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Me folló mi vecino y su amigo al mismo tiempo

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Estaba muy quitada de la pena en mi casita estudiando para mi examen de matemáticas, habían transcurrido varios días de mi último encuentro sexual, por la presencia de mi mamá por encontrarse de vacaciones en casa y de mis sobrinos me faltaba intimidad y ni una paja me había podido hacer, lo que acrecentaba mi necesidad de sexo, así y todo intentaba concentrarme en la geometría analítica consultando el viejo texto de matemáticas, sin tutoría me costaba trabajo entender claramente los conceptos y los ejercicios. A veces mi mente divagaba y la forzaba a regresar al estudio. Después de la comida mamá me mando al centro a hacer un pago, me suplicó que no saliera de "puta" de la casa, es decir que me vistiera recatadamente, me puse enojada un pants entallado de Lora de color rojo, solo me até el cabello en una cola de caballo y sin maquillaje ni aretes salí a la calle, serían las 4 de la tarde, en la entrada de los vecinos se hallaba el viejo Pepe con un amigote echándose una cerveza ¡Para dónde va la princesa! Dijo burlón el viejo mientras su amigón sonrió burlonamente. A pagar una cosa de mamá ¿Qué cuando se me va a hacer? Un día de estos. El amigo del viejo se rio aún más burlón, a lo cual el viejo le preguntó ¿A poco no te gusta la niña? ¡No le hago, soy machín! Pues tú te lo pierdes dijo el viejo.

Contoneándome me fui por la calle. Una hora y media después ya iba de regreso a la casa cuando vi a los dos tipos, el viejo y su amigote que habían salido por más cerveza a dos cuadras de la casa. De nuevo se me acercaron. ¡Oye Marita, vamos a un lugarcito! ¿Qué dices? No. Mamá me espera en casa. Pues dile que vas a dar la vuelta ¿No puedes? Bueno déjeme ver, ahorita salgo y le digo. Mamá estaba durmiendo por lo que puse el recibo de lo pagado sobre su mesita de noche y salí sin hacer ruido, entré al cuarto y le dije a Lora que estaba jugando con su BB y viendo la televisión. Ahorita vengo, si mamá pregunta le dices que fui con un compañero a que me explique unas cosas de matemáticas para mi examen ¿A dónde puta? Voy con Pepe. Nomás no te tardes mucho ¿Sale? Me fui, solo me llevé mi bolsita con maquillaje, vaselina, crema, algo de papel higiénico y mi cuaderno para disimular.

El viejo y su amigo ya me estaban esperando en la esquina. Nos fuimos en un camión urbano a la casa que cuidaba el ruco. Yo me senté aparte y nos bajamos a media cuadra de la casa. Había poca gente en la calle y nadie nos tomó en cuenta. Ya adentro comenzaron a beber cerveza que llevaron en una mochila del amigón, este se llamaba Carlos, de unos 38 años, fuerte, moreno, velludo y varonil, de cabello corto y chino, con un bigotito medio ridículo ¿A qué te dedicas chino? Pregunté. Soy chofer de un autobús de la sierra. Oye, vamos a platicar o te vas a tirar al viejo. No, no sé qué decir. ¿Quieres coger tú? No, yo quiero ver como un puto marica le caga el palo al Pepe ¡Oye no seas pelado! Pepe me pasó la botella y bebí un poco, me quité los pantalones y quedé solo en una blusita blanca con un muñequito estampado al frente. El amigón y Pepe abrieron sendos ojotes dado que el primero no se imaginaba el lindo cuerpo de mujer que estaba viendo ¡De veras que pareces una nena pinche puto! Si no fuera por lo que te cuelga juraría que estas mejor que mi mujer. El viejo se sacó la verga y yo me senté en la cama a mamar rico. El tipo que nos miraba con ojos libidinosos no pudo contenerse más y también se acercó con la verga saliéndole de la bragueta y bien parada ¡No que no! Dijo Pepe. A ver qué se siente dijo el Carlos asquerosamente.

Le tomé el pito, era un buen pene, grueso y grande, parecía estar a punto de estallar, lo tomé con mi mano izquierda y lo acaricié, el tipo gimió cerrando los ojos. Pepe solo veía divertido. Luego me lo llevé a la boca, le besé los huevos y el tipo impulsado como por un resorte se bajó de un chingadazo los pantalones y los calzones. Me volteé para jugar con su verga entre mis nalgas y se excitó aún más, me pusieron entre los dos en cuatro patas, me unté generosamente vaselina en el culo y Pepe comenzó a meterme sus dedos en él mientas Carlos dijo quiero metérselo a este puto ¡Puta por favor! dije, Carlos torpemente y con firmeza lo colocó y me lo metió casi de un jalón todo, casi hasta los huevos ¡Ayyyy! Así mijita siente mi verga ¡Que si la sentía, me estaba matando! Poco a poco mi culo se acostumbró y el dolor dio paso al placer, una y otra vez me lo metía y lo sacaba ¿Qué te parece? le preguntó Pepe ¡Parece de mujer, creo que está más apretadito que el de muchas putas que me he cogido Pepe le preguntó ¿A poco no este culito vale la pena? Es una mujer, además muy femenina, la vieras arregladita a la cabroona, te enculas de ella ¡Cállate pinche viejo déjame gozar a esta perra! Pepe se arrodillo en la cama y me puso su verga en mi boca mientras simultáneamente el Carlos me cogía duro y me apretaba de las caderas hacia él.

Se vino unos instantes después y Pepe casi unos segundos después. Eres mi primer puto pinche Mara. Ya no voy a llevar nada al infierno, ora si ya me salé. Bien que te gusta puto Carlos Dijo Pepe. Me quedé en cuatro mientras los dos cabrones veían cómo me salía el semen de mi culo. ¡Ahí van tus hijos! Le dijo Pepe a Carlos. No mames, eres una mujer, tu piel es suavecita y blanca, no tienes vello y tienes tetas ¿Qué diablos eres? Soy una niña guey que no lo ves, solo que diosito no me quiso poner mi vaginita. De veras que eres bonita Mara. Me limpié y me vestí satisfecha de que un macho vulgar y bastante corriente haya reconocido que era una mujer. Que me lo cogí como tantos otros me cogería más adelante, siempre tipos que se sentían muy hombres y algunos hasta me pidieron que les metiera mi verga, cosa a la que siempre me he negado, yo soy mujer, me gusta que me lo metan y solo se lo meto a mujeres. Esa soy yo, esa era yo, esa seré yo Mara la puta.

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