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Estado impuro

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Daisuke permanecía con los ojos cerrados, desnudo, en medio de la oscuridad, estaba junto a Ken en la habitación de este último, muy excitado, su carne estaba tan a flor de piel como él, para prueba su erección palpitante y su tragar de saliva cada dos por tres, la espera le estaba impacientando

- Ken... ¿ya?

- Todavía no

- ¿Desde cuando estás aqui?-. Esperaba oír de lejos su voz pero la tenia a pocos centímetros

- Desde hace un rato, quería observarte

Tenía los ojos cerrados pero el sentir a Ken de frente mitandole le hizo querer abrirlos, Ken se acercó hasta él dando golpes en el suelo con algo que hizo estremecer a Daisuke

- No. No intentes dar luz a tus ojos, no te he dsdo perniso para hacerlo

- Quiero hacerlo

- ¿Porqué?

- Provocaste un ruido ¿los llevas puesto?

- ¿Tu que crees?

- No sé

- Compruebalo pero con ojos cerrados, no los abras

Daisuke alzó ambas manos al lugar donde pemsaba que estaria lo que pasaba por su mente, al tocar aquel cuero necesitó agacharse para besarlos

-No te he dicho que te pongas de rodillas

- Es que... Es que...

- Te noto desesperado

- Estoy muy ansioso

- ¿Ansioso, impaciente?

- Quiero verte tal como me prometiste

- Yo estoy igual de ansioso, mis modales impuros te necesitan, yo en cambio quiero saber si en este intervalo de tiempo que no nos hemos visto si te has tocado

- Lo he necesitado

- ¿Lo hiciste?

- Ganas no me faltaron...

Por parte de Ken hubo un silencio que impacientó más el ambiente y la tensión sexual, Daisuke preguntó

- ¿Puedo abrirlos?

- ¿Deseas hacerlo?

- Me muero por verte

- Lo que vas a ver será como una bendición para tu vista, veo tu erección, tu excitación, yo tambien... Lo estoy… a través de esta tela tan fina, quiero volar esta noche, volar con los pies en el suelo, en el mismo cielo, juntos

- Necesito abrir los ojos

Ken jugó con los ojos sin luz de Daisuke, con la tela que usaba en sus caderas, se acercó a la erección de Daisuke y rozó ambas cosas, los jadeos y el tragar acelerado de Daisuke no se hizo esperar

- Lo que habita en el alma marca la piel-. Ken habló con muchísima seguridad

- Solo alguien puede decir esas cosas y hacer que se me ponga dura... Dios...

- ¿No puedes ser más romántico hablando?

- Se intenta pero no puedo, me haces sentir mucho en un minuto

Ken insistió con el roce añadiendo pequeños bedos en la boca abierta de Daisuke soltando pequeños jadeos que excitaban a los dos, solo era el principio

- ¿Quien eres bajo el cobijo de mi amor y mi mirada? -. Contestó Ken de forma suave y muy sensual

-Soy hombre amado

- ¿Qué mas?

- Amante amado

- Eres mi muso y yo soy el verso, Yo soy el latido y tu el sonido, tú eres el poema y yo la sonrisa -. Acto seguido llegó un abrazo en mitad de la oscuridad, un abrazo para calmar aquellos demonios internos de Ken que amenazaban con salir, lo estaba llevando todo al borde del abismo, no se oía nada, tan solo la respiración super agitada de Daisuke y el corazón trabajando más de lo normal, Y él no quería parar de tocarle, se acercó más a su cintura, cadera y nalgas, le besó con cariño su cuello y espalda, abrazó su alma, haciendole el amor eróticamente pero finalmente Ken dejó a un lado el ansia retenida y dijo

- Puedes abrirlos

Ken se apartó de él un poco para que él pudiera visualizarlo mejor, lentamente Daisuke abrió los ojos, lo veía todo turbio pero lentamente su visión le dió la visibilidad que esperaba, vió a Ken en frente de él totalmente cambiado

- Guau... -. Se quedó con la boca totalmente abierta, delante de él tenía a Ken casi o como una mujer totalmente, medias de rejilla que le llegaban al muslo, una falda negra con un abultamiento prominente amenazando con manchar aquella tela de la falda en cualquier momento, tacones negros y un látigo detrás de él, su comportamiento, su cuerpo, su expresión era como una mujer dominante sin dejar de ser el alma y el cuerpo de un chico

- Aquí tienes la fantasía que me pediste

-No tengo no tengo palabras -. Daisuke se quedó anonadado

- ¿Que ves?

- Tienes en tu cara la serenidad dibujada, de una persona que sabe lo que quiere. Que disfruta de su condición y se hace valer en su terreno.

- Así es como me siento esta noche

-Hoy estoy dispuesto a complacerte en todo

- ¿En todo?

-En todo

- ¿Me amas?

- Como no lo imaginas

- ¿Como te sientes?

- Como tu lo dijiste antes de empezar con esto, muy vulnerable frente a ti

- Te lo advertí, te dije "mas tarde o mas Temprano el momento de vulnerabilidad llegará y no habrá piedad"

- ¿Vas a hacerme daño?

-Porqué lo dices ¿por este latigo?

-Sí

-¿Te gustaria que esto rozara tu cuerpo? ¿ te gustaria que mi ansia y mis ganas retenidas se marcasen en tu piel?

- Sí

-Podria hacerlo, porque quiero escucharte el alma, quiero sentirte, el cuerpo físico no me sirve, quedarías marcado por mi amor

-No me importaría, he sido marcado por ti muchas veces, tu fuiste el primero en usar mi cuerpo

- Tienes un cuerpo que me invita a pecar siempre, te imagino tantas veces aprisionado gimiendo, tus gritos me hacen ser fuerte

- Podemos hacerlo si lo deseas

- ¿Te arrodillarías para mi?

- Ahora mismo

- ¿Harías cualquier cosa?

- Lo que fuera

- ¿Marcarías de heridas tu rodillas?

- Todo lo que pueda hacer por ti por hacernos felices

- Entonces hazlo, arrodíllate para mí, ahora mismo -. Ken ordenó en el tono mas dominante que podía decír

Daisuke obedeció, puso sus dos rodillas en el suelo y despues se sentó extendiendo sus piernas

- Agarra tu pene y muestrame como te masturbas-. Ahora su tono sonó mas altivo, mas frío que antes

-Sí

- ¿Sí? ¿Si que? -. Contestó Ken con una expresión de ira dando un latigazo al suelo

- Sí, mi amo y señor

- No, Daisuke, así NO -. Contestó de nuevo Ken dando un latigazo, ahora si, en el cuerpo de Daisuke, justo en las piernas que eran lo más cerca que estaban de él, Daisuke aguantó el golpe apretando sus ojos y diciendo con timidez pero a la vez muy seguro

- Sí, mi señora

A Ken le gustó oir esa palabra por primera vez

-Son palabras muy dulces viniendo de tu boca, gracias -. Ambos se sonrieron en complicidad.

Ken como una mujer, se agachó a su altura y le vendó ahora,

- Quiero ver tu masturbación con tus ojos impedidos, solo siente lo que tu cuerpo te ofrece

Terminó de vendarle y se incorporó dejando a Daisuke casi a punto de empezar con las caricias sobre su propio pene

-Debes saber algo

-Digame señora

-Yo tambien estoy casi corriendome como tú, esta tela es la causante de que esté casi viniendome, es muy comfortable esta situación, ahora rapido, empieza a darte masajes, te vigilo, tengo el latigo en mi mano y lo usaré si tienes un mal comportamiento

Para Ken, era muy morboso dominar a Daisuke, por el día, Daisuke le dominaba a él y a todos, por las noches era Ken quien le dominaba a él, era, junto con Daisuke, un animal de noche, le dirigía como un títere. Como su juguete.

El dueño del nombre empezó con movimientos suaves sobre la punta de su pene, agarrando por los testiculos y yendo lentamente hacia arriba

- Más, dame todos tus sueños internos -. La voz de Ken medio jadeando tambien era muy reconfortante para Daisuke quien permaneció con las piernas totalmente abiertas entre temblores, ahora su deber era masturbarse y eyacular

- Dime donde tienes las ganas de mi, dime con que me follarias ahora mismo, dime sin ningun tipo de privacidad en que lugar me la meterías, dimelo con el corazón, siente el veneno que te estoy inyectando en tu cuerpo a traves de mis palabras, tu me follas con tu cuerpo, con tus deseos impuros, con tus ganas descontroladas, para acabar juntos sudados, acabados y descontrolados, ese choque frenético de cuerpos chocando, Daisuke, me masturbo solamente de pensarte, de imaginarte, tus gemidos, estos gemidos que oigo, que viene de tu corazón, los sueltas con el alma, ese momento de divina existencia, cuando sueltas ese orgasmo, al venirme yo sobre tí, ese derramamiento blanquecino, ese brillo en nuestra mirada cuando conseguimos lo que nos proponemos, somos animales Daisuke, animales irracionales, no tenemos instinto de razón cuando nos pasan estas cosas

- Ken joder diosss

-Eso es Daisuke, por favor... Frótate mas rapido, con desesperación, hazlo con ganas, con el mismo deseo que tienes de mi, yo te estoy haciendo el amor con mis palabras

Ken quería ver esa dura erección de su chico deslizarse contra sus labios húmedos. Necesitaba ver esa corrida siendo besada por aquellos labios llenos de lujuria pervertida. Los ojos de Daisuke estaban medio cerrados a traves del vendaje, oscuros y llenos de una pasión caliente mientras Ken le miraba. Sus mejillas rojas, la polla muy excitada.

Todo salió como él esperaba, las primeras gotas de semen se deslizaron como un beso sobre aquella polla palpitante y regordeta, fueron besados por el mismo Ken a través de la erección que Daisuke tenia mientras su cuerpo tembló y se derramó su placer sobre una mejilla enrojecida y la boca gimiendo. Unos cuantos hilos pegajosos y largos salieron salpicados sobre la barbilla de Ken goteando perezosamente y haciendo que Daisuke jadeara

Habiendo organizado un desastre Ken se levantó dejando a Daisuke aún en el suelo pero esta vez con el vendaje quitado

-¿Te das cuenta de lo que has organizado en el suelo?

Aún con el placer corriendo por sus venas y con el orgasmo a punto de salirse de la boca miró el suelo que estaba con pequeños hilos de semen

-¿Qué esperas para limpiarlo? No dejes nada

Pero Daisuke se quedo sin movimiento. Pensativo ante la orden

- ¿Dudas?

- Nunca, me entrego a usted, usted me hace soñar, vibrar, vivir lo imaginable

- Hasta arruinarte una buena corrida y casi el orgasmo ¿estás frustrado?

- No, me siento bien

-Bebe -. Le dió una estricta orden

Agarró a Daisuke del cabello y la lengua de este fregó todo el semen caido, fueron pequeñas gotas pero él las limpió de igual manera, Ken veía y sentía placer por cada poro de su piel, tanto que dentro de aquella falda se habia corrido de ver a Daisuke en perfecta sumisión

-Cuando termines quiero que me lamas los muslos, mi sentir y mis ansias caen por mi cuerpo

-Sí, mi señora

Al terminar, Ken se sentó en el suelo y extendió sus piernas al maximo

-Lameme las ganas

Daisuke como si fuera un perro lamió hasta la última gota, eso incluía la tela de la falda cubierta de semen goteando

-Te amo -. Le contestó acariciandole su cabello

Al terminar, con la boca llena de semen cayendo en Daisuke se dieron un abrazo, un largo abrazo, encantados de haber compartido sus fantasías y de haber dado vida a sus deseos particulares

¿Qué culpa tiene la noche de que ellos esten haciendo versos de sus experiencias juntos tan llenas de sensaciones?

Sencillamente porque ellos son alma y pasión.

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