Nuevos relatos publicados: 7

Mi gusto por los hilos dentales. (Ver y usarlos) Soy hombre

  • 6
  • 18.318
  • 8,75 (16 Val.)
  • 1

Soy un chico de 25 años. Todo comenzó cuando todavía era un niño. Resulta que mi madre solía trabajar mucho, por no decir todo el día. Yo vivía con ella y mi hermano, pero muchas veces me queda solo en la casa debido a que él salía hacer deportes y mi madre a trabajar, esa era mi oportunidad para poder buscar entre las prendas de mi madre (no buscaba nada en particular, solo curiosidad). Hasta que un día me conseguí con un hilo dental, en aquel entonces era un niño de tan solo 10 años aproximadamente. Al principio siempre que tenía la oportunidad de quedarme solo en mi casa, buscaba esa prenda interior de mi madre, pero me entró la curiosidad de saber cómo se veía puesta. Aprovechando la oportunidad y lo hice, me baje mi bermuda y ropa interior, me coloque aquella prenda. Para aquel entonces no fue mucha la experiencia debido que estaba apenas experimentado entre el temor de ser descubierto por alguien en mi casa, me sentía raro, pensaba que no era lo correcto, siempre estaba muy asustado cuando lo hacía pero poco a poco fue perdiendo el gusto al pasar de los años.

Siempre me ha dado morbo ver a las mujeres los hilos dentales cuando se agachan para tomar algo al suelo y sobresalen del pantalón las tangas que llevan puestas. Estoy muy pendiente de ver a las mujeres el trasero al momento que se agachan o están sentadas.

Resulta que ya en mi vida adulta. No fue hace mucho. Comencé a trabajar y me iba muy bien no lo podía negar, era un buen trabajo. En este trabajo tenia compañeras, en particular una cercana a mí. Lo hacíamos todo juntos, no éramos novios ni nada (yo tengo mi pareja), simplemente éramos muy cercanos, podría decirse una relación de hermanos.

En particular en esta empresa, dependía de un personal que vivía retirado de la zona de trabajo. Entre esos empleados estábamos mi amiga y yo. Por esta razón, la empresa decidió ofrecernos la oportunidad de una residencia compartida para que estuviéramos más cerca del trabajo. Para mi fortuna, quede con mi compañera y otro amigo del trabajo.

Siempre la convivencia fue muy amena en la residencia, poco a poco fuimos fortaleciendo la confianza que teníamos. Llega al punto de que mi amiga, comienza a utilizar ropa un poco más de casa o mejor dicho, más cómoda. De ahí pude notar, fijándome en ella entre tantas agachadas al suelo para recoger algún objeto o cuando se levantaba del sillón que casi siempre utilizaba hilos dentales. Nuevamente comenzó a entrarme el morbo que pude experimentar de niño. Para mi fortuna cuando nos entregaron la residencia las habitaciones nunca tenían seguro las habitaciones. Se me despertó el instinto mórbido que tengo, de buscar la oportunidad para entrar en su habitación cuando ella ni el otro compañero de residencia estuvieran.

Un día que estuve totalmente solo en la residencia. Pude entrar y buscar minuciosamente entre sus pertenencias. 'Eureka!!!' Mi amiga tenía entre sus maletas una gran variedad de hilos dentales. Al principio me dio mucho miedo, tenía que estar pendiente de como había conseguido todo para dejarlo del mismo sitio y así ella no sospechara nada. Aquello que conseguí era una mina de oro para mí. Tenía de todos los colores: blanco, negro, azul, rosa, entre otras. Con distintas decoraciones, bordados y tipos.

El primero que me coloque fue el azul, era el más atrevido al principio. No lo podía creer de cómo se veía. Me daba mucho morbo, soy bastante serio, pero esta oportunidad me excitaba mucho saber que podría ser una nena. Es un sentimiento totalmente encontrado y complicado de explicar. Todo era tan distinto a cuando tenía 10 años, pude darme el lujo de mirar al espejo todo el tiempo que quería y ver que se me veía bastante bien. Tengo una cara de niño a pesar de mi edad, mis nalgas son pequeñas pero redondas, flaco y dejando verme una cintura acorde con el hilo. Todo era muy lindo lo que veía. Y así poco a poco fue aprovechando entre las muchas oportunidades que pude quedarme solo, de ir probándome cada uno de sus hilos dentales.

Con el tiempo, ya era todo un experto en escabullirme a su cuarto. Ya con una mayor confianza pude tomar parte de sus prendas en particular los jeans (pantalones). Ella siempre utilizaba unos jeans bien ajustados, ella tenía muy buenas piernas y se le marcaba bastante bien las pompis (nunca me pareció vulgar, sino sexy). Simplemente me coloca sus jeans bien ajustados, claro y abajo un hilo lindo. Y waooo la sensación era excelente. Sus jeans bien apretados a mis piernas, las cuales no son muy gordas a las de ella jajaja, pero se sentía muy excitante. Lo hacía por el hecho de excitarme saber que podía agacharme a recoger en el suelo y se me sobresalía el hilo que tenía abajo. Es decir, llego al punto de poder admirar en mi a través del espejo, lo que tanto yo miraba en la mujeres, eso me daba más morbo de lo esperado. Porque pasaba por mi mente cosas como: "Esto es lo que hace las mujeres, se agachan y siente como se hunde profundamente el hilo dental entre las nalgas, sintiendo esa sensación divina, las mujeres son unas perversas... en especial mi amiga con tantos hilos".

Esos días fueron muy excitantes, creo que ha sido un de las locuras de las que tanto me han gustado, pero no me quedé allí. De alguna forma tenía que mostrar a alguien y saber opiniones de cómo me quedaba aquellas prendas que eran tan excitantes. Por esto, fue directo al cuarto de mi amiga, tome el hilo dental más sexy que conseguí, me lo coloque y fui directamente a la laptop. Entre en un sitio web donde te muestras las personas gratuitamente mientras se desnudan... Y Waoooo las reacciones no se hicieron esperar poco a poco el número de espectadores de mi cámara fue aumentando. Todos se impresionaban de ver cómo me veía el hilo dental, yo colocaba mi laptop en la cama y me acostaba boca abajo apuntando la cámara a mi espada sin dejar ver mi pecho ni mi rostro, mostrando solamente mis piernas, espalda y mi lindo culito con el hilo. Y no podía creer la cantidad de hombres que estaban viéndome, e incluso algunos creían que era mujer de los redondo y bien lindo que se me veía los hilos. Algunos sabían que yo era hombre pero aún así se quedaba observándome. Muchos me pidieron encuentros, pero no los acepté porque yo no estaba buscando eso (tenía pareja mujer). Era tanto el morbo pero lo repetí muchas veces con distintos hilos de amiga, cada vez que me quedaba solo. Poco a poco entre distintas sesiones por la webcam que me quedaba solo, mis espectadores pedían más, y no lo pude evitar mostrándoles como me masturba delante de ellos con mi hilo puesto. Mis masturbaciones por lo general eran anales y terminado en masturbación de mi pene. Casi siempre haciendo lo que me pidieran mis espectadores: "Inclínate de esa manera", "Quítate el hilo", "Metete el dedo", "Abre las piernas". No son fanático de las masturbaciones anales pero era tanta la calentura.

Bueno lo cierto, es que desde allí me da mucho morbo la prendas femeninas tanto verlas, como usarlas. Y como olvidar a mí amiga, que siempre mostraba sus dotes de sus hilos en nuestra convivencia. Lo que me queda de tantas modelas son los contactos en mi correos de los admiradores de mi webcam y muchas sesiones de fotos que me tomé mientras usaba las prendas de mi amiga. Aquellos interesados escríbanme que estaré pendiente de ponerme en contacto con ustedes y me den su opinión de mis fotos. Saludos, espero le gustara mi relato.

(8,75)