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Solo (...jajaja...) coquetear con una madurita

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Habían pasado unos dos meses que no nos veíamos desde lo sucedido en aquella fiesta de disfraces. Ese hecho nos había dejado tan extasiados y perplejos que no volvimos a encontrarnos, hablamos varias veces por teléfono pero sin volver a hablar del tema. Comentándonos cosas varias o de su ex novio o de alguna de mis mujeres, pero nada de aquel memorable suceso. Un sábado pasé por su negocio, habíamos quedado en almorzar en una pizzería muy cercana junto con una de sus amigas.

Faltando cinco minutos para el cierre de mediodía ingresó al local Yanha, que vivía encima del local de Leylia, una mujer bastante alta, de musculatura rígida, delgada, de cabello muy corto color negro azulado que le realzaba su presencia y grandes ojos azules, clienta algo habitual, de unos 50/55 años. Vestía una gabardina por encima de las rodillas y botas largas de altos tacones que mostraban piernas delineadas y le brindaban un toque bastante sexy. Yo ya la había visto una o dos veces comprando dentro del local, en alguna de mis visitas anteriores. Pese a su edad se notaba que cuidaba mucho de su cuerpo y no era de descartar que se hubiera hecho algunas operaciones para mantenerse joven y bella. De hecho…realmente lo estaba…. Y no aparentaba para nada su edad.

Sin desear ni imaginarme nada decidí coquetear un poco con Yahna……..La amiga de Leylia era una buena chica pero algo pesimista, por lo que sugerí de atender a la mujer mientras ella se iba al encuentro con su amiga. La mujer se mostró complaciente que la atendiera y Leylia salió hacia la pizzería……..Le dije mientras se iba, que la alcanzaría en unos 5 o 10 minutos.

Sugerí a Yanha que colgara su gabardina en un perchero, respondiéndome con una sonrisa cómplice que "no podía" y que estaba contenta que yo la atendiera. Ambos comentarios me sorprendieron un poco sin saber bien a que se refería, entendiendo que no querría dejar dinero o documentos fuera de su alcance. Le entregue las dos prendas que me pidió (de esas que se cierran y abrochan por dejo de los genitales) y se marchó al probador encimando la puerta hasta el filo del marco pero sin trabarla de adentro. Mientras estuvo ahí dentro me comentó que no podía colgar la gabardina en el perchero, porque como vivía arriba, para facilitar la prueba de ropas, era lo único que traía puesto, al tiempo que con uno de sus brazos al quitarse algo, empujo suavemente la puerta que se abrió unos diez centímetros. Allí puede observar su delineado cuerpo, cubierto solo por sus botas y un diminuto y muy sexy sostén.

Me acerqué y mientras abrí un poco más la puerta, le pregunté si necesitaba ayuda. A lo que respondió que si….que necesitaba que me quite el pantalón mientras su mano se deslizaba sobre mi bulto masajeándolo con firmeza. Así lo hice al tiempo que Yahna se agachaba para lamer por dentro y hacia arriba mis piernas, llegando lentamente hasta mi polla que ya había comenzado a crecer lo suficiente para entrar en acción. Se entretuvo un rato recorriéndola de arriba hacia abajo deteniéndose a lamer mis bolas y masajear de forma suave firme y segura mi polla, subiendo nuevamente luego de un rato su atrevida lengua para mordisquear y tragar mi glande con sumo gusto. Era una verdadera experta mamadora de pollas……dijo que le encantaba ver como se dilataban las venas de mi artefacto y como le crecía rápidamente dentro de su boca… le respondí que dentro de su coño crecería más aún, lo que aumento su excitación y la ansiedad de engullir el trofeo que estaba comiéndose. Quité su mínimo sostén para saborear sus rígidas tetas y erectos pezones.

No podía creer aún lo que estaba pasando… mi simple intención de coqueteo me había permitido tener allí a esa mujer vestida solo con sus altas botas (que a mi me excitaba más, ya que la hacia ver como una verdadera y descontrolada puta), tragándose ansiosa mi polla dentro del pequeño probador…….Ella estaba ya bien húmeda y la penetré por delante. Al decirle mi sorpresa de su calentísimo pero pequeño coño me respondió que se lo había operado y achicado para poder gozar más, mientras se contorsionaba y echaba hacia atrás y adelante clavándose mi pedazo hasta el final con vigor. Se colgó con ambas manos del travesaño del probador y rodeo mi cintura con sus piernas….así estuve clavándola repetidamente durante un rato. El probador era decididamente pequeño y Yanha ….decididamente putísima.

El asiento tenía en su esquina opuesta al ángulo del probador una saliente hacia arriba coronada con una bola de madera de extremo pulimento y de unos 6 u 7 cm. de diámetro. La senté de frente al rincón haciendo que la bola de madera se introdujera no sin dificultad en su pequeña coño. Le susurré lo mucho que me excitaba que fuera tan puta, a lo que respondió estirando hacia atrás sus brazos abrazándome por la espalda donde me clavó con fuerzas sus largas uñas. Coloqué algo del jugo que caía de su agujero sobre mi endurecida polla y lentamente me fui metiendo en su agujero trasero. Con mis manos cogí sus piernas enfundadas en las largas botas elevándolas hacia arriba y hacia atrás. Dejándola totalmente vulnerable. Habiendo entrado todo mi nabo, lo retiré lentamente y arremetí con toda mi fuerza. Yahna aulló como una loba y yo seguía perforando su culo. Ella jadeaba y se contorsionaba, refregándose contra mi garrote y la polla de madera que aun seguía en su tajo delantero.

Me agaché un poco hacia delante trabando sus pies contra los costados de mi pecho para sostener con mis manos sus tetas y saborearlas nuevamente al tiempo que podía mordisquear su largos pezones, respondiéndome con entrecortados gemidos. No había reparado en el tiempo pasado o si Leylia pudiese haber ingresado, pero había observado a pocos minutos de comenzar la faena que las cámaras de seguridad de los dos probadores estaban orientadas hacia nosotros. Se lo comenté a Yanha y comenzó a moverse frenéticamente, la idea de poder ser espiados la excitó más. Con fuerza clavé nuevamente mi polla en su culo…dió su último gemido entrecortado y bañó la bola de madera y el asiento con el flujo de su caliente coño. Yo continué rompiéndole su fogoso y ya agrandado agujero del ano, cuando nos sorprende Leylia (a quien no le gustan en lo más mínimo las mujeres) abrazándome por la espalda metiendo su caliente lengua en mi cuello, orejas y boca. No me había equivocado, había entrado sigilosa y nos espío un buen rato a través de los monitores.

Leylia continuó bajando por mi espalda su larga lengua recorriendo cada centímetro de mi piel hasta llegara mis bolas, donde se acomodó un poco y se detuvo a saborearlas un buen rato. Comenzó a lamer mi nabo aun metido en el culo de Yanha. Esto me excitó de tal manera que sentí como se dilataban las venas de mi nabo al punto de hacerlo estallar junto con mis bolas. Leylia supo que yo me correería en unos momentos y diciendo irónicamente que el local le pertenecía y por lo tanto también el premio, quito mi garrote del dilatado culo de Yanha y mamándomelo con voracidad y destreza, arranco un chorro de mi caliente jugo, que como es habitual en ella tragó gustosa, relamiéndose lo que salpicó su cara. Metí mis dedos en el coño de Yanha estimulando nuevamente su clítoris; le dedique uno de mis últimos gemidos a "mi amiga" mordiendo con fuerza su espalda casi debajo de su hombro. Quedaba muy poca de mi leche por salir, Leylia se levantó y salió del probador ofreciéndole a Yahna terminar el trabajo de exprimido. Nos tendimos sobre el suelo, chupo mi polla con angurria hasta extraer la ultima gota de leche mientras yo metía mi lengua dentro de su raja y lamía su clítoris produciéndole otro nuevo orgasmo.

Luego de levantarnos Yahna se vistió, pagó su compra y me dio un largo beso mientras acarició el hombro de Leylia al marcharse. "Mi amiga" me miró con cara de mala y ojos pícaros y dijo que le debía "una reparación" por mi abuso de su local……..Ya les contaré de "esa reparación"…

(9,00)