Me gusta obedecer y complacer a mi amo, ser una buena zorrita digna de él. Me pidió que escribiera un relato de lo que me gusta que él me haga y así lo haré.
La última vez que me llevó a un hotel me pidió que fuera vestida con un vestido corto y en tacones, y así fue. Me dijo, "Quiero que tú bajes a pagarle al señor con tu vestidito corto, que te vea así." Esto me tomó por sorpresa, él siempre era él que se bajaba y la idea de que alguien me viera así no me fascinaba. Ya en el momento la idea hizo que me mojara y obedecí. A nuestra sorpresa no fue un hombre, fue una mujer la que estaba esperando el pago y mi amo me dijo, "tuviste suerte" aunque la mirada de esta señora no fue de mucha aprobación, pero no hice mucho contacto visual con ella, solo pagué y regresé a cerrar la puerta. Subimos al cuarto y mi amo me abrazó fuerte por atrás y empezó a tocarme toda, mis tetas, mis nalgas, mis piernas, y luego me pidió que le modelara mi vestidito. "De quién es ese vestido, zorrita?" "De mi hermana." Le contesté, yo solo podía ver su verga grande y bien parada y no podía esperar por qué estuviera en mi boca. Me hizo caminar un rato más y mi antojo crecía cada vez más.
Me sentó en la cama y me acercó si verga a la cara y yo la metí toda en mi boca, lubricándola primero con mi saliva para después empezarla a masajear con mi lengua y morderla un poco, a mi señor le gusta que se la muerda, puedo sentir cómo crece un poco más con las mordidas. Me pidió que me pusiera en gatas y me colocó su cinturón al cuello, como un collar de perra, y me paseó por la habitación mientras me nalgueaba. No sé si mi señor lo sabe pero cuando me pasea así me excito más, siento como toda mi vagina se humedece con cada jalón, cinturonaso y apretada de cuello, el sentirme tan vulnerable y tan a sus deseos me hace sentir más libre que nunca. Me hinqué para mamársela un rato y volvimos a la cama donde me apretó duro las tetas y mordió fuerte mis pezones, justo como me gusta. Me gusta verlo cuando me mama o muerde los pezones, como lo disfruta, como me disfruta. Las mordidas, mamadas y nalgadas siguieron un rato más, notaba que estaba empeñado en dejar bien marcadas mis nalguitas y eso me agradaba para que me quedara unos días su recuerdo marcado en mi piel.
Después me la metió duro; en cuatro, yo arriba, el arriba y yo con las piernas bien abiertas, de diferentes maneras pero todas muy complacientes gracias a la verga grande de mi amo. Decidió que quería embarrar toda su lechita en mi, venirse y lanzarla toda sobre mis pechos, mi cara, mi abdomen y solo el sentir su lechita caliente en mi cuerpo me hizo sentir un gran orgasmo. Mi amo dice que tiene una zorrita muy complaciente, pero yo creo que él es el que complace cada uno de mis deseos.
PD. Mi amo me pidió que redactara esto con una prenda sexxxy de mi madre, y ya que soy una zorrita obediente así estoy.