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Sexo universitario

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Soy Joseph tengo actualmente 27 años de edad, soy de piel blanca, cabello chino, ojos cafés un poco femeninos, delgado y mido 1.70m.

La historia que quiero contarles es la que dio inicio a mi vida sexual.

Yo tenía cómo 20 años de edad cuándo entre a estudiar la licenciatura en la Universidad, era el típico chico guapo soltero, inteligente, aplicado y tranquilo del salón, pero cuándo empezó mi segundo semestre en la carrera empecé a salir más, normalmente era muy reservado, el alcohol, sexo o los desmadres nunca llamaron mi atención hasta que lo probé por primera vez. A pesar de que era guapo y de tener pegue con las mujeres nunca me atreví a acostarme con alguna chica, esto se debe a que tenía un código moral muy estricto dentro de mi forma de ser y actuar, pero como dije todo cambio en mí cuando comenzó el segundo semestre, ya que conocí a una chica llamada Michel que al verla entrar por primera vez al salón, me dejo totalmente hipnotizado, era una chica mayor que yo de 23 años de edad con un cuerpo extremadamente hermoso, todos los hombres de la clase no podían quitar de su mirada a Michel, no era para menos. Michel tenía unos pechos grandes que dejaban babeando a cualquier hombre que pasaba cerca de ella, tenía también un par de nalgas grandes y redondas que hacían desear tocarlas, poseía un cuerpo delgado y esbelto que encajaba bien con una cadera ancha que hacía ver bien a ese culo hermoso. Michel no era esa clase de mujeres guapas que abusaban de su belleza para conseguir lo que se les diera la gana, al contrario era una mujer inteligente que obtenía todo con su propio esfuerzo, era también muy responsable con sus estudios y el trabajo. Era una mujer muy distinta a las demás y de verdad destacaba en muchos aspectos, lo cual la hacía ver muy atractiva, yo siempre la miraba discretamente, en ocasiones ella se daba cuenta de que la miraba y ella respondía a mis acciones con una sonrisa tímida y apenada.

Un día me senté con ella y comencé a platicarle sobre de mí, ella también me platicaba sobre su vida y forma de ser. Las horas, días, meses, pasaron y nos hicimos mejores amigos, debes en cuando hacíamos equipo para hacer algunos proyectos escolares, salíamos y disfrutábamos de nuestra compañía. Un día cómo siempre comenzamos a platicar sobre sexo y todo empezó a ser muy cómodo y natural, que terminamos sabiendo que los dos jamás habíamos tenido sexo con una persona.

Nos quedamos viendo y nos sonrojamos, pero eso no impidió que siguiéramos platicando de otros temas, ese día ella me invitó a la conferencia de un autor sobre un libro que había producido la Universidad, nos quedamos después de clases para ver el trabajo del autor y al finalizar la presentación nos quedamos hablando, para cuando nos dimos cuenta el auditorio estaba vacío, de la nada miré sus labios y su escote me llamaba mucho la atención así que me acerque directamente a sus labios y ella me tomo por la nuca para fundirnos en un largo beso pasional.

Después de ese beso ella me tomo de las manos y me dirigió a un cuarto que se usaba para guardar los cañones y laptops que se usaban para los eventos, me bajo el pantalón y comenzó a masturbarme, me dijo que si me gustaba lo que ella hacía y yo le respondí tocando sus grandes pechos, que por muchas noches desee tener entre mis manos, no pude aguantar más y empecé a frotar mi pene contra su ajustado mallon que guardaba ese hermoso culo redondo y carnoso.

Ella me quito toda la ropa y yo aproveche para quitarle de igual manera su ropa, cuando quedamos totalmente desnudos, nos abrazamos y besamos tan pasional que ella empezó a lubricarse en su entre pierna se lograban ver los primeros chorros, eso me prendió y empecé a meter mis dedos en su vagina húmeda, cuando deje de tocarla ella se agacho y comenzó a chuparme el pene de una manera torpe pero excitante, con mis manos la dirigí y finalmente entendió cómo hacer sexo oral, la tumbe sobre una mesa y comencé a lamer su vagina de una manera lujuriosa que hizo que mi pene se pusiera muy duro.

Ninguno de los dos aguanto y empezamos la penetración, cuando introduje mi pene en su vagina, pude sentir su humedad y calidez, sentía una sensibilidad increíble, ella comenzó a moverse un poco por la molestia y decidí quedarme quieto por un momento, después de un rato empecé a meter y sacar mi pene muy despacio de tal forma que ella no se sintiera mal, era excitante verla debajo de mi siendo empujada a lo largo de la mesa y sobretodo ver esos grandes pechos moverse de arriba para abajo, llego un momento en el que sentí más lubricación en su vagina, así que saque mi pene por unos segundos y observé que mi pene estaba bañado de sangre, no era mucha pero si me sorprendí un poco, eso me motivo a seguirle metiendo mi pene, me sentí afortunado al desvirgar a una mujer tan sexy cómo ella, cada vez que la veía siendo penetrada por mi, me daban ganas de embestirla cada vez más duro y rápido, pero no quise seguir haciendo eso por mucho tiempo ya que deseaba practicarle sexo anal, sin andarme con rodeos le saque mi pene de la vagina y la volteé, inmediatamente ella se espantó y en un momento se quiso levantar, pero la sometí y la empecé a. convencer de experimentar, cómo ya lo había hecho antes con su mallon, comencé a frotar mi pene en su culo, hasta que después de tantos empujones logré meter mi glande en su ano, ella dio un grito de dolor, pero la bese para que no hiciera tanto ruido, comencé penetrando lentamente y fui subiendo de velocidad hasta que la empecé a bombear, a lo que ella se resistió comenzó a disfrutarlo, cada vez que la embestía rápido y daba un penetración más duradera y profunda ella lo correspondía con un movimiento de cadera, los dos seguimos así hasta que llegamos al orgasmo, ambos terminamos y nos dejamos caer al piso, mientras la miraba tumbada a un lado de mi, podía ver cómo salía mi semen de su ano, eso me prendió y le dije que finalmente habíamos cumplido nuestra primera vez, ella se acercó y me beso, después me dijo que me amaba y que deseaba estar conmigo más veces, no me hice del rogar y accedí, después de ese encuentro, nos hicimos novios y nuestra relación maduró, a tal grado de llegar a casarnos, hasta el día de hoy esa hermosa mujer es a la única a la que le sigo haciendo el amor, no hay otro culo que ame más que el de ni mujer.

Espero que les haya gustado mi relato, comenten que les pareció!

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