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Tu brasier a cambio de que te la comas

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Siempre lo he pensado y muchas veces lo he comprobado, las cosas que de pronto ocurren sin hacer plan alguno, son las que más satisfacción nos van dejando y esa satisfacción pude ser demasiado intensa.

Más vale que escriba este relato antes de que transcurra más tiempo y se vayan de mi memoria algunos detalles que podrían ser importantes.

Apenas hace dos meses que la conocí, Sonia su nombre, colegiala, morena preciosa, delgada de cabello negro y largo, eso podía apreciar en las fotos que había compartido conmigo mientras conversamos en las redes sociales.

La conversación del día previo era solo para ponernos de acuerdo, externar el deseo de que llegara la hora de estar por fin frente a frente, ver y comprobar lo que las fotos habían creado en nuestras mentes.

Era siempre, sales de la escuela, caminas unas cuadras te sientas y yo llego y te busco. Si algo sale mal nos mandamos mensaje a través del celular

Te encontré sentada, llegué por detrás, te salude, te pusiste de pie y ahi descubro que las fotos no habían sido suficiente para dibujar la perfección de tu trasero, tus piernas largas tu cintura pronunciada… todo se veía ideal.

Sin darle oportunidad de pensarlo mucho la lleve al coche para que subieras el destino era desconocido, lo importante era estar tranquilos para conversar. Ella nerviosa, al final yo no dejaba de ser un desconocido que le dobla la edad.

Lo que se me ocurrió fue manejar con rumbo a tu casa, ya que el tiempo disponible o era mucho. Ya un poco cerca de tus territorios estaba el cine, le pregunte a Sonia si quería ir y le resultó buena la idea. Sin saber cual película ver nos metimos, compramos el boleto para la película más próxima, los asientos, por supuesto los de la última fila elegidos por mi

No era muy importante el tema de la película, a pesar de que fue hace unas cuantas semanas no puedo recordar cual era, pero recuerdo muy bien como decidí tomar el riesgo, robarle un beso al cual ella me correspondía, eso me dio pie a explorar un poco más. Buscar su cuello, ver y sentir su reacción, sentirla aunque nerviosa un poco curiosa de seguir experimentado sensaciones provocadas por mis labios y lengua que ya estaba explorando su oído.

Sonia empezaba a excitarse su cuerpo me lo demostraba, su respiración agitada su disposición a seguir siendo tocada y acariciada por mis labios. No podía dejar de buscar con mis manos tocar su piel, entrar por debajo de la blusa, avanzando buscando esas tetas, esas tetas lindas pequeñas tiernas firmes… tan suaves al tacto tan deseosas de unas manos varoniles que las supieran tocar, no solo tocar, agarrar, apretar hacer sentir que un varón las desea y las hace suyas.

De pronto ya Sonia estaba con la blusa debajo de las tetas, el brasier ya no le cubría más nada, literalmente la deje con las tetas al aire, mientras la besaba con más intensidad, siempre cuidado que nadie fuera a vernos o darse cuenta de o que hacíamos dentro del cine, aunque bueno solo había dos parejas mas que quizá estarían haciendo algo similar, poca gente entra al cine a ver una película poco famosa a las 2 de la tarde.

De pronto me detuve me hice hacía atrás, quería observar a Sonia, verla completamente expuesta con sus tetas ricas totalmente descubiertas ante mi, en un lugar público y a punto de comérmelas. Después de un momento de contemplarlas, mi boca sin más preámbulo las chupaba, las mamaba, las succionaba, las mordía, yo sentí como ella gozaba y si más fuerte lo hacía más excitada se ponía la colegiala cachonda que tenía a mi lado.

Era claro el lenguaje de su cuerpo, le gustaba lo gozaba y mientras mas fuerte se las mareaba y mordía más se excitaba Sonia. Necesitaba y quería más libertad, le pedí quitarse el brasier, estaba tan cachonda que no cuestionó mi orden, como pudo rápido sin quitarse la blusa del uniforme escolar se sacó el brasier, lo agarré y me lo guardé debajo del pantalón. Perfecto ahi estaban esas juveniles tetas para mi, libres sin nada más que una bolsita de colegiala fácil de mover para poder chupar morder y saborear sus deliciosos pezones… los gocé tanto, y mientras más agitada su respiración y más cachonda se ponía Sonia, más mi verga se llenaba de ganas de estallar de placer

Así la tocaba, ella me empezaba a tocar tímidamente, su primera comida de tatas estaba siendo llevada a cabo en un lugar público. Pero ya mi nivel de excitación era demasiado, tenía que sentir más.

Te propongo un trago Sonia - le dije.

Si quieres salir del cine con tu brasier puesto tendrás que chuparme la Vargas, de lo contrario vas a salir de aquí con las tetas solo cubiertas de tu blusa de la escuela con esos pezones parados y endurecidos por mis mordidas. Qué decides?

La decisión fue fácil, estabas dispuesta a chupármela, pero antes me advertiste que no sabías como hacerlo, era la primera vez que un pene entraría en tu boca. Sin embargo con la cara de excitada que tenía Sonia, lo que estaba por venir ya prometía un placer intenso.

No necesitas saber, solo disfrutado y yo gozaré contigo mi colegiala rica - dije.

Me desabroché el pantalón, expuse mi pene total y completamente erecto y lo dispuse para que tu boca lo alcanzara. Lo tomó con una mano lo acarició levemente y de pronto ya su boca estaba llena de con mi verga. Succionaba chupaba y yo disfruté de una manera impresionante.

Aunque no fue mucho tiempo, para mi resultó el momento mas placentero y delicioso.

Era case hora de irnos, la película ni siquiera había terminado, tal vez pasaba apenas de la mitad. Pero nos levantamos aún sin darle su brasier y nos dirigimos a la salida de la sala.

Ahí fue cuando me di cuenta de lo afortunado que yo era en ese momento, estaba con una impresionante mujer, tan tierna descubriendo apenas el mundo de los placeres carnales y mis manos eran su guía mi boca su tentación y mi verga sería su instrumento y fuente de placer.

No pude contener ese deseo, la detuve antes de que abriera la puerta para salir de la oscuridad de la sala de proyección, la abrace fuerte por atrás mi verga quería traspasar mi ropa, traspasar la ropa de Sonia y llegar a su culo virgen cerrado apretadito… le bese el cuello... la agarré de la cintura, prácticamente me lo cogí con ropa puesta, salvaje, apasionado…

De pronto quería morder sus labios la giré, la tuve frente a mi la bese, de nuevo sus tetas eran prisioneras de mi boca… mi mano buscaba ansioso su sexo húmedo. Y en un movimiento rápido la agarré con fuerza la cargué y mientras lo hacía ya mi pene apuntando al cielo se acomodaba entre sus piernas para así moverla y simular que teníamos la más deliciosa cogida.

Al subir al coche todo era o simulaba ser normal, ya tu brasier en su lugar después de que entraste al baño a ponértelo y ya mi pene aunque erecto bien disimulado debajo de mi pantalón.

Debo admitir que tenía un temor, temía que Sonia se hubiese dejado llevar solo por el momento y que al bajarse de mi coche no volvería a saber más de ella.

Sin embargo… eso fue solo el comienzo…

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