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¿MI novia o su madre?

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Mi nombre es Cristian, 22 años, alto 1,75m, bien parecido, carismático, atlético y hace 1 año y medio que llevo una relación con Jessica una chica simpática, dos años menor que yo, súper delgadita, pequeña, 1.55m, con unas tetitas pequeñas, pero compensa con su cintura y su culo que lo tiene paradito. Jessy es de esas chicas que le encanta hacer buenas mamadas, se mete toda mi polla hasta los huevos, le gusta jugar con su lengua en la punta de mi pene, mama mejor que las putas o prepagos. Le gusta ser domada por un macho, y cuando está en el clímax grita como una gata en celo y eso a mí me encanta, me excita más para seguir follándola.

Una decisión repentina cambiará la relación con mi novia. La madre de mi novia tiene unos 42 años; pero parece de menor edad, se conserva muy bien, va al gimnasio y lleva una dieta sin tantas calorías, muchas mujeres envidiarían tener el cuerpo que ella tiene a su edad. La señora es la típica madre divorciada, abnegada a la crianza de sus tres hijos. Jessy es la hija del medio, tiene una hermana mayor que ya es casada y no vive con ellas y un hermano menor que es un adolescente que aún está en el colegio. La relación con la familia es de lo más perfecto, hay mucha confianza que incluso me han dejado dormir en casa de Jessy, algunas veces, obviamente en la recámara de la hermana mayor que ya no habitaba en la casa. No podía hacer nada con Jessy estando su madre y su hermano en casa, no quería romper esa bonita relación de confianza que había por lo que siempre respetaba cuando me quedaba a dormir. A Jessy le había contado que me gustaría follármela en todas las habitaciones de su hogar y lo que más me ponía cachondo era follarla en la habitación de su madre. A ella también le excitaba ser follada en su casa en todas las habitaciones y en todas las posiciones posibles; pero nunca se dio la oportunidad de hacer realidad mi fantasía hasta esa noche. Esa noche que a más de cumplir mi fantasía, plantó en mi suegra una lujuria insaciable de ser penetrada por mi polla. Jamás había visto con otros ojos a mi suegra, ya que podría ser mi madre; pero todo cambió desde esa noche en que sucedió lo inesperado.

Como mencioné, la idea de follarla en casa la ponía a mil, e ideamos un plan para poder follar sin que nadie más nos moleste. Como era época de navidad, la familia de ella solía ir a cenar donde la abuela de Jessica y no regresaban hasta el otro día. El plan era sencillo y fácil de creer: ella debía decir a su madre que iba a cenar con mi familia y yo a mis padres que voy a cenar con la familia de ella, así los dos nos escapábamos de nuestros compromisos y podíamos ir a follar. Le dije a Jessy que cuando ella esté en casa y esté segura de que no volverían, me mande un mensaje a mi cell avisándome, para yo ir. Recibí su mensaje tipo 8:30 de la noche, al mismo que respondí: “Espérame desnuda, quiero que me abras la puerta sin nada, así evitaremos demoras porque estoy muy caliente” Sabía que eso le excitaba a la muy puta y efectivamente cuando llegue, me abrió la puerta y estaba completamente desnuda, con su coño depilado que parecía al de una colegiala, se había puesto crema hidratante por lo que su aroma era exquisito. Inmediatamente me lancé hacia ella, besándola apasionadamente, metiendo mi lengua hasta el fondo de la garganta, cerramos la puerta con llave y agarrándola del culo la lleve a la sala.

Me senté en unos de los sillones que había en la sala y Jessy como una puta me cogía de mi polla, me la tocaba por encima del pantalón y sentía como iba creciendo. Sin más demora se puso de rodilla, bajó el cierre del pantalón y saco mi polla (soy un chico dotado, 21 cm de carne en barra, la misma que ha dado placer a muchas zorritas como mi novia) que inmediatamente comenzó a pasar su lengua a lo largo de mi falo el cual se ponía cada vez más duro. Me quité completamente mi pantalón y mi bóxer para que Jessy pueda mamar mi polla con toda tranquilidad. Se lo metía a fondo, con algo de dificultad, mientras con su mano estrujaba mis pelotas, dándome placer infinito. Yo tratando de llevar el ritmo, tomé de su cabeza y literalmente follé su boca. Hilos de saliva al sacar mi polla de su boca quedaban colgando de sus labios y con unos ojos llenos de lujuria volvía a meterse mi falo a tal punto que su nariz tocaba mi pubis. El sonido de “glof glof glof” por parte de ella se escuchaba en toda la casa, era lo más excitante del mundo, parecía que Jessy trataba de hacerme acabar pero tengo aguante y ahora me la iba a follar.

- Levántate putita que vas a recibir tu ración de polla

- Sí papi, quiero sentirla dentro

Se levantó y caminó hacia uno de los sillones que quedaba al frente de donde estaba, se había puesto unos tacones súper altos, que hacía que su culo pareciese más parado y moviéndolo de una manera sexy me invitaba a ser cogida. A cada paso que daba sus nalgas se movía de derecha a izquierda hasta que puso sus manos en el sillón y agachándose a tal punto que su culo quedó a la altura de mi vista con su agujero de su coño a mi merced, a ser penetrada salvajemente por mi polla. De una sola estocada se la metí hasta el fondo, sintiendo su culo y el calor de su piel chocar con mi pelvis. No fue difícil meterla ni tampoco lubricarla previa, porque su coño ya estaba emanando grandes cantidades de jugos vaginales. Ella sólo dio un fuerte “aaaaaaah” y después de unos segundos hasta que su coño se adapte a mi trozo de polla empecé con mi movimiento de cadera; primero lo sacaba hasta la mitad y lo volvía a meter, luego lo sacaba casi todo y de un solo golpe de nuevo se lo metía, logrando sacar un nuevo “Aaaaaah” que retumbó la casa.

- Es un coño delicioso y glotón amor, se traga toda mi polla, solo mis bolas me faltan metértelas

- Me gusta cómo me follas, dame más!!!

Estuvimos así algún tiempo, luego follamos en las dos recámaras de los hermanos y en la de ella. Jessy había tenido 3 orgasmos hasta el momento, era una puta, una puta que le gustaba ser follada, ser partida a pollazos. Ella solo gritaba de placer “Destrózame mi coño, déjamelo abierto, párteme en dos, soy tu puta” eran las cosas que decía mientras la follaba. Al fin de tanto tiempo llegó el momento de follarla en la cama de mi suegra, en la cama que cuando mi suegra estaba casada de seguro follaban con su exmarido, pero ahora iba a ser yo quien folle en esa cama y a la hija que estaba hecha una gata en celo. Al entrar en la habitación un aroma exquisito se sintió, mi suegra tenía todo ordenado en su recámara, todo limpio, su cama bien tendida pero que duró un rato porque apenas entramos tiramos las cobijas al piso y solo quedó las sábanas. Mi novia sabía lo que me gustaba y se puso en cuatro, ayudándose con las manos se abría el culo para que tenga mayor visibilidad de sus agujeros. Hasta ese entonces su coño estaba bien dilatado, se podía notar un gran hueco desde lejos, su panocha estaba roja e hinchada de tanto golpe y fricción con mi polla.

- Métemela rápido que mi coño necesita que tu polla esté adentro, me siento vacía y tú eres el único que me llena

- Eres mi perra, me gusta ensartarte con mi polla

- Aaaah! Papi que rico coges, me enloqueces cada vez que siento entrar tu polla, me vas a partir la matriz, pero no me importa

- Eso es putita goza con mi polla, siente como te destroza por dentro, apriéta tus músculos para que la sientas más.

- Aaaaaaah ¡! Aaaahh ¡!! Más más!!!! Nooo me la saques cabrón ¡! ¿Por qué me la sacas? Métemela de nuevo, la necesito dentro

- Vas a cabalgar, quiero verte la cara de zorra que pones cuando mi polla llega a lo más dentro de ti

Se situó encima de mí y con su mano llevó mi polla a su coño, de un solo se metió toda mi polla dentro de ella y empezó a subir y bajar. Yo por mi parte apretaba su culo, redondo y duro, le daba palmadas para que cabalgue más rápido. La muy desgraciada se movía en círculos para poder sentir mejor mi polla, la cara que ponía era de película porno, los ojos en blanco, la boca abierta gritando de placer, su cuerpo sudoroso y sus tetitas paradas, era una imagen muy excitante. Cuando follábamos en esa posición me gustaba meterle un dedito por el agujero de su culo, ella es virgen de culo (si el coñito de ella era apretado, su culo debe serlo aún más por lo que ella tiene miedo que le duela) pero a la muy puta le gusta que haga eso, la excita más. Estuvimos así por mucho tiempo, ella tuvo dos orgasmos más, yo sentía que ya me iba a correr cuando le dije “Quiero venirme en tu cara, en tu boca y que te tragues mi leche” ella comprendió lo que debía hacer, así que se bajó de mí y llevó su boca a mi polla que estaba cubierta de sus jugos vaginales producto de sus orgasmos que me la tenía empapada. En ese instante observo a la puerta de la habitación cuando identifico una silueta femenina, no sé desde qué horas estaba ahí, que tanto nos había observado, ¿por qué no dijo nada? A pesar de que las luces del pasillo estaban apagadas la silueta que había visto no podría ser de otra más que la de la madre de Jessica.

Jessy seguía en lo suyo, yo que era el único que me había dado cuenta de aquella presencia, no dije nada ni mucho menos deje que Jessy dejara de mamar, al contrario y a propósito para que la madre de mi novia sepa quién es el macho que se estaba follando a su bella hija, tomé a Jessy y la acosté, a tal punto que mientras mi novia se masturbaba su coño yo le follaba la boca.

- ¿Quién es tu macho putita?

- Tú eres mi macho amor

- ¿Quién te dio permiso de sacarte mi polla para hablar, perra?

- Lofg zieggto aggmogr tuggg egedzh mi magghoo

- Eso es perra, chupa fuerte que me voy a correr en tu boca, aaaaah ¡ me vengoooo! Tomaaaaaa perraaaa!

Dos chorros de mi leche quedaron en su boca mientras otros dos fueron a su cara.

- Muéstrame perra como te tragas mi leche

Hacía gárgaras y jugaba con el semen en su boca antes de tragarlo, Jessy ya era experta en tragar mi semen, no le hacía asco, más bien decía que tenía un sabor especial que le gustaba hacer eso luego de follar.

Cuando todo terminó, observé que la figura de quien creí era mi suegra se acomodaba su vestido y salió de allí, estaba exhausto, no quise seguirla, no sentí la puerta por lo que me hizo sospechar si fue realidad lo que vi o fue producto de mi imaginación. Jessica puso alarma para dar tiempo a ducharnos de la tremenda follada, acomodar la casa, ventilar las habitaciones (porque en toda la casa olía a sexo) antes de que su familia llegara, poder salir a dar una vuelta y llegar como si nada, como si recién yo le fuera a dejar a casa con pretexto de que Jessy se había quedado a dormir en mi casa. Habíamos estado pendientes de la llegada de la familia de Jessy, eran las 9 de la mañana cuando lo hicieron, al cabo de algunos minutos tocamos el timbre y la señora fue quien nos abrió con la mayor naturalidad del mundo, como si no hubiera pasado nada por lo que aún más me hizo sospechar si fue ella quien llegó ayer a la casa y observó todo lo acontecido. La señora nos invitó a desayunar, obviamente me moría de hambre, como siempre me ofrecí ayudarle en la cocina, ella como acababa de llegar estaba vestida con la ropa de ayer y dijo que subiría a la recámara para ponerse algo más cómodo. Al bajar ella usaba un short y una blusa holgada, con zapatillas; no me había incomodado la situación, en otras ocasiones cuando me quedaba a dormir en casa de Jessy, mi suegra usaba ropa similar, pero en esa ocasión me llamó la atención porque tenía desabotonado la parte superior de su blusa y dejaba ver su busto. Al poner mayor atención me di cuenta que ¡no estaba utilizando brassiere! La intimidad que nos brindaba la concina (puesto que es pequeña y estrecha a la movilización) hacía que nuestros cuerpos eventualmente chocaran pero yo nunca con un pensamiento morboso, hasta que en ese momento cuando pasaba por atrás de mi suegra y ella por delante, mi suegra llevó su culo hacia atrás, pegándose a mi paquete y sentía que lo movió ligeramente restregando sus nalgas conmigo. Fue muy rápido pero excitante, estaba algo confundido, no había pasado eso antes con mi suegra; pero esa insinuación hizo que la viera ya no como la madre de mi novia, sino como a una mujer más, a la cual podía llevármela a la cama.

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