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Mi hermano me llamo de la cárcel, lo iban a matar -2

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Todo mi cuerpo estaba lleno de electricidad, cada vez que los dedos daban vueltas dentro de mi vagina, nunca mi esposo me había hecho algo así, sentía que flotaba, me mordía los labios para no gemir, sin darme cuenta ya estaba encima de la alfombra, el no perdía el tiempo, y ya me había sacado la falda y mi trusa la estaba bajando.

- no no siga no, no por favor doctor, ah ah ah.

Pero la verdad mi cuerpo no me obedecía y no hacía mucha resistencia para impedir que me desnudara totalmente.

- vamos puta, si a ti también te está gustando, sino no estarías empapadita, ahora si estas lista.

Y sin más se paró y se desvistió, dejándome ver un cuerpo peludo y una verga tan grande como la de mi esposo, pero el doble de gruesa.

- ahora si mi putita ahora te voy hacer lo que no te hace el huevon de tu marido.

Y sin más se tiro encima mío pero puso su cabeza entre mis piernas y en la cara me golpeaba su vergas, me abrazo por la cintura y se dio vuelta, dejándome a mi encima de él, entonces sentí como algo caliente y móvil se metía dentro de mi vagina, era su lengua que se relamía con mi conchita, además frotaba con su cara mal afeitada, toda esa zona, me volvía loca, el placer se expandía de allí a todo mi cuerpo.

- ay ay ay no no no más, no mas déjeme dejemeeeeee...

Entonces me vino una sensación violenta en todo el cuerpo era la primera vez que me ocurría, creo que era lo que mis amigas llamaba orgasmo, era algo como que me explotaba la cabeza, quería más, quería pedirle más, el seguía y seguía.

- puta que rica conchita, ah ah ah, te has venido, perra, me has mojado la cara que rico, ah ah ah ah... ahora si estas lista para lo mejor.

Yo ya no reclamaba, no protestaba, me sentía una perra que quería mas, el me separo las piernas y yo no hice nada por evitarlo, y puso primero una pierna en uno de sus hombros y luego la otra, yo solo lo miraba con una mirada de súplica.

- anda pídeme que te la meta, dime que tu marido es un cachudo, anda dilo puta -mi cuerpo ardía en ganas de que se la metieran, ya no era yo.

- papi mi marido es un cachudo, métemela ya, hazme lo que quieras, pero métemela ya ya.

Al escucharme sonrió, y entonces lo sentí como esa maza de carne entraba en mí, de un solo golpe se deslizo dentro de mi como si yo estuviera aceitada, con mi esposo siempre me había dolido y eso que era mucho más delgada, mi vagina lo recibió con alegría apretándola, y entonces comenzó el mete y saca violento, comenzó a meterla y a sacarla, adentro y afuera una y otra vez yo me volvía loca del placer cada vez que se introducía en mi.

- más mas mas papi, más que rica verga, rómpeme, más mas maaaaa...

Con cada embestida sentía como sus huevos golpeaban mi potito, una y otra vez, por primera vez sentí como mi vagina se contraía cada vez que salía como queriendo impedir que saliera esa carne que tanto placer me daba.

- ah ah ah, que rica concha, que rica concha, que rico me la aprietas, es tan rica como la de tu madre, solo que tú la muerdes mejor ah ah ah, y estas más apretada di di ta ah ah ah ah ah...

No entendía lo que me decía todo me daba vueltas y nuevamente el fuego del orgasmo invadió todo mi cuerpo, cuando regrese el seguía con el mete y saca, que diferencia de mi esposo que no duraba ni un minuto, de repente sin sacarla de mi bajo mis piernas y sentí todo su cuerpo peludo encima mío, tenía su cara frente a la mía, y sus ojos me miraban, sin pensarlo comenzamos a besarnos como locos, nuestras lenguas se cruzaban, y mis piernas sin que me diera cuenta se atenazaron a su espalda como para no dejar que salga esa verga de mí.

- no no no me la saques, más mas, papi, no la saques, más maaaaa...

Me volvía loca todos sus pelos que se frotaban con mi cuerpo, sobre todo sobre mis pezones, me volvía loca el frote de arriba abajo.

- ah ah ah, creo que me vengo, te voy a dejar un recuerdo putita, te voy a preñar, ah ah ah, aaaaaaaaaaa...

Entonces se puso rígido y me abrazo tanto que no podía respirar, entonces sentí como esa maza de carne, vertía un líquido caliente dentro de mí, mis piernas se abrazaron con toda su fuerza para que todo quedara en mí, sentí dos chorros más, paso un minuto y sentí como esa serpiente se reducía y se ponía fláccida saliendo de mí, el rodo y se tiro en la alfombra respirando como un chancho satisfecho, pero yo quería más, y me acerque y viendo la verga flácida y mojada, sentí que debía agradecerle todo el placer que me había dado y sin más agarrándola con las dos manos, la comencé a lamer sintiendo la mezcla de su semen con mis fluidos ,era un sabor entre salado y dulce, siempre que me habían hablado mis amigas había sentido asco, pero ahora era un manjar para mí y comencé a chuparla y tragarme todos esos líquidos, es olor a orines me excitaba mas, después me puse a lamer sus bolas peluda.

- puta que rica lengüita tienes eres golosa como María, eres una buena hija y vas a salvar a tu hermano, ah ah ah chupa chúpatelo todito ah ah... -Yo me sentía como drogada. Entonces él se levantó y me miro -vístete y vete, yo me encargare de todo para que trasladen a tu hermano, no te preocupes, mañana te llamo.

Me cambie rápidamente, no dije una palabra más, salí tome un taxi y me fui a mi casa. La mujer había entrado a esa oficina ya no era la misma que la que ahora salía oliendo a semen de un abogado.

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