Nuevos relatos publicados: 13

Ángel y Pedro

  • 14
  • 58.450
  • 9,06 (16 Val.)
  • 1

No sé cómo había sucedido todo. Pasé de estar mirando unos vaqueros en una tienda, y de pronto, no sé muy bien cómo, me vi metida en el probador con Ángel es el marido de una hermana de Juan. Debía haber estado esperando a que me metiera en los probadores para abalanzarse sobre mí, o algo por el estilo, le pregunte que hacía por allí y me dijo que había ido a por una batería para el coche, y al dar un paseo y que me vio y me siguió, he visto que Juan se ha quedado en el Bar esperándote y yo ya sabes lo sosa que es tu cuñada y estoy deseando echar un polvo y que mejor que con mi cuñada Amalia, no te parece? Sólo había tenido tiempo de quitarme mis antiguos vaqueros, entro detrás mía, sin yo darme cuenta, el sabia mis andanzas y que me gustaba más follar que comer y se plantó detrás de mí cogiéndome la tetas desde atrás.

¿Pero qué haces?, no te das cuenta de que esto es una locura?

Amalia, calla.

Para Ángel, no puedo. No ahora, no aquí…

Olvídate de todo un rato, vale?

Quítame las manos de ahí, por favor…

Estaba claro que conocía mis puntos débiles como nadie… ni siquiera Juan conseguía encenderme con tanta rapidez. Me abrazaba por detrás, y me sobaba las tetas por debajo de mi camisa de tirantes, aún por encima de mi sujetador. Era Agosto, y en el probador el calor era asfixiante.

Amalia, tienes un culo de muerte… y tus piernas, Dios, son perfectas…

No por favor, Ángel, no tengo tiempo. Juan me espera dentro de 10 minutos en la cafetería, por favor, no sigas…

Para ese entonces, ya Ángel tenía su mano izquierda sobre mi tanga, y mi resistencia cada vez era más inútil y más irreal… Dios, me estaba encendiendo como una loca, trataba de pensar, pero no me lo ponía fácil.

Dame tu mano Amalia…

No…

Shh… no tengas miedo. Toca, mira que duro me has puesto mi polla

Madre mía Ángel, déjame… ufff

Así Amalia… sabes cómo sobarle bien la polla a un tío, eh?

Sí, sabes que sí, pero por favor, tienes que irte. Deja que me pruebe estos vaqueros y que me vaya.

De eso nada… me prometiste que me dejarías follarte, serías mi puta, recuerdas?

Uff… para…

Recuerdas sí o no?

Sí, claro que sí.

Pues bien, quiero que seas mi puta. Y lo quiero aquí y ahora.

Mi boca seguía diciendo que parara, pero mi mano seguía masturbándole la polla sobre el pantalón, y yo cada vez me sentía más húmeda. Allí nos podía pillar cualquiera, además, ya estaba tardando mucho allí dentro. Me quedaba aún un mínimo de voluntad cuando Ángel introdujo su mano dentro del tanga y empezó a jugar con mi clítoris, a bajar y a subir los dedos por mis labios mayores, notando todo mi calor, toda mi humedad, pero sin meter un solo dedo…

Has visto lo húmeda que estás.

Eres un cabrón…

Lo sé. Me encanta sentirte así de húmeda. Quieres que te meta los dedos?

Esto es una locura…

Quieres que te los meta sí o no, puta?

Dios, sí, claro que sí…

Pues pídemelo. Quiero que ahora seas tú la que me lo pidas.

Méteme los dedos en el coño, Ángel, por favor…

Ves cómo eres una puta?

Sí, lo sé, pero por Dios, métemelos ya.

Justo cuando terminé de decir eso, Ángel metió, lentamente, la punta de su dedo corazón. Parece que le divertía notar como me estremecía, como mi espalda se arqueaba buscando que me los metiera enteros. Jugaba conmigo, disfrutaba haciéndome sufrir. Le encanta notar cómo me entregaba. El placer que me estaba haciendo sentir era increíble. Sus dedos, ahora totalmente dentro de mí, entraban y salían a una velocidad impresionante, estaba a punto de correrme, y él no paraba. Ahora ya me había subido la camisa y el sujetador y jugaba con mis tetas a su antojo. Era obvio que sabía que eran mi punto débil.

Te gusta, puta?

Sí, vas a hacer que me corra, ahhh, sí…

Córrete puta!

Sí, ahhh, Dios, me corro, me corrooo

Nunca imaginé que mi coño pudiera lubricar tanto. Me sujetaba a su cuello para no caerme al suelo. Me temblaban las piernas, la cabeza me ardía, respiraba con dificultad. Sabía cómo dar placer, eso estaba claro. Me quité la poca ropa que me quedaba. Ya desnuda y sin un ápice de vergüenza ni remordimientos por nada, comencé a desabrocharle los botones de su pantalón. El bulto que se notaba era increíble, y yo estaba como loca por notar de nuevo su polla en mi boca. Pese a que no era la primera vez que le veía la polla, su tamaño volvió a dejarme sin aliento.

¿Qué? ¿Te gusta lo que ves?

Sí, sabes que sí.

Pues quiero que me comas la polla como una zorra, que me la chupes toda. Quiero verte disfrutar con mi polla en tu boca…

Mmmm, Dios, adoro tu polla Ángel, mmm

Así, sigue puta. Me encanta como lo haces. La chupas perfecto Amalia, uff…

Estaba excitadísima de nuevo. Nunca creí que fuera posible poder llegar al orgasmo sin que me toquen, sólo por estar chupándole la polla a un tío, pero Dios, estaba a punto de correrme, por oír sus gemidos, por ver su cuerpo, por cómo me trataba. Era su puta, él lo sabía y yo también. Ahora entiendo cómo fue que le juré que siempre lo sería… estaba segura que siempre lo sería.

Ufff… levántate, no quiero q esto acabe sin follarte como te mereces…

Me agarró por las axilas y me comió la boca. Aquel beso me encendió más aún si cabe. Era un beso húmedo, grosero, su lengua se movía en mi boca como si le perteneciera. No era sutil, ni romántico. Era salvaje, pero me puso muy, muy cachonda.

Después de comerme la boca me miró a los ojos. Era imposible sostener la mirada de ese hombre, te atravesaba, te hacía temblar y conseguía que hicieras todo lo que él te pedía.

Date la vuelta, zorra!

No pude decirle que no. De hecho, no podía articular palabra. Sabía que me la iba a clavar hasta el fondo, sin piedad, sin romanticismos, a lo bestia. Lo sabía y ni podía ni quería detenerle.

Ahora vas a recordar lo que es que un hombre te folle, será gili, cuando follo con quien me sale el coño.

Me vuelves loca hijo de puta…

Te gusta que juegue con mi polla en la entrada de tu coño?

Sí, ahhh, pero preferiría que me la clavaras ya, mmm!

Uyyy, la putita está ansiosa? ¿Quieres que te la clave?

Sí, por dios, sí…

Y quieres que te la meta poco a poco o de golpe?

Métemela de golpe mamón, párteme en dos!!

Así?

Ohhh, sí, cabrón, Dios, me vas a matar, ahhhh, mmmm, hijo de puta, que polla tienes!!!

Mientras me follaba salvajemente allí, en el probador, de pie, me susurraba al oído todo lo que yo ya sabía…

Eres una ninfómana Amalia, sabes que te follaré siempre que quiera, verdad?

Sí, ahhhh, sí, me estás matando…

Te gusta que te la claven hasta el fondo?

Ohhh, dios, sí… no pares. Vas a hacer que me corra, mmm, no pares…

Sí, córrete puta, como sólo te corres conmigo… eres mía…

Sí, sí, no pares, por favor, Ángel, sigue así, fuerte, fuerte, que me corro, que me corroooo

Ahhh, sí, puta, me encanta notar como tu cuerpo se parte en dos… me encanta jugar con tus tetas. Tu cuerpo me pierde puta…

Ahhhhhh, diosss…

Shhhh, nos van a oír…

Decía esto mientras sacaba su enorme polla de mí. Al instante sentí su vacío en mí. No quería que se fuera nunca. Lo quería dentro de mí, así, fuerte, total. Entregarme a él, que supiese que era su puta, que haría todo lo que me pidiese.

En ese momento Ángel se sentó en la butaca. Con los pantalones en los tobillos, me hizo un gesto claro. Yo no le hice esperar y en un momento ya estaba sentada encima de él. Le agarré su impresionante polla, totalmente húmeda por mis fluidos, y comencé a jugar con ella en mi coño… subía y bajaba por mi coño, estimulándome la pipa, haciéndome perder el sentido… cuando sentí que era el momento, me la metí Sobra decir que entró como si nada. Era increíble ver cómo desaparecía aquella polla en mi coño. Verlo ahí debajo, mirándome totalmente salido, mientras me agarraba y me comía las tetas era demasiado para mí.

Ufff Amalia… me vuelves loco… cómo me follas…

Ahhh, te gusta así? Eh? Mmmm.

Sí, sigue cabalgándome así. Ohh dios, vas a hacer que me corra

Sí, eso es lo que quiero. Quiero que te corras dentro de mí, que me llenes Ángel! Oooh por dios, eres el mejor…

Sí, sí, me corro!!!

Ahhh, cabrón, sí, derrámate en mí Ángel. Mmmm, dios, no pares, no pares, métemela toda cabrón! Adoro tu polla hijo de putaaa!!!

Aaaah, sí, síiii, me corroooo, putaaa, me corrooooo!!!

Oooohhh, dios, síiii, síiii, me matas, me matas, ahhh, mmm diooosss!!! Toma leche zorra, toma leche...

No sabía ni qué hora era, pero seguro que ya era tarde para mi cita. Cuando vi el móvil tenía 3 llamadas y un SMS de Juan: “¿dónde estás?”. El pobre. Realmente siento no poder controlarme, siento no ser fuerte. Y luego me digo que esto es una cabronada, que realmente lo quiero, y que lo de Ángel cuando quiera se me pasa… pero sé que no es así, y se me nubla todo, de todas formas él se imaginaría algo.

“Lo siento cariño, me estoy follando a tu cuñado Ángel ya se ha corrido dentro de mi coño. Espérame en la cafetería, que llego en un minuto”.

Eso le contesté mientras Ángel me miraba con cara de satisfacción, como un cazador que ha vuelto a cobrarse una pieza importante. No me había puesto ni los pantalones. Ángel ya estaba vestido. Se fue, no sin antes comerme la boca con un beso de animal enjaulado que volvió a humedecerme.

Al final ni me probé los pantalones. Salí del probador sabía que las dependientas y todo el que se hubiera pasado por allí nos habría oído, además me temblaban las piernas e iba goteando leche de Ángel.

En la puerta de la Cafetería Juan me esperaba, y al verme puso una sonrisa que me desarmó. Al llegar me abracé a su cuello. Le dije que estaba sudando por el calor y me dijo del calor o de follar, donde esta Ángel y le dije se ha ido lo estaba esperando tu hermana, y me dijo que tuviese cuidado porque su hermana es muy beata y no lo entendería y formará un escándalo yo le dije cariño tranquilo que ni a él ni a mí me interesa. Él sólo sonrió.

Entramos en la cafetería y pillamos una mesa. Miraba a Juan pensando en todo lo que le quería, en que mataría por esos ojos, por esos labios, cuando justo en ese momento noté que alguien, un par de mesas más lejos me sonreía. Juan decía algo de una tarta de chocolate. Yo sólo pensaba que tenía el chocho chorreando leche de Ángel y que tenía más gana de polla, y se lo dije a mi marido “Cari tengo más gana de follar, que hacemos me follas tú o busco a alguien que me folle”, él me dijo, a mí no me apetece además tengo que ir a la oficina a hacer unas llamadas al extranjero por Skype, luego me iré para casa quédate con él coche yo me iré en el Bus, me dio un beso y se marchó.

Pues cuando se fue el que estaba unas mesas lejos no me quitaba los ojos de encima, yo lo veía como de unos 40 años, se vino para mi mesa y se presentó me dijo que se llamaba Pedro, yo le dije que Amalia nos dimos la mano como cortesía, lo que más me sorprendió es que me dijo que había escuchado lo que había pasado en el probador y que se sorprendió que estuviera follando con otro que no era mi marido pues se notaba que no marido, era el que se había marchado de la mesa, y me contó que llevaba separado cerca de un año, y que le gustaba yo que lo había puesto cachondo perdido, estas buena, yo que también me gustaba él, le dije entonces Pedro quieres meterla en caliente ¿no?, y él me dijo mira toca aquí, y me llevó disimuladamente la mano a su bragueta, efectivamente la tenía tiesa y además se notaba muy gorda, yo le dije mira Pedro toca aquí y le lleve la mano a mi chocho, aparto mi tanga y me metió su dedo, di un pequeño gemido saco su dedo pringado de leche y de mis jugos, y le dije vámonos a follar que estoy súper cachonda, me dijo Amalia si quieres nos vamos a mi casa, yo le dije mejor, que vamos en tu coche o en el mío, y me dijo deja el tuyo aquí en el parking y luego te traigo a por él, y así lo hicimos, yo llame por el móvil a mi marido, y le dije lo que pasaba, solo me contesto que lo pasara bien, le dije vale cariño luego te cuento no me esperas hasta mañana un beso.

Pues no montamos en el Mercedes de Pedro y nos dirigimos a su casa que es un pequeño chalecito a unos 15 kilómetros de donde estábamos, tardamos cerca de media hora por el tráfico que había en nuestra ciudad por la hora que era sobre las 9, 30 de la noche, yo aproveche para sacarle la polla de pantalón me agache y empecé a chupársela, vaya herramienta, no pudo resistir mucho se notaba que llevaba tiempo sin follar porque se corrió enseguida en mi boca, llegamos a su casa, y tenía una piscina no muy grande iluminada muy romántica que cuando la vi, no me pude resistir a desnudarme completa y tirarme al agua ya que hacía 33 grados a la hora que era, Pedro dijo, ahora vengo voy a poner el aire acondicionado para refrescar la casa, yo mientras empecé a nadar un poco, a los 10 minutos se presentó Pedro totalmente en pelota y se tiró al agua también, y se vino en busca mía, empezamos a jugar en el agua como dos críos, nos tocábamos, él me chupaba la tetas como un niño, en un momento me sentó en el filo de la piscina y comenzó a comerme mi coño ya le daba igual que hubiese leche del otro, estaba como loco además estaba ya empalmado, a los cinco minutos de estar comiéndome el coño y a horcajadas lo abrace con mis piernas y me la metió de un solo golpe, que gusto empecé a cabalgar despacio y el empujaba queriendo atravesarme con su polla, así estuvimos unos minutos, luego me puse con el culo en pompa en las escalera de salida y me la volvió a meter por detrás que gusto, empezó a darme tan fuerte que me corrí allí mismo, el cómo se había corrido antes estaba más duro y no se corrió, además quería aguantar, así que nos liamos la toallas y nos fuimos a ducharnos en la casa, yo lo llevaba cogido de la polla, para que no se la flojera, no metimos los dos juntos, cuando empezó a caernos el agua me dio la vuelta abriendo la piernas y por detrás me la volvió a meter, de un solo golpe me llego hasta el fondo ”dame fuerte pedrito ahahaha que gustazo fuerte fuerteeeee que me corro, cógeme mis tetas uhhhhh córrete tú también vamos, vamos, ya no puedo más y estando yo corriéndome él empezó a correrse, que gusto jamás he follado con nadie como tu vaya hembra ardiente decía”, se quedó unos momentos dentro hasta que se le aflojo, nos secamos y nos fuimos desnudos para la cocina a cenar algo, nos preparamos una pizzas de marisco hechas ya, me hizo gracia porque el tío se recuperaba, rápidamente creo que es el que antes se le pone tiesa de todos los que me he follado ya, que como sabéis son muchos, porque estado agachada para coger unas peras de postre en el frigorífico llego por detrás y otra vez me la metió y empezó a follarme con mucha prisa, yo le dije frena que me vas a sacar la polla por la boca, joder como te recuperas y él me dijo ”es que Amalia esta buenísima y con la escasez de coño que he tenido, te miro como ahora el coño por detrás y me he puesto como un burro jaja”, la escena era divertida yo con la cabeza metida en el frigorífico y él folladome por detrás, esto le di una tarrina de mantequilla y le dije, “toma úntame en el culo y me la metes, y así lo hizo entro su polla como por su casa”, cuando se corrió dentro de mi culo, nos volvimos a duchar y nos fuimos a su cama, durante la noche me volvió a echar dos polvos más, por eso le dije que quedaríamos más de una vez para repetir.

(9,06)