Nuevos relatos publicados: 13

Una noche de copas -3

  • 13
  • 16.427
  • 9,13 (16 Val.)
  • 1

Hola a mis queridos lectores hoy les pienso contar otro episodio de mi vida que recuerdo con mucho agrado. La época era Halloween y mi esposo me llamo a la oficina para que lo acompañara a tomarnos unos tragos con sus compañeros, hubo dos que llevaron a sus mocitas lo sabía porque les conozco a sus mujeres. Y cuatro que fueron con sus esposas que al principio note cierta sátira a los caballeros que habían traído a sus mocitas pero con el paso de la noche y los tragos la cosa se calmó y dos chicas que no estaban casadas pero sus compañeros no eran sus novios de eso me di cuenta. Por la escama que sus compañeros les hacían cuando se besaban. Nos fuimos a celebrar a un sitio en el norte de Bogotá que le decían agua panelas, un rumbeadero grande y de mucha concurrencia. La noche trascurría y el licor nos relajaba, la pista de baile era el sitio del relajo y la gente bailaba dirigidos por un animador que ponía a la gente a disfrutar de la noche. Al irme a sentar de una de las bailoteadas vi a un caballero de otra mesa que se me quedo mirando, me senté y no le quite la vista de encima le sonreí y le toco voltear a mirar para otro costado. Guau el muñeco no estaba nada mal note que habían tres solos y cuatro parejas, en su grupo. Nos quedamos un buen rato tomando en la mesa y no dejaba de mirarme y yo con una sonrisa le correspondía. Volvimos a bailar y estando en ella lo vi que se dirigía al baño y espere un tiempo prudencial para también dirigirme al baño buscando el encontrarnos a su salida lo vi salir y caminando a su encuentro se me quedo mirando, le sonreí.

– Hola

Pase por el lado y volteándole la cara le respondí el saludo - Hola.

Seguí caminando, me alcanzo agarrándome mi mano izquierda pero me la soltó enseguida me detuve y volví a verlo. - ¿Te gustaría bailar conmigo? - Si claro me esperas a que entre al baño y ya salgo.

Aproveche y descargue vejiga, Salí soltando dos botones de la blusa abriéndola y Ahí estaba esperándome, mis compañeros y David seguían bailando Me lo lleve para un rincón lejos de la mesa afortunadamente el sitio tiene puntos ciegos para bailar y como había tanta gente nos hicimos como en un corredor oscuro, estando tan de buenas que en ese momento sonó un vallenato romántico, nos pudimos conocerá los gritos por lo duro de la música.

– ¿Cómo te llamas? - Lucia. ¿Y tú? - Danilo. - ¿y con quién vienes? - Con mi esposo y unos amigos de él. - ¿y tú? - Con familiares que están de visita en Bogotá, - ¿A y de donde son tus familiares? - Vienen de Florencia. – ¿Y tú vives acá en Bogotá? - Si vivimos en Normandía ¿conoces? - Si por la Boyacá. – si exacto ¿y tú? - yo vivo por chapinero. - ¿Solo? - Si tremendamente solo. - Ha afortunado entonces. - Jejeje si un poquito no más. - ¿Y no tienes novia? - No, no tengo estoy solterito a la orden. – En verdad no tienes novia. Ha qué bueno saberlo.

Seguimos conversando termino el disco y continuamos bailando esta vez una salsita, luego dos merengues y continuamos con un sanjuanero ya tenía sed, me lo lleve para la mesas separándonos cuando llegamos, besándome con David que se encontraba solo con dos de las niñas quienes fumaban y tomaban mirando a la pista de baile. Me senté tomándome medio basado de agua y prendiendo un cigarrillo.

– ¿Mami estás bien? - Si ¿Por qué la pregunta? – porque te vi ir al baño y siempre te demoraste. – A no te preocupes papi es que estaba bailando con un muchacho que acabo de conocer. - Ha y yo acá pensando que te habían sentado mal los tragos ya iba a ver que te pasaba.

Lo bese nuevamente en ese momento llegaron los bailadores y seguimos conversando de cosas. Las copas eran desocupadas rápidamente y nos volvimos a parar a bailar. Y haciéndole señas a Danilo de que se parara a bailar y con el relajo por la animación que había pudimos retirarnos con él otra vez del grupo nos dirigimos a nuestro sitio pasando por el bar pedí dos cervezas y como la música estaba muy festiva y alegre no quise seguir bailando entonces lo hice sentar contra una butacas altas a seguir conociéndolo parándomele enfrente y abriéndole las piernas mis manos agarraban sus piernas mientras la conversación fluía. Empezamos a agarrarnos de nuestros antebrazos, alrededor de nosotros la gente bailaba dejándonos bien cubierto y mirando para los dos lados en un momento que se quedó callado mirándome a los ojos acerque mis labios a los suyos uniéndolos en un beso apasionado sus manos recorrieron mi cintura abrazándome y los míos su cuello. Fueron casi 10 minutos de intercambiar salivas deje que me restregara su cuerpo contra el mío notándole su erección lo que me hiso bajar la mano y tocárselo diciéndole.

- ¿Te queda difícil que nos vallamos para un motel? - De una ellos vinieron en carro.

- ¿Y tú vienes en carro? No, yo lo deje en la casa. Bueno nos toca pedir un taxi hay veces viene hasta acá y solo es salir, Espera a que salgamos y agarra un Taxi te espero a la vuelta, voy a despedirme de mis amigos y nos vamos. - Oye y tú esposo que le vas a decir. – Pues que me voy contigo. – ¿Y así nada más? ¿Él te dejaría ir conmigo? - Si no te preocupes que él me deja salir a divertirme con otros hombres.

Nos acercamos a las mesas y tomándome un trago le dije a mi esposo que me iba con Danilo. Si quieres quedarte o arranca también de una. – Tu si no respetas mujer cuando estamos divirtiéndonos me sales con estas haaa que joda contigo. – Bueno entonces quédate y mira a ver que les vas a decir por mi ida.

- No pensaras que voy a dejar que mis amigos empiecen a murmurar de que algo pasa entre nosotros me toca también irme y despistar al enemigo, y con cara de no querer pero tocar.

Nos arreglamos para salir y despedirnos de la gente. Vi salir a Danilo ya enchaquetado y una bufanda puesta. Salimos y varios taxis estaban en el sitio, nos montamos en nuestro carro.

- ¿y vas para la casa? - No voy a quedarme donde Adriana - A bueno y contame cuando me la vas a presentar me gustaría conocerla. – Hay miramos como le hacemos, no estoy seguro de que ella quiera conocerte. – Pues mira a ver cómo le haces ya te dije que la quiero conocer.

Arrancamos para poder esperarlo a la vuelta. Se parquearon detrás, me despedí de David dándole un beso,

- Te llego mañana mi vida. - Apostemos a ver quién llega primero. – jajajaja creo que voy a perder.

Le dije, me baje del carro y me monte en el taxi, arrancamos y nos besamos con Danilo, nos encaminamos por la autopista. Mi esposo nos seguía, hasta el tercer puente en donde hay unos moteles él siguió su camino. Y nosotros entramos. Me quede pensando.

- Sabes.

Y dándole un beso.

-Mejor vamos a mi casa aprovechemos que mi esposo no va a estar.

Le di la dirección al, chofer y nos dirigimos para la casa. Llegamos y nos bajamos del taxi agarrados de la mano entramos, eran casi la una AM. Ya no vivíamos en Normandía ya vivíamos en Modelia en una casa de tres plantas donde el tercer piso era una sola alcoba de 60 mts cuadrados, mi alcoba. Nos acercamos al bar en el primer piso y saque una botella de ron, copas y serví, tomándomelo de una, serví otro trago.

– ¿Tienes hambre? Porque en la cocina hay preparado algo rico ven y acompáñame.

Me quite la chaqueta del vestido y termine de desabotonar mi blusa sacándola de la falda. Me lleve una copa grande de ron para tomármela a sorbos. Y vi que en la nevera había dos platos. Los saque y los metí al microondas. Mientras esperábamos a que se calentaran el metió su cabeza entre mis pechos, mordiéndolos suavemente, mientras le solté el cinturón, continúe con su pantalón dejándolo caer al piso, se quitó los zapatos con su otro pie los retiro, yo la blusa y solté mi sostén para que me chupara los pezones. El timbre del horno sonó pero él siguió chupándolos y yo gimiendo de placer, mis manos se echaron así atrás para soltar el cierre de la falda y empujarla asía abajo, me levanto sobre el mesón, mientras yo me tacaba mi cuquita sobre mis interiores, se quitó su franela, se inclinó acercando su lengua y lambiendo mis jugos por sobre mis interiores con mis dedos los retire y su lengua entro lamiéndome hasta el fondo, haciéndome gemir del placer dándome varios orgasmos durante su chupada. Nos detuvimos y me baje del mesón y sacamos la comida del horno, comimos y volvimos al bar a sacar una botella, nos subimos, entramos al cuarto de mi hija que dormida estaba, su cuerpo bien formado, prendí la luz y Danilo pensó que era mi cuarto. Ana María se despertó y me saludo

– Hola mami ¿y eso?

Miro el radio reloj y era la casi las dos.

– No solo quería presentarte a Danilo.

Él en medio de risa nerviosa sin saber que estaba pasando. Se acercó a saludarla, ella medio se sentó dejando escurrir la sabana hasta la cintura mostrándonos sus pechos desnudos.

– Así es que si quieres acompañarnos te esperamos en el cuarto ok. Y dándole un beso salimos en dirección a mi cuarto, quitándome los calzones y acostándome en la cama.

– Ven muñeco que no me digas que te dio miedo.

Ana María entro, venia desnuda y sonriente se le acerco por detrás, Lo agarro por la cintura y bajándole el bóxer pudimos observar su verga que estaba como un misil tiesa y dura y de buen… tamaño, me arrodille en la cama quitándome los interiores y lo hice subir a la cama y detrás siguió Ana, él se acostó boca arriba. Y entre las dos empezamos a mamarle la verga. Estaba mudo, nunca se hubiera imaginado tener tal suerte. Eso lo sabía yo, prácticamente lo violamos entre mi hija y yo llevándolo a placeres inimaginados para él. Que de pronto si lo pudo ver en una película porno pero no que le sucediera a él. Ana maría se le monto de espaldas a él y dejándose rodar por su tronco dejo que él la follara primero para luego ser ella la que se movía disfrutando por casi 20 minutos de su verga, mientras yo me coloque encima de su boca dejándome lamber mi cuquita. Al bajarse mi hija volvimos a chuparle la verga por 5 minutos. Y luego fui yo la que se le monto encima y penetrándomela suavemente por mi trasero me lo folle por otros 20 minutos en donde me dejo placeres y un orgasmo exquisito. Termine con su semen llenando mi trasero, acostada en su pecho besándolo, abrazándolo.

- Gracias muñeco estuvo delicioso me encanto.

Me levante y le pedio el favor que se fuera a limpiar su verga porque la idea era echarnos otro más tarde. Prendí la radio colocando una emisora en ingles, nos sentamos en los sillones del cuarto a conocerlo Y tomarnos la de ron. A la media hora ya Ana María estaba sentándosele encima y dándose picos la acción continuo dejándose besar sus pechos yo me tome un sorbo de mi trago, me levante acercándome para acariciarlo por la espalda y luego su pecho hasta llegar a su verga, la que rápidamente su sangre inundaba poniéndola dura. Ana María se levantó, arrodillándose en frente de él, y agarrándosela se la metió en su boca chupándosela por un rato mientras yo dejaba que besara mis pechos acercándoselos con mis manos estando parada detrás de él, luego me monte por encima del sillón y agarrando su verga con mi boca dejando que me lambiera mi cuquita, mientras mi hija le chupaba las huevas estando el sentado. Luego me baje llevándolo para la cama, lo acosté boca arriba y me le monte encima clavándome su verga en mi cuquita. Ana María enfrente de mí se le coloco dejándose lamer, juntando nuestras bocas nos besábamos aumentando la excitación. Seguí follando y luego Ana María se bajó y colocándose al lado se agachaba a esperar a que dejáramos de follar, me la sacaba para mamársela por un corto rato y me la volvía a meter continuando.

Así estuvimos casi 40 minutos, hasta que me vine, acostándome a su lado por un momento ya que se arrodillo en la cama y coloco a Ana María de perrito y clavándosela por su cuquita la follaba intensamente, yo me acosté debajo de ella dejando que me lambiera mi cuquita y yo sus partes vaginales, la saco dos veces las que aproveche para mamársela por segundos y volver a penetrar a mi hija. El no aguanto más y se vino inundando la cuquita de mi hija de su semen que escurría saliendo por su cuca, El termino se la saco dejándome a mi lambiéndole la cuquita a mi hija, chupándome su semen continuamos las dos gozando con nuestras lenguas llevándonos a otro orgasmo pleno.

Danilo nos miraba con sus ojos bien abiertos todavía no salía de su asombro y sorpresa, cuando terminamos con mi hija lo volteamos a mirar, nos le acercamos acostándonos a cada lado acariciándole la verga ya flácida.

- ¿Te gusto?

- ¿Que si me gusto? Es lo mejor que me ha pasado en muchos años guauuu nunca olvidare esto, fue como cumplir una fantasía un trio y más madre e hija inimaginable y sucederme a mí. Nos reímos todos.

Nos quedamos dormidos los tres en mi cama, al otro día me desperté levantándome a traer café cuando entre ya se habían despertado, Ana María le hacía sexo oral me senté en el butaco del tocador a verla disfrutar de la verga de Danilo mientras me tomaba mi café y mi mano acariciaba mi clítoris, Danilo cerraba sus ojos y su respiración aumentaba su pecho, sus manos agarraban la cabeza de Ana María. Termine mi café y me les acerque por el otro costado y entre ambas lamiamos su verga de arriba abajo, luego nos la metíamos a la boca, me le monte encima metiéndome su verga por mi cuquita Ana maría se paró de frente recostada contra la pared, dejándome chuparle la cuquita. Me la abría para que mi boca entrara más y chuparla. Seguí follando y lambiendo a mi hija, por un buen rato luego mi hija se acostó boca abajo y él se le monto encima clavándosela en su cuquita. Veía a mi hija disfrutar, gozar Su juventud haciéndome recordar mis años juveniles. Danilo se vino a los 10 minutos arrodillándose sobre la cama masturbándose nos le colocamos en frente para recibir su semen en la cara, terminamos las dos lambiéndonos, besándonos terminando el momento placentero. Mi hija y Danilo se quedaron un buen rato en la cama mientras yo me bañaba y arreglaba, Tenía que salir a hacer unas vueltas.

– Si quieres te puedes quedar mi amor. – No, no puedo tengo que ir a recoger un trabajo y llevarlo a la oficina. – ¿Y te vamos a volver a ver muñeco? - Claro que sí.

Se levantó y saco su billetera y me dio una tarjeta de él. Empezó a venir entrando a nuestro mundo.

Y recuerden que me gusta que los que lean mis historias COMENTEN EL RELATO. 

DIANA LUCIA SAAVEDRA [email protected].

(9,13)