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Lucía y su estrenada

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Mi amiga Lucia es una chica de ahora 19 años, pero cuando esto ocurrió apenas había cumplido los 18 y yo ya tenía los 20, aunque había una pequeña diferencia de edad nos llevábamos muy bien y siempre nos contábamos todos los problemas e incluso ella me pedía consejo para todas las cosas que le sucedían desde estudios o familia pasando por chicos.

El paso del tiempo con ella y el roce me empezó a afectar y llegué a cogerla demasiado cariño, y empezar a mirarla de otra manera, era una chica muy guapa, no era muy alta, rubia, ojos castaños, un culo muy bonito y unas tetas que aunque no muy grandes sí que apetecibles para cualquier chico.

Raquel era en muchos aspectos tímida con los chicos, no sabía cómo reaccionar con ellos, y las pocas “aventuras” que tuvo no pasaron de un rollo de fin de semana y nunca llegaban más lejos de algunos cuantos de besos; pero conmigo era diferente, parece ser que la confianza que teníamos nos llevaba a “vacilarnos” un poco, y de broma nos metíamos el dedo del otro en la boca y jugábamos con él y la lengua, o nos decíamos cosas del estilo que estábamos calientes etc… Y esto parece que no pero daba un morbo especial.

Yo normalmente pasaba bastante tiempo en su casa cuando salía de trabajar y hablábamos, y los fines de semana salíamos un rato ya que a ella no la dejaban llegar muy tarde a casa y yo luego me iba con mis amigos a seguir la noche.

Cierto día llegue a su casa y me esperaba con ciertos nervios de emoción y me hizo pasar a su habitación, allí me contó que ese mismo sábado podría salir hasta muy tarde, es decir estar toda la noche conmigo, ya que había convencido a sus padres de que la dejaran salir conmigo con la excusa de que yo la cuidaba y que la habían dejado quedarme en mi casa ya que sus “papis” se iban de fin de semana, así que por así decirlo “me la encasquetaron”.

Llegó el sábado y tras recogerla fuimos a mi casa (se me olvidó decir que yo también estaba sólo ya que mis familia los fines de semana se marchaban a una casita que tenemos en un pueblo) allí dejo su maleta y por fin conoció mi casa, ya que nunca había estado. Estuvimos todos el día por ahí, comiendo en un Burger… y así hasta que llegó la noche y ya nos disponíamos a salir.

Ella estaba un poco nerviosa ya que nunca salía tan tarde y no sabía cómo era la noche, así que tenía muchas dudas sobre si se le acercaba un chico y esas cosillas, yo la dije que no se preocupara que ella no se fuera con nadie si no quería, y si tenía problemas que dijera que yo era su novio.

Así transcurrió la noche entre juergas con muchos de mis amigos y amigas, y la trataron bastante bien, como si fuera una más, pero su falta de costumbre de salir de marcha empezó a hacer huella, y estaba muy cansada, así que tras tener que repetírselo unas cuantas veces la lleve a casa y si acaso yo volver a irme y seguir la noche.

Al llegar se fue al servicio a cambiarse cuando salió otra vez vestida diciendo que se la olvidó el pijama… Íbamos a dormir en la misma habitación ya que la daba un poco de miedo dormir sola y como en mi habitación hay dos camas no había ningún problema.

Tras un rato de charla me dijo que no me fuera y que por favor no la dejara sola que la daba miedo así que fui al baño y me cambié, cuando volví me la encontré meciéndose en la cama sólo con las bragas y el sujetador, así que al verme se asustó y se tapó corriendo… No sin antes yo pedirla perdón. Yo también me metí en la cama y apagamos la luz. Al rato dijo:

—Oye…

—Dime… – respondí

—Al venir a la habitación me has visto casi desnuda…

—No te preocupes no he visto nada… – dije:

—No… si no me molesta, hay confianza… – y se calló

Creí que ya se había dormido, cuando volvió a abrir la boca para decirme que si la dejaba meterse en mi cama. Yo me lo tome como un poco de broma, pero al final dije q sí y se levando y aquí estábamos los 2, más juntos que nunca y ella casi desnuda… cosa que empezó a hacer mella en mí. Podía notar su respiración y su olor, de vez en cuando nuestros pies se encontraban, y en un movimiento se dio la vuelta y nuestras caras quedaron juntas. Nos quedamos mirando, y no sé cómo me decidí por besarla, me di cuenta de que era lo que buscaba y me sentí muy afortunado ya que la quería mucho. Nos empezamos a mover y la temperatura subía, así que en un momento estábamos destapados y yo encima de ella besándonos…

Empecé a bajar por su cuello, y agarre sus tetas con las manos apretándolas un poquito, y note que le gustó mucho ya que los pezones se la marcaron en el sujetador… decidí quitárselo, y allí tenía ante mi dos pechos preciosos con unos pezones que muchas chicas de revista envidiarían, de un color rosado, y tan erectos que parecían un chupete, así que empecé a chapárselos, morderlos y ella en silencio…

—Nunca he llegado hasta aquí – me dijo de repente

La respondí que no se preocupara que yo sólo llegaría donde ella me dejara.

Yo ya estaba a mil, y empecé a restregar su mano contra mi polla que estaba pidiendo a gritos salir del pijama. Algo me decía nunca había tenido una polla en sus manos, y seguí llevando su mano al paquete, a veces lo apartaba, pero poco a poco empezó a juguetear, hasta que sus palabras me dejaron helado

—Quieres que te haga una paja? – Me quede alucinado ¡era un sueño!  así que respondí con un por favor que me salió del mismo alma.

Seguí tumbado pero ahora ella sentada en mis piernas, y bajándome los pantalones… Allí salió mi polla que estaba a mil, me la agarro y empezó a menearla, yo sabía que en un par de meneos me iba a correr, y sin darme cuenta la dije que si me hacia una mamada… Paro de menearla y pensé que la había “cagado” pero una vez más me sorprendió, se la metió en la boca y aunque era su primera mamada no estuvo mal, su lengua se volvía loca con mi punta y veía en la oscuridad como subía y bajaba la cabeza, y un poco segundos solté un enorme ¡¡¡me corrooooo!!! Y empecé a soltar grandes cantidades de líquido, parte en su boca y parte fuera mientras ella seguía meneándola ahora con la mano. Al terminar sólo dijo… <está rico>… y se refería a mi leche…

Ahora la tocaba disfrutar a ella, la dije que se tumbara y la empecé a bajar las bragas, me quede alucinado de lo mojada que estaba, estaba seguro que habría tenido algún orgasmo, o eso pensé.

La separe las piernas y empecé a darla pequeños besitos en sus labios del coño, ella se movía pidiendo algo en su interior, pero yo quería que disfrutara. Empecé a introducir su lengua en su agujerito y ella emitía pequeños gemidos que me ponían a mil… Al rato introduce un dedo y mi lengua a la vez y pronto se corrió…

Me puse de rodillas ante ella y mi polla estaba otra vez para jugar, la dije que me la comiera otra vez, pero dijo que ahora se la metiera.

Cogí un condón de mi cartera que estaba al lado… y empecé a mecérsela despacito, ya que era su primera vez. Tenía un coño muy estrecho y parecía que mi polla iba a explotar. Dio un par de gritos de “me duele” me la agarre de una teta y empecé un par de sacudidas flojas, cuando vi que ya la gustaba seguí más deprisa, hasta que se corrió ella primero, yo tuve que seguir un rato más mientras ella disfrutaba como una loca.

Terminamos del polvo y se me quedó abrazada, tocándome la polla.

Ésta enseguida volvió a tener ganas y se decidió por comérmela de nuevo. Esa noche ella y yo gozamos bastante, sin embargo hasta día de hoy solo hemos hecho orales, y ya han pasado 13 meses desde aquella dulce noche.

(8,95)