Hola queridos, soy Carolina y paso a contarles lo que me ocurrió ayer por la tarde.
Ayer, cerca de las 7 de la tarde venia de regreso del cine con mi amiga Lucia, el taxi que tomamos me dejo en mi casa y ella continuo el viaje hacia la suya, las luces estaban apagadas y supuse que mis padres no estaban, al entrar vi una nota en la mesa de centro que decía que habían ido a visitar a la tía Juana y que regresarían después de las 10 de la noche, mire por la ventana hacia el patio trasero y las luces del departamento de mi hermana estaban apagadas también, subí a mi habitación y me quite la ropa, cogí una toalla y me fui directo a la ducha.
Al salir me vestí solo con una camiseta y me fui a la cocina a prepárame algo para comer y un té para el frio, mi plan era acostarme y ver la tele hasta dormirme, en eso siento que tocan la puerta, me acerco a ver y era Jorge, mi cuñado, desde hace días que no lo veo, creo que estaba trabajando fuera o algo así, abro la puerta y lo saludo, invitándolo a pasar -¿Como esta, Quieres un té?- le pregunto mientras me dirijo al mueble para coger un par de tazas, el asiente sin dejar demorarme el culo, como minorizado por el movimiento de mis caderas al caminar, me conto que recién había regresado a Santiago desde Rancagua, su viaje de trabajo había terminado y tendría un par de días libres antes de volver al trabajo, me acerco hasta donde él estaba sentado y le ofrezco la tasa de té, luego me siento sobre la mesa, la camiseta deja a la vista todas mis piernas y con mucho esfuerzo cubre mi depilada vagina, a esa altura ya toda mojada y deseosa de ser acariciada, Jorge dejo la taza sobre la mesa y poso su mano en mis piernas, deslizándola suavemente por mis muslos - Eres hermosa cuñadita- me decía mientras sus caricias subían y bajaban por mis piernas cruzadas, llegando cada vez más cerca del límite que ponía mi camiseta, lo mire a los ojos y le sonreí - ¿Tienes hambre?- le pregunte y lentamente abrí mis piernas, dejando a su disposición todo mi sexo, húmedo y caliente, Jorge sin decir nada poso su cabeza entre mis piernas, su lengua me recorría delicioso, jugaba con mi clítoris y luego entraba entre mis labios vaginales y su boca succionaba mis deliciosos jugos, yo gemía y le pedía que no se detuviera – Sigue, sigue que ya me corro, chúpame, comete mi concha- le decía entre gemidos y suspiros, el orgasmo fue tremendo, Jorge se bebió todo mi orgasmo, se puso pie junto a la mesa y me beso con pasión, su lengua entro hasta mi garganta la que succione como si fuera la más rica verga mientras los dedos de su mano derecha seguían dentro de mi vagina dándome placer, me quite la camiseta y quede desnuda, sentada sobre la mesa con las piernas abiertas, ofreciéndole mis pezones, erectos y tan duros que ya me dolían, mi cuñado acariciaba mis pechos con su lengua, chupaba y mordisqueaba mis pezones de un modo delicioso mientras yo acariciaba su miembro por sobre su pantalón, abrí su cinturón y luego baje sus pantalones para liberar de su encierro a su deliciosa verga, su erección parecía que reventaba el pantalón, busque su boca y nos besamos – Quiero comerte- le dije y me deje caer sobre la mesa, su mano seguía en mi vagina dándome placer, como de mi cabeza en la orilla de la mesa y Jorge acerco su verga hasta mi boca, entraba hasta el fondo de mi garganta y sus testículos chocaban con mi nariz, se acomodó sobre mí y sin sacar su miembro de mi boca empezó a lamer nuevamente mi vagina, su pene entraba y salía de mi boca delicioso y su boca me acariciaba el clítoris mientras sus dedos entraban y salían de mi culo y vagina, ya no resistí más y tuve otro orgasmo delicioso, nos levantamos de la mesa y el me acomodo de espaldas a él apoyándome en el refrigerador, sentí la punta de su miembro entrando en mí, suavemente me fue penetrando, yo estaba tan excitada que su verga no tuvo ninguna resistencia para penetrarme, de apoco fue aumentando la velocidad, subiendo el ritmo de sus embestidas, que rico sentir su miembro dentro de mí, asiéndome suya, llenando mi cavidad con su largo y duro mástil, alcance mi tercer orgasmo mientras mi cuñado no paraba su mete y saca, en ese momento sonó el teléfono celular de Jorge, por el sonido supe que era mi hermana, al instante se salió de mí y tomo su teléfono para contestar – Alo. Hola amor- dijo mientras estaba de pie a mi lado, con los pantalones abajo y la verga como fierro de dura, no dude ni un segundo y me arrodille frente a él y comencé a mamarle la verga, a chupárselo de forma intensa mientras él hablaba por teléfono – Si amor, bueno, dentro de diez minutos salgo para allá para recogerte- apenas y podía concentrarse en lo que decía y su cara me decía que estaba cada vez más excitado, yo lo miraba a los ojos y sacaba su pene de mi boca y le susurraba – Córrete, dame la lechita, quiero tomarme tu lechita- y seguía comiéndome su rico mástil, el seguía con mi hermana al teléfono – Si amor, me ducho y salgo- mi boca subía y bajaba por su miembro y yo no dejaba de mirarle a los ojos cuando la llamada se cortó – Quieres la leche Carolita, ya viene- me dijo y soltando un fuerte gemido derramo su delicioso y caliente semen en mi boca, la leche salía a borbotones y parecía que no terminaría nunca, chupe y succione hasta la última gota de ese rico néctar que tanto me gusta hasta dejar sus testículos vacíos -Debo irme- me dijo al tiempo que se subía los pantalones – Ya lo sé, no te preocupes- le dije mientras me ponía de pie, me acerque y lo bese – Envíale mis saludos a mi hermana- le dije al despedirme, recogí mi camiseta y desnuda me fui a mi habitación y mi cuñado a su departamento.
Desde mi habitación vi a mi hermana y a mi cuñado cuando llegaron, me sentí un poco extraña, nunca me he llevado mal con mi hermana y nunca hemos peleado por algún novio, espero que Jorge sepa quedarse callado y podamos seguir disfrutando juntos de vez en cuando.
Espero que les haya gustado y que comenten, ya saben cómo me ponen sus comentarios, les mando besitos ricos donde ustedes saben que me gusta.
Carolina.