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Encuentro casual

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Como saben, disfruto de mi cuerpo, y una de mis cosas favoritas sobre todo cuando era más joven, pero debo confesar que aún lo hago, es salir con una minifalda y sin bragas, me encanta ese morbo de alguien pueda notar que no llevo nada abajo, pero lo no sabía era hasta donde me podía llevar.

Era verano, y me quede estudiando en la universidad hasta tarde, ese día fui con una minifalda de jeans y un top, y no quise poner bragas. Como me quede hasta tarde me fui sola y me tocó el metro el lleno pero me podía subir y me puse contra las puertas del otro lado. Estaba un poco incomoda pero mucho mejor que otras personas. En la estación siguiente se pone enfrente mío, un hombre de unos treinta años, muy, pero muy sexy, alto, atlético, cabello negro, ojos azules, un poco de barba, simplemente sexy. Con la cantidad de personas que había se pegó a mí, y yo no me moleste. Apenas salimos de la estación sentí que me empezó a tocar, primero, como si fuera accidente, y al ver que yo me dejaba, tomo más confianza. Ahora no es primera vez que alguien me toca en el metro, pero siempre habían sido viejos, nunca alguien así. A mí se ocurrió empezar a tocarlo también, al principio rozando su pene a través del pantalón, a él le encanto, y empezó a ser más descarado el toqueteo, hasta que aprovecho que yo andaba con minifalda y metió su mano por abajo, para sorpresa de él yo no llevaba nada, él se sonrió y yo también. El empezó a meter sus dedos suavemente en mi vagina, yo me sonrojé y trate de no hacer ni un sonido de placer. Ya que él tenía sus dedos en mi vagina, yo baje lentamente el cierre de su pantalón, metí mi mano y agarre su pene, él se sorprendió pero le gusto bastante, porque empezó a crecer en mi mano, y era un gran hombre uno de los más grande que había tenido en mi mano. Yo me estaba mojando cada vez más, él ya tenía dos dedos dentro de mi vagina, era una locura, yo quería gemir, pero no podía y todavía faltaban varias estaciones, yo empezaba a masturbarlo, pero era muy grande para tenerlo apretado dentro del pantalón, yo no daba más, y él me pregunta si me quiero bajar, yo no tenía otra opción, estaba demasiado caliente para detenerme hay. Además, lo único que quería era sentir su pene adentro mío. Nos bajamos en la estación siguiente, y me llevo a un motel cercano que él conocía.

Apenas entramos a la habitación me arrodille y empecé a chupar y a lamer tan excito pene, él se empezó a desnudar, se sacó su camisa y tenía un torso eso me excito más, me sacó el pene de la boca y le digo que me lo meta, me levanto, me desnudo. Mientras él se pone el condón, yo le pregunto cómo me quiere, él me dice en cuatro, yo me pongo y el me penetra sin piedad mi vagina que ya estaba húmeda, sabiendo lo que le esperaba, yo por fin podía gemir con tranquilidad en cierto momento, el me empieza a meter sus dedos por mi ano primero uno, luego dos, por ultimo metió hasta tres dedos, el me empezó a decir que era una puta que le gusta que le den por el culo, yo le decía que sí. Yo no daba más de placer y tuve un gran orgasmo, pero él seguía, en cierto momento, me saca su pene y sus dedos, y sin decir nada me mete su gran pene por el culo sin piedad alguna, yo gemía con locura. Su pene era maravilloso. Poco a poco empieza meter sus dedos por mi vagina pero estaba tan dilatada que entro su mano entera sin problema. Eso a él lo excitaba y a mí también, me seguía diciendo que era una puta sucia, y yo gimiendo le decía que sí, que seguramente me han culeado muchos, yo seguía diciendo que sí, tuve otro orgasmo riquísimo en ese momento, el seguía diciendo como gime esta puta, le cabe todo mi pene en culo y mano entera en su vagina sin problema, yo gimiendo le decía que sí, hasta que en cierto momento me sacó el pene del culo, se sacó el condón y me tiro toda su leche en mi espalda, yo me di vuelta chupe su para limpiárselo. Me fui a bañar y cuando salí el ya no estaba, ni si quiera supe su nombre, me quede descansando un rato, y como estaba dilatada y me había quedado con ganas de algo más me masturbe una vez y me vestí y fui a mi casa.

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