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Esclava de una pasión

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Les cuento que trabajo en la docencia (ingles), mido: 1,75- peso: 73kl- mis medidas: 101-79-98- color de pelo: castaño- ojos: verdes a pesar de mis 43 años, muchos creen que tengo 30 y tantos, será por mi estado físico. Admito que soy una mujer muy elogiada por tantos hombres y adolescentes. Soy de argentina (Buenos Aires). Estoy casada hace 18 años, tengo una hija de 17 años.

Les quiero contar esta historia, con mucha impotencia, desahogo, y a la vez placer

PD: los nombres son ficticios para proteger mi imagen y de lo que me rodean.

Como ya les dije soy una mujer casada, mi marido se llama Martín (50), podríamos decir que me llamo Carolina. Tenemos una hija, Noelia (17),

Mi historia comienza hace 3 años atrás. No estoy segura, muchos dirán que exagero, pero aproximadamente para ese entonces hacia más de un año, con mi marido no teníamos intimidad, siempre él tenía una excusa, razones laborales, tiempo, cansancio. Desde que Noé (mi hija) cumplió 5 años, nuestras intimidades fueron decayendo poco a poco, solo lo hacíamos una vez por semana, luego cada dos semanas, una vez al mes, hasta llegar un punto que solo en las fechas clave (aniversario, san Valentín,) con suerte teníamos relaciones.

Era una tarde de verano en la piscina y nada más agradable que estar en familia, el cel. De mi marido sonó (eran sus amigos), no le di importancia, estaba tomando sol sobre una colchoneta de agua. De repente mi hija me avisa que se tenía que ir... estaba tan relajada que lo despedí entre dormida. Luego escucho a mi marido decir algo sin entenderlo bien, solo le respondí "OK".

Creo que me había dormido unos 20 minutos, mire a mi alrededor y no había nadie, aún no habían vuelto, me quede con las dudas.

-"¿qué me había dicho? Martín", solo le había entendido que iba a llevar a nuestra hija.

Con mucha tranquilidad me desviste así como Dios nos trajo al mundo, no hay nada más lindo que estar bajo el agua desnuda.

De repente escucho un ruido desde la cocina, tome la bata y con un poco de miedo pregunte:-"¿amor ya llegaste?"- , y solo se escuchaba el silencio, volví a preguntar 3, 4 veces más, yendo lentamente a la cocina. De golpe escucho llegar el auto de mi marido, y me quede con las dudas de quien o que había sido lo que escuche, o tal vez solo fue mi imaginación.

Martín se acerca, me da un beso en la frente y me dice:

-"veo que los chicos arreglaron la canilla (de la cocina)", con asombro pregunte:

-"¿qué chicos?

- "amor, te dije que Pablo y Fernando iban a venir a arreglar la canilla. Y me contestaste con un ok".

En ese momento fue algo así, el mundo se me venía encima, para disimular solo dije:

-"ah... tenés razón".

-¿le diste algo de plata?- pregunto,

-no me di cuenta cuando se fueron - respondí

- no podes ser tan distraída, ahora los llamo-..Mi marido tomo el tel. y entre risas hablaba

Me puse casi colorada con solo imaginar que me habían visto desnuda!!!, quería que la tierra me tragara, luego escucho a mi marido...

-gorda, hoy pone dos platos más, que Pablo y Fer vienen a cenar. Ya se pueden imaginar cómo estaba por dentro!!

Ya eran las 21hs, suena el timbre y nadie iba a atenderlo. Yo trataba de evitarlo, hasta que me hija grito:

-Maaaa no escucha el timbre!!!!

Con mucha pena, timidez me dirijo a la puerta (llevaba puesta una camisa estilo musculosa, y una pollera larga, casi llegando al talón).

Como ya de esperarse eran Pablo y Fer, quise disimular como que nada había pasado, o creerme que ellos nada habían visto.

(Pablo un hombre de 45 años 160 kl aproximadamente, 1,90 de alto, es esa clase de hombre creído, típico machista, divorciado 4 hijos y Fer es un señor de 42 años, 1,80 de altura y más o menos unos 90 kl, casado, 2 hijos).

Pablo me saluda con un beso en la mejilla delicadamente, dándome un escalofrió y con una mano tomo de mi cintura algo rustico. Por dentro me preguntaba:

-“¿me habrán visto desnuda?, ¿por qué ese saludo tan escalofriante o tan solo es mi imaginación?".

Fer fue más seco, tímido, como siempre.

Al rato llego el novio de mi hija Facundo (23 años, 1,90 de altura, cuerpo atleta, que cualquier chica desearía estar ahí junto a él, incluso mis amigas me cargaban!! Me decían que aprovechara a contemplar su cuerpo en los días que mi hija lo traía a la piscina).

A Martin y a mi… no nos agradaba mucho que digamos; era algo soberbio, es el hijo del jefe de mi marido, ya podrán imaginar que es de eso que tienen todo, tenía demasiado amor propio, sino se le escuchaba hablar de su cuerpo, como estaba marcado su abdomen, y de más, hablaba que su padre que le había comprado un cel de última generación, un auto de alta gama. Pero que se le podía hacer, mi hija estaba CIEGAMENTE ENAMORADA.

Ya pasando de las 11 pm, entre risas y copas, me di cuenta que todo estaba en mi cabeza, o al menos eso creía. Seguimos tomando, en un momento pude sentir como Pablo me desnudaba con su mirada, realmente era inquietante, no sé cómo mi marido no fue capaz de notarlo, incluso mi hija creo que lo notó, dando un comentario indirectamente a la ocasión.

Estábamos sentado de esta manera: Martin en la punta de la mesa, a mi derecha estaba Pablo, y a mi izquierda fer y entre medio de fer y mi marido, mi hija y su novio y por supuesto yo en la otra punta de la mesa frente a mi marido, quise disimular y no volver a comerme la cabeza!!.

Pero era casi imposible, trataba de no acotar mucho en la charla, con tan solo escuchar mi voz era evidente que algo me pasaba. Me levanto a juntar los platos, cuando me acerco a pablo pude sentir como su mano acariciaba mis piernas lentamente como una brisa, iba desde abajo hasta llegar a mi culo, largue un suspiro y lo mire sorprendida, y el descarado, seguía hablando con mi marido.

Me dirijo a la cocina, a lavar los platos. En un parpadeo aparecen unos brazos peludos, así como cubriéndome, me quise apartar, pero sentí un gran apretón por detrás, era Pablo con esa enorme panza me tenía acorralada entre la mesada. Disimuladamente dije:

-"disculpa, ahora me muevo así te podes lavar las mano tranquilo"

-"no hay drama, no molestas, así estoy bien- dijo. Con una respiración salvaje.

Cada vez más sentía como me apretaba, no sé por qué no grite, o al menos discretamente podría haber intentado salir de ahí. Pero no, me quede quieta, como una roca esperando el golpe de las olas. Lentamente empecé a abrir las piernas como queriendo sentir la entre piernas de aquel gordo desagradable.

-¿Qué me pasa?-me decía por dentro, tal vez fueron las copas de más, o quizás al no tener nada de intimidad con Martin más de un años, me estaba excitando, y mi cuerpo pedía acción!!!. De golpe la puerta se abre!!!…

Quede paralizada… viendo a Fer parado mirándonos. La mente se me nublo, ninguna excusa pasaba por mi mente, hasta que Pablo le dijo, que me estaba mostrando la canilla.

Fer caminó hacia nosotros, todo en mí se derrumbaba, mis ojos brillaban, mi voz se perdía, apunto de llorar…

Me miro a los ojos fijamente, unos largos 3 segundos y dijo:

-¿y?... ¿Qué te pareció?, viste que te lo dejamos a 10 puntos-

Tomo una botella de vino y se fue nuevamente al comedor.

Esa adrenalina en mis 40 años jamás lo había experimentado, vivido.

"Pabloo, Pablooo!!!... que miarda estás haciendo vení para acá". Se escuchó del comedor, siento un suave beso en mi cuello, creándome un largo suspiro de tentación. No podía creer lo que había pasado. Aunque trataba de no aparentar de estar necesitada, él sabía bien que lo estaba, con un suave golpe en mis nalgas se fue,

-¿cómo pude excitarme así?, desear que me agarrada con fuerza, desear que siguiera pasando su entre piernas entre mis nalgas, sabiendo que no era mi marido!!, como no pude controlarme!!!, me decía por dentro una y otra vez.

Con tanta inquietud, no tenía el valor de salir de la cocina, por mi cabeza pasaba miles de preguntas, si Fer había notado todo y solo quiso disimular, o quizás por el alto nivel de alcohol que tenía jamás se percató lo sucedido.

Más o menos me quede unos 40 min, hasta que la voz de Pablo se oyó:

-¿precisas ayuda?

-no, no gracias-, respondí, casi sin pensar salgo de la cocina (temiendo que se aparezca de nuevamente).

Mi hija se despide cansado de esperar a unos amigos/as decide irse con su novio al boliche, mientras que mi marido charlaba con sus amigos, no podía parar de mirar a Pablo, "¿cómo puede ser que esta bestia tan desagradable me haya excitado tanto?". Y el como si nada, a las risas, con mi marido y el, en ningún momento voltio a mirarme, como si nada paso, en la cocina.

Mientras que esta vez era yo la que no paraba de mirarlo, mordiéndome los labios, con miles de preguntas en mi cabeza y un corazón a mil. Creo que se me notaba de aquí a la luna.

-estas colorada y transpirando mucho Caro"- dijo Fer, y Pablo largo una risa.

Mi marido dijo:

-"viste como son las mujeres toman dos copitas y ya están borrachas"-, largando una carcajada...

-Sí, nosotras las mujeres somos así- le respondí con una falsa sonrisa.

-"anda a refrescarte, tomate un baño" se le escucho decir a Fer.

- sí, si eso voy a hacer"- respondí.

Ya en el baño casi por desvestirme, se escucha golpear la puerta,

- Ocuapdoo!!!- grite, de golpe se abre la puerta, casi sin aliento, y muda, corrí hacia la puerta tratando de cerrarla, para ese entonces ya era tarde, simplemente cerré los ojos, y que sea lo que Dios quiera, ya rendida con temor que me viera semidesnuda… se oye:

- "que pasa gorda?? tanto te pego el alcohol", (era mi marido), el aliento volvió a mí, cuando se fue Martin, trabe la puerta, caminando hacia la ducha, inconscientemente imagine; quien entraba, era Pablo!!! algo dentro de mi quería que sea esa bestia de más de 100 kilos, ese desagradable machista sin morales, dentro mío quería que esa persona me viera así. Jamás había estado con otro hombre, Martin era el único hombre, y nunca en la vida me tomo así como pablo, me largue a llorar inconsolablemente, la culpa me estaba matando!

Luego de media hora encerrada... escucho un grito.

-Caroo... Carooo!!!- desde abajo, Martín llamándome,

-¿qué paso gordo?- pregunte,

-voy a llevar a Fer y vengo, avísale al gordo (Pablo)-, al parecer pablo se había ido o salido a comprar.

En ese instante una mezcla de emociones, sentí alivio que Pablo se haya ido, y a su vez culpa. "¿POR QUE SIENTO ALIVIO?, ¿SI SIENTO ALIVIO, ES POR QUE SI SE QUEDABA PODRÍA PASAR ALGO MAS?, ¿¿SIENTO ALIVIO PORQUE NO ESTOY SEGURA DE MIS SENTIMIENTO??", y miles de preguntas más me hacía acostada en la bañera.

Al salir del baño sabiendo que no hay nadie, aunque con un poco de cuidado, con un camisón blanco me dirijo al dormitorio.

Al ingresar prendo la luz, y escucho,

-"ya era hora mamita"- ...una voz ronca, era Pablo!!! En mi cama matrimonial semi desnudo.

-¿qué haces acá estúpido?, Salí de mi habitación - grite, tratándome de tapar.

- la boquita- me dijo con un tono desafiante.

-¿te das cuenta lo que estás haciendo?, te llega a ver Martin así, te mata!!!

-quédate tranquila que Fer lo está distrayendo bien, así que tenemos una hora... – sonriendo, distrayendo me pregunte, todo daba a que esto estaba planeado!!!

-¿una hora para qué?- pregunte, parada cruzada de piernas con las manos tratando de cubrir mis pechos, sentía un nudo en mi garganta y temblaba.

Se levantó de la cama, y veía como lentamente se acercaba a mí, con una sonrisa. Me empujo contra la puerta groseramente, volteé la mirada hacia un lado, casi llorando. El hdp tomo salvaje mente de mi cabello, poniéndome cara a cara, luego paso su lengua sobre mi rostro, empezó a besar mi cuello, mientras sentía que mi cuerpo se aflojaba, con la otra mano toma mi pierna izquierda y la levanto apoyando su enorme miembro en mi vagina!!!

Comenzó a moverse bruscamente, mis manos apoyadas en su barriga tratando amortiguar cada golpe que me daba con su enorme verga en mi vagina, me dijo :

-" ahora sabes para que nos queda una hora PUTITA".

Empecé a llorar, mientras soltaba mi cabello y tomo de mi mano llevándolo hacia su miembro.

-¿te gusta así de grande? Zorrita- me decía, mientras yo lloraba, sin tener respuesta del porque hacia esto.

-soltame hijo de puta!!!- grite

-Dale que te gusta, no te hagas la santa, bien que movías el culo allá abajo buscando sentir mi pija-

No puedo negar, por dentro se me hacía agua en la boca, sostuve tu verga unos 4, 5 minutos, no podría decirles bien su tamaño pero les aseguro que le faltaba unos 3 cm para que mi mano pudiera tomarlo por completo.

Luego brutalmente cacheteo con furia a mis pechos, una y otra vez, causa de los golpes se me desprendieron algunos botones del camisón. Me arrojo al suelo, me levanto, me sacudía de un lado al otro, riéndose de mí.

Era realmente humillante, me sentí una basura, una cualquiera, no podía hacer nada, jamás fui tan humillada y entre llantos le pedía por favor que se detenga, le preguntaba por qué hacía esto!!!, tomo de mi cuello casi dejándome sin aire, respondió.

-una puta como vos, con este cuerpo necesita ser bien cogida, mira lo que SOS, necesitas unos cuantos polvos!!!-

No sé cómo tome fuerza y logre liberarme, le di una cachetada en la cara, pero pareciera que lo excito más!!!. Sonrió, se fue hacia el velador tomo su celular y me mostró unas cuantas fotos mías desnuda en la pileta!!! y un vídeo!!, quede atontada, muda...

Se volvió a acercar y con un susurro me dijo al oído:

-dale caro... o mejor dicho putita, que sabias que estábamos ahí y te desnudaste igual-

-claro que no, no sabía que estaban ahí!!!- respondí furiosamente.

-si como no, tu marido nos dijo que ya sabias que íbamos a ir, a parte te guste o no vas a hacer lo que yo quiera, o si no vas a ser la mujer más famosa de todo el barrio- me dijo largando una risa victoriosa.

Agache la mirada rendida, le pregunte que quería que haga, me respondió desnúdate. Con gran impotencia, entre lágrimas empecé a quitarme la ropa, cuando de golpe me dijo:

-para, para... mejor bajemos abajo y ahí sácate toda la ropita perra.

-¿estás loco?!!-exclame- mira si llegan Martin y fer, o mi hija?, no lo voy a hacer!!

Volvió a tomar de mi cabello furioso, casi arrancándome todos los pelos y dijo:

-mira zorrita, no te lo digo más... acá se hace lo que yo digo, lo que yo quiero, cuando y donde!!!...

Le suplique una y otra vez pero no había caso.

Bajamos las escalera y nos dirigimos al living, en el momento que me iba a desnudar, me detuvo y el desgraciado no tuvo mejor idea que abrir las ventanas, correr las cortinas, estaba a la vista para cualquiera que pase por el frente de mi casa!!!

-estás loco!!! Que haces-, aterrada le dije.

El gordo desagradable solo sonrió y dijo: "ahora que empiece la fiesta".

Jamás había llorado tanto sentir tanta impotencia, jamás me habían humillado de esta manera, cerraba los ojos y lentamente me iba quitando la camisa, de vez en vez abría los ojos y solo con ver al sinvergüenza ese, disfrutando, más rabia me daba.

Aunque les parezca una locura, algo bien dentro de mí, disfrutaba esto.

Nunca había hecho algo así, podía verme en el espejo, con mis 40 años para ese entonces, creo que la única pose que conocía era el misionero. Y lo más raro fue hacerlo en el cuarto de nuestra hija, (obvio sin que ella estuviera ahí).

Luego de quitarme el camisón, Pablo se acercó, apretó mis pezones fuertemente y metió sus dedos en mi boca una y otra vez, así como si le estuviera mamando. Rato después tomo de mis manos, me giro, e hizo que me apoyada en la ventana poniéndome casi en cuatro, podía ver con claridad la casa de los vecino del frente, y por dentro me decía "¿qué locura estoy haciendo?", a su vez me excitaba más, y pablo lo noto, al ver mi vagina húmeda.

Separo mis piernas y lentamente bajo mis bragas, sentí como sus dedos rosaban mi vagina, y de golpe algo se metió dentro de mí, era su lengua!!! Jamás me habían chupado la concha, fue un placer inolvidable!! Luego lentamente su dedo índice jugaba con mi ano, mis piernas temblaba, y después de más de un año, volví a sentir un orgasmo, pero un orgasmo de los Dioses!!!! El seguía con su dedo en mi culo, y su lengua en mi vagina. Ya mi cuerpo estaba incontrolable, mi mente estaba fuera de sí, y así mi cintura empezó a moverse para adelante y atrás, hasta sentir la totalidad de su dedo dentro de mi ano... Antes de que largara un fuerte gemido, Pablo tapo mi boca, y una vez más me vine.

Tal vez solo fue mi imaginación, pero me había parecido que los hijos de mi vecino del frente nos estaban mirando, para ese entonces ya no me importaba nada, estaba extra excitada, e incluso, con pensar que me estaban mirando, mas gozaba.

Luego, Pablo me levanto como si fuera una muñeca de trapo, tomo el camisón, para amarrar mis brazos, como si fuera una prisionera. Me tiro al suelo boca arriba, se sentó sobre mí!!! empezó a cachetear mis pechos cruel y salvajemente, lo pellizcaba, lo tironeaba como si buera una pelota de goma, saco su enorme miembro y la puso sobre ellas (mis tetas), con esas manos enormes y fuerte masajeaba mis pechos, con su pija entre ellas. Me sorprendía como podía ver su anomalía a pesar de mis 101 de tetas… estuvo así un largo rato… me impresionaba que aún no largara su semen, (con Martin, mi marido creo que lo máximo que dudábamos o mejor dicho dudaba eran 10 minutos).

Se levantó, me giro apoyándome contra el sillón, me metió un dedo en el ano, y otro en mi vagina, con mucha broca lo hacía, mis ojos se daban vuelta, quería gritar, pero solo mordí el sillón. Nuevamente me vine, no sentía las piernas, él agarro de mi cintura tratando de levantarme, pero mis piernas estaban tan flojas que no podía ponerme de pie. Viendo esto, me obligo a que me levantara aun con las manos amarradas, este busco un cinto, por cada caída me azotaba en las tetas, por el culo y hasta en mi concha.

Mis venas resaltaba de la furia, logre ponerme de pie y con una mirada fija hacia él, suplicando piedad y a su vez desafiante le grite:

-acá estoy… acá estoy de pie basura!!!- me miro, tomo el cinto… y lo ató en mi cuello con un fuerte tirón me tiro al suelo, e hiso que me arrastrada por casi todo el salón, como si fuera una perra, luego me levanto me apoyo de frente al espejo, ya con las manos sueltas, (estaba contra el espejo, como cuando los policías te revisan).

De piernas abiertas coloco su pene entre mis piernas, y lo movía para adelante y atrás, así como si fuera que me estuviera cogiendo, luego coloco su verga dura apuntando para el cielo, abrió mis nalgas y se apoyó, lentamente subía y bajaba, con una mano tomándome del pelo mientras la otra se metía en mi concha, ya no era un dedo, ni dos, esta vez eran tres dedos.

-¿te gusta así? Perrita- me decía, mientras yo no podía parar de gemir, ver mi rostro al espejo lleno de lujuria, placer.

Está no era yo, esta era una puta que quería, que de una vez por toda aquel bastardo metiera de verga en mí, sea en mi culo o en mi concha… pero ya quería sentir su enorme pija dentro de mí, quería sufrir, quería que me violara ya!!!

De repente escucho un auto detenerse en casa, fue como si la razón había vuelto a mí, de una manera logro empujarlo y lo tire, corrí, hacia el baño, y me encerré. Llore como una niña, llore por lo que ese desgraciado me había convertido, inconsolablemente lloraba…

No podía creer lo que paso!!!, no podía entender como me había trasformado, esa no era yo.

Pasaron meses después de lo ocurrido con Pablo, me costó mucho sacármelo de la mente, en los primeros meses aun sentía sus manos sobre mi cuerpo, ese machismo cruel, había encendido algo en mí y con mucha pero mucha vergüenza les confieso que de vez en vez en la bañera terminaba tocándome, pensando en él. Incluso llegue a mandarle un msj, haciéndome la tonta que me había confundido.

Después de aquella noche, no supe nada de Pablo, y con toda la bronca confieso que esperaba algún mensaje suyo, o llamada, diciéndome todas esas barbaridades y yo haciéndome la santa, llegue a fantasear con eso.

(Tienen todo el derecho del mundo de criticarme, insultarme aceptare cualquier comentario).

Martin mi marido no se merecía esto, es todo lo que una mujer podía pedir, amable, generoso, compañero… trabajador, no se lo merecía…

Lentamente mi vida tomaba su normalidad, a Martin lo ascendieron en el trabajo, ahora trabajaba menos horas, volvimos a tener intimidad como cuando solo llevábamos días de casados.

Parecía que todo iba bien, mi marido era súper encantador, amoroso en la cama, mi corazón estaba lleno, feliz, pero una parte de mi quería algo de salvajismo, brutalidad, morbo etc.

Hasta que en una noche, di la iniciativa de hacer algo distinto, quería que me atada en la cama, con los ojos vendados… como si él me hubiera secuestrado y estaba a punto de violarme. Con dudas Martin me hiso caso, pasaron unos minutos y Martin se detuvo. Y me dijo, que no podía hacerlo de esta manera, se sentía un violador, una bestia,

-es solo un juego- le respondí, tratando de relajarlo.

Viendo que no había caso, simplemente lo hicimos como de costumbre…

Días después, solos en casa. Mi hija había salido con su novio, volví a tomar la iniciativa, pero esta vez simplemente, lo tire contra el sillón, lentamente me agache siempre con la mirada fija hacia él, baje sus pantalones, tome su pija, y empecé a pajearlo, luego lo coloque entre mis tetas y empecé a hacerle una paja turca, cubana (como quieran llamarlo), en un instante en mi cabeza se me apareció el pene, el enorme pene de Pablo!!

Me detuve por unos segundos, disimuladamente sonreí, tome de su mano hacia mi cabeza, (como exigiendo por dentro que arrancara mi cabello, que me empujara contra su pene, pero nada paso, solo mantuvo sus manos en mi cabeza suavemente), en el momento que iba a chuparle la pija, Martin me detuvo.

-para, para… no quiero esto- me dijo-, no necesito que hagas esto para complacerme, con tenerte a mi lado es más que suficiente, no soy como los demás hombres!, tantas otras palabras más me dijo.

Todo un amor, una dulzura… pero, era yo la que quería; la que quería saborear una pija, estaba sedienta, como un nómade en el desierto.

Me levantó y me llevo a nuestra habitación, luego de hacerlo, se durmió como un bebe, mientras yo me sentía una basura, a pesar que mi alma y corazón estaban satisfechos, mi mente y cuerpo quería sexo duro!!!

No podía creer, con mis 40 años, siendo una mujer hecha, con un buen empleo, con un marido amoroso, una hija responsable, parecía ser una adolescente necesitada, por culpa de esta obsesión, podría arruinar todo lo que tanto nos había costado construir. Teníamos todo, nada nos faltaba, éramos la familia perfecta, soñada!!! Y no quería derrumbarlo con el simple hecho de querer sentir placer duro, placer salvaje.

Empecé a hacerme tratamiento, ir a terapias y todas esas cosas, siempre trate de que sea una mujer quien me atendiera. ¿Inseguridad?, ¿timidez?, No lo sé…

Obviamente mi historia contada no fueron el 100% real, (jamás dije que Pablo me obligo y algunas cosas más).

Luego de un largo tratamiento (un año), logre superarlo, logre pasar de página en mi mente.

Pero…

(9,07)