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Con la gordita del trabajo

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Empecé vendiendo autos en uno de los primeros trabajos que tuve cuando era joven, en las capacitaciones había una gordita muy risueña que siempre me miraba. Tenía ojos verdes de gatita muy intenso y a pesar de ser gordita su rostro era muy agradable, con labios carnosos, nariz pequeña al igual que sus pechos y piernas. Ella era mayor que yo por 10 años. Ella tendría 32 y yo estaba en 22.

En la capacitación de ventas, tocó hacer dinámica de parejas, así que uno tenía que "vender el auto" al compañero para luego calificarnos. Cuando empecé a mostrarle mis habilidades de vendedor ella me comenzó a preguntar de manera muy insinuante las cosas que le interesaba, todo eso sin sacarme la mirada de los ojos y de mis pantalones. Yo no podía concentrarme con esa sonrisita pícara y esa mirada que me jalaba a la lujuria. Yo con mi palabrerío de ventas, notaba que a ella no le interesaba en nada calificarme, pero sí le interesaban mis ojos, mis labios y mi verga que se notaba por mi pantalón de vestir, el speach por lo que recuerdo fue así:

Yo: El espacio del auto es muy espacioso señora

Ella: Ah y Ud. cree que yo me pueda sentar COMODA en el asiento delantero? (lo decía mirándome fijamente la verga mientras se mordía los labios)

Yo (entendiendo sus intenciones): Claro señora, Ud. puede ponerse muy CÓMODA sentada aquí (y con ambas manos le enseñaba la parte delantera de mis muslos)

Ella: Oh wow, ya veo que me voy a poner súper cómoda sentada ahí (una sonrisa pícara me soltó)

Yo: Que bueno, además es un auto japonés así que tiene mucha garantía

Ella: "Y joven que tan POTENTE es el auto??"

Yo: La POTENCIA del motor es lo que más se destaca. Si quiere Ud. misma lo podría probar

Ella: Ah que interesante porque si me gustaría probar ese motor potenteeee que lleva dentro (una risa cómplice soltamos en ese momento)

Yo: Por supuesto, Ud. dígame que día puedo mostrarle el auto para que Ud. misma lo pueda PROBARLO en persona (en este punto mi pene estaba a tope)

Ella: Muy bien, también me gustaría probar la PALANCA de cambios si no le molesta, QUIERO saber cómo se siente esa potencia.

Yo: No me molesta, al contrario es una muy buena palanca la que Ud. puede probar las veces que quiera

Ella; Ufffff que calor hace aquí (soltamos una risa ambos)...

El speach fue intenso, incluso como estábamos sentados frente a frente, ella puso su pie en mi silla, casi tocando mi abultado pene, jaja ella no le tenía miedo al que dirán y bueno tampoco había porqué, todos estaban distraídos haciendo técnicas de ventas y yo ahí apunto de ligarme a ese bomboncito.

Saliendo ya de la capacitación, ella se me acercó corriendo antes de que saliera por la puerta y muy nerviosa me dijo entre palabras cruzadas algo que le pude entender de inmediato: joven se acuerda que adentro estábamos hablando de la potencia del auto?

Yo: Sí claro,

Ella: Ya bueno, la cosa es que... mmm tal vez debería... mmm no sé si se podría...

No la dejé terminar, entendía lo que en sus palabras nerviosas ansiosas, así que le dije; "no digas nada más" hay mucha gente aquí, que te parece si vamos a la esquina y lo conversamos mejor, a ella le quité un peso de encima y me sacó una sonrisa algo nerviosa aún.

Nos fuimos a un parque a conversar y ahí me robó un beso, sus labios eran tan ricos que terminamos en un hotel de inmediato.

Empezó quitándome los pantalones (algo torpe para sacar la correa a decir verdad), pero cuando sacó mi verga, me dijo "oh my god, Ud. tenía razón, tiene una buena palanca" jajaja risas, me dio una buena mamada, la mejor que hasta ese entonces me habían dado, le encantaba mi verga gorda y grande, lo pasaba y repasaba con la lengua, sus labios carnosos hacían que mi pene se hinchara mucho más, sentía mucho placer.

Luego le correspondí dándole un sexo oral, pero noté que su panocha ya estaba bien mojada, así que no me quedé ahí mucho tiempo

Era la hora de mostrarle la potencia de mi motor...

Así que empecé a montarla de misionero. Que suave y jugosa panocha tenía les juro, estaba muy mojada. Empecé a darle duro, mi pene estaba a tope y su vagina estaba tan mojada y por ratos pensé que se había echado lubricante o algo parecido.

Ella gritaba, harto, como si la estuviera matando, eso me excitaba más y seguía empujándoselo fuerte, ella cogía las sábanas, apretaba los ojos y gritaba como una loca.

Le cambié a perrito y le zampaba toda mi potencia mientras le jalaba de las caderas para más potencia. Ella deliraba y movía su cola. Yo encantado de darle placer a esa mujer

Patitas al hombro siguió, que rica sensación tenía mi pene todo húmedo y cálido en esa cuevita.

Luego seguimos con la pose de la ballesta, una adaptación que he hecho de una pose y ella mordía las sábanas.

Fue muy brutal toodo, terminé sudado y ella recostada en mí.

Luego me confesó que hace tiempo se había divorciado de su marido y no tocaba hombre hasta ese momento. Las gorditas de labios carnosos tienen un poder para el felatio créanme, lo he comprobado luego con otra gordita muy agraciada y ya para eso habrá otro relato para comentar. Por lo pronto, prometo relatarle todos mis encuentros sexuales. Espero sus comentarios. Bye.

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