Nuevos relatos publicados: 6

La madre de mi alumna necesitaba sexo

  • 8
  • 52.264
  • 9,64 (22 Val.)
  • 1

Hace tiempo, desde que dejé de dar clases como profesor en la Universidad, empecé a ofrecer mis servicios para dar clases de repaso a chicos y chicas de Instituto, Universidad, etc.

Nunca sucedió nada extraño con ninguna alumna, sin tener en cuenta las situaciones de chicas tonteando conmigo, achacable a la edad y no a un interés real de ellas hacia un maduro como yo, cosa normal y evidente.

El pasado mes de abril me sucedió algo que me gustaría contaros…

María, la madre de Laia, una chica que estaba cursando segundo de bachillerato, contactó conmigo por referencias que había recibido y fui a visitarla una tarde para saber que quería.

Me pidió si tenía horas libre ya que quería que Laia se sacara bien ese curso y se preparara mejor aún para la Universidad.

María (la madre) tendría unos 40 años, y unos ojazos verdes preciosos (es en lo que me fijé en esa primera visita). Tenía buen tipo, alta, delgada…sin más y en esa primera visita iba vestida de calle, también sin más.

Empecé esas clases los viernes tarde y tras un par de meses empecé a notar en María algún detalle que me sorprendió y me puso en alerta. Cabe indicar que su hija me dijo que sus padres estaban separados y que su madre estaba sola, sin novio ni compromiso alguno.

Como os decía, un día María se acercó a la habitación para ver cómo iba y ofrecernos un refresco a su hija y a mí. Ese primer día iba con pantalones cortísimos y una camiseta de tirantes sin nada bajo esa camiseta!!!

De los ojazos que me tenían enamorado, pasé mi vista directamente a sus pechos que se movían con total libertad bajo esa camiseta. Me quedé embobado y reaccioné cuando note su mirada esperando una respuesta sobre si quería cerveza o naranjada.

“Glups, perdona María…no se en que estaba pensando” dije con un leve sonrojo

“No pasa nada, quizás no esperabas mi interrupción” dijo María

La cosa quedó ahí, aunque ya no sabía si me gustaban más sus ojos o esas tetas que sin verlas, me las imaginaba como algo digno de ver. Pasó un par de veces más que en medio de esas clases, aparecía siempre con atuendos caseros, pero atrevidos.

Un día Laia, en una pausa mientras nos tomábamos ese refresco y estábamos un poco relajados, me confesó que su mami le había dicho que yo le parecía guapo. Eso me puso en alerta y empecé a imaginar el porqué de esas visitas con esa ropa, o eso quise pensar yo jajaja.

Llegó el viernes de hace dos semanas y al llegar a casa de María, me dijo que Laia estaba en una fiesta y que no habría clase ese día, a lo que yo dije que ya nos veríamos entonces el próximo viernes. Antes de poder irme, María me dijo que me quedara a tomar mi cerveza y así charlábamos de cómo veía a Laia.

Acepté y entré en el salón esperando esa cerveza.

María iba vestida con un vestido muy ligero, con un buen escote y al servirme esa cerveza, al poner el posavasos en la mesa de centro, me dejo ver todo lo que había bajo ese vestido. Unas tetas esplendidas y me percaté de que no llevaba bragas!!! Me quedé atónito y de nuevo embobado viendo ese espectáculo como aquella primera vez hasta que María me volvió de nuevo al mundo.

“Santi? Estás bien?”

“Glups… Si claro, perdona no sé dónde estaba ni en que pensaba, lo siento”

“Yo creo que sí que sabes dónde estabas jajaja”

María se acercó a mí mirándome fijamente a los ojos, cosa que me desmontó por lo que os conté al principio. Se sentó a mi lado y me confesó

“Santi, sabes que no tengo pareja y debo confesarte que hace días me fijo en ti y me gustas. Necesito satisfacer mis deseos y necesidades como mujer y he visto que me miras, que te fijas en mí, en mis pechos y he pensado que podríamos hoy hacer clases tu y yo, ¿Qué me dices?”

Mientras me decía todo esto, una de sus manos estaba metida dentro de mis pantalones sobando por encima de mis sleeps mi polla que estaba ya con una dureza más que aceptable y la otra estaba en mi nuca y al final de su frase, hizo que me acercara a sus labio para besarla y sí, no dudé ni un instante en darle un beso dulce, apasionado, laaaargo y acabado con ligeras mordiditas en sus labios, cosa que hizo que se escaparan de su boca unos leves gemidos y suspiros que me indicaban que la cosa iba bien.

“Buff María. La verdad es que no me esperaba esto y no sé qué decirte. Es cierto que me gusta lo que hasta ahora he podido ver de ti. Tus ojos son preciosos, tus piernas son exquisitas y lo que he podido ver o intuir bajo tus vestidos o camisetas me ha gustado, pero no sé yo si estoy preparado”

...Mientras le decía esto fue capaz de sacar mi polla del pantalón y mientras escuchaba lo que le decía y me miraba, se arrodilló delante mío y se metió toda mi polla en la boca empezando una mamada lenta, suave, excitante y exquisita.

“Necesito una como estas ahora, Santi. Estoy muy caliente y hace días que no tengo ninguna relación con un hombre. Necesito que alguien como tú me haga sentir mujer Santi. Me gustas y no puedo dejarte escapar”

Directa y con convicción, cosa que no me dio opción ni a dar mi ok, siguió con esa mamada mientras yo me quitaba mi camisa, mis zapatos y bajaba mis pantalones y sleeps quedándome en pelotas sentado en ese sofá y con Maria comiéndose mi polla como si le fuera la vida. Mientras me la comía, me acariciaba los huevos con sus manos cosa que me hacía poner a mil de calentura.

“Bufff… Maria que me haces cielo, me estás llevando a la gloria. Sigue, sigueeehhh, sigueeeeehh que yo te daré lo que necesitas pero ahora no pares queeehh esto está muy ricooohhhh y estoy a puunnntoohh de correrme Mariahhhh. Mmmm buffff Dioshhhh que bien la comes aaaahhhh ahhhggghhhh aaahhhgggggggg…”

Me corrí, no pude aguantarme más y se tragó toda mi lechada siguiendo con esa comida hasta que en 5 minutos volvió a ponerme a mil con mi polla de nuevo en condiciones.

Se levantó la falda de su vestido y se sentó encima mío con sus piernas al lado de las mías dándome un beso que sabía a esperma aún y con una de sus manos cogió mi polla y la apunto a la entrada de su húmedo coño sin dejar de besarme, sentándose de un solo golpe y clavándose toda mi polla. No me dejaba opción de hacer nada ya que una cosa iba tras otra y parecía tenerlo muy estudiado, jajaja

Una vez mi polla estaba dentro de su mojado coño, empezó a moverse en círculos, de adelante a atrás, subía su cintura, la bajaba, Dios que movimientos.

Le cogí su culo y empecé a dirigir yo el ritmo de la follada.

Se quitó su vestido y vi sus pechos grandes y muy bien puestos que no tardé en lamer, besar, chupar y mordisquear mientras seguíamos con esa rica follada.

Seguimos con ese movimiento un buen rato y cuando ella parecía que iba a correrse, bajaba el ritmo para dejarla con esas ganas que hacía que reprendiera sus movimientos con más ganas que antes.

“No pares ahora cabrón que estaba a punto de correrme, Así, así…sigue así Santi… follame a ese ritmo y no pares que necesito corrermeeehhh”

“Pero no quiero que te corras aun María… quiero que sufras, que me lo supliques, quiero que me pidas polla y que te desmayes con tu corridita, vamos, pídeme más que me gusta que lo hagas”

“Ohhhh no seas malooohhh que no puedo aguantar más, necesito correrme como una guarraaahhh ohhhh asiiii asiiii…no pares ahora otra vez cerdo, vamos follameee asiiii vamos sigueee sigueeeeee no paressss me corrooohhhhhhhh quiero sentir tu leche dentro de miiii aaaahhhhg ggg aaaahhhggggg me corroooooooohhhhh”

Le vino una corrida espectacular con unos gemidos y gritos que llegaron a asustarme. Fue un orgasmo larguísimo y muy intenso según me confesó luego.

“Dios Santi… Gracias por esta follada. Necesitaba una corrida como estas ya que hacerse dedo es muy aburrido y no hay nada como una polla real y un hombre que te haga de todo como tú. Gracias otra vez y perdona si he ido muy a saco pero necesitaba esto como no imaginas.”

Luego de esa escena, le insinué que me gustaría probar su culo pero me dijo que en otra ocasión. Que si me apetecía conocía a una amiga y que le gustaría que quedáramos con ella y su follaamigo para una sesión de cuatro, cosa que por supuesto no rechacé.

No acabamos la tarde-noche así. Volvimos a la carga esta vez en el suelo, en la alfombra con varias posiciones, por detrás, yo encima, de lado… María llegó a tener tres o cuatro orgasmos y yo otro más.

Fue espectacular y quería compartirlo con vosotros.

Espero que os haya gustado

Escribidme [email protected].

(9,64)