Nuevos relatos publicados: 9

Los planes de mi familia... no eran los mios...

  • 15
  • 52.261
  • 8,89 (19 Val.)
  • 1

Me llamo Susana, ama de casa, me considero una mujer como cualquier otra con los achaques propios de mi reciente menopausia; piel blanca y menuda de cuerpo excepto por mi trasero, cosa que en muchas ocasiones me ha causado contratiempos con los hombres por su tamaño que, aunque todos ellos dicen que es hermoso, para mí no deja de ser exagerado; por lo que trato en la medida de lo posible de ocultarlo.

Sucedió que tras una cena informal con los vecinos se acordó ir a la playa el siguiente fin de semana, es un lugar tranquilo ya que no se considera turístico, aunado a que Ricardo (mi vecino) cuenta con una propiedad allí que ha descuidado desde su divorcio, era entonces una oportunidad para descansar y pasarla en familia.

Eran los primeros días de verano y el calor era insoportable, pese a que cómodamente podemos trasladarnos y que el trayecto es corto, tomo una decisión en base a una excusa para no ir y quedarme en casa.

- Armando (mi marido), sabes que ese drenaje no se va a reparar solo; no puedes hablar y cancelar cuando sabes que soy yo quien va a batallar toda la semana.

- Pero Susy, no hay quien pueda recibirlo; nos vamos con todo y vecinos! (risas)

- No Armando, es más, prefiero no ir con ustedes pero que esto se arregle ya!, además Karla (mi ex vecina) no irá y me voy a aburrir como ostra.

- Pero como vamos a dejarte mujer!, además te aburrirás mas aquí, ya ves que aún no terminan de habitar el fraccionamiento y en fin de semana esto está muerto.

- Esta decidido!, y si te preocupa que me quede sola le hablo a mi mamá para que se quede conmigo…

Así que los vi partir, sin saber que ese día mi vida cambiaría para siempre…

Tomé un baño para iniciar fresca la mañana, preparé mi desayuno e inicié con mis labores de casa; cosa que regularmente me distrae y me impide vivir como indigente.

A media mañana y con casi concluidas mis labores llamaron a la puerta, abrí pensando que habían llegado para las reparaciones cuando, para mi sorpresa, en la puerta se encontraba un hombre que no correspondía a mi idea de un plomero; alto y bien vestido, con un portafolio y celular en mano. Inmediatamente se presentó como representante de la inmobiliaria con quien tenemos la hipoteca de la casa, afirmaba que nuestra documentación no se encontraba en orden y que había que llenar unas formas.

No le di mayor importancia haciéndolo pasar, aunque me resultó extraño que el trámite no se realizara en una oficina; le ofrecí asiento y me pidió le obsequiara un vaso con agua, nada raro considerando el calor que hacía.

Me dirigí a la cocina y al salir vaso en mano me encontré con un arma apuntando a mi frente…

- Preferiría no utilizarla, me dijo sin dejar de apuntarme, así que haga lo que le diga y no le va a pasar nada…

- Que quiere? - le dije con apenas voz

- No tenemos mucho en casa, tome lo que quiera pero por favor no me haga nada

Sin decir algo y con rudeza me dirigió a la sala y de un empujón caí al sofá, sacó varios cintos de plástico de la bolsa de su saco y me los arrojó.

- Amarra cada una de tus piernas a las patas del sofá, y una de tus manos al posa brazos; yo me encargo de sujetar la que quede suelta.

Obedecí temblando de miedo al pensar en el arma que mantenía apuntándome, lloraba sin hacer ruido imaginando lo peor que podría pasarme.

Inmediatamente terminé, tomo mi brazo suelto y lo amarró cerciorándose que el resto estuviera bien sujeto, colocó una servilleta en mi boca y la amarró con fuerza; después de esto me quitó su atención y se dirigió a revisar toda la casa.

Pasados los minutos que para mí fueron horas regresó con un par de fundas de almohada llenas de diversas cosas que, al parecer, sustrajo de todas las recamaras de la casa.

- Cierto que no tienen mucho, pero de algo de ha de servir esto.

Acto seguido se dirigió al garaje donde, como comprobó, no tenemos nada de valor a excepción de mi auto.

- Puta suerte!, nada que valga la pena.

Dirigió nuevamente su atención y apuntándome con su arma me dijo:

- Dime que tienen algo más de valor, que sea por las buenas – dijo esto quitando la servilleta de mi boca.

- Le juro que no hay más – dije llorando

- El dinero está en cuentas de banco pero los manejos los hace mi esposo…

- Mientes! – me dijo mientras el arma apuntaba a mi cuello

- Este fraccionamiento es de gente con posibilidades económicas, así que no me hagas pasar a las malas.

- No, no hay más! – dije llorando ruidosamente.

- Plafff! – sonó la bofetada sobre mi mejilla

- En serio que no me gusta golpear mujeres, dame lo que quiero y me voy sin hacerte nada; de lo contrario no vuelves a ver a tu familia – decía mientras ponía su arma en mi cabeza.

En ese momento pasó mi vida entera por mi cabeza, comencé a sentirme mareada y perdí el conocimiento.

Pasado un tiempo que no supe definir desperté, solo para ver con horror lo que sucedía…

Me encontraba desnuda y apoyado mi vientre sobre la mesa de la cocina, mis piernas y brazos habían sido sujetos a las patas de la mesa y tenía de nueva cuenta la servilleta sujeta a mi boca.

Alcé la vista y lo vi, sentado y desnudo masajeando su miembro, el cual se encontraba erecto; sin ninguna comparación en tamaño con el de mi marido.

- Al fin despiertas – me dijo

Y sin más colocó su celular apuntando hacia mí, prendió la cámara y se acercó diciendo:

- Si no me llevo algo de valor al menos me voy a divertir un rato contigo – dijo esto dando una palmada sobre mi trasero.

- Plafff! Plafff! – repitió la operación en reiteradas ocasiones haciendo que mis glúteos comenzaran a arder.

- Mmmmm! Mmmmmm! – trataba de decir que parara, que me hacía daño

- Plafff! Plafff!

- Que trasero te cargas mamacita!, no podía dejar pasar la oportunidad de cogerte – dijo esto poniendo su virilidad por sobre la vereda que formaban mis nalgas.

- Te voy a dar hasta por la orejas cabrona!, los culos grandes se hicieron para reventarlos a pijazos!

- Mmmmm! Mmmmm!

En verdad no pasaba por mi cabeza que esto pudiera estar ocurriendo!, una mujer casada, recatada y de buena familia; atada y amordazada mostrando su intimidad a un extraño que iba a hacer lo que se le antojara sin problema de que alguien pudiera molestarlo.

- Mmmmm! Mmmmmm! – quería decirle que no, que me dejara en paz; que no le había hecho ningún daño como para portarse así conmigo.

- Nunca había tenido una mujer como tú! – dijo esto mientras introducía sus dedos en mi vagina que, al encontrarse si lubricar, me causó un fuerte dolor que me hizo arquear.

- Y menos con una nalgona que tuviera el culo tan apretado – sacó sus dedos para incrustarlos en mi esfínter

- Aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

El dolor al violentar mi cavidad anal hizo que por un momento perdiera nuevamente el conocimiento, recobrándolo solo para sentir como se colocaba detrás mío, colocando su miembro en mi entrada vaginal y, de un envión, introducir gran parte de él.

- Aghhhhhh! Aghhhhhhhhhhhhhhhh!

Dolor, nada parecido a lo que en ese momento estaba sintiendo pude recordar haber vivido.

- Ah sí mamacita!, - decía mientras se sujetaba a mi cadera y mantenía su vicioso afán por poseerme.

- Que culo te cargas!, seguro tu marido te coge día y noche… yo lo haría.

- Voy a reventarte la cola hasta cansarme!

- Plafff!, Plafff! – el sonido producido por las palmadas a mis glúteos formaban eco en las paredes.

- Plafff!, Plafff! – No!, no!, trataba de decir sintiendo entre ardor y dolor en mis nalgas y vagina.

- Aaaahhhhhhhh – escuche decir en el mismo instante en el que mis entrañas eran inundadas por su descarga.

- Puta!, me hiciste acabar muy rápido… pero que buena estas!, no lo hubiera podido imaginar por la ropa que usas – dijo esto dándome una palmada más sobre mí ya adolorido trasero.

- Podrías cobrar lo que quisieras por dejarte coger por este culo…

- Mmmmmm, Mmmmmm – era lo único que podía pronunciar, mis lágrimas mojaron mi rostro, lágrimas de dolor, de frustración, de miedo…

- Vamos a hacer esto – dijo

- Voy a estrenar tu culo porque así como lo veo tu marido no lo atiende – su mano recorrió mis nalgas hasta posarse sobre mi esfínter…

- Mmmmmmmmmmmmm – un espasmo hizo arquear mi espalda al recordar su falange en mi orificio.

- Ahora que si no quieres hay alternativas – esto último me hizo abrigar la esperanza de que mi conducto podría salir ileso.

- Voy a quitarte la mordaza y no quiero que grites, de eso depende que me porte bien contigo…

- Aaahhhhh – aspiré profundamente al sentirme libre.

- Por lo que más quiera déjeme, ya abusó de mí, no diré nada a nadie pero déjeme…

- Plafff! – una palmada me interrumpió haciéndome dar un grito de dolor.

- Aaahhhhhhhhhh

- Si te quite esto no fue para que me recriminaras cabrona! – dijo mostrándome la mordaza.

- Así que calladita y a hacer lo que te diga si no quieres que me cobre con este – esto último lo dijo al momento de incrustar su índice en mí apretado esfínter.

- Aaaahhhhh, aaaaahhhhh, no, sácalo!, por favor.

Se retiró de mí solo para colocar la cámara a un lado de mi cara, colocó su miembro a escasa distancia de mi boca y dijo:

- Quiero ver lo que puedes hacer con esta boca, dijo esto poniendo su miembro en mis labios.

- Nooo!, dije esto último ladeando mi cabeza para apartarme de ese monstruo que tenía enfrente mio.

- Plaffff!, Plafff!, Plafff!

- Aaaahhhhhhhhh!, noooo!

- Plaffff!, Plaffff!, Plafff!, palmeaba mis nalgas que a estas alturas ya sentía hervir…

- No por favor!, ya no!

- Plafff!, Plafff!, Plafff!

- Siii, hare lo que quieras pero ya no me golpees…

- Abre la boca, dijo colocando de nueva cuenta su miembro en mis labios.

Sin otra opción y con resignación la abri…

- Mmmmmm!, Agggghhhh!... Nooogggh…

- Siiiiii, decía mientras trataba como podía de incrustar la totalidad de esa monstruosidad.

- Gluuuuhhh, Gluuhhhh… es lo único que podía escuchar mientras mi boca era invadida sin piedad por ese pedazo de carne que parecía hervir dentro de mi boca…

- Ahhh, que buena boca tienes zorra!, no cabe duda que debes traer pendejo a tu marido haciendo esto…

- Mmmmm, sus palabras me herían más que nada, solo pensando que solo un par de veces había hecho esto en mi vida y ninguna de ellas fue satisfactoria.

- Mama perra!, mama! – lo último que escuche antes de sentir todo su miembro dentro mío…

Arcadas, dolor, odio, frustración… todo esto y más sentía al ver a un desconocido violentar mi boca a su antojo, y yo tratando de abrirla lo más que podía para tratar de jalar un poco de aire, ya que el infeliz tapaba mi nariz mientras metía y sacaba su miembro…

- Toma zorra!, mama todo esto!

No pude más… cerré mi boca aprisionando con mis dientes su carne…

- Ahhhhh, dijo dando un golpe a mi cara mientras retiraba su miembro de mi boca dándome un respiro para jalar el aire necesario para no ahogarme…

- Perra!, mira lo que hiciste! – algo difícil de hacer ya que mi vista estaba nublada por la falta de aire.

- Plafff!, Plafff!, Plafff!, Plafff!, descargaba su coraje en mis nalgas que a estas alturas ya no podía sentir….

- No, no – le dije con apenas voz, ya que mis fuerzas por lo vivido iban menguando en mi cuerpo.

- Plafff!, Plafff!, Plafff!, Plafff!, maldita!, golpeaba y golpeaba con un coraje que llego a asustarme demasiado y volví a perder el conocimiento…

Es este momento sino el peor, si uno de los peores de mi vida; ya que mi desvanecimiento fue interrumpido de la manera más vil que me podían haber hecho…

- Aaaaaaggghhhhhh!!!!, Aaaagggghhhhhhhhhh…..

Dolor, solo dolor sintiendo como mi esfínter era forzado al máximo tratando de introducir ese pedazo de carne en mis entrañas, caliente, duro… tan duro y caliente como braza que pasa y quema todo a su alrededor…

- Basta!, nooooo!; no aguanto más!, me vas a matarrrrrr!....

- Plaffff!, Plafff! – golpeaba mis nalgas que para ese momento era lo que menos me importaba…

- Nooooo por favor!, nooooooooo!!!!

- Ten piedad de miiiii!, nadie me había hecho esto!, déjame por favorrrr! – suplicaba tratando de apretar mis nalgas en el inútil intento por tratar de impedir lo inevitable…

- Nooo!, noooooooooooooooooooooo…..

Mis entrañas ardían, mi cuerpo entero temblaba y pasaba entre desmayos solo para recobrarme y verme sodomizada por lo que parecía no tener fin….

- Ahhhhhhhhhhhhhh! – grito el, al momento de sentir que toda su virilidad se encontraba dentro mío.

- Nooooo!, nooooo!, sácalo!, sácalo!; me estas matando…. Noooooooooo!

- Es tu merecido por morderme zorra!, dijo esto quedándose quieto como para hacerme sentir toda su carne dentro de mi intestino.

- Ahora viene lo bueno y es mejor que no te resistas – me dijo al tomar mi cadera con sus manos y acomodándose literalmente tras de mi…

- Aaaaggghhhhh!, AAAAGGGHHHHHHHH!!!!!!

Gritaba con voz ronca por el esfuerzo al sentir como de manera más bien brutal el maldito me tomaba por mi cintura y metía sin misericordia su pedazo dentro de mi cola, taladraba prácticamente mis entrañas sin el remedio de poderme lubricar, y mi carne ardía cada vez que me enterraba toda su extensión.

- AAAGGGGHHHHHHH!!!!!!

- AAAGGGGHHHHHHH!!!!!!

- Para!, Paraaaaaaa!!!!! – lloraba de dolor, de frustración, lloraba pensando que me iba a morir sino de dolor de la vergüenza por la que pasaba…

- Ten piedad de mí!!!!!, me matas!!!!!!

Después de algún tiempo que para mí fueron horas comenzó a forzarme de una manera más rápida y brutal, yo solamente sollozaba, ya sin fuerzas ni siquiera para suplicar; recargo su pecho sobre mi espalda y, metiendo sus manos bajo mi cuerpo, tomó mis senos; estrujándolos más que tocándolos, mordió mi cuello y eyaculo dentro mío…

- Aaahhhh, siiiiii… que buena que estas puta!

Chorros y chorros sentía que inundaban mis entrañas, parecía una manguera que no tenía quien la cerrara.

- Ahhhh – se corría mientras mis senos eran literalmente estrujados por sus manos que parecían querer exprimirme por su rudeza.

- Ahhhhhh, que buena corrida zorra!

Para ese momento yo solo quería que terminara el martirio, no le recriminaba, solamente lloraba mi infortunio.

- Así hasta dan ganas de volver a visitarte – dijo esto tomando su teléfono y dando un golpe a mi nalga que en este momento ya no sentía

- Plafff!

Se salió de mí y limpio su miembro con la servilleta mientras me decía…

- El pendejo de tu marido no sabe lo que se perdió; estrene a su mujercita… - esto último mientras una carcajada suya rompía el silencio…

- Mira nada más como quedo tu agujerito – metió un par de dedos sin dificultad mientras unas ganas de evacuar mis intestinos hicieron presa de mí…

- De..dejame ir al baño p.. por favor – dije esto casi arrastrando la lengua con lo último que me quedaba de fuerza.

- Jajajajaja!, la zorra quiere cagar; que, no puedes cerrar tu agujero?

- P..por f..avor… ya no aguanto…

Me desato y casi a rastras me llevo al baño dejándome sentada sobre la taza…

- Estás en tu casa… y gracias por el vaso con agua… cuando pueda te mando una copia del video, sino; la busca en internet…

Dijo esto dando un portazo y recogiendo lo robado escuche como abrió la puerta de la sala y salió sin preocuparse por cerrar…

Con las fuerzas que me sobraban y después de descargar mis intestinos tome una toalla, la envolví sobre mi cuerpo y me eche sobre el sillón; sollozaba mi desgracia y el sueño llego a mi auxilio…

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El sonido de un motor me despertó, después de un momento trate de levantarme pero mi esfuerzo fue en vano; me deje caer y espere…

Por mi cabeza paso el recuerdo de lo sucedido y llore, no sabía como iba a explicárselo a Armando; pero lo que si sabía es que él siempre había sido comprensivo y me apoyaría en esto y en todo lo que pudiera sucederme.

Escuche que entraba empujando la puerta que el maldito dejo abierta, trate de nueva cuenta de incorporarme pero solo logre mover mi cabeza y verlo entrar…

Al plomero!

En ese momento recordé que iría y, también en ese momento, me percate que la toalla que me cubría se encontraba en el suelo; dándole un primer cuadro de mi trasero…

- Por favor – balbucee tratando de pedirle que me ayudara, que un maldito me había violado y que necesitaba a mi esposo; a mi familia…

- Ayuda..me, p..por favor

Vi la incertidumbre en su cara, y el intento por regresar por donde había entrado.

- No t..te v..ayas, por f..avor…

Así que ceso su intento por irse, dejo su caja con herramienta en el suelo y se acercó; con cautela observo por toda la casa y regreso conmigo.

- S..olo estoy yo, ayud…ame

Para mi horror vi como comenzó a bajar el cierre de su pantalón y a sacar su pene casi erecto, no cabía en mi cabeza que esto pudiera estar ocurriendo; era el infierno al momento de sentir que otro hombre trataba de violarme nuevamente….

La tarde sería larga para mi...

(8,89)