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Familia

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Era una noche como cualquiera, aparentemente, pero realmente era distinta, mi cuerpo, mis instintos y mis ganas estaban preparados para lo que se venía en unas pocas horas.

No hace falta describirme pues ya mis lectores supongo que tendrán una idea de mi físico (Ayudados por mi foto de perfil). Desde hacía algunos meses había empezado una relación que se trataba de encuentros sexuales ardientes con un hombre maduro, que me sigue resultando igual de atractivo tras el correr del tiempo, y resulta que, no fue a mí a la única a quien le pareció sexualmente atractivo... tenía una "amiga" cercana que desde que lo conoció (antes que yo), se moría de ganas por tener sexo con él y fue hasta ese día, que todo se llevó a cabo, ambos teníamos la fantasía de hacer un trío con otra mujer, joven igual que yo y que se comporte como una "puta" en la cama, como ella. Fue entonces como tuvimos cita en su apartamento, llegué primero, ansiosa como siempre, con una blusa bastante transparente que sabía que servía para provocarlo y ponerlo a mil... minutos después llegó ella, que a diferencia mía tiene una cara de zorrita que se le ve a kilómetros, cosa que, a ambos nos resultaba muy sexy...

Nos sentamos una a cada lado suyo, ni corto ni perezoso empezó a hacer todo tipo de insinuaciones sexuales, la primera y más explícita fue dejar descubiertos mis senos frente a ella, diciéndole que, según él, eran demasiado bonitos y ricos a pesar de su tamaño, segundos después lo hizo con ella quien solo los tiene un poco más grandes que los míos, pero igual de blancos, rosados, bonitos. Fue entonces cuando él me llenó la boca de su lengua y me dio un beso que a decir verdad, me estimuló bastante, y a él también al ver su pene ya más grande de lo normal... acto seguido la besó a ella, y finalmente nos compartimos los 3 en un beso apasionado que dio inicio a lo que se vino luego.

Empezamos a jugar un juego con fines sexuales con un par de dados que al cabo de una hora nos tuvo a los 3 desnudos y por lo que pude ver de ellos, doy fe que, con muchísimas ganas de consumarlo todo, la primera en recibir la anhelada penetración fui yo, me puso en cuatro mientras yo besaba los senos casi perfectos de ella, y él a su vez llenaba la boca de ella con un beso, finalmente cambiamos de lugares pero yo en cambio me dedicaba a besar los testículos mientras él penetraba a mi hermana esposa. Momentos después se puso un anillo en el pene que vibraba y nos hacía sentir verdadera magia por dentro, nos penetraba una a una, intercambiando lugares y con ansias constantes de más... por instantes nos dedicábamos la una a la otra a masturbarnos mutuamente y a hacernos sexo oral en lo que, sinceramente mi hermana esposa resultó toda una experta, de la cual quisiera comentar que tiene una vagina bastante bonita, apretada y húmeda como debe ser.

Para rematar la noche nos dirigimos a la cama donde ella y yo compartimos la clásica posición de las tijeras mientras nos besábamos y tocábamos nuestros clítoris y él se dedicaba a vernos fascinado y tomarnos algunas fotografías... finalmente después de las últimas penetraciones turnadas con su anillo que vibraba y después de muchos orgasmos de ella y míos, él se dejó venir en mi boca mientras yo tragaba todo el resultado de la noche... siempre esperando la próxima vez.

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