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Sexo VIP 3

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Este nuevo burdelito estaba bastante bien, muy elegante.

La madrota pagaba una bicoca, el 30% nada más, y sinceramente eso es muy poco.

El primer cliente que recibí ya lo conocía de antes, y sabía que lo mínimo que quería era mamarme las tetas y una paja sin prisa.

Pagó en la recepción el precio de la hora, y se supone que ese sería el único pago por el servicio completo.

La habitación estaba a media luz, llena de espejos, la música cachonda, y estaba haciendo muchísimo calor.

Él se quitó la ropa, se dio una ducha, y se preparó en la tabla de masaje. Yo me quité la ropa, me subí a él con las piernas abiertas y a pelo, y comencé a darle un masaje de espalda.

Cuando le pedí que se volteara, no pudo resistir comenzar a succionarme los pezones fuertemente. Yo sentí un calambre que me recorría por el cuerpo con esa mamada de pezones tan rica, mi cuerpo estaba sudando, y comencé a sentir mis entrepiernas húmedas y escurriendo, entonces le dije:

- traes más dinero?

- sí, cuánto quieres? qué más me ofreces?

- dame un billete grande y me puedes hacer lo que quieras papi

El tipo sacó el billete, lo arrojó al piso y me volteó hacia la mesa inclinándome un poco, y se agachó para poder verme el culo y empezar a comérselo.

Yo estaba terriblemente excitada, así que como el tipo había pagado buen dinero, levanté el culo y le permití que jugara con él a su gusto.

Comenzó metiéndome los dedos lentamente, y luego me repegó la punta del pene, que estaba bastante grande y grueso... yo estaba tan excitada que no me importó. Disfrutaba tanto recibir dinero y verme desnuda en los espejos, y tener la verga de uno y otro, y otro hombre, entre las piernas, que nada me importaba.

Mis pezones jugosos, hinchados, erectos y rosados estaban que ardían por una mamada, así que me volteé, me subí a la mesa, me sostuve con las piernas abiertas a la altura de su pene, y le pedí que me las mamara de nuevo.

Su verga estaba jugando fuera de mi vagina y su boca estaba en mi pecho. El espectáculo en el espejo era increíble: mi cuerpo esbelto, blanco, firme y delineado, ofreciendo placer a un tipo asqueroso con el que jamás tendría sexo si no hubiera plata de por medio...

Mi panochita apretada estaba comenzando a sentir su palo ligeramente adentro, y me estremecí: carajo, amo mi trabajo de puta!!!! y empecé a mover las caderas para que el sintiera placer y me la metiera más y viera que soy la mejor prostituta, y que valgo la pena cada centavo pagado, quería ganar un regular!! Vaivén rítmico, embestidas profundas, y me sentía tan orgullosa de que mi cosita no me doliera con semejante vergón de macho...

Pero las cosas no son perfectas... el tipo se vino muy pronto y pude ver el pastel de crema salir de mi hoyito en cosa de minutos, lo cual me enfureció bastante...

El tipo se vistió y se fue enseguida...

Yo me tuve que quedar caliente, sucia y frustrada... aunque no me puedo quejar: a las prostitutas nos pagan para dar un servicio y usar nuestro cuerpo a su antojo, no para disfrutar lo que hacen con nosotras....

Ese es nuestro trabajo, y la verdad, amo lo que hago.

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