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Mi instructor de Pilates

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Desde que lo vi entrar por la puerta de vidrio sentí que me palpitaba la vagina

- Buenos días soy el profesor de remplazo de la profesora Cherryl, no puede venir por esta semana entonces estaré a su disposición. Dijo con su voz gruesa y perfecta

No puedo negarlo, él también se fijó en mí desde el principio. La primera clase transcurrió normalmente, pero afortunadamente ese día había salido tarde de mi casa y me toco ponerme lo primero que había encontrado, una blusa sin mangas con la que me siento muy incómoda pues muestro todas las tetas. Perfecta para ese día!, me esforcé para hacer los ejercicios lo más exagerados posibles y me hice justo al frente de mi adorado profesor para que al inclinarme el pudiera disfrutar de una buena vista. No hay nada más excitante que mirarle los ojos llenos de pasión. Ese día paso sin pena ni gloria, son 3 clases a la semana así que en la próxima, debía aprovechar el tiempo.

El siguiente día también me esmere en mi vestuario, un pantalón deportivo negro que hace que mi culo se vea redondo y enorme. Como goce, no podía quitarme los ojos de encima, lo sé, es por eso que nos puso a hacer ejercicios de glúteo, sentadillas, estiramientos y todo para tener una buena vista de nuestros traseros, si, las demás chicas tampoco estaban mal. Pero como yo soy más listilla, le dije

- profe no puedo con este ejercicio, es que soy súper floja

A lo que el respondió

- nunca digas que no puedes, si puedes hacerlo

Yo aproveche la situación y dije

- me ayuda?

El ejercicio era simple, estábamos acostadas de lado, apoyamos una mano en el piso y debíamos elevar nuestra pelvis al cielo, lo más que pudiéramos. En realidad soy bastante buena en esto pero lo hice lo más torpe posible, solo para que mi profe me tocara. El profesor se acercó, se agacho y me cogió el lado de la pelvis que daba al piso con una mano, muy cuidadoso de no tocar donde creía que no debía

- vamos te ayudo, ves que puedes hacerlo?

Dijo el, a lo que yo le conteste

- no profe, si me suelta me caigo

Y me volví levemente hacia un lado, para que sus dedos rozaran una de las mejillas de mi culo. Él se quedó inmóvil

- venga, le sigo ayudando

Mientras dijo esto se puso de pie, me agarro la parte de la pelvis que daba al techo con su mano libre, y con la otra extendió sus dedos enormes, y acaricio tímidamente mi culo, casi como pidiendo permiso, yo me hice la que no se daba cuenta de nada

- te ayudare con este ejercicio para que no te lastimes -Dijo

- va -Dije yo e hice la que me caía, el por un momento me sujeto del culo, pero enseguida aparto la mano

- bien, hemos acabado por el día de hoy, nos vemos en dos días

Yo estaba recogiendo mis cosas cuando el profe me llamo

- me parece que tienes la pelvis lastimada, podemos trabajar unos ejercicios en una clase extra y así lograr que recupere fuerza

- me parece bien profe, cuando seria?

-mañana a esta hora, no va a haber nadie en el establecimiento por eso de las reparaciones de las tuberías, me puedo enfocar exclusivamente en ti

-gracias profe, nos vemos mañana entonces.

Al siguiente día me levante muy temprano, retire todo rastro de pelo de mi cuerpo y me puse unos chores deportivos con un top, nada mal

Llegue al establecimiento y abrí la puerta, efectivamente no había un alma.

-hola?

- aquí estoy

Respondió mi delicioso hombre.

Camine hacia él y no pude evitar reírme cuando note como se puso al verme, me recorrió de pies a cabeza más de 3 veces

- venga, no hay tiempo que perder

Me dijo y me dijo que me pusiera en 4, mientras extendía una pierna y levantaba el brazo contrario

- 1, 2, 1, 2, 1,2 no no muy mal, estas torcida, tendré que ayudarte

Se acercó decidido a mí y me tomo por la cintura

- hazlo otra vez, levanta más tu pierna para que esto se estire -Dijo, mientras acaricio mi trasero sin piedad y como si no fuera nada

Yo seguí haciendo el ejercicio y el seguía agarrándome de la cintura. De repente empezó a deslizar la mano hacia arriba

- estira bien el brazo

Me dijo mientras dibujaba una línea recta con su mano desde mis costillas hasta mi antebrazo y bajaba, lo hizo dos veces, pero en la segunda vez se detuvo al lado de mi seno izquierdo, dedos bien extendidos, sentí como acariciaba la forma de mi seno disimuladamente, así estuvo un rato hasta que bajo la mano y la metió debajo de mi blusa, empezó a subir

- continua con el ejercicio

Dijo mientras rozaba el extremo bajo de mi brasier, empezó poco a poco a subir más.

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