Mi mano lentamente se cuela en mi pantalón, y se dirige así mi conchita dejando arriba mi bombacha.
Con ternura y suavidad, mi dedo índice junto al mayor buscan mi botoncito de encendido mientras el pulgar y anular abren mis labios mayores, el pequeño índice mantiene distante a mi bombacha. Me comienzo a masturbar con ternura siguiente cada roce cada fricción... ¡todoo!
Mis ojos se entre cierran, para disfrutar de las más exquisitas sensaciones que mi mano provoca en mi sexo, intentó contener mis exclamaciones de placer para no despertar al señor que viaja a mi lado, en bus en el cual estoy viajando rumbo a lo de mi prima Martina que se mudó a un pueblito a 300 km de la ciudad y voy por me invitó unos días.
El mimo más tierno y que estaba necesitado Ay!! Me estoy mojando toda, busco contenerme en mis movimientos, el placer es intensos mis dedos saben muy bien lo que hacen y no quiero que se detengan, no importa nada, quiero llegar... mas mas.
Mi otra mano sobre la blusa acaricia con disimulo y aprieta con su palma mis pezones duros de excitación, ay! ay!
Mi ojos ya cerrados completamente y mis movimientos en mi lugar, parecen molestar a la chica que viaja en el asiento de adelante, no me pudo contener y pequeños gemidos sordos se me escapan, el señor aún duerme y yo pronta para recibir el más rico ricooo orgasmo que llegaaa y siento hasta la punta de mis pies.
Las luces se encienden, anunciando la próxima parada y con disimulo vuelven mis manos a tomar este celular para continuar leyendo el relato erótico que tanto me calentó y el señor ahí durmiendo.