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Julieta mi pasión juvenil

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Mi nombre es Gabriel, en mis comienzos sexuales me sentía sumamente atraído por mujeres mayores que yo, tal vez porque ellas me entregaban una mayor experiencia, pero por supuesto no todas las maduritas eran mi atracción debían reunir determinadas condiciones como ser sexy, atractivas y de buen físico, y a Julieta le sobraban esas condiciones.

Esta historia sucedió cuando tenía 20 estaba atraído y loco por Julieta ella vivía a media cuadra de mi casa y estaba en pareja con Abel y hasta ese día supuse que esa relación era perfecta.

Pero vayamos por partes, yo había vuelto de mis vacaciones y estaba solo en casa, había salido a buscar el diario cuando al pasar por la casa de doña María un vecina mayor del barrio vi que su tanque de agua desbordaba, toque timbre y le avisé, como ella vivía sola y no tenía a nadie me ofrecí a intentar arreglarlo, destrabé el flotante y conseguí que el agua se detuviese, me quede un rato más probando para que el desperfecto no se repitiese.

Estaba a punto de bajar cuando Julieta salió a colgar ropa simplemente ataviada con una muy diminuta bikini multicolor, pequeños triangulitos ocultaban sus intimidades, pero no mucho, su bikini en realidad era sumamente generosa, por arriba muy buena parte de sus senos eran bastante exuberantes por lo que asomaban en buena proporción a través de él. Tenía cintura pequeña, algo de pancita, y unas caderas y nalgas sumamente apetecibles, las cuales asomaban tentadoramente por la diminuta bombacha de la bikini, sus piernas eran sumamente atractivas, disfrute de ese panorama no más de un minuto pero fue suficiente para no poder quitármela de la cabeza, imagínense que si la deseaba antes de esto lo que era ahora.

Al bajar doña María me ofreció un par de mates y ahí me enteré que la relación entre Julieta y el marido no era buena, discutían mucho, y ella quería separarse.

Volví a casa a eso de las 11 de la mañana salí con el auto a comprar comida para la perra y al volver me faltaba media cuadra para llegar a la esquina cuando vi a un tipo en el auto queriendo levantarse a Julieta en apariencia ella no le daba bolilla, me arrimé y ella subió a mi auto.

Iba a la casa de la madre que se había ido de vacaciones a regar las plantas y a ver los canarios. La casa de la madre estaba a unas 30 cuadras y dije:

G- Te llevo, así no te molestan

J- Te agradezco, la verdad que me asusté al principio todo bien me dijo piropos agradables…lo normal cuando alguien te quiere levantar, yo simplemente le dije que no…y ante mi negativa se puso muy pesado y empezó a decirme puta, cuanto cobras te chuparía toda, y varias guasadas más…menos mal que llegaste vos….en la calle no había nadie…tuve miedo.

Habíamos hecho un par de cuadras cuando dijo:

J- En la esquina hay una rotisería, podes parar un poco, así compro algo para almorzar.

Bajo del auto hizo dos pasos, volvió y dijo:

J- Hace mucha calor… ¿salpicón de ave está bien?

G- ¿Es una invitación?

J- Si

G- Es imposible resistirse a semejante belleza

Ella sonrió y yo la miré alejarse disfrutando las delicias de una figura espectacular a la que hacia una hora había podido ver en bikini

Entramos en la casa, abrió puertas y ventanas para ventilarla y yo no podía, ni quería dejar de mirarla, ese día Julieta estaba infartante.

Julieta tenía 37 años, bonita de cara, una cara por momentos dulcemente tímida y otros avasalladoramente vampiresa, cabello largo con grandes rulos de color castaño rojizo, ojos maquillados sus párpados en celeste, su boca con un rouge rosa brillante, en sus orejas colgaban dos pendientes grandes color plata, bonita de cara, ojos marrón oscuro vivaces y dulces y pómulos marcados, llevaba una solera estampada de grandes flores verde claro, sobre un fondo blanco con algunas rayas negras, la mitad de su espalda descubierta, brazos descubiertos, finitos breteles, escote abierto y profundo que mostraba insinuante buena parte de sus senos, su falda corta, unos 10 cm sobre las rodillas exhibiendo sus piernas torneadas, su solera era entallada, por lo tanto cuando se sentaba sus piernas casi quedaban totalmente al descubierto, su atuendo finalizaba con unos zapatos de tacos bastante altos abiertos sujetos a sus tobillos, tenía un cuerpo espectacular 1,69 mt de altura piel levemente morena, sus medidas 95-68-95

Estábamos sentados en el patio y yo disfrutaba viendo sus piernas y lo que mostraba de sus senos. Luego ella dijo:

J- Voy a lavar algunos platos en la cocina. ¿Me esperas aquí o venís?

Fuimos a la cocina, mis ojos clavados en su cola, sus cachetes pegados a la falda marcaban el movimiento de ellos enloquecedoramente.

Fuimos a la cocina, ella lavaba los mates mientras tomábamos mate que yo acercaba a su boca, mientras tanto hablábamos de todo cuando terminó se secó las manos, yo estaba junto a ella entonces dijo:

J- Hablamos varias veces pero nunca como hoy, la verdad sos muy agradable, me siento muy bien a tu lado.

G- Si para mí también sos dulce y tierna no solo bonita

Siempre acomodaba su cabellera con sus manos mientras hablaba

Estaba muy cerca mío y dijo con voz melosa

J- En serio te parezco bonita

G- Realmente no me pareces bonita….sos muy hermosa

J- En serio te parezco hermosa. Te gusto verme en bikini esta mañana?

Yo me sonroje y me quise alejar un poco nunca pensé que ella pudiese verme

Ella me tomó del brazo impidiendo que me aleje

J- No te pongas así no me estabas espiando fue algo imprevisto, solo deci si te gustó verme así…

G- Si sos muy hermosa

J- Me encanta oírte decir eso, más aún que se lo digas a alguien que por edad pueda ser tu madre.

Mientras decía eso su mano por sobre el pantalón jugueteo en mi órgano genital, yo estaba sorprendido, su mano pasó por detrás de mi cuello apoyándola en mi hombro, su cara estaba pegada a la mía, y en forma dulce dijo:

J- Sabes…me gustas mucho, siempre quise tener sexo con vos y por fin ese día ha llegado.

Puso su seducción a pleno con su boquita a escasos centímetros de la mía dijo:

J- Fue hermoso esta mañana, apenas salí te vi, y me excité sobremanera, iba a quedarme más tiempo, pero estaba muy excitada…me masturbé y tuvo el más maravilloso de los orgasmos, pero ahora quiero más, quiero que me cojas quiere ser tuya, es lo que más deseo en el mundo.

Nos dimos un pequeño beso, ella acarició mi nuca y mis manos se posaron en su cintura, le dije que era lo más hermoso sobre la tierra y nos besamos apasionadamente mientras mis manos magreaban sus senos por sobre el vestido, luego chuponee su cuello mientras ella daba pequeños gemidos de placer, luego bajé los breteles de su vestido que cubrían su busto y besé sus senos , ella suspiraba y yo me arrodille contemplé sus grande senos, sus pezones rosados , los que se irguieron al sentir mi boca en ellos, ella no paraba de gemir y suspirar.

Luego me puse detrás de ella, bese su oreja, su cuello su boca gemía mis manos acariciaban sus senos, luego de unos minutos así, la giré baje su vestido, llevaba una tanguita verde agua, por sobre la bombachita mi mano acariciaban su vagina y su cola sus gemidos atronaron en la cocina, su cuerpo estaba contra la heladera, mi mano franeleando su vagina y mi boca chuponeando su cuello, los besos eran cada vez más apasionados, me arrodillé nuevamente, empecé a besar y chuponear sus nalgas ella no paraba de gemir, corrí un poco su bombacha un profundo grito de placer nació de su boca cuando mi lengua empezó a lamer su concha, luego baje su bombacha, separé sus nalgas y volví a lamer su concha. Luego me incorporé me pare detrás de ella la tome por los senos y la bese mientras su boca no paraba de gemir.

Luego me paré, tome con mis manos sus descomunales senos, la apoye contra la heladera, besaba su cuello, su cara y le decía:

G- Juli, sos descomunalmente hermosa, te amo belleza

J- seguí así me volves loca

Después la senté sobre la mesa de la cocina y me saque la ropa, volvimos a besarnos ardientemente, solo que ahora ella acariciaba mi pene, luego la acosté sobre la mesa volví a lamer su vagina y con mi mano su tórax y sus senos: Luego se bajó de la mesa fuimos contra la mesada y ahí fue ella la que se arrodillo beso mi bajo vientre, luego el glande de mi pene lo tomó con sus manos y dijo

J- Ahora me lo voy a comer todo

Lo lamió, lo saboreo, lo introdujo en su boca buscando que mi pene le entregase la lechita tan deseada por ella. La detuve en sus intenciones diciéndole que quería que esa primera eyaculación fuese en su cuerpo.

No subimos en la mesa, Juleta sobre mi ella quería cabalgar, y yo cedi a su pedido, se colocó en posición, mi pene con tanta lubricación de ambos entro con relativa facilidad, yo la tome por las caderas y las nalga, ella se echó sobre mi y mientras cabalgaba sobre mi pene nos besábamos apasionadamente, cuando su torso se erguía un poco sus tetas eran el destinatario de mis besos, y entre gemidos decía

J- Te amo… me volves loca…esto es maravilloso… estoy viviendo la mejor sesión de sexo que tuve en mi vida

G- Si estoy así es por vos… estoy loco por vos

La sesión siguió con ambos contenidos hacíamos esfuerzos por no acabar, cuando sentíamos próximo el final ambos nos deteníamos y nos besamos esperando la calma para luego seguir. Mientras cabalgaba sobre mi yo aferraba sus nalgas, pero era ya imposible estirar ese final anunciado, pero deseábamos hacerlo juntos. Entonces dijo:

J- Ahora cielo, ya no aguanto más, dame toda tu leche quiero sentir como recorre mis entrañas.

Y su pedido fue una orden cuando dijimos “ahora” nuestros cuerpos estallaron en miles de convulsiones, nuestras bocas y nuestros cuerpos se unieron en uno solo y sentía como su vagina se contraía en miles de orgasmos y mi pene lanzaba torrentes cálidos de semen dentro de su perfecto cuerpo.

Permanecimos así por largos minutos, luego fuimos a ducharnos juntos y a almorzar.

Luego de almorzar fuimos al patio ambos estábamos desnudos Julieta estaba de espaldas a mí, puse mi mano en su pancita, corrí su cabello bese delicadamente su cuello, y ella se fue acurrucando contra mí, emitía suaves gemidos, mientras yo continuaba besándola y dije "te amo" como un susurro cuando bese su orejita la sujete por el vientre y sintió mi pene erguido nuevamente al tiempo que mi pene erguido le hacía sentir su rigidez. Mis brazos la sujetaron más fuertemente, sus manos acariciaban mis brazos y continuaba gimiendo mientras yo besaba su cuello y ella dijo "me enloquecen tus besos" y reclinó su cabeza de manera que pudiese besar sus labios, los míos tomaron contacto con la carnosidad de los suyos y su lengua con desesperación entro en mi boca, giró me tomo del cuello yo de la cintura y ese beso ardiente y apasionado se prolongó por varios minutos, luego dijo:

J- Vamos a la sombra

Nos sentamos sobre un pequeño sofá que había en el fondo debajo de un dije “sos divina”, me senté en el sofá y ella sobre mi mientras nos besábamos sentí sobre mi pecho sus grandes senos, redondos cual pomelos, sus pezones rosados estaban levemente erguidos y la aureola que los rodeaba en un rosado más oscuro

G- Julieta sos hermosa...

J- Vos también bebé, me encantan tus besos y tus caricias

Ella acomodó su cuerpo sobre mí, mis piernas entre las suyas, mis manos acariciaban sus senos, notaba sus pezones hinchándose más y más, su boca gemía, y la mía se hundió en ellos, los besé, los lamí, los chuponeé, y ella en medio de sus gemidos me alentaba a continuar, durante largos minutos mis manos y mi boca se sintieron dueño de esos senos descomunales.

Ella mientras tanto, se movía a un ritmo acompasado excitando mi pene cada vez más erguido y sediento de ella, hasta que balbuceo un "espera tu pene me desea y yo no soporto más el que no esté dentro mío"

Ella se incorporó, yo me acomodé en la silla, ella entreabrió sus piernas pasando las mías entre las suyas, me tomó por los hombros, yo la sujete por sus caderas y nalgas, ella fue deslizándose hacia abajo hasta que mi pene erguido y deseoso tomó contacto con su vagina, sintiendo su humedad y su deseo y dijo

J- Ahora su tu esclava y tu dueña disfrutemos cada segundo de este maravilloso momento

Dicho esto sentí mi pene entrando en su vagina, los gemidos de ambos comenzaron a brotar de nuestras bocas, mi pene entraba más y más dentro suyo, hasta entregárselo por completo y ella comenzó a deslizarse lentamente disfrutando ambos esa apoteótica sensación de mi pene recorriendo su vagina,

Por momentos detenía sus movimientos para darnos enloquecedores y apasionados besos de lengua y en otros acariciaba y besaba su cuerpo, me volvían loco sus besos y sus chupones en mi cuello, luego de varios minutos sus movimientos se fueron acelerando hasta que nuestros cuerpos no pudieron contenerse más pero antes dijo:

J- Me encanta sentir tu semen en mi cuerpo, sentirlo recorriendo mis entrañas y entregarte mis orgasmos para saber que vos y yo nos deseamos...

G- No solo te deseo, también te amo...

Su cuerpo se convulsionó, mi pene explotó lanzado mi semen cálido en su interior, nuestras bocas gemían y un profundo beso selló ese encuentro, esa unión, ese deseo incontrolable, durante varios minutos siguieron en miles de convulsiones, y continuamos durante largo tiempo sin emitir ninguna palabra solamente besándonos y acariciándolos, recorriendo nuestros cuerpos.

La tarde de ese nuestro primer encuentro, estaba llegando a su fin la lleve a su casa y quedamos en vernos al día siguiente, ese fue el comienzo de una apasionada relación que se prolongó por diez meses antes de llegar a su fin.

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