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Historias de sexo con mi prima -1

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En este relato les voy a contar como perdimos la virginidad mi prima y yo.

Hola me llamo Gabriel y mi prima Gisel, esta historia que les voy a contar ocurrió hace varios años ya.

Una tarde mi familia iba ir a visitar a una tía, mi mamá ni siquiera se molestó en invitarme ya que nunca voy.

Entonces me puse a rogar a que mi prima no vaya también, ya que su familia vive al lado de mi casa o sea que también somos vecinos.

Esta proximidad hizo que fuéramos muy unidos (por decirlo así).

En esa época éramos adolescentes los dos y como se podrán imaginar nuestras hormonas estaban a mil.

Gisel es una chica bajita, de cara no es fea pero tampoco gran cosa.

Sus tetas eran lindas de forma de limones (como me gustan a mí), pero el gran atributo que tenía era la cola (me volvía loco) era redonda y grande.

Luego de que mi familia saliera miré por la ventana a ver sí mi prima se quedaba y para mi felicidad ella no se fue, al minuto ya estaba entrando por el portón de mi casa, abrí la puerta y comenzamos a comernos la boca ¿mis manos ? directo a su cola.

No éramos "novios" pero aprovechábamos cualquier momento solos para basarnos, franelear y hasta ya habíamos tenido sexo oral (lo cuento en el próximo relato) estábamos a full descubriéndonos, era terrible la calentura que teníamos.

La llevé a mí habitación y continuaron los besos a pura lengua, uno arriba del otro intercambiábamos posición; estuvimos así como media hora.

En un momento ella con la voz agitada me pregunta.

Gi: Gabi ¿te la chupo?

Yo sonreí y sin decir nada saqué mi miembro que ya estaba parado y duro, en su máximo esplendor.

Ella le recibió a mí pija con unos besitos (siempre lo hacía) luego me la comenzó a chupar, se la tragaba toda despacio después rápido hasta le pasaba la lengua (era una profesional ya).

Cuando comenzó a pajearme rápido.

Gi: ¿primito me vas a dar la lechita?

Yo: pará pará Gi.

Me acerque al oído y le dije.

Yo: Te quiero coger

Gi: jajaja ¿estás hablando en serio?

Yo: Sí, no sabes las ganas terribles que tengo de hacerte el amor.

Gi: pero no podemos (se puso roja como un tomate)

Yo: no va a pasar nada, tengo preservativos.

Gi: ay no sé.

Entonces me acerque a ella y comencé a darle piquitos en los labios y a abrazarla.

Yo: va a estar todo bien, vos sabes que para mí sos una reina y siempre te voy a tratar como tal.

Gi: bueno (dijo con voz baja)

Yo: no te sientas obligada mi amor, sí no querés es no.

Sabés que yo nunca te obligo a nada.

Entonces ella me abrazo y me beso luego se tiró sobre mí.

Gi: si quiero pero tengo miedo.

Yo: jaja yo también tengo miedo, estoy temblando (nos reímos)

Luego comenzaron otra vez los besos y caricias hasta que ella se alejó un poco y se sacó la remera, luego se quitó el short blanco que tenía quedando sólo con un corpiño rojo y una tanga blanca.

Yo lo único que atiné a hacer fue sólo a observarla, cuando entré nuevamente en razón me saqué rápidamente la remera, el pantalón corto y me a abrazarla y besarla pero está vez era distinto; nunca estuvimos así semidesnudos sintiendo nuestra piel, hirviendo los dos.

Ella se sacó el corpiño y yo me quité el bóxer, luego le bajé la tanga; ella sólo atinó a querer taparse y yo le sonreía quitándole las manos de ahí, entonces pude ver esa concha peludita con los pelitos no tan largos.

La mire estaba en mi cama, mi prima completamente desnuda, con la tetas al aire, con esas piernas hermosas, la conchita peludita.

No aguanté más y fui corriendo al armario a buscar los condones, agarré uno y me lo puse.

Nos acostamos juntos y nos tapamos con la sábana (jaja a pesar de todo todavía éramos bastante "inocentes"), luego de varios besos había llegado la hora de hacerla mía, había llegado el momento que tanto habíamos esperado, había llegado la hora de hacerla mujer a mi prima.

Yo sobre ella, ella ya con las piernas abiertas así que había que comenzar.

Yo: ¿vamos?

Gi: si pero despacito.

Yo: te amo.

Gi: yo también.

Comencé a meter mi pija despacio, hasta llegar al himen.

Ella sólo gemía.

Yo: ay voy eh (le dije al oído)

Gi: sí vamos

Empuje mi miembro hasta el fondo.

Gi: ah despacio!!

Luego lo fui sacando de a poco, mire hacia nuestros genitales y pude ver a nuestros miembros rojos.

Listo, ya habíamos perdido la virginidad, mi prima era mía e íbamos a recordarnos para siempre.

Seguí con el mete y saca lentamente, besándola en el oído, mejillas, labios, tetas hasta en la frente.

Gi: te amo mi amor te amo ah ah sos mío primito sos mío.

Yo: yo también te amo hermosa, mi prima favorita.

Me la seguí cogiendo hasta que acabé, no recuerdo cuanto tiempo pasó pero quería que ese momento no terminara jamás.

Terminamos los dos muy transpirados, acalorados y con la respiración agitada, besándonos diciéndonos que nos queríamos.

Ya habíamos pasado bastante tiempo acostados y era hora de volver a ser primos.

Gi: me encantó Gabi

Yo: que bueno, yo pasé la mejor tarde de mi vida.

Gi: jaja yo también.

Yo: no te creo, lo decís para quedar bien jaja

Gi: jaja vos también lo decís para quedar bien conmigo.

Me voy a bañar.

Yo: no quédate un rato más, todavía no van a venir.

Gi: dale me voy a bañar!! Y me llevo la sábana.

Yo: no, a la sábana déjala que yo ahora me ocupó de lavarlas.

Es la principal prueba del delito jaja

Se levantó así desnuda como estaba, pude admirar otra vez lo hermosa que era, esa espalda las piernas y esas nalgas carnozas.

Levantó su ropa y se fue a duchar.

Yo mientras tanto me saqué el condón ensangrentado y lleno en leche en su interior y lo tiré.

Luego me puse a lavar y secar las sábanas manchadas pensando que esa cola también tiene que ser mía.

Espero les haya gustado saludos.

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