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El encantador de perras -02

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¿Cuándo había dejado de ver a Ruth como mi hermana, y comenzar a fantasear con ella? Para mi, ella era solo una simple y hermosa mujer... desde los 18 años...

Aun la recuerdo. Su baja estatura y sus ojos inocentes mirándome en todo momento, la forma en que hablaba conmigo, como si fuese alguien de extrema confianza, o sus abrazos y besos ruidosos en la mejilla...

He de decir que soy el peor hermano del mundo, pero había planeado una violación.

Recuerdo el día que la toque por primera vez... mi madre había dejado que ella asista a una fiesta juvenil, ella no desaprovechó el momento y fue con sus amigas, para llegar luego de las 2 de la mañana, totalmente ebria... Ella se equivocó de habitación y quedo en la mía, con un cross top y un short que hacia resaltar todo su trasero de una buena forma... Me susurro que estaba caliente, y me confundió con un tal Marco...

Nunca olvidare ese día, ella término mamándomela, y yo con una gran vista de sus pechos desnudos... Nunca creí que esto se volvería a repetir, y llegando a algo más íntimo, como para tener sexo con ella, y más aún, ella estando casada.

Me desperté de mi mundo fantasioso y la eché a la cama de mi habitación, colocándome sobre ella, explorando su cuerpo con desesperación.

Debía admitirlo, estaba desesperado. El último polvo que tuve, no fue el mejor y no me sacio en lo absoluto...

-Nicholas... no podemos hacer esto. Somos hermanos -hablo ella sollozando. Tome uno de sus pecho y lo estruja en mi mano, mientras que mi otra mano se dirigía al cierre de mi pantalón y lo bajaba lentamente.

-Escúchame bien perra... Vas a disfrutarlo y a gemir como una buena puta en celo, pidiendo más. Ahora no soy tu hermano, soy el macho que domina tu cuerpo -la vi parpadear asustada, pero pronto su rostro se deformó y sonrió, moviendo su cadera, levantándolo contra mi dura erección, aun cubierta por el bóxer.

Termine de desnudarme, por la parte de abajo, y tantee su entrada con la cabeza de mi pene, escuchándola gimotear por anticipación e intentar levantar más las caderas.

Sus gemidos fueron haciéndose más fuerte, mientras yo la penetraba lento, para luego moverme rápido y con movimientos continuos y duros. La cama se movía frenética, golpeando la pared una y otra vez.

La gire, dejándola boca abajo, y tome su cabello, volviéndola a penetrar, escuchando sus jadeos y gemidos, pidiendo por más.

-Oh cariño... más rápido, no te detengas... soy tu puta. ¡Dame más, que rico papi!

Pronto, mi semen manchó parte de las sábanas, y todo su útero, mientras ella se arqueaba y agonizaba por el fuerte orgasmo que tuvo... La deje tirada en la cama, y me levante rápido, al escuchar el sonido del timbre.

Esperaba y rogaba porque nadie haya escuchado los gritos de mi hermana, pero al abrir sólo vi a la zorra de la vecina de enfrente, quien sonrió y pidió con cortesía algo de leche y huevos.

He de decir que no estaba nada mal.

Mi vecina, Wendy, la zorra que sale al balcón sin camiseta, y solo en sostén a tomar sol. La había visto traer hombres a su casa y he escuchado tener sexo a escondidas de su esposo... siempre pensé la mala suerte que tenia de que esa zorro no me halla elegido para empalarla.

Su gran busto, copa DD, su firme y cuidada figura, y su gran culto hacían un gran contraste en ella. Su altura media y su cabello colorado, la hacían ver como una persona más, camuflando su personalidad de zorro alzada... Había mantenido conversaciones con ella algunas veces, no era muy lista, demostraba lo hueca y superficial que era... Aunque eso no le quitaba lo bueno...

Entre charla y charla, le di lo que necesitaba y antes de que se fuera, le di la orden de invitarme a cenar esa noche... no desperdiciaría la oportunidad de follar a una joya como ella...

CONTINUARÁ...

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