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Le conseguí una mujer a mi hermana

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Los sucesos entre Isis, su tío y yo le dejaron una enorme confusión a la chica, yo como que ya me iba acostumbrando a que el sexo podía darse y se daba entre parientes y también entre desconocidos sin importar a veces el sexo, la edad u otra circunstancia condenada por la moral social. Pero para Isis que era solo una joven mujer fue un colapso en su vida.

El tío me mandó hablar con ella para que no le dijera a su familia de lo sucedido. Así que me fui con ella al parque a hablar de lo que nos pasó. Ella me dijo que no podía creer que su propio tío se la hubiera cogido, le dije que a veces sucede que entre familiares se dan casos de relaciones sexuales precisamente porque al pasar tanto tiempo juntos y cercanos se apetece al familiar. Luego de una larga charla logré convencerla que al estar conmigo ella también se pervertía por deseos que difícilmente podría explicarle a sus padres y hermanos, que la condenarían por el resto de su vida y más con la cogida que le dio su propio tío. Ya más calmada comenzó a entender que debíamos aprender a disfrutar del sexo sin tantos tabúes y tapujos de la gente, solo debíamos tener más cuidado y disfrutar lo que se presentase, además le conté cómo yo conseguía dinero acostándome con algunos sujetos, ella se sorprendió de esto pero le dije que con ese cuerpazo tan atractivo y deseada por lo machos no tardaría en sacar una buena cantidad de dinero.

Los días pasaron, el viejo se volvió al DF y yo me aburría sin ver a Isis que por pena no me buscaba, cada vez que le preguntaba a su familia por ella me decían que no quería verme. Así que con todo el dolor de mi corazón intenté olvidarme de ella y seguir mi vida. Mamá me consiguió una entrevista para presentar el último examen de preparatoria que me faltaba, yo me resistía, me enojé con ella pero al final tuve que aceptar presentarme cierto día del mismo mes a la escuela a registrarme para dicho odioso examen. Un lunes me bañé, me vestí de hombre (algo ya horrible para mí) me recogí el largo cabello y me fui a la escuela. Aun así vestido de “macho” causé cierto alboroto entre los alumnos de la escuela, docentes y personal de apoyo porque me veía realmente ya muy “femenina” las tetas se me notaban a través de la camisa y el pantalón de mezclilla no lograba disimular el culo de mujer que ya iba teniendo. Algunos me dirigían miraditas burlonas pero otros me saludaban como si nada, un profe con el que siempre me lleve bien me saludó dándome la mano ¿Qué onda ese? ¿Cómo estás? ¿Ya vas a hacer el examen? Sí profe, vine a solicitarlo.

Mientras platicaba con el profe unas chicas del último grado de la prepa nos miraban asombradas y cotilleaban entre ellas supongo de nosotros. Después me senté en una banca y me puse a llenar la solicitud para el examen, ahí estaba y entonces una de las chicas mencionadas se me acercó y se sentó en la banca, me extendió su mano diciendo ¡Hola soy Carolina! ¿Y tú eres…? ¡Mara! ¿Mara? Sí ¿No te gusta? Pues es bonito ¿Qué eres un niño o una niña vestida de niño? Lo que tú quieras ¿Estudiaste aquí, verdad? Sí, pero salí hace varios años, vengo a pagar mi última materia. Oye, me gustaría platicar contigo ¿De qué? Pues, es que me llamaste mucho la atención, me imagino que si así vestida de hombre te ves muy linda ya me imagino cómo te verás de mujer. Pues cuando quieras ¿En la tarde, se podrá? ¿Dónde? En el parque Hidalgo como a las 5 ¿Te parece? Sí. Bueno me voy. Me dio un beso en las mejillas y se fue.

Carolina era una chica bonita, hermosa, de tez blanca, ojos grises y cabello lacio, largo y castaño claro, el uniforme con su falda y blusa bajo el suéter cerrado azul donde resaltaban unos lindos senos, de piernas delgadas pero estéticas me llamó en su conjunto la atención ¡Qué suerte ser una mujer y ser tan linda! Ya por la tarde me puse un vestido de mi hermana Lora y me maquillé peinándome hacia atrás, me puse una dona con cola de caballo, unos aretes pequeños de zirconia y una cadenita de Lora con un dije también del material de los aretes, unas zapatillas negras y unas mallas grises. Me veía bonita y femenina ¡Adiós Lorita! ¿Dónde vas puta? Voy a ver a una chica que conocí ¿Neta? Sí ¿Por qué te extraña? Es que últimamente como que te van las panochas más que los penes. Nena, no sé que me pasa pero estoy descubriendo mi poder sobre ciertas mujeres, les excita otra mujer pero con pito ¿Cómo ves? Pues si te gusta. Bueno Lora vengo al rato ¿Tú no vas a salir? No, viene mi machín a la casa, vamos a ver la tele y él va a cenar aquí, queremos hacer espagueti, dice que le sale rico. Bueno, a ver si me convidan. En el parque bajo un frondoso árbol estaba sentada Carolina, se veía muy bonita, tierna con su faldita amplia verde pálida y una blusa blanca de tirantitos, solo se retocó los labios con carmín y se ató el cabello con un lazo arriba de la frente ¡Que hermosa criatura! Saludé con un beso en la mejilla ¡Wow que bonita eres de niña! ¿Te parece? Sí, te ves muy bien... Y tú eres hermosa ¿Cuántos años tienes? Cumplí 18 hace una semana. Bueno ¿De qué quieres platicar? Bueno es que es un tema un poco raro, verás… me gustan las mujeres, nunca se lo he dicho a nadie pero al verte en la escuela comprendí que podía hablar contigo de lo que me pasa, a nadie le puedo contar mi secreto, en la escuela varios chicos quieren que sea su novia pero a mi me gustaría mejor tener una novia para mí ¿Tus padres son…? Son muy conservadores, no creo ni tantito que les haga gracia que su única hija prefiera a las mujeres ¡Vaya… entiendo! ¿Tus padres que te dijeron cuando empezaste a verte como niña? Poca cosa, papá se separó de mamá y ella es enfermera, casi no se meten conmigo. Tengo una hermana Lora, ella me comprendió desde niñas, es menor que yo dos años y somos hermanas que se quieren mucho ¿Lora es tu sister? Sí ¿La conoces? Sí iba conmigo en la secundaria, ahora veo porque me pareciste ayer conocida. Te le pareces mucho solo que como… más rara. Sí ya me acostumbre a eso ¿Por qué te gustan las mujeres Caro? Porque somos suaves, bonitas, más limpias y no sé, me gustan. Tú de verdad pareces una mujer ¿Cómo le haces? Tomo hormonas femeninas y bloqueo las masculinas ¿Cómo aprendiste? Con libros de mamá, ahí aprendí, sé que me puedo dañar pero la verdad es que no me importa, prefiero morirme ahorita como mujer a vivir 100 años como hombre ¿Caro… has estado con una mujer? No, aun no pero quisiera estar con una.

Así seguimos platicando por dos horas Carolina me pareció una chica inteligente y sensible, que difícilmente sus padres la iban a poder comprender, qué pena por ella, porque ella tenía muy claro lo que quería, su orientación sexual y todo. Nos despedimos abrazándonos y quedamos de vernos pronto. A los pocos días le platiqué a Lora acerca de esta chica y Lora me sorprendió con su consejo: Tráela a casa y me acuesto con ella ¿Segura? ¡Sí, quiero probar un bizcochito y qué mejor que el de Caro! la conocí en la escuela, es muy mona y me atrae la idea de pasar un rato con ella ¿Te apuntas pinche Mara? Pues solo si ella quiere. Así al otro día busqué a mi nueva amiguita en la escuela y le expliqué que Lora quería estar con ella. Se ruborizó pero aceptó. Lo haríamos en la tarde. Caro llegó a las 3 de la tarde a casa, nos saludamos y entró, la dejé a solas con Lora en el cuarto de las dos y me fui a darle de comer al BB de Lora.

Mi sobrinito se durmió y no resistí la tentación de mirar por la ventana lo que estaban haciendo, me asomé, Lora estaba con las piernotas bien abiertas y Carolina atascada en la vagina de mi hermana, la chupaba a conciencia. Me calenté de ver a esas dos mujeres hermosas disfrutarse la almeja con tanto placer ¡Qué envidia! ¡Pinche pene cómo quisiera que te volvieras una almeja como la de ellas para gozar como mujer! Lora se percató de que las estaba espiando y me hizo una seña con la mano para que entrara, le dijo algo al oído a Carolina y ella aceptó meneando la cabeza. Entré al cuarto, Lora me haló hacia su cabeza, puso la misma encima de mis rodillas y se dedicó a gozar la muy puta, luego de un rato, la que se acostó en mis piernas fue Caro… mientras Lora le mamaba la virginal papaya, los jugos eran evidentes, salían líquidos lubricantes de esa papaya al por mayor. Yo me extasié mirando la hermosa carita de Caro mientras le acariciaba el pelo u las mejillas, me agaché a besarla en la boca y ella me correspondió. Se vino con suaves gemidos de mujer… fue algo muy hermoso, Lora aprovechó para meterle dos dedos hasta el fondo, el cuerpo de Caro se arqueó enterrándome su cabeza en las piernas, giró la cabeza al lado derecho y abrió los ojos muy cerca de los míos ¡Que experiencia lésbica tan hermosa, nunca la olvidaré!

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