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De cuando me cogí a mi cuñado

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El sexo siempre ha tenido un especial interés para mí, es una fuerza imparable que ha movido mi vida hacia actos de los que a veces no estoy muy orgullosa pero, debo reconocer que una vez que la calentura sexual se apodera de mí no puedo detenerme, la fiebre me hace buscar quién pueda satisfacer mis necesidades de verga.

Esa tarde calurosa, una de las más cálidas del año me dejé solamente una playera blanca sin cuello y sin brasier, una tanguita y mis sandalias rositas con unas flores amarillas. Ahí frente al ventilador tomando una cerveza me puse a ver porno en la computadora, obviamente que la necesidad sexual aumentó, después de un rato metiéndome mi consolador, tocaron a la puerta, era el hermano de Isis que quería ver si le podía prestar mi teléfono para una llamada a la ciudad de México ¡Claro, pásate! ¿No te interrumpo? No, pasa, solo estaba tomando una cerveza y navegando un poco. Después de que hizo su llamada le ofrecí una cerveza que él aceptó. Le pregunté ¿Cómo está tu hermana? ¡Bien, supongo, con los problemas de EU ahora nadie puede estar seguro! ¿Y tú, cómo estás, cómo está tu hijita? ¡Bien, pero su mamá la tiene ahora y nada más la veo una vez por mes! ¡Qué (/&% calor! ¿No crees? Sí por eso ando casi encuerada. Te ves bien ¡Estoy horrible! No, me pareces aun guapa ¿Sigues en el bar? Sí, pero hoy descanso.

Así platicando pasó una hora y las cervezas empezaron a hacer su efecto en mi ex cuñado. Me preguntó si se podría bañar en mi casa porque no tenían mucha agua en el tanque de la suya ¡Claro, ve por tu ropa! Me puse una minifalda naranja que me fascina y un brasier, regresó unos momentos después y se metió a bañar. Yo me hice tonta en la computadora y levanté un poco la mesa, estaba en la cocina lavando algunos vasos cuando salió solo con un calzón azul ¿Dónde puedo secar mi toalla? Allá afuera, cuélgala un poco ¿Otra cerveza? Sí, gracias, esa falda se te ve muy bien ¿Cómo le haces para tener ese cuerpo? Pues, ya ves, me cuido un poquito ¿no fuiste a trabajar? No, también descanso hoy. Bueno pero en el centro comercial tienes buenas oportunidades con mujeres ¿No? Pues, no, veras… con mi trabajo de intendente no pesco mucho y mojo menos. ¿Vas de putas? ¿Con que dinero? Si la pensión de mi hija y mi ex me quita el 70% de lo que gano, apenas me queda para irla pasando, sobrevivo de milagro ¡Está cabrón! Dije. Oye ¿Por qué no vemos el partido del América, ya va a empezar, es que mi mamá está viendo sus novelas y…¡Si, hombre enciende la tele, no hay problema! ¿Ya comiste? No, Marita ¡Tengo arroz con pollo! ¿Te sirvo? Mmmm que rico, bueno, si gustas ¿Tú ya comiste? Ya pero te acompaño.

Comió con verdadero apetito. Él siempre fue bueno conmigo y con mi hijito que es su sobrino, nunca se metió con nosotros y siempre se portó bien chido con mi hijito, durante un tiempo se drogaba y estuvo en prisión por tráfico, salió después de 2 años en prisión, muy maltratado por la difícil vida, era muy joven, de unos treinta y tantos años, desde entonces regresó a vivir con sus padres y como su pareja lo abandonó cuando estuvo preso se quedó sin nada. Nos sentamos en la salita a ver el futbol, crucé mis piernas y como al descuido dejé que la faldita de licra se me subiera un poco. Él se acercó a mí y como si nada me puso una mano en la rodilla derecha y luego la deslizó hacia arriba sintiendo mi pierna suave ¿Sabes, Mara, siempre me has gustado? ¿No habrá algún modo de que me dejes ensartarte? Sin compromiso, quiero decir, me gustas pero no quiero nada, solo algo de sexo…Mira, todo se puede…

Le puse mi mano izquierda en el bulto de su pantalón, estaba ya bien parado, lo froté y me arrodillé enfrente de él, le quité el cinturón y le bajé un poco el calzón azul con todo y la trusa que estaba debajo, me llevé ese pene prieto a la boca y lo mamé a gusto, él se dejó llevar y cerró los ojos con la cabeza dirigida al techo blanco, me metí a mi recámara a untarme una dosis generosa de vaselina, me perfumé y me pinté un poco los ojos y la boca, me puse unos aretes de plástico verdes y me quité la tanga, regresé a la sala solo con la playerita blanca, sin decirnos nada, me acerqué dándole el culo, él seguía sentado en el sofá agarrándose el pene ya bien parado en su máxima extensión, le di la espalda y guie su pene a mi agujerito bien lubricado, me fui sentando y guiando ese rico pito hasta que me entró la cabeza. ¡Ay, que rico! MMMM, me senté un poquito más y se me fue hasta los huevos, todo el tronco enterito se tragó mi culo, empecé a levantarme y sentarme una y otra vez, él se concretó a sujetarme las tetas y besarme el cuello, luego se echó hacia atrás estirando sus piernas lo más que pudo y yo me enculé rico, lo menee tan sabroso que unos cinco minutos después estaba vomitando su semen, lo sentí, de verdad, era caliente y lentamente me levanté para que él pudiera ver cómo me escurría entre mis nalgas.

Le bese la boca, se levantó, se vistió algo callado y me dijo: ¡Me encantó, muchas gracias pero por favor que nadie se entere! No te preocupes, no pasó nada. Así fue como me follé a mi cuñadito, lo hicimos varias veces y hasta la fecha a veces cuando quiere viene a casa, ya que somos vecinos y hasta se ha quedado a dormir conmigo, le he dicho que se mude conmigo pero, creo que sus amigos se burlan de él y eso le impide descararse. Su mamá no le dice nada, porque a ella de vez en cuando me la cojo también, lo hago como venganza porque Isis me dejó por otro y se largó a EU, mi hijito vivía entonces aun conmigo y estaba estudiando en la universidad, Isis tuvo tres hijos más, dos mujeres y un varoncito, ahora ya mayores de edad.

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