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Mi mujer y dos empleados de mi empresa

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Mi marido es un gran empresario y suele viajar a menudo por motivos de negocios a diversas ciudades, dejándome sola días e incluso semanas. Esa tarde, estaba vestida adecuadamente, puesto que esperaba la llegada de mi marido y quería darle una sorpresa agradable. Llevaba puesta, una tentación negra transparente a juego con unas tanguitas muy diminutas. También llevaba unas medias de liga del mismo color, y unos tacones altos y de aguja.

Sonó el timbre y fui corriendo a abrir la puerta y me llevé una sorpresa, no era mi marido sino eran dos chicos de la empresa de él que venían a traerme unos sobres y a decirme que mi marido no vendría hasta el día siguiente por la tarde. Los chicos se quedaron embobados al verme vestida como si fuese una furcia, yo traté de disimular un poco y no sé por qué, les dejé pasar. Nos acomodamos en el salón, ellos sentados en el sofá y yo de pie, disimulando que leía los papeles que me habían traído. De pronto uno de ellos, José, el mayor que tan solo tenía 29 años, se me acercó, y sin más, me atrajo hacia él dándome un beso y tocándome por entre mi tanguita que estaba completamente empapado ya sabéis por mi anteriores relatos que estoy siempre mojada, ellos por su actuación sabían que me gustaba una polla más que un tonto y poniéndose detrás me dijo Sra. Amalia sabemos lo ardiente que es y D. Juan lleva días fuera todo eso lo hacia cogiéndome el coño y dándome en mi pipa, saco el dedo y enseñándoselo a su compañero Miguel le dijo, "mira coño tiene el chocho la jefa". Yo noté como crecía su polla, y bajándole la cremallera del pantalón mi mano cogió su polla. Sentí como ardía y le latía. Me decía lo buena que estaba para mi edad.

Entonces me hizo poner de rodillas frente a él, y yo como pude, empecé a meter toda su polla en mi garganta mientras él me cogía mis cabellos rubios y empujaba a dentro como un loco.

Miguel, el más joven, tan sólo tenía 25, dejó de mirarnos pasivamente y se puso debajo de mí abriéndome toda y metiéndome sus dedos y su lengua por donde se le antojaba, Yo me abrí un poco para facilitarle su labor, y en un momento determinado mis jugos empezaron a mojarle toda su cara, fue el primer orgasmo que tuve, joder decía como se corre.

José me llevó hasta una mesa y me tumbó sobre ella boca arriba, sabía que deseaba que me follarme con todas sus fuerzas y yo también lo deseaba. Me abrí para él y puse mis piernas encima de sus hombros, y de un solo golpe me metió hasta los huevos. Estaba excitadísimo me decía que era una zorra, le excitaba mis piernas con las medias de liga puestas y los taconcitos. No me quitó nada, simplemente me subió un poco la tentación y me bajó las tiritas que la sujetaban para dejar mis pechos al descubierto, así solamente mi cintura era lo único que estaba cubierta. Quise quitarme el tanguita pero él me dijo que quería follarme como a una puta en celo y que se manchara con la mezcla de mis jugos y su leche. Entre tanto, Miguel se acercó cerca de mi cara y yo empecé a lamer su polla como una loca. Así me hicieron correrme unas cuantas veces.

Miguel se apartó un momento y se tumbó al suelo, José dejó de bombearme y me dijo que cabalgara a su amigo. Yo me puse encima de Miguel y él aferrándose a mi cintura me metió mientas no paraba de lamerme mis pezones. José, mientras, se puso detrás y sin más empezó a meterme el dedo por mi culo. Yo empecé a gritar de dolor, pero el movimiento de Miguel me obligó a moverme al compás, sintiendo un placer extenuante. Dilatado mi culo, José se puso en posición de sodomizarme, y así lo hizo, mi culo como sabéis esta ya acostumbrado a eso.

Mi cuerpo se estaba estremeciendo. Me sentía follada por ambos machos. Estaba cachondísima pensando lo mucho que me deseaban los dos jóvenes empleados del de mi marido.

En un momento en que abrí mis ojos, me di cuenta que el jardinero cubano que trabajaba para nosotros estaba boquiabierto y tocándose su polla. Me había olvidado de cerrar la puerta que da al jardín. Yo con unas señas le dije que se acercara a nosotros. Así lo hizo, y mientras los dos mozalbetes me follaban por delante y atrás, el jardinero de casa me metió su enorme y muy gruesa polla en mi boca, no sin antes atar a su polla mi tanguita que estaba completamente empapado.

Así estuvimos hasta que noté que Miguel me estaba llenando el coño de leche y luego tanto José como el jardinero se corrieron dentro de mí por completo. Los tres se pusieron de pie, yo con gusto les sequé toda gotas de leche que aún les quedaba. En ese preciso instante, sonó el teléfono de casa. Era mi marido preguntando si había recibido los papeles de la oficina y el recado. Yo le dije que sí, y que tenía buenos empleados porque se preocupaban mucho de hacer bien su trabajo.

Cuando colgué, nos echamos a reír. Luego comimos unos refrigerios para reponer fuerzas de tanta excitación, y seguimos hasta altas horas de la madrugada, terminando ellos exhaustos y yo llena de una mezcla de leche y jugos a desbordar.

De vez en cuando recibo las visitas de los dos mozos, que también se follan a Charo nuestra empleada de casa aprovechando los viajes de mi marido aunque Fidel el jardinero, como es su obligación, me folla cada vez que quiere a mí y a Charo como ya sabéis, a los dos días que llego Juan nos pillo en nuestro dormitorio a Charo y a mi follando con Fidel, José y Miguel, a mí me pillo con la polla de sus dos empleados corriéndose dentro de mi coño y culo y a Fidel le dijo termina mientras mi mujer me la chupa y me follo a Charo, se puso a mi lado y me puso la polla en la boca, mientras que Miguel y José me limpiaban con sus leguas los agujeros donde se habían corrido, una vez la polla de mi marido la tuvo tiesa le dijo a Fidel, bájate y córrete en el coño de tu jefa que yo voy a echarle un polvo a Charo, y así lo hicimos nos pusimos las dos al estilo perro, y nos follaron Fidel a mí y Juan mi marido a Charo, a la vez que se pusieron los otros dos para que se la chupáramos, al final nos corrimos todos juntos, terminamos a la 12 de la noche marchándose todos y Juan y yo nos metimos en la ducha, así termino todo.

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