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El sofá

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Por fin… la mesa recogida, la cocina arreglada… todo está perfecto y nadie dirá que hay que hacer esto o aquello. Ya era hora de tener mi rato de relax, como de costumbre os vais a vuestra habitación a echar la siesta. Soy el rey del salón, el sofá para mí solo, mi aire acondicionado, mi televisión y mi mando a distancia. Esto si es gloria pienso.

Demasiado pronto he cantado victoria, no han pasado ni cinco minutos hasta que se ha abierto la puerta de tu cuarto y veo con el rabillo del ojo como te acercas al sofá.

-Buff en mi cuarto hace mucho calor, me salgo aquí contigo que está el aire puesto. Anda, hazme sitio que estas muy cómodo.

-Joder Lola, ni cinco minutos me dejáis tranquilo. Digo esto mientras resoplando me aparto hacia el extremo del sofá, y tú te tiras en el haciéndote dueña de la mayor parte de el a pesar de tu menudo cuerpo. – Ponte cómoda si te parece.

-Anda no te quejes, si te gusta que te haga compañía. Vaya rollo estás viendo, andaaa déjame cambiarlo.

-Esto ya es el colmo, no, lo estoy viendo.

-Joder... si seguro que te quedas sopa viéndolo, vaaaa déjame que lo cambie. Dices esto mientras te apoderas del mando a distancia.

-Si claro Dolores, y si te parece bien también le hago un masaje a la señora.

-Pues no, pero mira ya que lo dices hazme cosquillas en las piernas. Y dices esto mientras te tumbas en el sofá recostando tu cabeza en el otro extremo y pones tus pequeños pies sobre mis piernas. Te encanta que te haga cosquillas. Yo me hago de rogar siempre, aunque me gusta mucho hacértelas y tú lo sabes sin duda.

-Ya está bien el abuso Dolores- sé que te fastidia que te llame así.

-Que no me llames así -levantando un pie y fingiendo golpear mi entrepierna… me encojo instintivamente.

Desisto de mis protestas y finjo prestar atención al programa tonto que has puesto en la tele mientras comienzo a hacerte tus cosquillas sin mostrar demasiado interés.

-Así no tonto, hazlo bien, ya sabes como -tu pie izquierdo reposa directamente sobre mi entrepierna y yo comienzo a hacerte cosquillas, esta vez sí como a ti te gusta, rozando apenas tu piel con las yemas de mis dedos y con movimientos muy lentos.

Comienzo a deslizar mis dedos por el empeine de tu pie y subo muy muy suave y despacio por tu tobillo y pierna hasta llegar a tu rodilla para luego volver a bajar hasta tu pie, mi mano describe el mismo camino una y otra vez… Joder ese pantaloncito que llevas puesto es tan corto y tan suelto que prácticamente no tapa nada en esta posición y puedo ver gran parte de tus braguitas.

Estas preciosa, eres preciosa… esta vez las yemas de mis dedos suben más allá de tus rodillas llegando hasta medio muslo para volver a bajar como si lo hiciese distraídamente. No puedo dejar de sentir cierta excitación… Mierda, mi polla comienza a despertar bajo el peso de tu pie. Miro tu cara de reojo, tienes los ojos cerrados. ¿Te has dormido o simplemente los tienes cerrados? Apuesto por lo segundo.

Mi mano derecha sigue subiendo y bajando por tus piernas adentrándose cada vez más y más por tu muslo, subiendo por tu pierna y bajando por el interior de tu muslo una y otra vez. Mi polla cada vez está más dura bajo tu pie, estoy seguro que no puedes dejar de notarla, mi corazón late con fuerza… Decido contraer mis músculos a fin de infligir cierto movimiento a mi pene y que sientas sin lugar a dudas cuál es su estado y poder ver tu reacción. Tienes que notarla, estoy seguro, pero no mueves ni un pelo.

Mi mano llega cada vez más arriba en tu muslo subiendo hasta el límite de tu pantaloncito que se ve impotente en la labor de ocultar las braguitas. Luego bajo por el interior de tus muslos llegando hasta tu rodilla pero ya no bajo más… Prefiero volver a subir.

Lo que en un principio era el leve roce de las yemas de mis dedos se ha convertido ya en la totalidad de mi mano acariciándote. Entonces te mueves… flexionas ligeramente tu rodilla separando un poco más tus muslos a la vez que acomodas en diferente forma tu pie en mi entrepierna. Ahora tu talón se apoya en la base mientras que la planta de tu pie queda en contacto con el resto de mi polla, separados ambos únicamente por el pantalón corto que la mantiene en su encierro.

Mi corazón late cada vez más fuerte, mi mano ya se adentra bajo ese pantalón y mis dedos rozan el borde de tus braguitas mientras descienden por tu ingle. Tu pie parece que por momentos se ha vuelto más inquieto, se mueve como buscando acomodarse, se para unos segundos, lo mueves nuevamente y en cada movimiento aplastas más mi duro miembro. Más bien parece que estás haciendo un reconociendo de lo que te tienes entre manos o pies en este caso.

Joder Lolita… si así apriétame con ese piececito… ¿qué me está pasando? Me estoy volviendo loco y no puedo parar… Los dedos de mi mano se adentran con cautela bajo la goma de tu braguita y siento como los vellos de tu pubis rascan las yemas de mis dedos, es un bello fuerte fruto de tu juventud y mis dedos se enredan en el mientras poco a poco retiro mi mano por última vez para volver a bajar lentamente por tus muslos preciosos.

Vuelvo a la carga, mi mano atraviesa nuevamente bajo tus braguitas y mis cuatro dedos terminan sobre el bello de tu pubis. Mientras mi pulgar va bajando lentamente hasta llegar al inicio de tu rajita y recorre sus labios lentamente… Ya no es mi corazón, ya es todo mi cuerpo el que parece que late. Siento el pulso en cada parte de mi cuerpo, las sienes me laten como si fuesen a estallar los dedos de las manos me tiemblan…

Aprieto ligeramente con mi pulgar y atravieso la última barrera… dios que húmedo y caliente… ha entrado como si nada, estas súper mojada los dedos de tus pies se encogen sobre mi polla y la aprietan al sentir como mi pulgar invade tu sexo ufffff… me entran unas ganas locas de arrancarte la ropa separar tus piernas y comerte ese coñito ahora mismo… Pero no, no estoy loco, no puede ser… Esto está pasando y no está pasando para ninguno de los dos… se supone que yo estoy viendo la tele y tú te has quedado dormida mientras te hacia tus cosquillas y ese es lo que ambos estamos dispuestos a asumir…

Tu respiración se agita por momentos mientras mi dedo se mueve en tu coñito casi chapotenado… tus ojos cerrados en un sueño fingido y tus pezones duros y puntiagudos marcándose en tu camiseta... Ufff aprieto y tu pie aprieta… relajo y tu pie relaja… comienzo a mover mi dedo haciendo pequeños círculos a la vez que entra y sale de tu chorreante chochito amasando sus labios y notando tu endurecido clítoris.

Mi polla necesita sentir el contacto de tu piel, así que mi mano izquierda consigue subir la pernera de mi pantalón hasta dejar asomar la mitad… y ahora si siento los dedos de tus pie apretar mi capullo en cuya punta asoman gotas de líquido. Mis dedos juegan con tu coñito acelerando más y más el ritmo… Tu respiración se vuelve entrecortada por momentos y en una última embestida de mi pulgar contra las paredes de tu empapado coño noto como sus paredes me aprietan… tu vientre se contrae… tu coñito se contrae alrededor de mi dedo mientras se deshace en jugos… dios te corresss y yo ya no puedo aguantar más… tu pie aprieta mi polla mientras comienzo a correrme entre tus dedos que rodean mi capullo… ahhh. Te muerdes el labio pero en ningún momento abres los ojos…se supone que duermes…

Tras una serie de contracciones tu coñito finalmente se relaja en mi mano… Vuelvo a recorrerlo tres o cuatro veces con mi pulgar recogiendo todos tus jugos y lentamente retiro mi mano de tu entrepierna para acercarla hasta mi cara y así oler tu aroma… no puedo resistir y llevo mi pulgar mojando en tus jugos hasta mi boca para saborearte… ummmm… mientras tú te relajas y finges continuar en tu fingido sueño.

Joder que estropicio… los dedos de tu pie y mi pierna están llenos de mi leche… Intento recogerlo todo estirando de mi camiseta procurando que no caiga nada al sofá… debo arreglar esto antes de que se levante tu madre…

-Loli, aparta tengo que ir al lavabo… te digo mientras sacudo tus piernas para despertarte.

-Joder… no dejas dormir a nadie- dices mientras abres los ojos y finges desperezarte al tiempo que apartas tus pies…

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