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Mi primera vez con mamá

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Antes que nada quiero manifestar que absolutamente todo lo escrito aquí es 100% real, en este relato no hay absolutamente nada de ficción.

La relación con mi mama nunca fue buena desde que yo recuerdo, nunca tuvo una muestra afectiva ni para mí o mi hermano, siempre fue muy fría, solo se preocupaba por estar bien ella. La verdad de las cosas, es que si es guapa, siempre se ha cuidado al punto de tener una obsesión por verse bien, tiene 50 años, mide 1,65, pesa 55 kg cabello oscuro largo ojos grandes unos labios carnosos y bueno del cuerpo esta exageradamente muy bien debido a que lleva 20 años asistiendo al gym y el busto lo tiene operado, es decir se puso silicones. Acostumbra a vestir de minivestidos o minifaldas, en fin dirían hoy en día es una milf.

Nunca la vi con morbo, al contrario siempre desarrollo como resentimiento hacia ella, no descarto incluso haya engañado a papa no una sino muchas veces, pero no lo sé.

Desde joven empecé a trabajar y cerca de los 25 años logre independizarme actualmente tengo 31 años, por lo cual era muy rara la vez que visitaba a mis padres los veía una vez cada dos meses.

En fin sin más rodeo ahora si contare como inicio todo:

Hace aproximadamente un año iba yo caminando por un centro comercial, cuando alcance a ver a una mujer con un minivestido azul y un trasero hermoso, cuando me acerque a ver aquella mujer me lleve la sorpresa de que era mi madre, a quien por cierto ya tenía casi un año y medio sin ver. Nos saludamos y la invite a comer aquella tarde, todavía sin morbo, el morbo vino en la comida pues realmente los años le habían caído bien y estaba encantadora, y tenía medio año de haberse puesto los silicones que les comente líneas arriba, la verdad estaba yo como loquito. Comimos muy bien y llego el momento de irnos ella se fue por su lado y yo por el mío. Toda la noche estuve pensando en ella y decidí que al menos intentaría algo.

Comencé primero con mensajes de whatsapp saludándola y preguntándole como estaba, posterior a eso iba a la casa cuando sabia estaba sola y charlábamos de todo, nada en especial, posterior a eso como a los dos meses cuando la iba a ver a sabiendas de que estaba sola le llevaba algún detalle como unos chocolates, un osito de peluche o una rosa; una noche recibí un mensaje que me dejo más que feliz: "hola corazón, gracias por la rosa me gustó mucho y desprendiste una sonrisa... Besitos", la verdad eso me alentó.

Después comencé por invitarla a salir por la mañanas, para que ni mi papa o hermano pensaran mal, íbamos a desayunar y a caminar por algún centro comercial, sobra decir que iba con unos minivestidos de infarto y sumado a los silicones que traía wooow era yo feliz, sobra decir que todo el tiempo andaba erecto, cuando se subía a mi carro era tan corto el vestido que más de una vez veía su tanga, como buena mujer cuando íbamos al centro comercial me sacaba que los zapatos o algún vestido, la verdad a mí me valía gastar en ella. Los mensajes se volvieron constantes hablábamos de todo y ese fue el medio ideal para iniciar los halagos como: eres muy bella ma, que guapa te veías hoy y cosas así.

Una día fue muy directa mi mama y me la soltó: oye hijo porque has cambiado tanto, antes te veía una vez al año y desde que nos encontramos en el centro comercial ya no te saco de acá, espero no sea por el par de tetas que te la pasas viendo cada que salimos. Obvio me quede frio no supe que decir y opte por alejarme unos 15 días para pensar si estaba bien lo que pretendía hacer u olvidarme de una idea absurda que quizás nunca sucedería.

Después de alejarme unos 15 o 20 días nos volvimos a buscar, con el pretexto de que sería su cumpleaños número 50, y le pregunte si la mañana de su cumpleaños quería pasarla conmigo a lo cual acepto, le dije que viniera a mi departamento que por cierto no conocía y de aquí definiríamos a donde iríamos a desayunar.

Sobra decir que aquí en mi casa tenía dos arreglos enormes de rosas cada uno con 50, exclusivos para ella, y sobre mi cama un micro minivestido rojo y unas zapatillas rojas de 15 cm, obvio con un coordinado rojo de satín y encaje lo cual iba a ser su regalo. Cuando llego y la vi desde la ventana tuve una erección bestial, cuando se bajó del taxi vi que traía ropa interior blanca y venía con un minivestido negro.

Entro a la casa y platicamos un rato, la note muy diferente, me miraba algo picara, medio me coqueteaba con su cabello y cruzaba las piernas a cada rato con el fin de que viera su ropa interior, la invite a conocer el departamento y deje mi recamara al último, cuando entro le dije ese es tu regalo ma, espero te guste, ella se sorprendió y me dio un abrazo y un beso en la mejilla. Me pregunto si quería que lo usara ese mismo día a lo que le dije es tu cumple me gustaría estrenaras todo hoy; acepto y me pidió que saliera para poder cambiarse, fueron los 20 minutos más largos de mi vida.

Cuando salió, salió toda un milf, despampanante y por qué no decirlo algo vulgar, se sentó y seguimos platicando, yo le dije: mama sabes por qué te veo casi diario; ella me respondió, porque te gusto como mujer, te gusta mi cuerpo y sé a dónde quieres llegar, me inquietas no lo voy a negar, pero en principio no le podemos hacer esto a tu papa y hermano y segundo el incesto es algo muy grave hijo, dejemos ya este juego y quizás sea mejor ya no vernos tanto, mejor vamos a desayunar, se puso de pie y yo aproveche para abrazarla y besarla un poco a la fuerza, hasta que fue cediendo, fuimos a mi recamara y juro por lo más sagrado nadie me ha hecho el oral que ella me hizo, cuando le penetre disfrute esos silicones que me quitan el sueño y me ponen celoso hasta de mi papa, la pasamos genial, disfrutamos como una pareja se vino dos veces yo me vine cuando la puse de perrito, nunca había eyaculado tanto lo juro. Cuando terminamos no niego vino arrepentimiento, pena y hasta asco, pactamos que nunca nadie tendría por que saber eso, actualmente nos vemos una vez a semana para ir a mi casa, actualmente llevamos 6 meses de relación, y en próximos entregas contare nuestros demás encuentros que siempre tiene algo mágico.

Gracias por leerme.

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