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Mi amigo Manuel se folla a mi mujer

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En una de decisiones que tomamos mi mujer y yo en la decisión de buscar un macho nuevo, llame a un conocido que sabía que era muy putero y que sabía que lo que le iba a proponer de follarse a mi mujer no lo rechazaría por lo cual lo llame por teléfono y quedamos primero para tomar una cerveza, y comentárselo se llama Manuel.

Manolo es un tío que tenía una fama de guaperas y follador y con un buen rabo, según comentaban muy macho. Quedamos para comentárselo porque sabía que es noche ya follarían juntos mi mujer y él, por lo que le dije a mi mujer que estuviese preparada. Esa noche ella se puso un vestido corto y muy ceñido, el cual tenía un escote que la hacía verse guapísima y sensual. De esos que te puedes asomar desde arriba y ver sus buenas tetas y como le dije que no se pusiera ni bragas, a pelo, para que si quería mi amigo Manolo solo tuviese que levantarle un poquito y metérsela, la deje preparándose y me fui a ver a mi amigo.

Cuando estábamos juntos llamamos por teléfono a mi mujer. Para que cogiera un taxi. Y se viniese para a fábrica que él tenía porque vivía en un apartamento hecho en la misma fabrica. Entramos y cerró la puerta. Nos indicó que pasáramos Ella pasó delante y él y yo detrás. Mientras andábamos la miraba con deseo y poniéndose cachondo, incluso hizo un gesto con sus manos como describiendo las curvas de mi mujer y luego se froto la polla sobre el pantalón. Luego se acercó a ella por detrás y le frotó el paquete sobre su culo. Al llegar al final, no tardo ni un segundo en darle la vuelta y cogerle las tetas sobre el vestido, para comenzar a sobarlas. Ella se sorprendió por la rapidez de Manolo. Yo también, pues después de la cortedad que ha tenido siempre, no pensábamos que actuara así. No nos mosqueamos, al contrario, la cosa prometía diversión. Manolo comenzó a sobar y sobar con las manos, hasta que ella le agarra la cabeza y la mete entre sus tetas mientras le decía, “chupa, chupa”. Manolo, ella le ayudó sacándolas por la parte superior del sujetador. Las chupó y magreó como si la vida le fuera en ello.

Nos sentamos en un sofá que había, nosotros en los extremos y ella en medio, con sus tetas al aire. Se subió el vestido, abrió las piernas y su coño quedo al aire. Acto seguido comenzó a tocarnos las pollas sobre los pantalones mientras hablábamos. Luego nos bajó las cremalleras, porque las teníamos duras, nos sacó las pollas, para seguir tocándolas. A Manolo le encantó esto y al poco la levantó, la giro y poniéndola a cuatro le levanto el vestido hasta la cintura para enterrar la cara en su culo, el cual beso y beso hasta llegar al coño e metiéndole la lengua bien dentro. Ella no pudo evitar gemir de placer por los lengüetazos de Manolo yo me desnudé, me puse delante y le puse mi polla en la boca.

Así nos quedamos un rato ella mamándomela y él comiéndole su coño. Entonces los dos nos pusimos delante de ella con las pollas fuera diciéndole, ¿Ahora que toca? Ella dijo, “ahora toca pollas”, ella las tomo con la mano y comenzó a pajearlas mientras decía. “estas dos me las voy a comer enteritas”, con lo que comenzó a chuparlas. Mientras mamaba una pajeaba la otra. Así iba intercambiándolas cada momento. Cuando le tocaba chupar la de Manolo me miraba a mí de reojo y cuando me la chupaba a mí lo miraba a él con mirada de cachonda que pone. La verdad es que a diferencia de la vez anterior a ella se la veía más contenta con la polla de Manolo que con mía. Al tiempo ella dijo, “vamos a follar”, seguidamente yo me senté en el sofá y ella de cara a mí, se montó para meterse mi polla de golpe. Así comenzó a follarme. Mi polla entraba y salía de ese encharcado coño a un ritmo frenético.

Le baje la parte superior del vestido y saque sus pechos al aire. Manolo se acercó y se puso detrás para magrearle el culo, besarlo y chuparlo. El mete saca era tan rápido que en una de esas se me salió la polla de su coño. Manolo, acto seguido me tomo la polla con la mano para meterla de nuevo. Yo le dije que no, pero él no soltaba y quería meter mi polla de nuevo en el coño de mi mujer, y lo consiguió. Nunca un hombre me había tocado la polla, y pasó lo esperado, en dos segundos se me aflojó. A pesar de advertirle que no me la cogiera él no hizo caso. Me dijo que lo sentía y yo le dije que no pasaba nada, pero que no lo volviera a hacer, Entonces le dije que siguiera él. Se sentó y se subió encima mi mujer. Ella lo miraba fijamente mientras se metía su polla poco a poco en su coño. Entonces ella comenzó a moverse rápidamente Le estaba dando una follada de miedo.

Yo me puse de pie sobre el sofá al lado de ella para que me la chupara y así levantar de nuevo el asunto. Él mientras, seguía follando a mi mujer y chupando esas maravillosas tetas que le quedaron a la altura de la cara. No tardó mucho en correrse pues decía que llevaba tiempo a dieta. Recuerdo que dijo, “Tu mujer es una máquina follando, me ha dejado seco en dos minutos”.

Mientras él se recuperaba yo la puse a cuatro y comencé a follármela desde atrás. Manolo comenzó a mirar desde arriba como entraba y salía la polla del coño de mi mujer. Le puso la polla cerca de la boca y ella comenzó a chuparla a ver si se levantaba de nuevo. Así seguimos una rato hasta que ella paró para tomar un respiro. Entonces la pusimos boca arriba en el sofá y yo me metí entre sus piernas a comerle el coño mientras él volvió a meter la polla en la boca. Se la chupaba y a la vez le masajeaba los huevos con las manos. Yo seguía a lo mío cuando de repente mi mujer comienza a correrse y al abrir tanto la boca le entro la polla de Manolo hasta la garganta. Ella casi se ahoga pero a él le encantó que entrara tan profunda. Ella gimió y se agito al llegarle el orgasmo.

Ahora me tocaba correrme a mí, así que la puse a cuatro, que es la postura que más le gusta, y comencé a bombear. Manuel quería ver bien y se metió por debajo para dejar su cara justo debajo del coño de mi mujer. De modo que ellos quedaron en un 69 y yo detrás de ella. Se quedó un rato mirando como entraba y salía mi polla de su coño. Entonces subió un poco la cabeza y comenzó a chuparle el clítoris mientras yo seguía follándola, a ella le gustaba ser chupada mientras la follaban porque gemía sin parar. Luego intento meter un dedo junto con mi polla. Yo no lo supe hasta que me lo contó más tarde. En lo que yo noté la inminente corrida, se lo dije. Ella se desmontó, se puso de rodillas delante de mí con la boca abierta quedaba claro donde la quería. Le descargué toda la leche en la boca. Esta vez apretó bien los labios para que no se saliera nada, así que yo con la polla dentro su boca me corrí por completo. Al sacarla ella jugó un poco con el esperma y su lengua, dejando que saliera hasta la comisura de sus labios para luego saborear y tragar. Se lo tragó todo mientras miraba con morbo a Manolo, este estaba flipando

Viendo eso se le puso dura de nuevo, así que ahora volvió él a la carga. La puso boca arriba, le abrió las piernas y la folló con locura. Mientras él la follaba mi mujer me miraba con ojos lascivos pidiéndome nuevamente mi polla para chupar. Así que yo me acerqué a ella y se la di. En eso anduvimos un rato, Manolo follando y yo siendo chupado, hasta que al rato Carlos empezó a resoplar fuerte y desencajar la cara. Se estaba corriendo. Yo al verlo decidí acompañar. Así que la saque de su boca y la agité fuerte para correrme. No tarde ni 30 segundos en verter todo mi esperma sobre sus pechos. Así nos corrimos, yo sobre sus tetas y él dentro de su coño. Ella agradeció mi corrida esparciéndola sobre sus pechos con la mano y la de Manolo en si coño ardiendo, le salía la leche por los pelos negros de su coño.

Después de unos minutos, nos recuperarnos y nos limpiamos. Manolo no le quitaba la mirada del culo y dijo que podríamos repetir otro día… Al decidir irnos él nos acompañó a la puerta, por el camino no pudo evitar agarrarla de nuevo desde detrás y sobarle los pechos como despedida, yo me adelante un poco para recoger mi coche que lo habíamos dejado retirado de la fábrica de muebles, por lo que le dije a mi mujer y a Manolo que me esperecen en la puerta de la fábrica, que tardaría unos 15 minutos, Manolo obsesionado con el culo de mi mujer, cuando la veía por detrás siempre me decía que se empalmaba, lo que yo suponía que se había quedado ya tranquilo habiéndosela follado, pero mi sorpresa fue cuando al volver con mi coche, veo que no estaban en la puerta de la fábrica, y me asuste un poco, entro más adelante por donde estaba el muelle de descarga de muebles y veo un camión que había llegado para su descarga la mañana siguiente y veo porque tenía las luces encendidas todavía a mi mujer comiéndole la polla al camionero que no debía de tener más de 30 años y manolo la tenía culo en pompa follándosela pero muy deprisa, cuando me vio aparecer a mí, solo me dijo, Rafa tú mujer sigue queriendo polla le voy a echar otro polvo y que luego siga Paco este chaval con ella, si le parece bien, si ella quiere seguir follando, yo le pregunte, a mi mujer que hacíamos, ella me contesto, primero tú Manolo córrete pronto que ya me llevas echados tres con este si eres capaz de terminar, y os vais los dos a donde queráis menos a tu apartamento de aquí, que lo voy yo aprovechar yo con Paco, para que el chaval se vaya para Cáceres bien escurrido que sepa cómo somos de calientes las maduritas Andaluzas, además mirar que pedazo de polla tiene es más joven que vosotros y con más polla, y le dijo al chaval, ¿tú tienes algún problema es que estemos follando toda la noche? Paco contesto que no si lo consentíamos nosotros, a lo cual le dije que por mi parte no, y Manolo dijo que si yo que era el cabrón consentía que para adelante ellos le dejo Manolo la llave se subieran ala apartamento mi mujer con la polla de Paco cogida con la mano, y Manolo y yo nos fuimos a tomarnos unas copas en un Pub cercano.

Lo que paso entre el camionero y mi mujer lo contaré en otro relato.

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