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Hazme gritar

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La sensación de la seda contra las muñecas envía una oleada de calor a lo largo de cada centímetro de su piel, la suavidad cremosa y sin peso que le permite saber que nada de lo que sienta después de este momento estará en sus propias manos. El erotismo de tal pensamiento se deriva directamente a la carne suavizante entre sus muslos él tiembla sin parar

Le dice que no hable, le dice que simplemente se pierda en la experiencia.

La venda más allá le encierra dentro de él mismo, manteniéndole fantaseando sobre las sensaciones, amplificando cada toque ligero en su piel

Cada toque ligero a la deriva a través de su división y a través de sus pezones hace que su piel tiemble

Minutos mas tarde

Takeru y sus dedos le perforan implacablemente, alimentándose de sus gemidos retorcidos y suplicantes de agonía extática como una droga. Cuanto más sus caderas y sus fluidos gotean de la mano, más sabe que su cuerpo le pertenece. Desamparadamente. Completamente.

-- !!!!!Ohhhh por favoooooor. Por favooooorrrrrrr porrr favooooooorr!!!!!

-- Los sonidos de nuestros cuerpos al unísono, nuestra carne retorciéndose como uno. Sonidos con los cuales ninguna palabra puede transmitir Trasciendo contigo -. Baña su lengua saboreando todo el sudor cayendole por el pecho, torturando en cada rincon

Su cabeza descansa en el torso desnudo y sudoroso de su victima, todavia ciego por la venda y lleno de temblores, su dominante solo quiere llevarle cada vez mas adentro, mas profundo, ese cuerpo no es de nadie y solo él tiene derecho a hacer todo tipo de cosas con su esclavo, solo sexo, solo porno, sin descanso, sin parar, todo es amor, sádico, pero amor

Hinca sus dientes en su pecho aún presionando sus dedos en el interior, solo hay un descanso para admirar sus propias manos llenas de fluidos compaginado con sangre, ese era su objetivo, ir a lo mas hondo, lo más profundo

-- Siento un cúmulo de emociones, esto me lleva al cielo, la musica que quiero son tus gemidos tu respiración queriendo tener vida, me haces ser demasiado emocional, quiero más.

No pudiendo resistir la marabunta de emociones sádicas al ver la sangre decorando su mano con los fluidos se unió a su amante bañado en lagrimas aún tapado sus ojos por la venda arrodillado, bañando su cuerpo de sangre, era su lienzo.

-- Soy un maldito psicopata enamorado del dolor, de tu dolor, mi dosis diaria son tus gemidos, la sangre resbalando, no es divagar entre la sordidez, mi alma pide que todo tenga esa calidez mezclada de rojo infinito, mundo turbio. Que lo oscuro se coma la luz.

Otra vez taladró muy adentro, dedos dentro, manos dentro, puño dentro y otra vez desde el principio

Chillidos igual a cresdendo desmesurado, la enajenación roja, el chapoteo sanguíneo que roza el delirio.

Teñir el momento de rojo, amar hasta el exceso, buscar el paraíso, adentrarse en el llanto desconsolado de la sumisión.

--Oir tu alma, no necesito el cuerpo, solo quiero tu alma que siempre es llamada por la mia.

Momento de trascendencia.

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