Nuevos relatos publicados: 13

Primera vez anal

  • 24
  • 41.107
  • 9,20 (50 Val.)
  • 0

La conocí cuando yo salía de mi trabajo a almorzar a un restaurante cercano a mi trabajo, y me cruzaba algunas veces con ella, solía saludarla pero no recibía nada de ella; claro se veía tan joven y yo tengo 34 años pero me traía loco; claro nunca supe de su edad sino hasta después de algunas citas. No piensen que soy un enfermo o sádico pero esta chica era diferente y lo sabrán con la lectura. Es de tez clara, de 1.65 aprox., de una cabellera debajo de los hombros casi ondulante, de ojos marrones claros, un rostro muy atractivo, picara sonrisa y labios tan sensuales que provocan morderlos; su cuerpo no se quedaba atrás, tenía unos hermosos senos redonditos no exuberantes tampoco pequeños pero si normales y mejores que muchas mujeres que he conocido aún a su corta edad; de cintura normal y un trasero que fue lo que mas me llamó la atención, no es que sea de cadera amplia sino que tenía el culo parado tampoco exagerado pero era digno de voltearse a mirarla y al andar en short o pantalón pues que me hacia babear por ese culo.

Fue tanto mi deseo de conocerla que busque a una amiga suya y por allí empezó todo, me la presentó, desde ese momento supe que la joven no era tan inocente, de manera que la invite para salir a comer algo claro acompañada de su amiga. Luego de la primera cita, cenamos algo y para tomar pedí unas cervezas, en el lugar que vivo, la mujer que toma cerveza es sinónimo de que puede aguantar cualquier ‘ataque’ de cortejo a la primera o que sabe a lo que se mete. Empecé a conocerla y saber más de ella, me contó que vivía en casa de una amiga, que había salida de casa de sus padres para buscar trabajo. A un entendimiento su amiga se paró de la mesa y nos dejo solos, de manera que empecé a seducirla para saber hasta donde llegaba y no me equivoqué tenia un enamorado con el cual llevaba recién menos de un mes saliendo, el hecho de que si estaba allí conmigo era porque le había en cierto punto agradado y se arriesgaba con su enamorado.

Bueno fue la primera cita y no quise presionar mas sino hasta una segunda cita, la cual se dio 5 días después, llegó con otra amiga y previa a la cita me pidió que llevara a un amigo para hacer parejas; así fue y luego en el restaurante pedimos para almorzar y la acompañamos con cervezas, música y hasta un grupo musical que toco en nuestra mesa. Grande mi sorpresa cuando ella empezó a acariciarme y llamarme o identificarse conmigo como su amor, mi novio, su pareja; entendí que era quizás por efectos del alcohol pero fue más lejos, pidió cantar y me dedicó y canto canciones llenas de amor pasión para mi; la verdad me sentí algo avergonzado; después de todo ella tan joven y yo no tanto; fue allí que le pregunté su edad y me dijo tener 16 años. Que sorpresa mas grande, me gustan las jovencitas pero no pensé tener una a esa altura y como estábamos; me reto a aceptarla y que no se preocupara que olvidara su edad, desde la cosa fue diferente no sé si temor o deseo a su edad, pero ya esa chica me tenía mas obsesionado y sin poder olvidarla.

Mi amiga y su amiga llegaron a conocerse tanto que acordaron ir a un lugar mas intimo, un hostal, me pidieron que los llevara en mi carro y así lo hice, cuando me quedé solo con ella me pidió también que hiciera lo mismo; las ganas de hacerlo, la pasión el deseo por esa muchachita me envolvían pero mi cordura era también tan fuerte queme resistía; pero ganó el animal que hay dentro de mi al besarla y acariciar sus nalgas, sentí que era algo que deseaba y la llevé también a un cuarto. El tipo del hostal me conocía tanto por la frecuencia que llegaba yo allí que no me dijo nada cuando nos vio.

Ya en el cuarto, nos besamos y acariciamos por encima de nuestra ropa sin llegar a exceso; quise pensar que estaba así producto de haber tomado algunas copas de manera que le pedí que pasáramos a tomar una ducha, creí que se negaría a hacerlo juntos pero no; me tomo de la mano y juntos entramos al baño, me fue quitando la camisa y yo hice lo mismo con su blusa, a cada pieza de su ropa que le quitaba observaba lo linda que era, ella solo acariciaba mi pecho y hombros; ya desnudos nos abrazamos y acariciamos, tenía una brutal erección que ella no podía pegarse mucho a mi por lo que se empino y se prácticamente sentó en mi verga no sin antes mirarla y con aire de sorpresa y picardía me miró y dijo: esta durísima y grande.

Nos bañamos jaboné todo su cuerpo y me arrodille a jabonar sus piernas y pude ver su vientre, estaba con poco casi nada de bello púbico, apenas unos que otros en alguno que otro lado, le sobe los muslos, se los besé, luego sus rodillas, piernas y suavemente la voltee; lo que vi es algo que no dejo en imaginar, ese hermoso culo que tanto me hizo soñar, que tanto me traía loco, que me hacia olvidar todo cuanto fuera de respeto, lo tenia a apenas 10 centímetros de mi rostro; acaricie esas nalgas, las jabone, las bese, las sobé no se cuanto tiempo pasé allí pero sentí que ella me levantó e hizo lo mismo conmigo. Lo hizo con mi pecho, mi vientre y luego se quedó en mi miembro, lo agarró y apretó tan duro que pensé que estaba tratando de ver si podía exprimirlo; luego con mucho jabón empezó a masturbarlo con ambas manos, lo cogía una arriba de la otra y aún quedaba cabeza y tronco afuera; lo miraba tan detenidamente y admirada que me causaba cierta inocencia y curiosidad por saber mas. Toco mis huevos y los trataba de pesar con sus manitos, bajaba la cabeza para ver por debajo de mi tronco.

Fue en ese instante que a propósito le puse mi verga mas cerca de su cara y sentí que ella se estremeció mezcla de miedo e ignorancia por no saber que hacer; le pedí que no se alejara y así lo hizo, mantuvo su rostro cerca mientras mi verga recorría su rostro, ojos, frente, nariz, orejas hasta que lo lleve a la punta de sus labios carnosos, los apretó y cerro los ojos; suavemente le acaricie sus labios con mis dedos y le abrí su boquita, cuando lo hizo me incline y beses sus labios; la levante si dejar de besarla y salimos del baño.

Juntos y besándonos llegamos a la cama y nos recostamos en ella, seguí besándola y esta vez recorrí mas su rostro, su cuello, su pecho. Besé, mordí, chupe esos enormes senos como un bebe hambriento, las uní y mordía sus pezones mientras ella se retorcía de placer y me aferraba mi cabeza contra su pechos, seguí bajando y llegue a su vientre, si pensaba que era un sueño no quería abrir los ojos pero deseaba hacerlo porque quería confirma que no tenia vello y baje mas y abrí los ojos; en efecto, tenia poquísimo bello, su conchita era tan pequeña y estrecha que podía fácilmente chuparla toda, le hundía mi lengua besaba sus labios vaginales y hundía mi lengua; pude darme cuenta sin embargo que no era virgen, pero que estaba poseída y gozaba con ello no podía negarlos, se retorcía con su manos sujetando la sabana, su cabeza, sus pelos y por último me jalaba mis pelos; me llego a rogar que la soltara que no aguantaba mas que la hacia desesperar pero no pude cumplirle su pedido, me hundí en su cocha y la bese y succione hasta que supe que había terminado por su jugos que bebí y la calma que llegó después y que amenazaba volver a romperse.

Luego de ello subí y la besé con ternura, le pregunté si estaba preparada y me dijo que si; no desee malograr el momento pero era necesario que supiera que yo sabia que no era virgen y se lo pregunté a lo cual me abrazó y me dijo dijo llorando que ya no lo era pero que me deseaba adentro. No la hice esperar y le puse una almohada debajo de su espalda, le abrí las piernas y se las levante, pasé suavemente mi verga desde abajo donde nace la raja de su culo y me detuve en ese huequito que me causa locura; traté de empujar pero su reacción fue enorme y me dijo:

―Nooo!! No por favor por allí no, por lo que mas quieras no lo hagas; te doy lo que sea pero por allí no.

Me acerque a ella soltando sus piernas y tratando de calmarla la besé y le dije que no lo haría que solo deseaba sobarlo, pero que si deseaba hacerlo y lo haría cuando ella me lo pidiera o estuviera preparada a lo cual ella correspondió con un beso y me dijo:

―Prometo dártelo la próxima vez pero prepárame para ello; hoy no lo hagas, tengo miedo.

Luego sabría por ella misma que sus amigas, mayores que ella, incluso donde vivía que era una joven casada, la habían aconsejado que por allí era doloroso y que el mejor momento era cuando estuviera preparada y si es con lubricante mejor; le habían dicho que tenia un hermoso culo y que los hombre la buscarían para agarrarla por el culo, que no se iba a escapar pero que estuviera preparada para ello.

Al tener su promesa, me quedé satisfecho y procedí a penetrarla por esa conchita que se veía estrecha; continué con el rito y le levante las piernas abriéndoselas, incliné lo más que pude mi cabeza y lamí su culo, dos, tres cuatro, cinco, no se cuantas veces, lo chupe y trate de hundir mi lengua y sentí sus gemido, luego si apartarme mucho de su culo le dije: La próxima vez serás mío, promete tu también que serás mío y pude sentir como su anito se débilmente abría y apretaba como confirmando que estaba de acuerdo mientras su dueña reiteró:

―Si, mi amor, la próxima vez será tuyo te lo prometo.

Me erguí orgulloso de saber lo que hacia y procedí a poner mi verga es esa estrecha concha; aún en su humedad producto de sus jugos y los míos sabía que sería difícil el ingreso por lo que procedí a sobar y sobar para mojar mas y como para que no supiera en que momento la penetraría; entendí por su expresión y jadeos que deseaba ya ser ensartada pero la hacia esperar un poco mas, así que puse la cabeza en la entrada y empuje suavemente… sentí como estiro sus piernas en señal de dolor y su quejido ahogado con el dorso de su mano, hundí un poco mas y lo mismo se repitió, saque y luego empuje logrando meter toda la cabeza y: ¡!Aahhhhh ¡! Aaahh mi amor por favor despacio, volví a sacar y esta vez empuje más… ahhhhhgggg basta bastaaaaaa me duele, me lastimas, trataba de levantar su cabeza para ver lo que le hacia y me decía:

―Ya entró todo? Si, dime que ya entro todo, me duele por favor despacito, sácalo un ratito

No sabía que no había ingresado ni la cuarta parte, así que saqué un poco y empuje hasta la mitad, esta vez si fue chillante su grito y se zafó las piernas que le tenia sujeta pero deje caer el peso de mi cuerpo sobre ella y no pudo escapar, lo que logró que me metiera mas en ella, quiso zafarse pero no podía y al saberse perdida solo me pidió que no me moviera, la bese y acaricie su rostro sudoroso y traté de calmarla. Cuando estuvo calmada me dijo que le ardía pero sentía cosas abajo que deseaba moverse, poco a poco reanude metiendo y sacando y ella empezó a sentir oleadas de placer sus anteriores quejidos de dolor ahora eran de placer y lujuria, me apretaba a su pecho y no dejaba que me saliera, pedía mas y mas, que lo hiciera mas rápido.

Suavemente le agarré una pierna y se la levante, luego la pase por mi cuerpo y en una sola movida ya la tenia de costa con una pierna estirada y la otra doblada; es fabuloso ver como puedes penetrarla así, teniendo a la vista sus tetas, su rostro, sus piernas, nalgas y ver como la penetras.

Esto acabo por desquiciarla, ahora se quejaba por no tener mas dentro suyo, le sacaba toda la verga hasta la punta y luego se la empujaba hasta el fondo, el sacársela hacía que se quejara y pidiera que no lo hiciera pero al hundírsela que le dolía pero que le diera mas verga; hasta que sentí que volvía a vaciarse, en su incomoda posición quería retroceder su cuerpo, su chucha para hundirse mas y sentí como la locura la invadió en su segunda vaciada, cosa que aproveche para acariciarle el culito y que ni cuenta se dio.

Yo no estaba contento con que acabara allí, si hay una pose que me gusta es la del perrito, así que si sacársela, terminé volteándola, no fue necesario que le pidiera que levantara el culo, ella misma quiso tener mas y quebró la cintura para poder ver ese espectáculo de culo que tiene, se apoyo en la cama con sus antebrazos y empecé a bombearla, a cada empuje hacia delante y que la llevaba a ella, inmediatamente ella respondía retrocediendo, esa cosa de locos verla en esa pose. En un momento, retiré mi verga de un solo golpe y vi como inmediatamente volteo a verme y exigirme que no lo haga; la calmé diciéndole que aun no había acabado. Me paré y en la pose que estaba, yo a dos pies, le hundir toda mi verga sujetándola por la cadera y cintura…:

―Ahhhhhggggg que rico ¡!! Me duele me duele pero es rico, la siento bien adentro, despacito no me lastimes – suplicaba – sigue… mas… métela mas,

Yo lo hacia y a cada arremetida la ponía en punta y luego hasta el fondo, mientras con mi pulgas le sobaba el culo; era demasiado incluso para un tipo como yo, estaba a punto de vaciarme y no importo que no usaba preservativo la saqué y me chorreé en su espalda y donde nacen su nalgas, por lo que mis chorros resbalaron por su canal pasando por culito y llegando a su conchita. No se movió de esa pose porque me decía que la había dejado muerta y no podía moverse. Me compadecí de ella y la bese con ternura, luego de muchos minutos animándola, la levanté y llevé nuevamente a bañarse.

Ya después de eso charlamos sobre su vida íntima y me refirió que había tenido un novio hacía algunos meses con quien escapo de su casa y que la había iniciado pero que luego de estar junto solo discutían y no llegaban a intimidad por lo que regreso a su casa y luego llegó al lugar donde la conocí; pero que nunca habían hecho lo que le hice y menos había sentido tanto dolor.

Le recordé que la próxima vez quería ir mas lejos y volvió a intimidarse, que le asustaba la idea de ser culeada, y me contó lo de sus amigas e incluso que había visto a escondidas a la joven madre, su amiga donde vivía, cuando su esposo le hacia el amor, como se lo había chupado y que cree estar segura que vio que le hizo sexo anal por los gritos de su amiga pero que también vio que luego su amiga no dejaba de moverse y pedir mas.

Aun con esto la cité para vernos en unos días más y accedió, ambos sabíamos que esa cita sería para cumplir la promesa y me preparé. Fue una noche a la 8:00pm cuando nos vimos; fui preparado con vaselina, no pude conseguir por vergüenza un lubricador anal.

La recogí y nos fuimos a otro hostal. En el camino la bese y acaricié, le comenté que venía preparado y le pregunté si ella también lo venia; a lo que me dijo que con valor y decisión sí, pero no dejaba de tener miedo, que había preguntado a sus amigas y que éstas le aconsejaron que lo pensara bien y que luego de la primera vez las siguientes serían menos dolorosas y que tendría mas placer hasta que llegaría el momento que le gustaría.

Cuando llegamos empecé con besos y caricias en su desnudo cuerpo, esta vez estaba dispuesto a abocarme en su culo; luego de besar su conchita, la gire levemente y encontré su anhelado culito, era una belleza, tan pequeñito, tan apretadito; pase mi lengua de arriba abajo por los costados, trate de morderlo pero no quise hacerle daño, trate de hundir mi lengua pero era difícil que entrara mas de la punta, pero insistí tanto que acabé por arrancarle quejidos de placer, esta preparándose para ser arremetida, ahora estaba mas dispuesta, levantaba de cuando el cuando el culo para ser mejor lengueteada y cuando sentía mi lengua angustiada por entrar, ella se empujaba para atrás hasta gemir de placer y dolor; sentí sus manos sobre mi cabeza tratando de hundirla, abrir sus nalgas, rasgar las sábanas, hundirse en la almohada tratando de callar sus quejidos. No se ocurrió brillante idea de girarme y ponerle mi verga a la altura de su cara; creo que lo deseaba hace rato, tan pronto como la vio, la agarro fuertemente y quiso tenerla en su pecho y abrazarla; con mi mano se la empuje a su cara y le dije: es tuya, besala. La besó en la punta, en los costados, arriba, abajo y en uno de sus quejidos que le arranque y abrió la boca, se la metió en la boca; sentía la humedad de su boca, la inquietud de su lengua y de pronto la presión de sus labios al chuparla; poco a poco aprendía cada cosa con mi verga en su boca, la deseó morder y lo hizo, le pegaba con la lengua, lamía debajo de la cabeza, hasta quiso meter la lengua en su orificio, se sentía como una bebita con su juguete favorito.

Yo no deje de lamerle el culo, ahora intentaba con un dedo pero chillaba ya me pedía que no lo hiciera, así que continué con mi lengua, alcance la vaselina sin que se diera cuenta y embadurne mi dedo de vaselina, suavemente saque mi lengua y hundí mi dedo; sintió la diferencia porque dejo de chupar pero no le presté atención y volví a hundir mi verga en su boca. Tenia apenas el primer nudo de mi dedo del centro en su culo y lo empecé a girar, su gozo fue lo esperado chupaba con mas avidez mi verga, hundí mas y mas hasta que decidí hundirle otro dedo. Retire mi dedo y seguí con mi lengua mientras preparaba los dos dedos, cuando estuve listo empuje los dos dedos uno debajo del otro y sentí la mordida que me dio en mi pinga y su grito ahogado... solto mi verga y me pidió que lo sacara, pero ya era tarde, había metido los dos dedos y no estaba dispuesto a sacarlos, así que sin sacarlos me acerque a ella y le pedí que no se moviera y la calme a besos y caricias; daba resultado ya que se calmaba y empezaba a sentir placer dandome su lengua y yo hundiendo la mia en su boca, señal de excitación, hundí un poco mas y el mismo efecto; hasta que le dije al oido: Ya estas lista mi amor, preparte a recibirme, a lo que me contesto:

―Será tuyo pero no me lastimes, hazlo despacito por favor y si no se puede lo dejamos para otro día, intenta solo la cabecita, no me hagas daño

Yo no estaba dispuesto a cumplir su requerimiento, menos dejar pasar esta vez, peor aún dejar solo la cabeza adentro, conociéndome era imposible que me pueda controlar cuando estoy metiéndome por el culo.

Suelo hacerlo poniendo a mi victima en cuatro pero esta vez preferí de costado con una pierna estirada y la otra encogida pero con la rodilla a la altura de sus pechos; ligeramente mas boca abajo que de costado; yo me arrodillé detrás de ella con su pierna estirada debajo mío, eso me permite ver como se la meto y que ella no se escape, con una mano le abrí una nalga y con mi otra mano apunte; le pedí que abriera su otra nalga y que si sentía dolor me lo dijera para hacerlo despacio pero que por nada intentara salirse; que sería muy paciente y que lo metería cm a cm y cuando le duela pararía. Estaba de acuerdo.

Embadurne mi verga babeante, dura, gruesa, encorvada y apunte no sin antes echarle también vaselina en su culo; deje un buen poco de en la cabeza rosada de mi mástil y empecé.

Fueron segundos angustiantes, un culo reacio a ser penetrado y un animal descontrolado por penetrar, cuando apoye con fuerza mi verga para inicial la penetración escuche su gemido y lamento:

―Por favor despacio, si me duele me la sacas, no me lastimes

Hundí un poco y:

―¡!Ahhhhhyyyyyy me duele, me duele sácala, sácala por favor.

La calme con palabras y sobando sus nalgas, espaldas y cabellera: calmate por favor es solo un poco lo que debes resistir, ya te pasará lo haremos poquito a poco cuanto te duela paro y luego seguimos pero no intentes salirte; mentía al decirle esto porque sabia que mi animal no era para dejar de temer pero la consolé.

Luego que se calmó continué, esta vez quise ser mas agresivo y sobretodo dejar algo mas dentro para evitar que se salga lo avanzado, quise meter toda la cabeza; grave error, pegó un grito de dolor y trato de salirse como pudo, aún cuando la tenia fuertemente sujetada se escapó y encogió sus piernas a su pecho, pegándose a la pared y sollozaba:

―Me duele, me duele, ahhgg por qué me haces daño me dijiste que no me harías daño que no me dolería, ayyy me duele mi ano, lo siento rasgado.

La bese y me entristecí por ser tan inhumano, le dije que no lo haríamos hasta que ella misma me lo pidiera, la bese y mimé con ternura. Luego de un buen rato le explique que el dolor es único y que después le pasaría que era mejor soportar una sola vez; incluso le recordé sobre su amiga que ella vio ser penetrada analmente y que luego gozaba con la verga en su culo; eso al parecer la motivo y me preguntó si después del dolor le gustaría a lo que le afirme que así sería que luego le gustaría, me dijo:

―Intentémoslo otra vez pero hazlo despacio y si no se puede allí lo dejamos.

Otra vez la crema y mi animal preparado pero camuflado de vaselina; la misma pose y esta vez me ocupé de sujetar bien con el peso de mi cuerpo y piernas el suyo para que no escapara. Avancé un poco y su quejidos, poco a poco y parábamos, luego un poquito mas hasta que logré meter toda la cabeza. A esta altura la veía sudar pero también relamía sus labios o se los mordía, me incline suavemente y le bese sus orejitas, animándola y felicitándola por lo valiente que era; le dije que continuaría y ella se asusto y me dijo:

―Que todavía no está toda adentro? Cuanto falta? Ya no te metas mas por favor, lléname pero no te metas más.

Para calmarla le dije que ya había lo mas anchote mi verga, que ya se abriría mas pero si se hundiría mas carne en su culo, cosa que mentía en parte porque la parte del cuerpo de mi verga era mas ancha que la misma cabeza y su forma encorvada había dado mas de un problema a quien había sentido mi verga en su culo.

La sujeté firmemente y abrí su pierna estirada llevándola para atrás y la pierna encogida para adelante, así su culo se abre más y empuje:

―Aaaayyyyy mi culo, mi culo aaayyyyy que dolor, sácala, sácala, me duele, me duele – no dejaba de gritar, cosa que me asusto por si llegara alguien – ya por favor sácala que me duele sniif snniff – intentó zafarse pero le fue imposible, vi como levantaba su cabeza y queriéndola girar totalmente para mirarme y pedirme que la soltara pero no podía voltearse totalmente, menos escapar, así que la traté de calmar.

A esas alturas ya lloraba, me incline a ella y le bese su espalda, su cuello, le hable al oído que ya había entrado todo, mentira, aún no tenia ni la mitad dentro; pero eso la calmó, echado sobre su espalda no dejaba de mimarla y besarla.

―Ya acaba por favor, ya termina y sácala que me arde el culo, no siento mi ano, creo que estoy rota, ya por favor sácala

Le dije que estaba a punto de vaciarme que pronto la sacaría, mentira, quería gozar mas ese momento y empecé a bombear suavemente, note su desesperación de verse perforada pero también la confusión del quejido con el gemido, acaricia sus tetas, metí una mano balo su cochita y la empecé a masturbar; poco a poco daba resultada, ahora se quejaba mas, con su rostro en la almohada ya tenías sus manos a sus costados y no intentado empujarme para botarme de su culo, sentía su excitación poco a poco hasta que la escuche:

―Ya para, ya me he vaciado, ya sácala o saldrá por delante; duele pero se siente rico, no creo aguantar mas me arde y me gusta también, pero ya sácala por favor.

No estaba dispuesto a parar, el estar echado sobre ella y mover mis cintura para bajo no hacia que entrara el resto de mi verga por lo que me incline y empecé a bombear ahora si con avance, saqué un poco y luego empujé, saqué y empujé; ella estaba mas excitada y levantó suavemente su culo para sentirse mas penetrada, cosa que aproveché y se hundí hasta el fondo.

―Ayyyyy, mierda mi culo, mi culo aaayyyy…………

Fue lo único que la escuché y se reclinó suavemente sobre la almohada, yo aproveche para continuar bombeando, ahora tenia mayor libertad, ya no sentía el rechazo de sus manos, el intento de zafarse o escapar, tenía ese culo que me había embobado a mi disposición y lo culeé como siempre deseé hacerlo, la sujeté por las caderas y sacaba hasta la mitad y hundía hasta el fondo, era sencillamente glorioso poder levantarle suavemente el culo y empujarle mi verga.

No tarde mucho en soportar ese placer y empecé a llenar su culo de leche, sentía cada bombeada como se iba la vida, parecía que nunca dejaría de botar leche y seguía y seguía y esa corriente eléctrica que recorre tu cuerpo y parece nunca acabar.

Cuando terminé de botar todo me recosté sobre ella y agradecí por su culo, por su paciencia, por su ternura por soportarme, la besé y besé pero….. ella no me respondía, le pregunté si estaba molesta, me disculpé, le dije tantos pretextos y que así era la primera vez y nada de nada, no me respondía; lo volteé el rostro y me di cuenta: Se había desmayado.

Me costó y asustó mucho debo reconocer reanimarla, bueno sacar al animal, y reanimarla, luego de ello, no recordaba sino hasta cuando sintió el dolor agudo en su culo luego de haberse vaciado.

La cambié y peine e intenté poner de pie, cosa que le era difícil, la ayude a salir y sentía sus piernas desfallecer, la dejé en su casa y prometí llamarla no sin antes recomendarle que fuera directamente a su cama a dormir.

(9,20)