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Primer encuentro con mi tía Laura

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Muy buenos días/tardes/noches amigos lectores de esta comunidad, antes que nada, me presentare y me describiré un poco:

Mi nombre es Luis Arturo, soy un joven de 22 años de edad recién cumplidos, soy de estatura promedio, mido 1.80 y soy delgado, soy un chico bastante normal, hijo de familia, honesto y con una profunda admiración, gusto y pasión por las mujeres maduras, esas madres de familia, tías, o simplemente mujeres que ya dejaron hace mucho su juventud, pero que no dejan de cuidarse, verse y lo principal, sentirse bien.

Y es aquí, donde comienza una de mis afortunadas historias, antes que nada, quisiera agregar que este es el primer aporte que hago a esta página, la verdad no me atrevía a contar mis anécdotas, por pena, prejuicios o críticas, pero el leer tantos y tantos relatos me ha motivado a contar el mío, que es totalmente verídico, pues no me gustaría mentir en algo que afortunadamente me sucedió y hoy quiero compartir con ustedes.

Esta historia comienza con una de mis tías políticas, su nombre es Laura, ella se divorció de mi tío hace un par de años, pero dado a su gran cercanía y cariño que tiene hacia mi familia, jamás dejamos que se apartara pese a ya no estar con mi tío.

Laura es una mujer madura, pasa los 50 años de edad, es guapa, de tez blanca, pelo rubio y corto, y muy simpática. Apenas pasa el 1.60 de altura, no está gordita, pero tampoco está muy delgada, un cuerpo promedio, pero eso sí, con unos pechos realmente increíbles, de toda la vida, recuerdo que era admirada por eso, tiene unos preciosos pechos que cualquier jovencita envidiaría, grandes, redondos y a pesar de la edad, casi no los tiene caídos. Siempre busca resaltarlos, puesto que por palabras de ella misma "son su mejor cara" y se siente orgullosa de ellos, ya que de trasero no es muy generosa.

Con esto de las redes sociales, hoy en día es muy fácil estar en contacto con muchas personas, y ella como la "señora moderna" que es, no se quedó atrás y empezó a hacer uso de las redes sociales, en una de ellas, nos hicimos "amigos" y a partir de ese momento no hubo momento en que nos dejáramos de mensajearnos...

Hasta que un día me invito a su casa a comer, de lo más normal acepte pero mi sorpresa fue que me pidió no le dijera a mis padres, pues según ella "se podía malinterpretar" y no quería arruinar la relación familiar que aún existía.

Llegó el día y ella me recibió con los brazos abiertos, estaba muy contenta de verme y yo de verla a ella, pues hacía meses que no la veía, solo nos escribíamos. Lo que me llamó la atención a primera instancia fue su vestimenta, dado que venía de su oficina, vestía de tacones, medias (que a mí en lo personal me fascinan) falda y camisa que resaltaba sus pechos, que le hacían ver de lo más sensual y atractiva y por primera ocasión me quité la venda de los ojos y la vi como la mujer tan llamativa que es.

Mientras comíamos, me pasó por la cabeza la idea de cómo sería tener sexo con ella, pero al ver el gran cariño que me tenía como su sobrino, quise olvidarlo.

Charlamos y mi atención se desviaba hacia sus pechos y aunque no quería verme tan obvio, mi mirada bajaba automáticamente.

Después de la comida y unos tragos pasamos a la sala, en donde note lo sentimental que ella se encontraba, pues desde de la ruptura con mi tío, me contó no había estado con ningún otro hombre, lo cual me sorprendió, pues dado su gran físico apuesto a que muchos hombres estaban tras de ella. Sin embargo ella aseguraba que no la habían ni vuelto a tomar de la mano, entre lágrimas me confesó esos y más detalles de su solitaria vida, lo cual me llevó a pensar que en cuanto a su sexualidad, había un auténtico volcán listo para estallar en cualquier momento.

-No te preocupes tía, te aseguro que va a llegar el hombre adecuado a tu vida. Afirmé.

-Llevo años sola, cada vez me hago más vieja, si no me quieren ahorita que más o menos me cuido, imagínate cuando este toda vieja y arrugada. Con voz triste lo mencionó.

-Tú tranquila tía, que con esa personalidad y ese cuerpo, te apuesto a que debes tener muchos pretendientes.

Yo le dije.

-Que pretendientes ni que nada, estoy más sola que nada, ella aseguró.

Dándome valor por el momento, la situación, el lugar, y con una mujer despechada en frente, me atreví a decirle:

-Tía, eres una mujer muy guapa y disculpa que te lo diga, pero tienes un cuerpo espectacular, muchos señores deben estar fascinados contigo...

(Y arriesgando todo, me armé de valor y le dije)

-Que digo señores, te apuesto a que incluso a muchos chavos de mi edad han de echarte el ojo...

-¿En serio crees eso? Sorprendida y con una mirada un poco extraña me habló.

-Uff tía, no estás para saberlo, pero a muchos chicos nos atraen las mujeres maduras y tú eres una auténtica escultura...

-Sigo sin creerte, solo lo dices por compromiso, ella un poco decepcionada afirmó.

-Pero tía! No miento, es más, aparte de que tienes un buen cuerpo, eres muy guapa, eres una linda persona, si no fueras mi tía yo...

Me detuve sumamente asustado…

-Si no fuera tu tía qué?...

Ella preguntó.

-No, nada tía, nada.

Sonrojado afirme.

Aquí pasó algo que me sorprendió y a la vez me calentó muchísimo, ella se acercó seductoramente a mí y me preguntó:

-Si no fuera ti tía qué?

Responde qué!? Te parezco atractiva??

Alzando el tono de voz lo dijo.

Yo muy nervioso por la situación y más porque la creía enfadada solo afirmé con la cabeza y le dije que no me malinterpretara.

Ella acerca su boca hasta la mía, apoya su mano derecha sobre mi pierna y con la otra mano toma mi cabeza y solamente dice con una sensual voz: Demuéstralo...

Mientras rosan sus labios con los míos.

Para este momento mi pantalón estaba ya abultado pero a la vez algo dentro de mí me hacía pensar en que era mi tía y que no podía hacerlo, así que se lo dije:

-Tía, sabes que como hombre esto me encantaría, pero eres mi tía y no podemos...

Con voz entrecortada se lo dije.

-Pues deja de verme como tu tía y veme como la mujer que soy... Solo déjate llevar mi niño...

Decía eso mientras cerraba sus ojos y me besaba y acercaba su mano hacia mi bulto...

-Pero tía!

No pude decir más, me besó tan apasionada y dulcemente que mi erección me delató...

-Dime que no quieres...

Dímelo cariño!!

Me decía al oído mientras me apretaba el miembro...

Nos besamos y ella llevó mi mano hasta su seno derecho...

-Ahhh tía, pero waw! qué rica está!

Le decía mientras desabotonaba su blusa y su bra color blanco se asomaba, junto con esas tremendas tetas de señora cincuentona…

Ella, al poco tiempo de besarme, bajo su nervioso rostro, me besaba el pecho mientras desabotonaba mi camisa, llegó hasta mi pantalón, como desesperada me quitó el cinturón y me bajó el pantalón, mi bóxer ya se notaba humedecido por la excitación que en ese momento mi propia tía me estaba provocando! Eso la prendía a ella aún más, me acabo de desnudar y como toda una perra hambrienta me tomó el pene, lo agarró firmemente y empezó en ese momento el mejor sexo oral de mi vida! Me mamaba el pene, subía, bajaba, lamia, succionaba, todo como una desesperada y no la culpo, pues hace años no tenía una verga en la boca y su desesperación la delataba a cada instante.

Yo disfrutaba del espectáculo y el placer, mientras retiraba su brasier, le acariciaba su pelo mientras la guiaba hacia mi pene y le decía una y otra vez que así siguiera…

Pasó su lengua desde mis huevos hasta la punta de mi verga, la cual ya estaba en su máximo esplendor, lo cual aproveche para detenerla, besarla y le quité la falda, le retiré las medias y le iba bajando el calzón cuando note lo mojado que este estaba, su depilada vagina me excitaba, así que yo sentado y ella de pie, se quitó sus tacones y quedó completamente desnuda, cosa que no podía creer, pues tenía a mi atractiva tía desnuda, frente a mí y a punto de ser follada, se puso encima de mí y lentamente guiaba mi miembro hacia la entrada de su panocha, la cual se apreciaba sumamente húmeda.

Poco a poco la fui penetrando hasta estar dentro de ella por completo, ella estaba súper caliente y mojada de su vagina, yo admiraba su cara de placer al sentir nuevamente una verga dentro de ella.

Subía y bajaba, bajaba y subía gritaba como una loca, solo decía:

-Así mi niño, as, dale verga a tu tía!

Yo con mis manos tome sus dos tetas, las apretaba, las jalaba y a ella le agradaba, pues solo gritaba y exclama pasión y para sus cincuenta y tantos años, se movía como una veinteañera.

-Así mi niño, así, dame verga!!

Ella gritaba una y otra vez

Después de unos minutos la detuve, le di una nalgada y ahora yo fui el que estaba encime, la acosté en el sillón y estuvimos en la posición de misionero, la cual a esa mujer le agradaba, pues se retorcía y gritaba a cada orgasmo que tenía y nuestros genitales más y más se mojaban.

Transcurrieron otros minutos, la combinación de experiencia y juventud rendía frutos a cada instante, pues yo gozaba a cada bombazo que le daba, mientras ella revivía aquella época de su juventud donde el sexo era cosa de todos los días.

Después de unos instantes así, le advertí que estaba por venirme:

-Tía, me voy a venir! Tía, estoy que me vengo!

-Si cariño, lléname de lechita!

Mi tía entre gemidos afirmó.

-Pero tía! Quiero acabar en tus tetas!

(Me daba morbo, pues alguna vez vi un porno donde un chaval acababa en las tetas de una madura y quería imitar dicha acción)

-Pues dale la leche en las tetas a tu tía mi niño!! Ella consentidamente afirmó.

-Tíaaaaa!!!

Saqué mi verga de su vagina, y justamente al llegar a sus grandes senos, chorros y chorros de semen salían de mi miembro...

-Ahhh ahhh tíaaaa ahhh…

Expresaba mientras veía como escurría mi esperma entre sus erectos pezones...

-Así mi niño, llena de lechita a tu tía...

Ella me decía mientras embarraba mi semen en sus pechos…

Al acabar de salir hasta la última gota, solo me recosté junto a ella, nuestra respiración no se normalizaba aun, con palabras entrecortadas, le dije:

-Tía, no sé cómo fue que terminamos haciendo esto, pero estuvo delicioso, jamás imaginé que entre nosotros pudiera pasar esto, me has dejado seco...

A lo que ella respondió:

-Pues yo tampoco lo imagine cariño, y que polvo me has dado, aunque no quiero pensar en que pasará de hoy en adelante entre nosotros, obviamente nadie debe saber esto, pero me será muy difícil u olvidar este maravilloso momento contigo, mi querido sobrino...

-Entonces tía? Temeroso pregunté. Pues lo más seguro era que jamás se repitiera.

-Pues vamos a ver con el tiempo que pasa, pero no esperes nada, como se puede repetir o no.

Un silencio profundo invadió la sala de su casa, pues ambos acabábamos de tener el sexo de nuestras vidas, incluso seguíamos desnudos, pero éticamente sabíamos que no lo podíamos volver a hacer...

Así que me vestí, ella se vistió y me acompañó a la puerta, me despedí de ella y ya casi al cerrar su puerta me jaló de mi camisa, me volvió a meter a su casa y exclamó...

-Luis, sé que esto no estuvo bien y te pido una disculpa, no estuvo bien, pero se dieron las cosas y yo llevo años sola, me ganó la pasión del momento... Si no me quieres volver a ver lo entenderé... Mientras sus ojos lagrimeaban...

-Tía, yo también sé que no estuvo bien, pero míranos, gozamos de algo tan maravilloso como lo es el sexo y mientras nadie de la familia se entere no habrá problema, le dije mientras le daba una traviesa nalgada, así que si gustas, por mi encantado de hacerte el amor querida tía.

Así que... Cuando me invitas a comer nuevamente tía?

Le dije mientras me guiñaba el ojo.

Lentamente me despedí de ella y ella riendo dijo:

-Pues el siguiente viernes no trabajo, puedes venir si quieres incluso a desayunar...

Dijo con una mirada pícara mientras cerraba su puerta...

Y así acaba queridos lectores esta historia de sexo con mi tía Laura, espero no les haya aburrido, pero como decía, es mi primer relato y quise dar algunos detalles para que entendieran bien mi anécdota.

Pronto estaré redactando los relatos de un par de ocasiones más con las que mantuve relaciones con mi tía, con la cual he disfrutado mucho, pues ha cumplido mis fantasías y caprichos, así como yo las de ella.

Y seguiré contando como he tenido la oportunidad de follar a una que otra madura, que como mencionaba, son mi pasión...

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