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En un ensayo en el pueblo

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Ella es melisa, tiene 18 años al cual en esa localidad ella es una mujer muy deseada.

Ella es morenita, pelo ni tan oscuro ni tan claro, ojitos cafés, unos labios delgados pero apetitosos, es algo llenita, pero, eso es compensado con unas piernas de campeonato, torneadas, firmes, un trasero monumental y unos pechos de infarto para su edad, su rostro angelical y esa voz que hace que todo hombre se vea obligado a fantasear con ella.

No negare que conocerla en aquel ensayo, vaya me llamo mucho la atención, al cual me di la misión de conocerla.

No negare que al principio ella se alejaba, pero con paciencia y sobre todo mucha pero mucha cautela, ella pico a poco fue cediendo ante mi.

Día tras dia ella se acercaba a mi, incluso nos saludabamos de beso en la mejilla, ella vestía, mallones, jeans, y vestidos, al cuán dejaba ver la calidad de sus piernas y traseros.

En fin, solo ver aquella hembra me ponía a mil y fantaseaba con follamela ahí mismo.

Cierto dia, ella se encontraba sentada, triste así que me dispuse a ir.

-que tienes?-

-nada, solo que estoy pensando-

-no me engañes-

-de acuerdo, es que mi novio me dejo-

Seguimos platicando, hasta que se hizo tarde, me dispuse a llevarla a casa a lo cual ella acepto.

Ella vive a orillas de aquel municipio al cual al llegar me invito a su casa, al entrar note que ella se encontraba sola, sus papas se habían retirado a otra parte.

Así que ella se iba a poner. Cómoda, le pregunte si tenia hambre al cual respondió si, así que mientras ella se dirigió a su cierto, yo fui a la cocina.

Estaba cocinando cuando, ella bajo, wow, tenia un shortsito muy pegadito, vaya, esas piernas se veían hermosas, su trasero se veía el calibre que se carga.

Así que platicamos ha cerca de su tema, ella al parecer lo quería ya que se puso a llorar, yo aproveche su confusión emocional, año cual la abrace, de tal forma que sus pechos estén cerca de mi cuerpo, vaya sensación mas cálida, me hacer que a su cuello y le comenzó a dar ligeros besos, ella enseguida su piel se puso de gallina.

Empezó a gemir y con una fe sus piernas trataba de abrazarme, yo aproveche eso para agarrar aquella pierna, y sentí su suavidad, gemía, y gemía, hasta que empezó agarrar mi paja, yo aproveche eso para cargarla y llevarla al sofá, ahí la acosté mientras la besaba, le quite el short, su calzoncito y empecé a darle un sexo oral, la muy condenada al sentir mi lengua en su concha me decía.

-siiiii, haaaa, ricoo, siiii, que gusto, siii, haaa, sigue, sigue, no pares-

Yo seguía hasta notar sus jugos vaginales, me quito el pantalla y le digo que es tiempo de que ella me la empieza chupar, ella encantada acepto y prosiguió a su objetivo, yo sentía el cielo, mientras ella de manera lenta y muy apasionada, aprisionaba mi pija.

Enseguida termine de desvestirla y lo mismo hice, seguía besándola, al cual la habría de piernas y empecé a penetrarla despacio, ella me confeso que era virgen y temía que le doliera, yo le dije que se tranquiliza, poco a poco se fui metiendo hasta sentir su himen, una vez ahí, se la rompí despacio, en esos momentos ella se quejaba levemente.

Una vez que reventé su himen, me quede ahí unos segundos, así que después seguí mi faena, ella gemía, me besaba, así estuve con esa postura hasta que decidí cambiar, me senté en el sofá y ella se sentó en mi, así la empecé a penetrar al cual ella subía y bajaba lentamente su cuerpo, vaya gozo teníamos así anduvimos cogiendo hasta que note que ella me apretaba mas fuerte y se movía mas rápido, vaya que tuvo un gran orgasmo, yo no quería quedarme ahí así que la acosté boca abajo, y yo la penetre de esa forma, vaya sentir sus nalguitas chocando a mi cuerpo fue lindo, ella se levanto para ir al baño, al cual yo la seguí, cuando ya la a salir, ingrese al baño con ella y seguía besándola, la acosté y habría sus piernas de nuevo esta ve una a mi hombro, ella solo decía.

-ha, ha, ha, siii, que rico, haaa-

Seguimos follando, mientras esa tarde de lujuria, ya noche decidí irme no sin antes darle otra dosis de placer.

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