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Otra vez con Alberto y Javier III (final)

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...La verdad no sé cuánto tiempo estuvimos durmiendo, pero apenas recuperamos el aliento y después de beber otra cerveza Alberto pidió me recostara boca abajo colocando mi vientre en la esquina de la cama comenzó a besar mis nalgas y a buscar mi ano con su lengua abrió mis nalgas y siguió besando e intentando meter su lengua en él, en ese momento dudé en seguir pues sabía perfectamente lo que intentaría después, era una sensación que nunca había experimentado, me estaba gustando sentir sus besos su tibia saliva y su lengua intentando entrar en mi colita, comenzó a meter un dedo, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, pensé en detenerlo pero mi cuerpo quería seguir, así me decidí a darles y darme el gusto y experimentar por primera vez del sexo anal

—J. ponle un poco de lubricante para que puedas meter otro dedo y lo dilates un poco más

Así lo hizo y sentí el frío líquido entrar en mi palpitante y caliente trasero, para después sentir como era invadido por dos o quizá tres dedos de Alberto, me dolía un poco

—haaay!! Despacito me duele

Se siente raro, saco sus dedos y me levantó un poco la cadera puso la cabeza de su verga en mi colita y comenzó a metérmela despacito

Ahhhhhh sentí como se abrían mis pliegues a cada centímetro que metía

—Me duele!, me duele! Sácalo por favor

Yo hubiera querido zafarme pero no había a donde huir y como si no escuchara siguió metiéndolo, sentí su cuerpo sobre el mío, se quedó quieto

—A, ya entró todo que rico se siente, aún te duele?

—Ahhhh, un poco pero lo tolero se siente raro pero me gusta

así estuvo unos segundos, comenzó a meter y sacar despacio, el dolor fue cediendo para convertirse en un placer nunca antes experimentado, en una sensación difícil de explicar, en momentos se detenía y besaba mi espalda y cuello

—A, te gusta? quieres que siga?

—Aaaahhhh si sigue no te detengas ahhh

Me tomo de la cadera y sin sacar su verga de mi ano me incorporó, Javier se recostó boca arriba debajo de mí. Nos fuimos acomodando sobre el quien al mismo tiempo fue colocado su verga en mi vulva, me dio gran placer el sentir como entraba poco a poco, Alberto se salió y dejó que Javier metiera su verga en mi vulva para después volver a incrustarla en mi trasero me dolió menos y el placer fue mayor pues los dos se movían despacio a un ritmo alternado aaahhhhh era una sensación nunca experimentada, sentí una excitación al máximo que comencé a gemir quizá hasta gritar de placer que no tarde en tener un orgasmo yo apreté las sábanas con mis manos sentía riquísimo, mis gemidos y gritos se mezclaban con los de ellos y con el sonido peculiar de sus vergas entrando y saliendo de mi vulva y ano al mismo tiempo, sentí como estaba súper empapada de sudor, sentí casi desmayar de la excitación que me deje caer sobre Javier, ellos siguieron bombeando mis dos orificios más rápido y yo gritando de placer. Alberto saco su verga de mi ano se quitó el condón y dejo caer su semen en mis nalgas, acto seguido se desplomo sobre la cama, Javier no tardo en venirse, los dos nos quedamos inmóviles y poco a poco sentí como su gruesa verga fue poniéndose flácida para darle paso a mis fluidos que empaparon mis piernas, me baje de él y recosté en medió de ellos, los tres estábamos bañados en sudor, sentía como escurría mi vulva y así quedamos unos minutos recuperando el aliento

Pasados algunos minutos Javier se acercó a mí, comenzó a besar mis hombros y masajear mis tetas

—J. ahora me toca metértela por detrás

—Crees que entre? me vas a lastimar con ese animal que tienes

—J. te prometo hacerlo despacio y con mucho lubricante para no lastimarte

Comencé a besar su verga la cual poco a poco se fue hinchando y poniendo dura, yo la contemple y no imaginé como entraría semejante pedazo de carne en mi colita

Alberto quien estaba acostado en la cama me pidió me sentara en él, mientras nos besábamos con pasión fue metiendo su verga en mi vulva yo me recosté en él dejando mis nalgas a disposición de Javier quien se subió a la cama y poniendo más lubricante en mi ano colocó su grueso trozo de carne en el, comenzó a empujar, grité cuando sentí que se abría paso, apoye mis brazos en la cama mordiéndome los labios y aguantando el dolor deje que siguiera, nuevamente me perdí en ese placer de excitación y dolor, no se cuánto tiempo pasó yo solo gemía y gritaba de placer, tuve un orgasmo increíble que me tuve que dejar caer en Alberto ellos siguieron perforando mi cuerpo el cual estaba completamente a su disposición, cuando por fin terminaron Javier me la sacó

—J. Woow que delicia de culo tienes, eres maravillosa

—Y ustedes unas máquinas que me dejan sin aliento

—A. de verdad nunca lo habías hecho así?

—Con dos al mismo tiempo nunca

—J. pero si ya lo habíamos hecho hace unas semanas

—Pero fue uno y luego el otro

—A. Yo me refiero si habías tenido sexo anal?

—No

—A. Y que te pareció?

—Pues creó que no voy a poder sentarme toda la semana

—ja ja ja ja ji ji ji

Javier destapó otras cervezas, los tres estábamos exhaustos, yo sentía un poco de dolor en mi ano, al terminar mi cerveza les dije que me iba a bañar entre a la regadera y segundos después entraron diciendo te ayudamos?

Yo sonreí y los tres nos metimos comenzaron a acariciar mi cuerpo y yo el de ellos era delicioso sentir el agua, cuatro manos y dos bocas por todo mi cuerpo

Javier hizo que arqueara mi cuerpo y comenzó a meterme su verga al tiempo que lleve a mi boca la de Alberto, luego me voltearon, así estuvimos un rato ellos alternando mi boca y vulva hasta que Alberto termino dentro de mí se enjuago y se salió yo seguí besando a Javier y masajeándole su gorda verga me pidió recargarme en la pared y así me empezó a coger, también término dentro de mí y le dije ese no fue el trató

—J. Pero si tú también lo querías así, de otra forma hubieras protestado antes

—la verdad si pero no quisiera quedar embarazada

Cuándo por fin la sacó, sentí como escurrió por mis piernas todo su esperma y mis fluidos, se enjuago y salió yo quede a lavarme, salí nos tomamos otra cerveza y después de unos minutos de plática comenzamos a vestirnos, salimos igual que como entramos esperamos a Alberto en la esquina y me llevaron a mi casa

Me despedí con un beso súper cachondo a cada uno de ellos, entre a mi casa y por la hora que era mi esposo ya dormía le di un beso, me acosté junto a el

—Gracias por dejarme salir a divertir con mis "amigas".

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