cual me enteraba de los avances conseguidos, estaba de novio y había refaccionado su casa prácticamente a nuevo.

Así en conversaciones diarias y luego de dos años me avisó que se casaría con Leticia a quien yo conocía porque trabajaba en la empresa, él me invitó a su casamiento yo debía volver a ese pueblo a supervisar unos trabajos alrededor de esa fecha, cuando me informaron de la fecha, esta era para una semana después del casamiento.

Yo deseaba ir, así que le explique que me iba a tomar vacaciones una semana antes de mi viaje al pueblo. Debía estar en ese lugar por 3 meses y mi jefe consiguió que adelantasen mi viaje, por lo cual llegué para el casamiento de Ariel.

Su casamiento por civil e iglesia se hizo en otro pueblo que estaba cerca y en el que Leticia vivía con sus padres. En la ceremonia religiosa y en la fiesta no pude quitar mis ojos de Sayumi de mi estadía anterior a esta visita había cambiado mucho, estaba realmente hermosa, es más ahora parecía más joven, llevaba un vestido negro largo hasta los tobillos, con hombros al descubierto , pegadito al cuerpo con un tajo que llegaba un poco más arriba de sus rodillas, pero había dos cosas que antes no había prestado atención y que resaltaban sobremanera, sus senos, una cola redonda y parada y aún conservaba la belleza de sus piernas.

La fiesta duró hasta entrada la madrugada, el reciente matrimonio, viajarían a su luna de miel a las 5 de la mañana, Sayumi quiso ir a despedir a los recién casados, ellos tomarían un micro que los llevaría al aeropuerto… pasarían 15 días en Bariloche y yo los llevaría allá

Menos yo todos cambiaron su vestimenta…yo me instalaría en la casa de Sayumi por insistencia de ella y de Ariel. Así que cancele mi cuenta en el hotel. Estaba hablando con Ariel y quedé totalmente impávido cuando vi acercarse a Leticia con Sayumi, mis ojos no podían dejar de mirar a Sayumi, nunca la había visto así, estaba para comérsela por completo tenía su cabello largo de color castaño rojizo, con su flequillito echado sobre la frente, ojos marrones rasgados, nariz pequeña, labios finos y delicados de mirada dulce, tierna y seductora, de baja estatura 1,65, llevaba una remerita de mangas muy cortas de color rosa pálido muy pegadita al cuerpo imposible no notar sus senos descomunales, que parecían mas imponentes por su cuerpito pequeño, su remera llegaba a la cintura de un jean pegado a su piel prelavado de tiro alto, que resaltaban su cola parada, y unas caderas descomunales llevaba unos zapatos de taco alto color rosa pálido que hacia juego con su remera, colgada de su hombro una cartera que hacia juego con sus zapatos y colgada de ella una campera de cuero de color natural. Yo la miraba y no podía entender como toda esa belleza paso inadvertida para mí en mi anterior visita.

Fuimos a la terminal de micros y despedimos a los recién casados y de ahí nos fuimos a la casa de Sayumi, yo no podía dejar de admirar su belleza, charlábamos de todo un poco y ahí me enteré que ella iba a seguir viviendo en el pueblo sola, ya que los recién casados vivirían en el pueblo vecino.

En el camino pregunte que quería decir su nombre y ella dijo:

S- Lo averigüe por internet hace poco… mi mamá murió cuando yo tenía 5 años y mi padre nunca lo supo… así que según internet Sayumi quiere decir “mi princesita” y debe de ser así porque mamá siempre me decía princesa

G- Nunca mejor puesto el nombre por donde se te mire sos una princesa.

S- Ay Gabriel me vas a hacer poner colorada.

G- Y un poco se te ruborizaron las mejillas… pero realmente te quedan hermosas

Ya habíamos entrado al pueblo así que ella me guio para llegar a su casa, llegamos, la casa era sencilla pero muy bonita, a un costado había puesto un negocio de ramos generales como los que había en los pueblos pequeños.

Tomamos unos mates, charlamos de todo un poco y en la charla me entere que estuvo saliendo con alguien hasta el año pasado pero que lo dejó porque la golpeaba cuando estaba con unas copas de más. Charlamos de todo un poco durante más de una hora hasta que ella dijo:

S- La charla está muy bonita pero es hora de irnos a dormir, vamos así te muestro el dormitorio… te lo preparé esta mañana iba a preparar el cuarto para las visitas, pero Ariel dijo que durmiese en el de él, espero que descanses… y cualquier cosa yo duermo en el de lado, si necesitas algo llamame.

La seguí con la mirada contemplando el ondular de sus caderas y el acompasado movimiento de sus nalgas.

Me acosté previa ducha desnudo, apenas la sábana cubría mi cuerpo, pero mi mente no dejaba de pensar en ella, hacía mucho que no podía dejar de pensar en una mujer.

Estaba a punto de dormirme cuando vi que se abría la puerta de mi habitación y parada en la puerta estaba Sayumi con ambas manos enroscando las puntas de su cabello y un baby-doll negro muy transparente con esa mirada dulce y tierna que tanto me subyugaba, dos finos breteles la sujetaban al cuerpo, llevaba un escote muy abierto, porque el asomaban sus tetas ocultas un tanto por el encaje negro de su vestimenta, llevaba un moño en la unión de las tazas de esa especie de corpiño, el baby-doll, apenas ocultaba su pequeña cinturita y era abierto de bajo de su busto terminando apenitas debajo de su cintura mientras una más que diminuta bombacha de encaje hacia juego con él, solo un pequeño triangulito ocultaba su sexo y se sujetaba a sus caderas con un fino y delicado cordón, para tomar en cuenta de su belleza física sus medidas son: 95-67-90.

Me miro con esa dulzura propia en ella y dijo:

S- Por lo que veo vos tampoco podes dormir

G- No “mi princesita” es imposible dejar de pensar en vos

Comenzó a avanzar en dirección a los pies de mi cama, se detuvo al llegar a ella, tomo el moño de su baby –doll y lo desprendió , para que luego este cayese por su pequeño cuerpo , el tamaño de sus senos se veían impresionantes, firmes, redondos con sus pezones rosados totalmente erguidos. Yo me hallaba sorprendido por su actitud.

Se arrodilló a los pies de mi cama, corrió la sábana que me cubría, fue acercando su cuerpo al mío haciendo deslizar sus senos sobre mis piernas, mi cuerpo se estremeció, sentí que mi pene comenzaba a endurecerse, sus manos trepaban por mis piernas muy suavemente hasta llegar a la altura de mi pene.

Sus manos jugueteaban cerca de mi pene ya totalmente erguido, en mis piernas podía sentir la dureza de sus pezones rozándome, luego su boca besó el tronco de mi pene varias veces, mientras no dejaba de deslizar sus pezones erguidos e hinchados por mis piernas y en el silencio de esa habitación solo podían oírse los murmullos y los gemidos placenteros de nuestras bocas.

Mi cuerpo se estremecía nunca nadie había desplegado sobre mi tanta dulzura me había transportado a un mundo donde estamos los dos solos disfrutando de esa pasión abrazadora que ella estaba desplegando, luego su boca fue en busca de mi pene y besó dulcemente el todo mi pene sin llegar a besar mi ardiente y deseoso glande mientras yo no paraba de gemir y mis manos jugueteaban con su cabellera.

Sus besos continuaron solo que ahora bajaban por mi pene luego beso con pasión durante varios segundos la unión de mi pene con mis genitales, y volvió a trepar por mi pene solo que ahora su lengua se deslizaba por él. Y al llegar a la punta su boca beso mi glande, en forma dulce suave y apasionada, para que luego fuese su lengua la que jugase con él, en ese instante sentí un inmenso placer nunca nadie antes pudo llevarme a sentir algo así, Sayumi estaba logrando en mi un placer inconmensurable como nunca nadie pudo hacerlo en situaciones similares, me estremecía la suavidad de su succión.

Entonces introdujo mi pene en su boca podía sentir sus labios carnosos deslizándose por él, estaba en un mundo de extremo placer, lenta y delicadamente mi pene era recorrido por su boca introduciéndose dentro de ella, Sayumi era la dueña absoluta de mi pene sus labios saboreaban cada milímetro de él, yo hacía esfuerzos casi sobrehumanos para contenerme, no quería acabar, quería que ese momento se prolongase por horas , ella en cambió hacia todo lo posible para tener el premio en su boca , hasta que no pude contenerme más… sentí que mi pene estallo en una andanada de semen invadiendo su boca, ella lo deglutió casi por completo, luego de algunos segundos mi pene se calmó, ella seguía succionando y yo le daba pequeñas dosis de semen, producto de pequeñas acabadas y lo que siguió fue espectacular, mientras yo acababa en pequeñas dosis sus labios jugueteaban con la punta de mi pene, haciendo que el semen corriese por él, y mi pene era vuelto a ser absorbido por su boca en una succión inolvidable, Suyami parecía querer prolongar ese momento al máximo, ella dejaba que el semen se corriese por mi pene para volver a absorberlo no dejando que nada se desperdiciase, continuó succionando y deslizando sus labios por él mientras mis manos acariciaban su cabello y cuando ya no quedaban vestigios de semen siguió besándolo y lamiéndolo hasta que la flacidez se apoderó de él entonces me miró y dijo incorporándose de la cama

S- Ya vengó mi amor, voy a lavarme la boca

G_ No tardes mi princesita no puedo vivir sin vos

Volvió a la habitación con esa diminuta bombachita negra de encajes con una sonrisa seductora se acostó a mi lado, mire y me deleité viendo su carita dulce y tierna y dije:

G- Sos hermosa Suyami, me encanta estar con vos sos lo mejor que pudo haber pasado

S- Hace 2 años que no puedo hacer otra cosa que pensar en vos… yo sé que tenés la edad de mi hijo y sé que lo nuestro es momentáneo que se acaba cuando te vayas, pero no quiero pensar en eso quiero tenerte, disfrutarte y amarte cada segundo que pueda pasar a tu lado

Acaricie su carita de porcelana y nos envolvimos en beso tierno y apasionado que se prolongó por varios minutos, se recostó sobre la cama su lengüita ardiente se deslizó por mis labios, tome sus pechos con mis manos y lamí ambos pezones, ella gimió yo luego apoye mi cara sobre su vientre y lo bese con un profundo chupón.

Luego tome su bombacha y la retire de su cuerpo, ella se abrió de piernas, yo puse mi cuerpo entre ellas y bese durante algún minuto su ardiente boca, luego baje por su cuerpo en medio de sus gemidos y bese su concha depilada y un profundo gemido nació de su boca: Sus gemidos fueron más profundos cuando mi lengua se deslizó por sus labios vaginales, ella tomo con una de sus manos mi cabeza sujetándola para que no dejase de chuparle la vagina, mientras ella no paraba de gemir y de pedirme más. Ella gemía y sus dedos abrieron sus labios vaginales para que mi lengua se deleitase con sus fluidos.

Luego ella se incorporó tomó mi cara con una de sus manos y beso mi boca, luego volvió a recostarse y yo sin penetrarla jugué con mi pene endurecido sobre su ardiente vagina mientras hacía esto mis manos masajeaban sus senos mientras su boca no cesaba de gemir ella subió una de sus piernas y la puso sobre mi hombro, mientras mi pene entro en su vagina en medio de un alarido de placer mientras ella decía:

S - Así mi amor, me volves loca

Luego retire mi pene para volver a sumergir mi lengua dentro de su vagina, luego de unos segundos volví a introducirla mientras ella masajeaba sus senos, para desesperadamente besar su boca mientras ella me abrazaba, luego al retirar mi pene de su vagina ella se acercó con su boca a mi pene, lo tomó entre sus labios y volvió a lamerlo disfrutando los efluvios unidos de ambos, se bajó de la cama y se arrodillo para volver a tomar posesión bucal de mi pene, mientras tanto me miraba con sus ojitos seductores, yo retire mi pene de su boca y me acomodé sobre la cama ella también se subió

Abrió sus piernas y me monto, mi pene entro fácilmente en su vagina súper lubricada mientras mis manos la tomaban por la cola, yo la abrazaba y besaba mientras mi pene recorría su vagina entrando y saliendo; ella frenaba mis movimientos cuando se echaba sobre mí y buscaba con su boca mis labios y yo jugaba con su cabello enredado entre mis dedos,

Ella cabalgaba sobre mí manejando los tiempos, me encantaba ver sus senos bambolearse en su cuerpo

G- Te amo Sayumi, sos lo mejor que me pasó

S- Hacia ya mucho que deseaba esto, temía tu rechazo, pero valió la pena esperar tanto…

Volvimos a besarnos, en forma apasionada, con su pequeño cuerpo sujetado por mis brazos, ahora fue ella la que se acostó en mi cama y yo el que la montó, pero antes me dirigí a sus senos, los tome con mis manos, los besé, los lamí, los succioné, sentí como sus pezones se hinchaban al contacto de mi boca y su cuerpo vibrara a cada instante, su boca gemía y gritaba en cada nueva caricia que le daba a su cuerpo, mientras sus manos jugueteaban en mi cabellera. Pasé varios minutos disfrutando de sus tetas, luego fui en busca de su boca hundiendo mis labios con los suyos.

Luego mi mano incursionó en su vagina lubricada, depilada y los labios de su concha excitados, su boca gimió al sentir mi caricia en ella.

Nos dimos un beso mientras mi pene erguido se colocaba a la entrada de su vagina, ella gimió y nos besábamos con desesperación, ya ninguno de los dos podíamos esperar más ese maravilloso instante, ella entreabrió sus piernas tomó con sus manos mi pene lo colocó a las puertas de su vagina y comencé a penetrarla sintiendo su cuerpo vibrar al igual que el mío… su concha lubricada a más no poder, mientras los dos nos prodigábamos en palabras cariñosas de las que suceden en un momento así. Fui penetrando lentamente su concha

S- Si así… mi amor… estoy sedienta de vos

G- Yo también viviría haciéndote el amor sos maravillosa e increíblemente dulce y apasionada.

Mi pene entró completamente en su vagina la recorrí disfrutando ese momento y su carita deseosa y dulce yo deseaba demorar el final de esa penetración pero luego de lo vivido eso se hacía casi imposible ya no podíamos soportar más ese instante supremo de entregarnos en cuerpo y alma, aceleramos el ritmo llegando a un clímax impactante entonces sentí que mi pene no podía contener más los efluvios que invadirían su cuerpo sentí explotar mi pene y mi semen comenzó a fluir en forma incontrolada dentro de su vagina, al mismo tiempo sus manos me tomaron por mi cabeza, un profundo gemido partió de su boca y nos hundimos en un profundo y apasionado beso, ella se agitaba, se sacudía, su vagina se contraía y su cuerpo se apoderó de un orgasmo infernal. Permanecimos así durante largos instantes nuestros cuerpos se calmaron y reinó la calma, pero ambos continuábamos besándonos como si no quisiéramos que ese instante finalizara nunca. Luego nuestras bocas se separaron y ella dijo:

S- Ay Gabriel, fue el instante más maravilloso de mi vida, este momento es incomparable, jamás me sentí tan caliente, jamás sentí tanta excitación, jamás me sentí tan amada como en estos momentos, viviría tan solo para que vos me poseas.

G- Sayumi, lo maravilloso de este momento va a vivir por siempre en mí, pero sé que ahora no podría estar un solo instante sin tenerte, sos lo más hermoso que me tocó vivir, sos un ser maravilloso y físicamente increíble por tu hermosura.

Nos dormimos agotados y abrazados…esto recién comenzaba

Así empezó esa relación entre ambos, relación que Ariel desconoció totalmente, fui su esposo – amante durante 4 meses, nos separamos sabiendo que difícilmente volviéramos a vernos, igual seguimos teniendo conversaciones telefónicas durante algún tiempo, luego decidimos que lo mejor para ambos era separarnos totalmente.

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