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Mi mascota

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—Tanta belleza... No me canso de repetirte que eres un chico tremendamente delicioso —dije mientras retrocedía y admiraba mi trabajo.

—Por... F... Favo... Favor —Tratas de decir a través de la mordaza de metal tapando tu boca forzada con toda tu saliva cayendo al suelo mientras está abierta

—Chss... Paciencia, querido Ya lo estoy preparando —Te acaricio esas lagrimas que caen de tus ojos, y con preparandolo me refiero al vibrador, por supuesto, decidí en el dia de hoy que hoy merecías un buen orgasmo de mi parte, y ahora estás justo como te necesito que estés, simplemente amo la vulnerabilidad de tu apariencia, me encanta la forma en que te dejo obligado a quedarte a cuatro patas, como una mascota lista para ser ordeñada.

—Ahí vamos, ahora voy a insentarlo correctamente —Dije mientras sujetaba el vibrador a otra barra metálica que podía atornillarse en la barra principal en la parte inferior, tomé tu polla perfectamente erecta y lentamente la inserté en el tubo de silicona que podía estar conectado a la cabeza con el vibrador. Cuando tu polla estaba lo suficientemente manipulada para jugar con ella y contigo sonreí satisfactoriamente y retrocedí para dislumbrar mejor como te veías y como te sentías, que placer, verte en cuatro, en mi cuarto, en el suelo, con una cara de terror, no sabes lo que quiero hacer, pero yo si, tortura, quiero torturar

—Has estado esperando tanto tiempo, ¿verdad,? Tranquilo que yo igual, lo he echo aposta querido, para que pienses en mi mas de la cuenta, que no sepas el día en que voy a atacarte, que sea en un momento inesperado, me encanta elegir el día adecuado, seducirte con mis acciones, con mis palabras, y que tu caigas rendido de una manera y otra, estoy seguro de que pensabas en mi siempre, sin saber porqué este silencio tan repentino de dejarte libre, pero como siempre... No eres de nadie salvo de mi, tantas noches volviendo a desear ver tus lagrimas, verte llorar, estar sometido, dominado por mi, verte humillado, me encanta, no sabes lo que disfruto —me burlé y acaricié juguetonamente la cabeza de tu polla expuesta.

Gemiste y te moviste por mis lascivos tocamientos, tu saliva corría por tu boca abierta, haciendo que mi propia polla creciera dentro de mis pantalones.

—Bien, no dejemos perder más el tiempo —Sonreí y activé el vibrador.

El zumbido llenó la habitación y se mezcló rápidamente con tus gemidos involuntarios mientras permanecias atado, inmovilizado y amordazado, como una puta mascota, Me senté en el borde de la cama y comencé a masajear mi polla a través de mis pantalones, me pones tanto que no puedo esperar, quiero masturbarme para ti, tu dolor, tu humillación me supera, pero me supera más que me mires, porque no puedes evitarlo.

Tus ojos se abrieron y cerraron mientras tratabas de comprender la inusual sensación de estimulación en tu polla joven y negada. Estaba muy atento a la constante presión de tu polla tratando de ponerse dura detrás de la prisión de metal, masturbandote, masturbandome, tiempo de jugar, tiempo de juego controlado para ti, es tan jodidamente maravilloso el sentir mis propias manos masturbarme mientras una simple máquina hace lo mismo contigo... Y tú sin parar de gemir y de mirarme, y luego dices que no eres un pervertido? !Tu mirada te delata cabrón!

Gemiste de nuevo en voz alta y tus ojos lujuriosos trataron de mirar mi protuberancia.

—Chico hambriento ¿eh? —Sonreí.

Una gota de semen en la punta de tu polla estimulada fue tu respuesta.

—Entonces vamos a darte de comer —Te dije, me puse en pie y comencé a deshacer mi cinturón.

Tus ojos me siguieron hasta que me paré frente a ti y dejé caer mis pantalones.

Tomé tu cabeza entre mis manos y lentamente guié mi polla dura a tu boca abierta y forzada. Cerré los ojos mientras sentía tu lengua húmeda y llorosa que rodeaba mi punta y dejaba oír un gemido de placer mientras entraba aún más profundo. Comencé a follar tu boca rítmicamente y entró en tu garganta mas de tres veces, Creo que este siempre será el mejor sentimiento. En mi opinión.

—Eso es lo que te gusta, ¿verdad, Dai? —Gemí mientras aumentaba la velocidad. Podía sentir que ya estaba cerca. No tenía que contenerme, no huiría y cuando me diera ganas, simplemente regresaría para otra ronda. Para eso está tu boca. ¡Oh, dios, tragatelo todo, joder!

Tú y yo gemimos en sincronización cuando comencé a disparar dentro de tu boca. Mis rodillas empezaron a temblar, pero agarré tu cabeza firmemente y mantuve la posición. Tu garganta trabajó apenas cuando trató de tragar lo que había disparado en tu boca abierta. Mi respiración se hizo más lenta poco después, pero todavía no me retiré. Dejé que mi polla semi erigida descansara en tu boca. Quería que probaras un poco más, nos lo merecemos despues de largo tiempo sin vernos, querido.

Tú, aunque lo niegues unas mil veces, obviamente lo disfrutaste. Tus ojos se cerraron de nuevo y trataste de chuparme la polla como si fuera tu última oportunidad de conseguir algo para beber. Entonces comenzaste a gemir largo y fuerte.

Te acaricié el pelo y supe lo que pasó.

--Buen chico —Te elogié mientras disparabas tu propio semen por todas mis sábanas, estabas temblando, deseando derrumarte en las sabanas embadurnado con tu propio semen pero las ataduras y restrinciones no te permitian hacerlo, asi que te quedaste ahí, parado mirandome mientras todo el semen salia de tu polla y tu sudor adornaba tu bella cara folladora que tienes.

—Deja todo salir, mi pequeño eyaculador precoz, todo lo que tu polla necesite expulsar, dejame las sabanas empapadas con tu olor

A continuación, saco mi polla con cuidado y arrugo tu cabello juguetonamente.

—No te preocupes —Te sonreí mientras me levantaba los pantalones otra vez. Sonreirte, dices que no te gusta que te sonría, pero ¿sabes que? Yo... ADORO SONREIRTE, esa es mi manera de seducirte, con una sonrisa todo se vive mucho mejor entre los dos, y más aun cuando hace unos minutos, gemimos a la misma vez, casi llegando a una buena masturbación, te echaba de menos, y me hace muy feliz tenerte en este dia para mi.

—La diversión no termina aquí. No tengo nada planeado hoy, así que tú y yo vamos a divertirnos más juntos —Mientras hablaba, tus gemidos de placer se habían convertido en gritos agudos. Tu lucha aumentó, así como te diste cuenta de que las vibraciones no se detendrían, yo tenia el control de todo y no iba a hacer nada para hacerlos parar.

—ggnnnggggggg!!! —Suplicaste frenéticamente con tu boca abierta, sinceramente no sé que dijiste pero me dió igual, me encanta verte asustado, poder hacer lo que me de la gana contigo.

Te di una palmada juguetona en la mejilla.

—No te preocupes, el dolor desaparecerá en unos segundos, cuando pase, entonces estarémos listos para la segunda ronda —Te Sonreí una vez más, haciendote mirar mi estupenda sonrisa. Te cuidaré en algún momento, muchacho. Estoy calculando para adivinar cuántas cargas de semen has disparado hasta entonces. —Con estas palabras me di la vuelta y fui a la puerta,

Al volverme a darme la vuelta descubrí que me mirabas aterrorizado

—!!N... O ME... DEJES N... OOOO!! —Suplicaste mientras apagaba las luces y te dejaba solo, completamente a oscuras,

—Diviértete —Te sonreí guiñandote un ojo y disfruté de tus gemidos desesperados siguiéndome a través de toda la casa, que increible es oirlos ahora mismo mientras estoy relajado, a oscuras, solo, siendo masturbado, desnudo y humillado, disfrutalo, querido, nadie tiene el privilegio de vivir esta experiencia, tus gemidos, el balsamo que necesito para vivir. Creo que podria disfrutar de esto muchisimas veces y en buena compañía... Mmm creo que llamaré a mi hermano y a Taichi para que el show sea mas especial.

Una llamada y... Diversión asegurada, sí, eso es lo que haré, disfruta Daisuke, tendrás a tus dos personas respetadas mirandote y preocupandose por ti, ¿no es genial?

No dejo de sonreir y de reir, y sé que necesitas esto, humillación y mi sonrisa, buena combinación para todos nosotros.

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