Estoy casado hace ya 5 años con altos y bajos, en el tema sexual mi esposa es una puta en la cama, me deja exhausto, manteniendo una vida sexual 100% activa. Salvo después de los nacimientos de mis 3 hijos, mi esposa me deja de lado por darle espacio a la maternidad.
Les comento que es muy excitante lamer mis bellos pechos y que de ellos escurra la leche materna.
Ahora les comento mi relato, 100% verídico. Cambiare los nombres para proteger la identidad. Mi cuñada, soltera de 30 y tantos años, siempre me ha llamado la atención por tener un tetas preciosas, no pololea es soltera y con el tiempo me entere que virgen, lo que provoco en mí, los peores pensamientos. Siempre le rozabas sus bellas tetas cuando le entregada a mis hijos, y ella nunca se molestó.
Un día mi esposa por temas de trabajo tuvo que salir de la cuidad. Y como lo mejor opción para ayudar con el cuidado de los niños era mi cuñada. Mi esposa preparaba su maleta para el viaje y me daba las instrucciones para el cuidado de los bebes. De pronto suena el timbre. Era mi cuñada que llagaba con su bolso a pasar un fin de semana, con sus sobrinitos. Ella un poco tímida al comienzo se acomodó en la habitación de invitados.
Fui al tren a dejar a mi esposa mientras mis hijos felices jugaban con su bella tía. No dejaba de pensar en eses enormes tetas y cómo hacer para tenerlas para mí. Mi cabeza daba vueltas a mil. Llegando a mi casa veo que mis hijos ya dormían y mi cuñada se aprontaba a acostarse. Me dijo que se ducharía y se pondría algo más cómodo a lo cual accedí felizmente.
Se tomó su tiempo, cuando sale de su habitación con un pijama muy sexy corto short y polera que marcaba su bellos y enormes senos. Fue tal mi excitación que ella noto como crecía mi pene debajo de mi pantalón, note como se ruborizaba. Conversamos un poco y nos fuimos cada una a nuestras habitaciones, ya que era muy tenso el momento y decidí no arriesgarme.
No aguantaba más la excitación me masturbe dos veces esa noche pensando en ella... Continuara.